149-153

[149] El Problema Sexual,
[150] Profecías,
[151] El Quinto Reino (El Reino de Dios),
[152] Rayos,
[153] Razas Humanas

[149]

EL PROBLEMA SEXUAL

(1) Quisiera decir algunas palabras respecto al sexo en la vida del discípulo. Existe una gran confusión sobre el tema; en las mentes de los aspirantes el precepto sobre el celibato está asumiendo un cariz de doctrina religiosa. Con frecuencia nos dicen los bien intencionados, pero carentes de lógica, que si un hombre es discípulo no puede contraer matrimonio y, por consiguiente, no puede hacer una realización espiritual, a no ser que el hombre practique el celibato, teoría que tiene su origen en dos cosas:

Primero, en Oriente ha existido un concepto erróneo respecto a las mujeres. Segundo, en Occidente ha prevalecido, desde la época del Cristo, la tendencia a conceptuar la vida espiritual como monástica y conventual. Ambos conceptos encierran dos ideas equívocas y son la raíz de la gran incomprensión y la razón de muchos males. El hombre no es mejor que la mujer ni la mujer mejor que el hombre.

Creer que el discípulo debe llevar una vida de celibato y abstenerse de practicar toda función natural, es incorrecto e indeseable. Esto puede com­probarse por el reconocimiento de dos cosas:

Primero, si la divinidad es verdaderamente una realidad y la expresión de la omnipotencia, de la omnipresencia, así como de la omnisciencia, y si el hombre es esencialmente divino, entonces no puede existir una condición donde la divinidad no tenga supremacía. No puede haber una esfera de actividad humana en la que el hombre no actúe en forma divina, o que las funciones no puedan ser iluminadas por la luz de la razón pura y la inteligencia divina.

Segundo, la vida que no esté bien integrada ni ejerza todas las funciones de su naturaleza (animal, humana y divina, y el hombre es esas tres cosas en un solo cuerpo) es frustrada, inhibida y anormal. Es verdad que no todos pueden contraer matrimonio en estos tiempos, pero eso no niega la realidad más grande que Dios creó al hombre para unirse en matrimonio.

Es igualmente falso, anormal e indeseable decir que el celibato forzado indica una profunda espiritualidad y es parte necesaria de todo entrenamiento esotérico y espiritual. No hay mejor escuela de entrenamiento para un discípulo o un iniciado, que la vida de familia, con sus relaciones obligatorias, la facilidad que otorga el ajustarse y adaptarse, el servicio y los sacrificios que demanda y las oportunidades que ofrece para expresar plenamente todas las facetas de la naturaleza del hombre. El mayor servicio que puede prestarse a la raza es proporcionar cuerpos a las almas que encarnan, atenderlas y educarlas dentro de los límites del hogar.

El aspirante y el discípulo en el Sendero y el Iniciado en el "Camino Iluminado", no tienen por lo tanto mejor campo de entrenamiento que la relación marital correctamente aplicada y comprendida.

Es verdad que a veces un hombre se ve obligado a llevar una vida en la cual enfrentará el problema del celibato y estará forzado a abstenerse de toda relación física y a vivir una vida estrictamente célibe, a fin de demostrarse a sí mismo que puede controlar la parte animal e instintiva de su naturaleza, pero esta condición es frecuentemente el resultado de excesos y libertinaje en una vida anterior, y es necesario aplicar medida rigurosas y condiciones anormales para neutralizar y rectificar errores del pasado y dar a la naturaleza inferior tiempo para reajustarse. Repito, esto no indica desarrollo espiritual sino más bien lo contrario. No olviden que estoy tratando el caso especial del celibato autoaplicado y no las actuales condiciones mundiales donde los hombres y mujeres, por razones económicas y de otra naturaleza, se ven obligados a vivir sin poder expresar la vida en forma natural y plena.

Finalmente, el problema sexual debe ser resuelto en el hogar y en condi­ciones normales, y a las personas más evolucionadas del mundo y a los discípulos de todos los grados les corresponde resolverlo. (14 - 242/5)

(2). Muchos iniciados han logrado su objetivo cuando, correcta e inteligen­temente, participaron en la relación matrimonial. El iniciado cultiva una peculiar actitud mental, donde reconoce que todas las formas de manifesta­ción son divinas, y que el plano físico es una forma de expresión divina como cualquiera de los planos superiores. Se da cuenta que la manifestación más íntima de la divinidad debe estar bajo el control consciente de la divinidad interna, y que todo acto debe ser regido por el esfuerzo de cumplir todos los deberes y obligaciones, supervisar toda acción y actuación y utilizar el vehí­culo físico, de modo que el grupo pueda ser beneficiado por ello y ayudado en su progreso espiritual. Los Iniciados y Maestros contraen matrimonio en muchos casos, y normal­mente cumplen con sus deberes conyugales y domésticos como esposos y esposas, pero se controlan y regulan por el propósito y la intención, y ninguno se deja llevar por la pasión ni el deseo. En el hombre perfecto, en el plano físico, todos los centros están completamente controlados, siendo su energía utilizada legítimamente. (1 - 165)

(3). Por los innumerables experimentos sexuales que se llevan a cabo hoy, la generación próxima llegará a un punto de equilibrio y, como consecuencia, se inclinarán los platillos hacia la dirección deseada y deseable. Sobre esto no hay duda alguna; únicamente falta determinar el momento, y éste será determinado astrológicamente. Por medio de las mentes jurídicas y de la correcta legislación, el sexo será oportunamente considerado como una función correcta y divina, que estará salvaguardado por la educación adecua­da de los jóvenes y de los ignorantes, y por medio de la correcta acción de la juventud y la emergente generación altamente inteligente, los niños de hoy.

