La atmósfera de la Tierra nos separa de las maravillas del cosmos con una piel de gas, un velo que parece terriblemente delgado y frágil cuando consideramos la enormidad y aparente hostilidad del espacio. Sin embargo este mismo velo es una de las principales fuentes de vida, la fuente del aliento, del aire. Asumimos con suma facilidad el hecho de nos rodea una mezcla invisible de gases que son cruciales para la existencia de todas las formas de vida. El aire es intangible cuando está en reposo y sin embargo, cuando se mueve, es una fuerza poderosa que puede esculpir paisajes y devastar ciudades. Ciertos patrones específicos de viento y clima han acabado por integrarse en la cultura humana –¿quién, por ejemplo, puede pensar en India sin asociarla con el monzón? Los vientos y el clima son expresiones de grandes ciclos de energía y materia que impulsan los ecosistemas planetarios. La atmósfera es así uno de los principales facilitadores de la circulación. Dentro de la atmósfera, los principales ciclos son los del vapor de agua, el oxígeno, el dióxido de carbono y el nitrógeno. Todos estos ciclos son constantemente monitorizados por un enorme número de satélites y estaciones climatológicas, con la ONU desempeñando un papel de liderazgo a través de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

CIRCULACIÓN CÍCLICA

La circulación es la base de la vida. Al igual que soplan los vientos sobre la superficie de la Tierra, así circula el aire en los pulmones, y la sangre en las venas. Así se simboliza la verdad universal de que el camino de la salud requiere una circulación libre, y no la acumulación/congestión en una parte de un sistema, acompañada por una disminución inevitable en otra. Nuestros sistemas económicos y políticos harían bien de tomar nota de esta sencilla pero profunda verdad. Acuario es un signo de aire, y se dice que está conectado a los principios de universalidad y compartir que el aire físico encarna tan claramente. A medida que nos adentramos en la Era de Acuario, deberíamos esperar ver estos principios manifestarse con una claridad y poder crecientes en todas nuestras instituciones.

  "Inhalar el aliento de la vida y compartir el aire con los demás seres humanos significa un centro individual de vida y la participación también en la vida general de todos".(La Curación Esotérica, p.105)

LAS NUBES DEL AIRE

El ciclo natural más visible es el del agua. El calor del sol produce la evaporación y, al combinarse con la rotación de la Tierra, se generan los vientos que trasladan las nubes a sus lugares de precipitación, alimentando los lagos y ríos del mundo. Todos sentimos inmediatamente las consecuencias de la precipitación, y reconocemos su importancia en los ciclos de todas las criaturas. Debido a que los ciclos de oxígeno y de dióxido de carbono trabajan invisiblemente, es más fácil obviar su importancia, aunque ahora la ciencia está enfocándose sobre estos con más intensidad, dada su aparente importancia en el debate sobre el cambio climático. Estos dos ciclos están estrechamente interrelacionados por medio del fuego, dado que el oxígeno es el ingrediente clave en la combustión, y que muchas sustancias que contienen carbono arden, produciendo dióxido de carbono. Indudablemente, en términos sencillos, respirar es una forma de combustión lenta, alimentada por los carbohidratos en los alimentos(como el azúcar y el almidón); y la fotosíntesis es efectivamente una combustión inversa, tomando dióxido de carbono y convirtiéndolo de vuelta en carbohidratos, a la vez que liberando oxígeno 2. De modo que los reinos animal y vegetal están profundamente implicados en estos ciclos –sobre todo a través de la quema de combustible fósil– que ha dado pie a gran parte del debate actual sobre el cambio climático.

No hay necesidad de relatar aquí los detalles sobre el cambio climático –todo ciudadano responsable es ampliamente consciente de estas cuestiones. Aún así, merece la pena considerar que los sistemas físicos y biológicos que los científicos están intentando reproducir, y en los que basan sus predicciones, son complejos, sutiles y de un alcance enorme. Y los modelos se basan en suposiciones que, como en el caso de la astronomía moderna, pueden no estar tan cerca de la verdad como parece. Aunque se crea que la ciencia es una búsqueda desapasionada de la verdad relativa al mundo físico, no deja de estar dirigida por seres humanos con defectos que pueden tener prejuicios personales. Y es dudoso que la ciencia conozca todo lo relevante a los cambios en los principales sistemas de sustentación de la vida en la Tierra: el pensamiento esotérico propone una serie de influencias sobre el clima del planeta, entre las que incluye el pensamiento humano, que todavía no son aceptadas por las principales corrientes de la ciencia. Con esto no se pretende recomendar un escepticismo cerrado hacia cualquier pronunciamiento científico, o hacia aquellos relativos al cambio climático, sino proponer una generosa apertura mental a todas las explicaciones, acompañada de una mente discriminadora, y de una profunda humildad frente a los misterios de la Naturaleza.

