Enero 2010

El germen o capacidad embrionaria para establecer todo tipo de contacto planetario es inherente a todo hombre y quiera o no, germinará. El conocimiento de la meta ya lograda en los tres mundos constituye la garantía de otros logros en los mundos más subjetivos existentes en el medio ambiente del aspirante, pero sobre los cuales aún no ha despertado ni ha recibido iluminación. Trato de exponer el tema en la forma más simple posible, porque gran parte de las descripciones abstractas de las ciencias ocultas y de los psicólogos académicos son incidentales a la hiperactividad de las mentes y a la naturaleza emocional de los hombres. Si pueden captar ciertos hechos amplios y relativamente simples y recono¬cer que en sus capacidades ya desarrolladas poseen la clave o el indicio, avanzarán con sencillez, sin crear indebidas dificultades intelectuales cuando consideran los aspectos más sutiles del eterno medio ambiente. En último análisis, sólo se trata de aquello que los “impresiona" en un momento dado y luego de qué manera los condiciona. (Telepatía y el Vehículo Etérico, p. 48)