La enseñanza de hábitos sexuales erróneos, el ejemplo de la extendida prostitución (aplico esta palabra tanto a los hombres como a las mujeres), la proliferación de, la homosexualidad (no en su predisposición y singular conformación fisiológica, sino desde el ángulo de una mentalidad pervertida y de una imaginación malsana que está hoy detrás de gran parte de su expresión), la estrecha mentalidad cristiana heredada de un complejo de culpabilidad en lo concerniente al sexo y a la herencia de cuerpos físicos enfermos, excesiva o débilmente sexuales, han llevado a la raza a su actual caótico e ignorante manejo de este importante problema. La solución no se hallará en los pronunciamientos religiosos basados en una teoría caduca, o por la inhibición fisiológica o el libertinaje legalizado; tampoco vendrá por medio de la legislación, inspirada por las distintas escuelas de pensamiento de cualquier comunidad o nación. Será el resultado de la actividad unida de las conciencias espiritualmente orientadas, la actitud jurídica, la percepción intelectual y el constante impulso del proceso evolutivo. Nada puede impedir la inevitabilidad de la solución ni la aparición de actitudes deseables y condiciones en las que el sexo pueda tener la correcta expresión. (16 - 181/2)

(4). He dicho también que la energía del centro sacro (el centro más involucrado y activo en el momento de la primera iniciación) debe ser trasmutada y elevada al centro laríngeo, trasformando así el acto creador físico en el proceso creador que produce lo bueno, lo bello y lo verdadero. El abecé del conocimiento fundamental es: la trasmutación del sexo. En ese proceso transmutador los hombres han cometido grandes errores y han abor­dado el tema desde dos ángulos:

1. Han tratado de suprimir el deseo natural, esforzándose por destacar el celibato obligatorio, desviando así con frecuencia a la naturaleza y sometiendo al "hombre natural" a reglas y reglamentos que no estaban en la intención divina.

2. Han tratado de agotar -en el otro extremo- el deseo sexual normal por medio de la promiscuidad, el libertinaje y las perversiones, perju­dicándose y sentando las bases para las dificultades que se producirán en muchas encarnaciones futuras.

Cuando el debido reconocimiento del lugar que la vida del sexo debe ocupar en la vida diaria vaya paralelo a la concentración mental en el centro laríngeo, ese centro automáticamente llegará a ser magnético, y atraerá hacia arriba las fuerza del centro sacro a través de la columna vertebral, "al lugar de la construcción creadora` entonces la vida sexual normal no se atrofiará y estará regulada y relegada a su correcto lugar, como una de las facultades o apetitos comunes de los cuales fue dotado el hombre: la vida sexual es controlada cuando no se tiene un interés directo y está subordinada a la ley del país, respecto a su relación con el polo opuesto, negativo y femenino o positivo y masculino. Para el aspirante esto se convierte principalmente en agente que crea los vehículos necesarios para las almas que encarnan. De esta manera, por la fuerza del ejemplo, evitando todos los extremos, aplicando las energías corporales a cosas superiores y aceptando la ley del país de residen­cia, los actuales desórdenes y el abuso del principio sexual, cederán el lugar a la vida ordenada y al correcto empleo de. esta primordial función corporal. (18 - 548/9)

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[150]

PROFECÍAS

(1) Sobre la iniciación. No pasarán muchos siglos sin que se restauren los antiguos misterios y la iglesia posea un grupo interno; en la iglesia del futuro, cuyo núcleo interno se está formando, la primera iniciación será exotérica, vale decir, que la primera iniciación constituirá antes de mucho tiempo, la ceremonia más sagrada de la iglesia y será celebrada en forma exotérica, por ser uno de los misterios revelados en determinados períodos, y a ella asistirán quienes estén implica­dos. (1 - 23)

(2). Podría decirse aquí que tres grandes descubrimientos son inminentes, y durante las dos generaciones venideras revolucionarán el pensar y la vida modernos. (1934)

Uno ya se presiente, y es tema de experimento e investigación: la liberación de la energía del átomo. Esto cambiará totalmente la situación económica y política del mundo, porque esta última depende principalmente de la prime­ra. Se simplificará nuestra civilización mecánica, vendrá una era en que estaremos libres de la pesadilla del dinero (poseerlo o no), y la familia humana reconocerá universalmente su categoría como reino de enlace entre los tres reinos inferiores de la naturaleza y el quinto reino o espiritual. Se tendrá tiempo y libertad para cultivar el alma, que reemplazará nuestros métodos modernos de educación, y la significación de los poderes del alma y el desarrollo de la conciencia superhumana absorberán en todas partes la atención de educadores y estudiantes.

