Estimado amigo:

“No dudemos jamás de la capacidad de un pequeño grupo de ciudadanos insistentes y comprometidos para cambiar el mundo. De hecho, es la única cosa que siempre han poseído”. Estas palabras de la antropóloga Margaret Mead deben ofrecernos la esperanza de que los cambios que buscamos para nuestro mundo, y el impacto de la humanidad sobre él, puedan empezar con pequeñas cosas. Un ejemplo de ello fue el fin del comercio de esclavos en Gran Bretaña hará ahora 200 años. Sus inicios fueron desfavorables cuando, en una época en que el 75% de la población mundial vivía bajo cierta forma de servidumbre y el 95% de los británicos no podían votar, una docena o más de ciudadanos comprometidos se reunieron en una imprenta de Londres para discutir si podía hacerse algo sobre los males del comercio de esclavos. Un grupo relativamente pequeño de individuos fue confiado para levantar la conciencia pública, entonces lanzaron un esfuerzo con técnicas expertas tales como la distribución de panfletos, peticiones, boicots, la recaudación directa de fondos –de hecho, muchas de las herramientas utilizadas en las campañas políticas en nuestros días– que culminó en el plazo de veinte años en la decisión parlamentaria de abolir el comercio de esclavos, y en otros 31 años condujo a la prohibición de la esclavitud en el conjunto del Imperio Británico.

¿Cómo podía realizarse un cambio tan radical en un período tan corto de tiempo? ¿Qué inspiró a aquellos que estaban a la vanguardia de la campaña a terminar con el comercio de esclavos para dedicar sus vidas y, en muchos casos, para arriesgar sus reputaciones y sustentos para corregir una injusticia que ninguno de ellos había sufrido personalmente? Sólo podemos concluir que fue un acto de consagración espiritual de voluntad hacia el bien y una viva demostración de la energía de la opinión pública en expresar una idea cuando había llegado el momento. Este año, en que el ciclo de Emergencia e Impacto en la Conciencia Pública gobierna los esfuerzos del nuevo grupo de servidores del mundo, es apropiado reflexionar sobre la magnitud del logro de los abolicionistas en nombre de sus semejantes.

Uno de los triunfos de las fuerzas separatistas es la sensación de que un individuo no puede marcar la diferencia, de que los problemas a nivel mundial son demasiado grandes como para ser enfrentados por un individuo o un pequeño grupo de “gente normal”. Las obras de Alice Bailey mencionan en varias ocasiones el impacto potencial del individuo:

“Una persona desinteresadamente consagrada, no crítica, puede decantar a un grupo hacia un trabajo acertado”.

“Una vida radiante, creativa, usando conscientemente los centros del corazón o de la garganta, puede llevar la inspiración a cientos de personas”.

Está claro ahora para toda persona pensadora que el materialismo egoísta del deseo, de la separatividad y del bajo materialismo, son la fuente de los problemas de la humanidad y que no pueden dejarse “a los poderes que están” para su resolución. Se necesita una transformación de la conciencia a nivel de masas, y esto requerirá los esfuerzos dedicados de todas las personas inteligentes de buena voluntad. El grupo esotérico entrenado en la meditación como medio de dirigir las energías espirituales en el servicio al Plan, pueden asistir a la necesaria transformación ayudando a construir claramente, las formas pensamiento iluminadas que pueden hacer impacto sobre todas las mentes humanas receptivas.

¿Cuáles son actualmente las ideas más necesarias que deben impresionar sobre la conciencia humana? En una época en que las fuerzas del fundamentalismo religioso y del progresismo ideológico inhiben el diálogo necesario, se precisa valor para comunicar las ideas y los valores espirituales que dirigirán a la humanidad en la nueva era. Debemos seguir intentando, y tendremos éxito si buscamos “la nueva terminología” que Alice Bailey dijo era necesaria para revitalizar ideas tales como la fraternidad y la unidad, ideas que tanto han sido discutidas pero raras veces demostradas. Creemos que el desafío del grupo esotérico mundial consiste en expresar una visión de las correctas relaciones humanas, de tal modo que el sentimiento místico sea trascendido y las mentes inteligentes científicas puedan comprometerse. La presentación de ideas en las cuales las relaciones futuras del mundo deben estar basadas, debe evitar recurrir a las polaridades históricas de “ellos y nosotros", occidente y oriente, ricos y pobres. La tendencia a ver a todos los que sostienen opiniones diferentes, valores y aspiraciones, como “el otro” solo profundiza las divisiones, no dejando espacio alguno para el descubrimiento de un terreno común. Aún detrás de todas las diferencias externas, muchas de las cuales son genuinas y graves, el sentido de que hay una sola humanidad es una aspiración urgente para muchísima gente de buena voluntad.

Está creciendo la realización de que los problemas que afrontamos en nuestros días –cambio climático, el malentendido religioso y cultural, las fuerzas descontroladas de la globalización–tienen el potencial para dividir a los seres humanos entre sí, y entre la humanidad y toda vida planetaria, de forma que podrían conducir a un daño ambiental duradero y alimentar los fuegos del odio y del terror en las próximas generaciones, a menos que los millones de gente de buena voluntad reconozcan su responsabilidad como ciudadanos globales.

Triángulos, que fue fundado por el Maestro Tibetano D.K., es un medio superlativo para estimular la enorme energía de buena voluntad que existe en millones de corazones humanos y para despertar la luz en las mentes humanas. La Meditación Reflexiva Especial de los domingos (Reorientación del dinero para el trabajo Jerárquico) y la de los jueves (Preparación para la Reaparición de Cristo) son otra oportunidad, al igual que las meditaciones mensuales durante la Luna Llena y la Luna Nueva.

Si usted está motivado para emprender un proyecto de grupo, empezar por el grupo local que se reúne para la meditación de la Luna Llena es una forma importante de ayudar a anclar lo que Alice A. Bailey llama “la nueva religión mundial”. La formación de un grupo de estudio para focalizar lo problemas de la humanidad y para ayudar a construir la forma pensamiento de su solución, es un proyecto de servicio para el cual Buena Voluntad Mundial puede proveer series de estudio, muchas de las cuales han sido recientemente revisadas. La participación en el proyecto del Ciclo de Conferencias es una oportunidad para ayudar a promover, por medio de la visualización, la semilla de la “energía de voluntad” visible ahora en varias de las conferencias internacionales y las discusiones que intenten organizar el acercamiento de la humanidad a los problemas del mundo. El actual enfoque del grupo de trabajo del Ciclo de conferencias es Salvaguardar el Planeta, así como el continuo enfoque en el Acuerdo de Ginebra, como solución potencial al conflicto Israelí-Palestino.

Todas estas iniciativas trabajan para transformar la conciencia humana y aportar una clara definición de los principios espirituales que emergen y en cuyos valores, tales como el amor a la verdad, el sentido de la justicia, el espíritu de cooperación, el sentido de la responsabilidad personal y el compromiso al bien común, están basados. Damos la bienvenida a su participación en cualquiera de estos esfuerzos de grupo.

Le invitamos cordialmente a usted y a sus amigos al Fórum de Buena Voluntad Mundial que tendrá lugar el sábado 10 de noviembre en las tres sedes centrales. El tema será: “Evocar el Alma de las Naciones”, incluimos el programa.

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