LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD

Al trabajador de la nueva era "...debe enseñársele a concentrarse en una actividad constructiva y a abstenerse de derribar el viejo orden de vida; se le encaminará a construir para el futuro y pensar sobre las nuevas líneas. Se le debe advertir que no pierda tiempo atacando lo indeseable, en cambio, debe enfocar todas sus energías para crear el nuevo templo del Señor, a través del cual podrá manifestarse la gloria. De esta manera la atención pública se centrará gradualmente en lo nuevo y lo bello, y las viejas creaciones establecidas caducarán y desaparecerán por falta de atención.

"También se le debe enseñar que el partidismo no es señal alguna de desarrollo espiritual. Por lo tanto no se usarán los prefijos anti ni pro, porque fomentan automáticamente odio, antagonismo y resistencia al cambio. Ponen a la defensiva a quienes los emplea. Todas las clases de seres humanos constituyen un grupo de hermanos". (Un Tratado sobre Magia Blanca, pág. 307. Ed. Sirio)

Los movimientos de "Luchadores por la libertad" y de "liberación" de todas clases, para todos los propósitos y de variadas nacionalidades, han surgido en todo el mundo. Algunos son no violentos, algunos abiertamente se proclaman a sí mismos como terroristas, haciendo uso de la violencia indiscriminada para lograr sus fines. El rechazo a la ley, nacional o internacional, y un desprecio por los derechos y libertades de los demás no produce libertad sino anarquía. La libertad de acción siempre opera dentro de ciertos límites bien definidos, los que establecen una norma de conducta para todos y en el que ningún individuo o grupo debe ser indebidamente penalizado.

Sean violentos o no-violentos, de todos modos, los objetivos proclamados por estos movimientos son, en la mayoría de los casos, la liberación de algunos grupos dentro de la familia humana que siguen sufriendo los efectos de las limitaciones impuestas de un tipo u otro. Tales motivos son, en el mejor de los casos, ambivalentes, y esas presiones y ambiciones políticas distorsionan los principios originales. Estos son siempre factores que deben considerarse. El fin no justifica los medios; pero la libertad y liberación para los que no pueden disfrutar de los derechos humanos que todo el mundo posee, son motivos de interés justificado. ¿Cómo abordaremos, entonces, la exposición de nuestro tema?

La libertad es un principio fundamental. Este no es un concepto soñado por la humanidad en los momentos de desesperación y de necesidad, cuando nos hacemos conscientes de la opresión o de la explotación. La sustancia del mundo, en la cual todos participamos de una equitativa divinidad y con iguales derechos, está impregnada de ciertos principios o cualidades. Estos principios son la diferenciación básica, las cualidades esenciales o tipos de energía, sobre los cuales se construyen todas las cosas. Dan forma a una cualidad distintiva a todas las formas.

Debido a que la libertad es una "intención" básica y fundamental contenida dentro del Plan y el Propósito de la vida en la Tierra, obviamente se refiere al cumplimiento de la voluntad divina; debe depender de la manifestación del amor puro y abnegado; y debe expresarse a través de la acción inteligente y sabia. Realmente se ha dicho que "la libertad trae sus responsabilidades". Los verdaderos "luchadores por la libertad" en este mundo, por lo tanto, son aquellos en los cuales actúa un sentido establecido y activo de la responsabilidad, aquellos que dentro de sí mismos han logrado una libertad personal de las actitudes restrictivas de la mente y el corazón, que limitan la inteligencia y ciegan del ojo de visión.

A través de una aceptación desarrollada y sensible de su responsabilidad personal, los hombres y mujeres de pensamiento libre, elegirán actuar dentro de las realidades de cualquier situación que ellos mismos enfrentan. Todavía estamos viviendo en el período de transición entre lo antiguo y lo nuevo: las eras de Piscis y de Acuario. Durante este período, existe el peligro de que las personas intenten aplicar las técnicas de Piscis, que, en el extremo, son fanáticamente idealistas para las ideas de la consciencia grupal acuariana. Esto puede llevar a conflictos innecesarios y el potencial rechazo de las muy necesarias ideas acuarianas, simplemente porque el método de presentación de Piscis es repugnante para la gente inteligente y de visión futurista. Un ejemplo clásico de esto es la idea de un gobierno mundial. Seguramente llegará un momento en que esa visión pueda y deba realizarse, pero no puede crearse por fíat, como algunos de los partidarios más idealistas de esta idea parecen pensar. En su lugar, debe ser cuidadosamente elaborada, paso a paso, comenzando desde el punto donde la humanidad se encuentra actualmente.