Un segundo descubrimiento surgirá de las investigaciones actuales respec­to a la luz y al color. Se estudiará el efecto del color en las personas, animales y unidades del reino vegetal, y como resultado de estos estudios vendrá el desarrollo de la visión etérica, o el poder de ver con el ojo estrictamente físico, el siguiente grado de materia. Las personas pensarán y hablarán cada vez más en términos de luz.

El tercer desarrollo, que probablemente será el último en producirse, pertenecerá más estrictamente a lo que los esoteristas denominan el reino de la magia. Surgirá del estudio del sonido y su efecto, y pondrá en manos del hombre un poderoso instrumento en el mundo de la creación. El científico del futuro obtendrá sus resultados mediante el uso del sonido; por medio del sonido se abrirá un nuevo campo de investigación; será estudiado y conocido el sonido que emite cada forma en todos los reinos de la naturaleza; por su intermedio se realizarán cambios y se desarrollarán nuevas formas. Sólo puedo dar aquí una indicación, y es que la liberación de la energía del átomo está ligada a la futura ciencia del sonido. (4 - 243/4)

(3). En cuanto a lo espiritual... todo el campo de la religión volverá a ser inspirado y reorientado desde Roma, porque el Maestro Jesús se hará cargo nuevamente de la iglesia cristiana, en un intento de reespiritualizarla y reorganizarla. Desde el trono del Papa en R oma el Maestro Jesús tratará de llevar nuevamente esa gran rama de las creencias religiosas del mundo a una posición de poder espiritual, y apartarla de su actual poder político, autori­tario y temporario. (9 - 47)

(4) . El color puede destruir lo mismo que curar; el sonido puede desintegrar lo mismo que producir cohesión. Ambas ideas encierran el nuevo paso que ha de dar la ciencia en el futuro inmediato. Las leyes de la vibración serán estudiadas y comprendidas ampliamente y la aplicación de este conocimiento en el plano físico traerá muchos e interesantes desarrollos. En parte derivarán del estudio de la guerra y de su efecto sicológico o de otro tipo. El efecto del estampido de los grandes cañones, por ejemplo, fue mucho mayor que el impacto de los proyectiles en el plano físico. Estos efectos no se conocen todavía prácticamente, pues son en gran parte de carácter etérico y astral.

La música será extensamente empleada en la construcción. Dentro de cien años ello será la característica de cierto trabajo constructivo. Esto les pare­cerá imposible, pero significará simplemente la utilización del sonido en forma ordenada, para lograr determinados fines. (2 - 185/6)

(5). Se aproxima el momento en que se expresará más plenamente el propósito, el tipo y la cualidad de rayo y surgirá, en consecuencia, una apariencia más real.

Esto se debe a la inminente aparición o manifestación de ciertas grandes Vidas, las cuales personificarán la energía de los rayos segundo, tercero, quinto y séptimo. Constituirán puntos focales para la afluencia de estos cuatro tipos de energía divina y producirán un enorme estímulo en las unidades de vida que corresponden y responden a ellas. Se puede esperar que estos cuatro Seres aparezcan como seres humanos en el mundo moderno, antes de finali­zar este siglo, y Su esfuerzo unido inaugurará definitivamente la Nueva Era e introducirá un período que pasará a la historia como época gloriosa para la quinta raza raíz. Cada uno de estos cuatro Maestros, pues en Verdad lo son, constituirán subjetivamente un punto focal para la triple afluencia de energía desde el centro en el cuerpo de Dios. (14 - 80/1)

(6). En los próximos dos mil quinientos años se producirán tantos cambios y se podrán efectuar tantos denominados "milagros", que incluso se cambiará totalmente la apariencia externa del mundo; se modificarán y desarrollarán la vegetación y la vida animal, y le expresará gran parte de lo que está latente en las formas de los dos reinos mediante la libre afluencia y la inteligente manipulación de las energías que crean y constituyen todas las formas. El mundo ha cambiado increíblemente durante los últimos quinientos años, y en los próximos doscientos años los cambios serán aún más rápidos y estarán más hondamente arraigados, porque el aumento de los poderes intelectuales del hombre está tomando impulso, y el Hombre, el Creador, está entrando en posesión de Sus poderes. (14 - 88)

(7). Los que pronosticamos lo que puede y debe suceder, sabemos que el cumplimiento de la profecía es inevitable, sin embargo, el factor tiempo quizás no sea el estipulado, y esto será así porque el angustiado mecanismo humano de aquellos a quienes se les ha confiado el trabajo, no reaccionará correctamente o a su debido tiempo. (14 - 288)

