Noviembre 2007

Utilizar la Energía como un Servicio

Hoy, el hecho de que la energía constituya la sustancia básica del universo, y que todas las formas de vida sean formas de energía que viven dentro de otras formas mayores de energía, y que todas ellas, grandes o pequeñas, utilizan energía y actúan como distribuidoras de la misma, es algo muy conocido y generalmente aceptado por las personas inteligentes y reflexivas. La palabra hablada o escrita y la actividad motivada, son todas expresiones de energía que conducen a la iniciación y a la actuación, siendo expresiones de la misma y la causa de su distribución. Los gobiernos, las iglesias, las organizaciones y los grupos, son todos distribuidores y depósitos de energía. La humanidad misma es un gran centro de energía que afecta a todos los reinos subhumanos, y forma, análogamente dentro de sí misma, un gran sistema de energías interrelacionadas. Lo mismo ocurre con el individuo que por sus actos y palabras emplea energía y produce resultados que son efectos de la energía y actúa como distribuidor. El individuo subdesarrollado no comprende nada de esto, y la energía que manipula es relativamente de poca importancia. A medida que la evolución prosigue y las personas adquieren poder y expresión, el uso que hacen de la energía es con frecuencia de gran importancia; se convierten en centros dinámicos de distribución de energía, y sus palabras, orales o escritas, además de sus actividades, producen grandes efectos e importantes resultados. La Jerarquía es un gran centro de energía que llega a la humanidad a través del Cristo. El significado de Sus palabras: "He venido para que tengan vida" es ése. Vida y energía son sinónimos. (La Reaparición de Cristo, p. 80)