Las cuatro libertades de Franklin D. Roosevelt, tan conocidas, siguen siendo los objetivos de muchos miembros de la familia humana. Libertad de la miseria y del temor y la libertad de expresión y de culto, actualmente van al corazón de las necesidades físicas, emocionales e intelectuales de muchos millones de personas alrededor del mundo. Estas son libertades que dependen, casi totalmente, de la disposición de los demás, de quienes están en posiciones de poder y autoridad en el gobierno, en la religión y en otras formas de la sociedad institucional. Por lo tanto, la libertad es relativa; y, probablemente, no hay tal cosa como “la libertad absoluta” en el reino humano, ya que pocos han aprendido a controlar completamente sus vidas y sus actividades a la luz del Plan para la humanidad, ese gran diseño de vida que hace conforme a la humanidad con la voluntad de Dios, con la cual coopera conscientemente.

La libertad de espíritu es esa capacidad interior subjetiva (que todos poseen internamente) de liberar la conciencia de los efectos del control y de la limitación de la vida cotidiana, es una capacidad divina inherente y puede ser nutrida y liberada en expresión activa para convertirse en el agente de una nueva forma de vida. La verdadera libertad, la libertad espiritual, obra de adentro hacia afuera, afectando no sólo la vida personal del "alma libre", sino alcanzando, con una fuerza liberadora, la conciencia de todos los que luchan contra los límites que les restringen.

Se está convirtiendo en una idea aceptable y aceptada que, en un mundo interdependiente y unificado como el que experimentamos hoy, ningún individuo puede liberarse de sus propias cadenas y de sus limitados estados de conciencia, sin que al mismo tiempo afecte a la conciencia de toda la familia humana. Esos principios planetarios básicos de voluntad, amor y actividad inteligente infunden la sustancia de nuestras vidas cotidianas, el aire que respiramos, el trabajo que hacemos y las relaciones que establecemos. Ellos motivan a quienes están en proceso de lograr el dominio de sí mismos y de sus circunstancias, impregnan la atmósfera del mundo mental, la política y la comunicación mundial. Estimulan la tendencia a unir y funcionar en todas las relaciones con buena voluntad y de buena fe. Ellos colocan las simientes de la divinidad en las mentes y los corazones humanos y aumentan la capacidad del hombre para ser libre.

Por lo tanto, mientras nos esforzamos para encontrar soluciones a los problemas mundiales del hambre, la agresión, la pobreza, la ignorancia y la represión, atendiendo las necesidades inmediatas con alimentos, educación, estímulo económico y un esfuerzo constante para curar las causas de la guerra, tratemos de colocar todo ello en la perspectiva de la humanidad como un reino de la naturaleza, una parte espiritual de la divinidad total. Satisfacer las necesidades de la vida cotidiana es ya un acto digno; hacer libres a los pueblos de todo el mundo de la miseria y del temor es un trabajo y una responsabilidad básica de la humanidad en su conjunto. Pero esto es sólo un comienzo, un primer paso en el alivio físico y emocional que puede conducir a la apertura de la conciencia humana hacia la comprensión de las sutilezas y potencias de la vida misma, de la vida espiritual, que aguarda la liberación de cada forma humana.

Un "hombre libre" en realidad es aquél cuya vida está basada en el Plan y es controlada por el alma, es una vida responsable y comprometida, sabia e iluminada, amorosa e inteligente, y que está involucrada totalmente en el proceso evolutivo en este planeta nuestro, es un cooperador en la meta acuariana de hermandad, unidad, paz y progreso para todo el género humano.

BUENA VOLUNTAD: LA CREACIÓN DE UNA OPINIÓN PÚBLICA ILUMINADA, Y EL PUENTE HACIA LA NUEVA CIVILIZACIÓN

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