(8). Al terminar la guerra actual (1945), los hombres sentirán como si nada les quedara y como si hubieran sido privados y despojados de todo lo que hace a la vida digna de vivirse, pues han dependido demasiado del denomi­nado alto nivel de vida. Pero estas actitudes servirán de escalones a una nueva vida y a un mejor y más sencillo modo de vivir; se liberarán nuevos valores que los hombres comprenderán y se revelarán nuevas metas. Llegará el día, en la experiencia humana, en que el hombre mirará retrospectivamente los siglos de preguerra y se extrañará de su ceguera, asombrado de su pasado egoísta y materialista. El futuro brillará con mayor gloria, aunque existirán las dificultades, los problemas. incidentales al reajuste mundial y las nueva relaciones entre el hombre espiritual y su ambiente material, se comprobará que el futuro será lo mejor que se ha vislumbrado hasta ahora. Surgirán dificultades en todos los planos hasta la última iniciación, pero la destructivi­dad del proceso de la vida nunca será nuevamente tan potente. La razón de esto se debe a que la humanidad está emergiendo muy definidamente de la esclavitud de la materia; en tales casos la destrucción va a la par del impacto producido por el espíritu al descender sobre la materia opositora. Reflexio­nen sobre este enunciado. (16 - 373/4)

(9). En el próximo siglo y a comienzos del mismo, vendrá un iniciado que continuará esa enseñanza y lo hará bajo la misma égida, porque mi tarea no ha terminado y esta serie de tratados que vinculan el conocimiento materia­lista del hombre con la ciencia de los iniciados, tiene aún otra faz que recorrer. El resto de este siglo debe ser dedicado a reconstruir el santuario de la vida humana, la forma de la vida humana, la nueva civilización, erigida sobre los cimientos de la antigua, y a reorganizar la estructura del pensamiento y la política mundiales, más la redistribución de los recursos del mundo de acuerdo al propósito divino. Sólo entonces será posible hacer una revelación mayor.

Todo depende del triunfo de las Fuerzas de la Luz y la consiguiente victoria de quienes representan la libertad humana. Si las fuerzas del materialismo y la crueldad triunfan, y los intereses y ambiciones pecaminosos y egoístas nacionales prevalecen, también se hará la revelación, pero vendrá mucho más tarde. El resultado no está en juego y no es necesario desesperar. El valor de los que luchan por la libertad es inigualable. La Jerarquía permanece. La luz está penetrando en el mundo, a medida que lo real de la situación emerge con más claridad.

Alégrense, porque no existe una verdadera derrota del espíritu humano, no hay una final extinción de lo divino en el hombre, porque la divinidad siempre surge triunfante desde el más oscuro abismo del infierno. Sin embar­go, es necesario sobreponerse a la inercia materialista en respuesta a la necesidad humana, en forma individual y por las naciones que no están absorbidas por las esencialidades de la situación. Hay signos de que esto está sucediendo. Ningún poder en la Tierra puede evitar que el hombre avance hacia su meta destinada y ninguna combinación de poderes puede detenerlo. (16 - 396/7)

(10). Un gran descubrimiento, en relación con el empleo de la luz, mediante el poder y la agencia rectora del pensamiento, se producirá al fin de este siglo o en los comienzos del próximo. Dos pequeños niños ‑ uno que vivirá en este país (EE.UU.) y otro en la India ‑ descubrirán una fórmula científica que eliminará algunas brechas existentes en la escala de la vibración de la luz, partiendo desde los rayos y ondas de alta frecuencia como ustedes los conocen. Esto requerirá instrumentos hasta ahora no soñados, pero que en realidad son posibles. Serán tan sensibles que se pondrán en movimientos por el poder del ojo humano, mediante la dirección enfocada del pensamiento. Desde ese momento será posible una relación tangible con el "mundo de los espíritus”. Todo lo que puedo hacer es darles esta indicación. (17 - 280)

(11). El futuro, dentro de su silencio, contiene otros métodos para salvar a la humanidad. La copa de dolor y la agonía en la cruz, casi ha sido apurada. La alegría y la fortaleza ocuparán el correspondiente lugar. En vez de dolor tendremos el gozo que redundará en felicidad y eventualmente conducirá a la bienaventuranza. Poseeremos la fortaleza con la cual sólo sabremos de victorias y no de derrotas. La Logia Negra también conocía este cambio, efectuado en el método de salvación, y apresuradamente fundó sus grupos juveniles unidos por el lema "la alegría por la fuerza y la fuerza por la alegría". El reconocimiento por parte del mal parece constituir una ley para el desa­rrollo grupal, previo al reconocimiento por parte del bien. Pero, "después del llanto viene el gozo, y ese gozo llega por la mañana". Ahora nos hallamos sólo en el despuntar del alba, el alba de la era acuariana. La plena oleada de luz está inevitablemente en camino hacia nosotros. (18 - 198)

(12). El gran descubrimiento científico, denominado familiarmente la "fisión del átomo", será eventualmente aplicado para establecer esas condiciones que permi­tirán al género humano ir en pos del bien, la belleza y la verdad. Los hombres podrán hacerlo, libres de la temible presencia del pensamiento puramente materialista. Esto no es una vana visión o un vago sueño. Hoy muchos científicos y particular­mente aquellos que aman a sus semejantes, no sólo visualizan el aspecto construc­tivo de la energía atómica, sino que están empeñados en dominar ‑en bien de la humanidad‑ algunos de sus productos y propiedades radiactivas.