Tanto si el actual consenso acerca del cambio climático y el papel causativo del dióxido de carbono es plenamente acertado como si no, la principal lección que esta crisis entraña para la humanidad es, sin duda, la necesidad de aprender un enfoque mucho más inteligente y equitativo en cuanto al empleo de los recursos del planeta, en nombre de todos los reinos de la naturaleza. Y ciertamente existe la esperanza de que sea esto lo que está emergiendo, aunque lentamente, de las deliberaciones del Panel Internacional sobre el Cambio Climático (co-patrocinado por el OMM y por el Programa Medioambiental de Naciones Unidas) y las subsiguientes negociaciones que están llevando a cabo los gobiernos. La próxima conferencia en Copenhague en diciembre será otro hito en este proceso. En caso de que los resultados no fueran lo que todos esperamos, deberíamos atemperar nuestra preocupación con la convicción de que las cosas se inclinan en la dirección correcta. Es fácil desilusionarse porque un encuentro no ha resuelto todo, pero no debemos olvidar la enorme red de encuentros subsidiarios y de negociaciones no oficiales que sustentan cada conferencia principal, y que continuarán tras el evento. A través de estos casi incesante contactos, la humanidad se esfuerza por adentrarse poco a poco en una actitud más iluminada hacia los demás reinos, viéndoles no como recursos pasivos a utilizar, sino como seres semejantes que merecen nuestro respeto y comprensión 3.

Habrá a quien le parezca extraño que se incluya el ciclo del nitrógeno como importante, dado que no desempeña ningún papel conocido en la respiración o la fotosíntesis. Sin embargo el nitrógeno, en forma de nitratos, proteínas y amino ácidos, es de una importancia crucial en la nutrición de animales y plantas. Cómo hace el nitrógeno del aire para encontrar su camino hasta estos ciclos ecológicos? La respuesta se encuentra principalmente en la tierra, donde las bacterias, bien libremente o asociadas a plantas, "fijan" el nitrógeno en formas utilizables. De este modo, los animales derivan todo su nitrógeno del reino vegetal. Otro contribuyente a fijar el nitrógeno son los relámpagos. Y dada la importancia del nitrógeno para la nutrición, no debe sorprendernos que la humanidad haya aprendido a industrializar el proceso de fijarlo. Sin embargo, como con los demás ciclos atmosféricos, esto ha llevado a problemas debido a un uso excesivo –en este caso, de los fertilizadores a base de nitrógeno. Nuevamente, parece que la humanidad está descubriendo la urgente necesidad de aprender cierta medida de control en su intervención en los ciclos naturales, dada nuestra comprensión limitada de su sutileza y complejidad.

ESCUDO

La atmósfera no es solo uno de los principales impulsores de la circulación planetaria. También es un protector. La mayoría de la gente ha oído hablar de la capa de ozono, y sabe que nos protege de algunos de los efectos dañinos de la luz ultravioleta (UV). La detección del agujero en la capa de ozono sobre la Antártida, su conexión con los clorofluorocarburos (CFCs), y la cooperación internacional para hacer frente a este problema ha formado parte de la historia reciente de nuestros tiempos. El Protocolo de Montreal, un acuerdo internacional para eliminar la producción de cierta cantidad de agentes químicos que destruyen el ozono, ha sido llamado "quizá el acuerdo internacional más exitoso hasta la fecha" por el anterior secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan. Es, de nuevo, un ejemplo del valor clave Acuariano de compartir –en este caso, conocimiento científico y responsabilidad política. Lo interesante es que el ozono se genera precisamente con las mismas radiaciones –UV– de las que después nos protege. Y la capa de ozono no es el único escudo presente en la atmósfera. Sobre la capa de ozono se encuentra la ionosfera, una capa que también proporciona protección contra diversos tipos de radiación dañinos, mientras que a la vez nos proporciona un vínculo eléctrico vital con el sistema solar mayor.

PUENTE

Actualmente está surgiendo evidencia de que la ionosfera está vinculada tanto con los relámpagos de las tormentas (que tienen lugar muy por debajo de ella) como con los fenómenos eléctricos de la magnetosfera –una región que se extiende muy por encima de la ionosfera, dominada por el campo magnético de la Tierra y su interacción con las partículas del Sol conocidas como viento solar, y con el campo magnético interplanetario. El campo magnético de la tierra canaliza el viento solar hacia la ionosfera en los polos norte y sur, dando lugar a la majestuosa belleza de la aurora. Los colores de la aurora son creados por la ionización eléctrica de varios gases de la atmósfera, igual que en una lámpara fluorescente. Y ahora parece que se produce una interacción periódica entre la magnetosfera y la ionosfera sobre toda la superficie de la Tierra, y no sólo en los polos. Las implicaciones más profundas de esta conexión eléctrica se exploran con más detenimiento en el siguiente artículo.

1. La Unión Astronómica Internacional, junto con UNESCO, está celebrando 2009 como Año Internacional de la Astronomía. Se han organizados numerosos acontecimientos "en un esfuerzo global para ayudar a los ciudadanos del mundo a redescubrir su lugar en el universo durante el cielo diurno y nocturno, logrando así una sensación personal de maravilla y descubrimiento". Otro objetivo es educar al público respecto a "cómo el conocimiento científico puede contribuir a una sociedad más equitativa y pacífica". Para más información, vea www.astronomy2009.org/general/about/

2. Este hecho acerca de la fotosíntesis –que puede eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera y "fijar" el carbono como carbohidrato durante el tiempo de vida de la planta– explica por qué se considera que plantar árboles es una forma de equilibrar o de anular las emisiones de dióxido de carbono debidas a otras fuentes, como la combustión de carburante fósil.

3. La iniciativa de meditación de Buena Voluntad Mundial del Ciclo de Conferencias toma como uno de sus principales temas la idea de la "Custodia de la Tierra". Para más información, ver el artículo final.

BUENA VOLUNTAD ES… el oxígeno de la universalidad.

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