En forma curiosa el empleo sabio y controlado de los resultados de esta aventura científica, en conexión con la bomba atómica, traerá con el tiempo una revelación específica acerca de la naturaleza de ciertas fuerzas en relación con la luz; este acontecimiento trasformará el pensamiento humano o mundial y conducirá a un nuevo tipo de proceso transmutador, en lo que al hombre se refiere.

Por lo antedicho observarán que algunos de los efectos sobre la humanidad conjunta y la estructura del nuevo y bello futuro, vendrán como resultado de la nueva y entrante actividad de primer rayo. No puede darse todavía ningún detalle, pero se ha escrito suficientemente respecto a la causa básica predis­ponente, para que el lector reflexione, espiritualmente hablando, sobre el posible efecto. Lo que está por venir es una civilización de naturaleza dife­rente, aunque todavía materialista, pero animada por el hecho de que las masas de todas partes registrarán crecientemente un objetivo espiritual emergente que trasformará toda vida y dará nuevos valores y propósitos a lo material. (18 - 531/3)

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[151]

EL QUINTO REINO

(EL REINO DE DIOS)

(1) En el quinto reino...la apariencia fenoménica externa será la misma, en lo que a la forma concierne, aunque se identificará su refinamiento y cualidad. El reino de Dios se materializa en, y por medio de la humanidad. Pero en el reino de la conciencia se hallará un estado de cosas muy distinto.

Un Maestro de sabiduría tiene fenoménicamente la apariencia de un ser humano. Posee los atributos físicos, las funciones, las costumbres y el meca­nismo del cuarto reino de la naturaleza, pero la conciencia es completamente distinta en la forma.

En el pasado, cada gran desarrollo de conciencia precipitó nuevas formas, lo cual no volverá a suceder.

Bajo el plan divino, que existe para este sistema solar, tal diferenciación de formas tiene sus limitaciones y no puede ir más allá de cierto punto, el cual ha sido alcanzado en el reino humano para este cielo mundial. En el futuro, el aspecto conciencia de la Deidad seguirá perfeccionando las formas del cuarto reino de la naturaleza por mediación de aquellos cuya conciencia pertenece al quinto reino. Esta es la tarea de la Jerarquía de Maestros. Esta tarea ha sido delegada al Nuevo Grupo de Servidores del Mundo que, en el plano físico, puede llegar a ser el instrumento de Su voluntad. Por medio de este grupo, las cualidades divinas internas de buena voluntad, paz y amor, activas en las formas del cuarto reino, pueden acrecentarse y expresarse a través de los seres humanos. (15 - 202/3)

(2). La meta de todo esfuerzo sobre nuestro planeta, es correctas relaciones entre un hombre y otro y entre el hombre y Dios, entre todas las expresiones de la vida divina, desde el más diminuto átomo hasta lo infinito.

Desde el punto de vista de nuestra evolución planetaria sólo hay amor, buena voluntad y voluntad al bien, la cual ya existe, y su verdadera manifes­tación está ahora más cercana que en cualquier momento de la historia planetaria.

Etapa tras etapa, crisis tras crisis, de un punto a otro punto y de un centro a otro, la vida de Dios progresa, dejando tras sí mayor belleza, al pasar de una forma a otra y de un reino a otro. Una realización conduce a otra; el hombre ha surgido de los reinos inferiores y (como resultado de la lucha humana) también aparecerá el reino de Dios. Traer ese reino es todo lo que hoy concierne verdaderamente a la humanidad, y todos los procesos vivientes del género humano están dirigidos a la preparación de cada ser humano individual, a fin de pasar a ese reino. El conocimiento de que puedan haber manifestaciones aún mayores que el reino de Dios, es inspirador, pero eso es todo. La manifestación del reino de Dios en la Tierra, la preparación del camino para su gran Inaugurador, el Cristo, la posibilidad de la exteriorización de la Jerarquía en la Tierra, presupone para todos y cada uno, una tarea plenamente adecuada y algo por qué vivir y trabajar, soñar y aspirar. (18 - 603)

(3). El Reino de Dios no es algo que descenderá sobre la Tierra cuando el hombre sea suficientemente bueno. Es algo que ya está actuando eficientemente y demanda reconocimiento. Este grupo organizado ya está reconocido por quienes en verdad buscan primeramente el Reino de Dios y con ello descubren que tal Reino ya está aquí. Muchos saben que Cristo y sus discípulos están presentes físicamente en la Tierra; saben también que el Reino que Ellos rigen posee sus leyes y modos de actuar, siendo conocido por muchas personas a través de los siglos. (8 - 47)

(4). Ciudadanos del Reino de Dios son aquellos que buscan deliberadamen­te la luz e intentan (por medio de una disciplina autoimpuesta) presentarse ante el Iniciador Uno; este vasto grupo mundial (tenga cuerpo físico o no) acepta la enseñanza de que “los hijos. de los hombres son uno” saben que la revelación divina es constante y siempre nueva, y que el Plan divino se está desarrollando en la Tierra. (8 - 60/1)

(5). Únicamente por la desesperación y la extenuación, el discípulo descubre su camino hacia el reino de Dios y se dispone a abandonar su antiguo modo de ser. Lo que es verdad para el individuo también debe serlo en escala más amplia para la humanidad. (8 - 89)

(6). La meta espiritual es establecer el reino de Dios. Uno de los primeros pasos hacia esto es preparar las mentes de los hombres para aceptar el hecho de que la reaparición de Cristo es inminente. Deben decir a los hombres de todas partes que los Maestros y Sus grupos de discípulos trabajan activamente para poner orden en el caos. Deben decir que existe un Plan y que nada puede detener el cumplimiento de ese Plan. Deben decir también que la Jerarquía permanece y ha permanecido durante miles de años y es la expresión de la sabiduría acumulada de las edades. Deben decir ante todo que Dios es amor, que la Jerarquía es amor y que el Cristo viene porque ama a la humanidad.

Este es el mensaje que deben trasmitir ahora, y con esta responsabilidad los dejo. Trabajen hermanos míos. (13 - 576)

Ver también: (6 - 354/5)

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[152]

RAYOS

(1) LOS SIETE RAYOS:

Se afirma que existen siete grandes rayos en el cosmos. En nuestro sistema solar sólo uno de estos grandes rayos está en actividad. Las siete subdivisiones constituyen los "siete rayos" que manejados por nuestro Logos solar, forman la base de infinitas variaciones en su sistema de mundos. Estos siete rayos pueden describirse como los siete canales a través de los cuales fluye todo lo que existe en Su sistema solar, las siete características predominantes, o modificaciones de la vida, que no sólo se aplican a la humanidad sino también a los siete reinos. En realidad no existe nada en el sistema solar, cualquiera sea su grado de evolución, que no pertenezca ni haya pertenecido a uno de los siete rayos. (14 - 141)

(2). Rayo es el término aplicado a una fuerza o a un determinado tipo de energía que pone de relieve la cualidad que exhibe esa fuerza, y no el aspecto forma que ella crea. (14 - 250)

(3). Podría ser útil aquí enumerar los rayos, y de esta manera refrescar la memoria del neófito:

Rayos de Aspecto:
1. El Rayo de Poder, Voluntad o Propósito.
2. El Rayo de Amor‑Sabiduría.
3. El Rayo de Inteligencia Activa Creadora.

Rayos de Atributo:
4. El Rayo de Armonía a través del Conflicto.
5. El Rayo de Ciencia Concreta o Conocimiento.
6. El Rayo de Idealismo o Devoción.
7. El Rayo de Orden o Magia Ceremonial. (18 - 458/9)

(4). Cada ser humano es básicamente una expresión de cinco fuerzas de rayo:

1. El rayo del alma.
2. El rayo de la personalidad.
3. El rayo que rige al cuerpo mental.
4. El rayo que rige al equipo astral.
5. El rayo de la naturaleza física. (17 - 49)

(5). De acuerdo al rayo en que se recibe la iniciación, depende grandemente el siguiente sendero de servicio. (1 - 148)

(6). El subrayo al que pertenece el hombre, ese rayo menor que varía de una encarnación a otra, colora mayormente su vida. Es su matiz secundario. Recuerden que el rayo primario de la mónada continúa durante el eón. No varía. Es uno de los tres rayos primarios que oportunamente los hijos de los hombres sintetizarán. El rayo egoico varía de ronda en ronda, y en las almas más evolucionadas de raza en raza, y comprende uno de los cinco rayos de nuestra actual evolución. Es el rayo predominante por el cual vibra el cuerpo causal del hombre. Puede corresponder al rayo de la mónada, o ser uno de los colores complementarios del primario. El rayo de la personalidad varía vida tras vida, hasta haber pasado por toda la gama de los siete subrayos del rayo monádico.

Referente al hombre común evolucionado, que lucha por aproximarse al ideal, la similitud del rayo egoico producirá una mutua comprensión, que lo llevará a la amistad.

Pero cuando (agregado a la similitud egoica de rayo) la personalidad pertenece al mismo rayo, entonces tenemos una de esas cosas poco frecuen­tes, una perfecta amistad, un casamiento feliz, un vínculo inquebrantable entre dos. Esto, en realidad, es sumamente raro. (4 - 91/2)

(7). Cada forma de la naturaleza y cada ser humano pertenece a uno de los siete rayos cualificadores, y su apariencia en la forma fenoménica está mati­zada por la cualidad de su rayo fundamental y cualificado predominantemen­te por el rayo de esa vida particular de cuya emanación surgió, pero incluirá también, en forma secundaria, los otros seis tipos de rayo. (14 - 41)

(8). Todo ser humano pertenece a uno de los siete rayos. En cada vida su personalidad pertenece a uno de ellos, rotando de acuerdo al rayo del ego o alma.

Un rayo confiere, por medio de su energía, condiciones físicas peculiares y determina la cualidad de la naturaleza astral‑emocional, colora el cuerpo mental, controla la distribución de la energía, pues los rayos son de distintos grados de vibración, y rigen un determinado centro del cuerpo (diferente para cada rayo), a través del cual se hace esa distribución. Cada rayo actúa principalmente a través de uno de los centros y en los otros seis lo hace en orden específico. El rayo predispone a que el hombre tenga ciertas debilida­des y fortalezas y es su principio limitador, dotándolo también de capacidad. Rige el método de sus relaciones con otros tipos humanos, y es responsable de las reacciones de la forma hacia otras formas. Lo colora, le imparte cualidad, le da su propia tonalidad en los tres planos de la personalidad y moldea su apariencia física. Ciertas actitudes de la mente son fáciles para un tipo de rayo y difíciles para otro, de allí que la variable personalidad cambia de un rayo a otro al cambiar de una vida a otra, hasta que todas la cualidades se hayan desarrollado y expresado. Algunas almas, debido al destino que les depara su rayo, se encuentran en determinados campos de actividad, y el campo definido de sus esfuerzos es relativamente el mismo durante muchas vidas...Cuando un hombre ha recorrido las dos terceras partes del sendero evolutivo, el tipo de rayo de su alma empieza a dominar al tipo de su personalidad y, en consecuencia, regirá la tendencia de su expresión en la tierra. (14 - 121/2)

(9). A veces pienso si alguno de ustedes se da cuenta de la épica importancia que tiene la enseñanza que he dado acerca de los siete rayos, como energías en manifestación...Con todo lo que he dado, concerniente a los siete rayos y a los siete Señores de Rayo, mucho más podrá ser descubierto; estas siete grandes Vidas pueden considerarse y conocerse como las esencias animantes y las energías activas en todo lo manifestado y tangible en el plano físico, así como en todos los planos de la expresión divina. (17 - 426/7)

(10). Los discípulos que pertenecen a distintos rayos, tendrán todos la misma meta, harán los mismos experimentos, pasarán la misma experiencia y llega­rán igualmente a la expresión divina. Sin embargo sus cualidades y métodos de acercamiento, sus reacciones y naturalezas características, diferirán de acuerdo al tipo de rayo; esto constituye una fase muy interesante y poco conocida de nuestro estudio de la iniciación. (18 - 281)

(11). Cada gran rayo al venir a la encarnación, trasforma el lenguaje del ciclo, enriquece el vocabulario existente y trae nuevo conocimiento a la humanidad; las muchas civilizaciones ‑pasadas y presentes‑ son el resultado de esto. (18 - 529/30)

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[153]

RAZAS HUMANAS

(1) Sobre el tema del matrimonio entre razas, las personas y los pensadores más capaces y sensatos, tanto de la raza blanca como de la negra, deploran los matrimonios mixtos, los cuales no traen felicidad para ninguna de las partes. Sin embargo, al considerar este tema, se debe recordar que el matri­monio entre blancos y amarillos (chinos y japoneses) es igualmente deplora­ble y ‑salvo raras excepciones‑ y pocas veces resultan satisfactorios desde el punto de vista de los hijos. (7 - 119)

(2). Los regímenes políticos del mundo deben orientarse entre sí; el plan divino nunca contempló que todas las naciones y razas debían conformarse a alguna ideología política uniforme o ser reducidas a una forma general de gobierno. Las naciones difieren; poseen distintas culturas y tradiciones; pueden actuar en forma adecuada bajo distintos y variados gobiernos; sin embargo al mismo tiempo alcanzarán una unidad de propósito, basada en el genuino deseo de un verdadero bienestar y progreso de los hombres del mundo. (6 - 207)

(3). Los matrimonios efectuados entre los ciudadanos de distintas naciones y entre razas, la mezcla de sangre durante cientos de años ‑debido a la emigración, los viajes, la educación y la unidad mental‑ ha hecho que no existan en la actualidad tipos raciales verdaderamente puros. Esto es mucho más veraz de lo que creen los más eruditos, si consideran la larga historia del género humano. Las relaciones sexuales no conocen barreras impenetrables y los pueblos poseen hoy la estirpe y la sangre de todas las razas, y esto (como resultado de la guerra mundial 1914‑1915) se irá acrecentando. Dicho desa­rrollo, en definitiva, forma parte del plan divino, no importa cuán indeseable puede parecer a quienes idealizan la pureza de la relaciones, ni cuán despia­dadamente es aplicado en los momentos actuales. Ya se ha producido algo que está predestinado y no puede ser evitado. El impulso de aparearse llega a ser peculiarmente fuerte cuando los hombres se hallan lejos del ambiente familiar y experimentan la novedad de una total soledad; cuando las inhibi­ciones normales, las costumbres impuestas por las relaciones familiares o las normas nacionales son removidas; cuando enfrentan constantemente el peli­gro de muerte; cuando los valores mayores anulan a los menores y a las actitudes comunes convencionales, y cuando el organismo físico ha sido entrenado y llevado, por medio de procedimientos científicos y una fuerte alimentación, a la más elevada eficiencia física. Hablo en términos de efecti­vidad física y no de eficiencia mental, que puede ir o no paralela a la primera. (17 - 169/70)

(4). Con esto sólo trato de explicar los fenómenos que pueden ser observados durante los tiempos de guerra, y en la guerra mundial se ha podido observar en gran escala. Los ejércitos del mundo se hallan en todas partes, diseminados por todos los países; la trasmigración racial es un factor universal, desde el ángulo de la necesidad militar y de las penurias de los civiles que han sido arrollados por la guerra. Este movimiento de millones de hombres, en todas partes, constituye uno de los factores principales que condicionarán la nueva civilización, y su importancia se basa en el hecho de que en el término de veinticinco años hombres y mujeres serán una raza híbrida, cuyos padres y madres pertenecerán a todas las naciones imaginables; padres blancos ha­brán tenido relaciones físicas con mujeres de origen asiático o africano, produciendo una mezcla de sangre que ‑si se la reconoce, maneja y desa­rrolla correctamente y con comprensión, desde el ángulo educativo ‑ expre­sará la naturaleza en embrión de la sexta raza raíz, la cual será realmente la HUMANIDAD sin barreras raciales o nacionales, ni seudas y exclusivas castas de sangre pura, pero con un nuevo y viril sentido de la vida, debido a la mezcla de linajes más fuertes con otros más débiles y agotados, y de las estirpes raciales más nuevas con las antiguas y más desarrolladas. Nada tengo que argumentar sobre la forma en que esto es llevado a cabo. Podría haber acontecido sin la guerra, por la convicción de que todos los hombres son iguales y humanos y que la mezcla de las razas podría resolver muchos problemas; no obstante, la guerra ha acelerado el proceso y los soldados de todos los ejércitos del mundo tienen relaciones físicas con mujeres de todas las razas, civilizaciones y color, Esto debe producir, ya sea que se lo considere correcto o erróneo, de acuerdo al código ético y a las normas del observador, una situación totalmente nueva que deberá enfrentar el mundo del futuro e inevitablemente debe derribar los prejuicios nacionales y las barreras racia­les, las primeras producirán mayor efecto que las últimas, durante las etapas iniciales. Una humanidad más homogénea aparecerá también inevitablemen­te durante los cambios, en los próximos cien años. Muchas actitudes y reacciones habituales que prevalecen todavía hoy, desaparecerán y aparece­rán en gran escala, tipos, cualidades y características, de las cuales hasta ahora no tenemos precedentes.

Aunque a las personas conservadoras y llamadas estrictamente "morales" no les agrade este acontecimiento mundial, no afecta para nada la cuestión.

Ello ha sucedido y está sucediendo diariamente, y materialmente traerá cambios de gran alcance. Estas relaciones y mezclas interraciales siempre han sucedido en pequeña escala e individualmente, y ahora suceden en gran escala. Debemos prepararnos para los resultados que esto producirá. (17 - 170/1)

(5). El surgimiento de un nuevo tipo racial. En la actualidad pueden verse con claridad los rasgos subjetivos de este nuevo tipo. Estamos tan engañados por el aspecto forma, que hasta se llega a sostener hoy que la nueva raza se encuentra en América. La nueva raza se está formando en todos los países, principalmente en aquellos donde se halla la quinta raza, la caucásica.

Permítanme también hacer una afirmación categórica, que quizás cause sorpresa. El quinto reino de la naturaleza, el reino espiritual, surgirá de la quinta raza raíz. Tal es el control esotérico de la Ley de Analogía. (12 - 129)

(6). El nuevo tipo racial es más bien un estado de conciencia que una forma física, un estado mental más bien que un cuerpo especialmente diseñado. Con el tiempo, cualquier estado de conciencia desarrollado condicionará y deter­minará invariablemente el cuerpo y producirá finalmente ciertas caracterís­ticas físicas. (12 - 129/30)

(7). Bajo el gran proceso evolutivo los hombres y las razas difieren por su desarrollo mental, vigor físico, posibilidades creadoras, comprensión, per­cepción humana y lugar en la escala de la civilización, todo lo cual es temporario, porque las mismas potencialidades que existen en todos noso­tros, sin excepción, se manifestarán. Tales diferencias, que en el pasado han separado a pueblos y razas, van desapareciendo rápidamente por la difusión de la educación, los descubrimientos unificadores de la ciencia, que nos acercan y nos unen cada vez más, y el poder de pensar, leer y planear. (7 - 96)

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