El tema de la “iniciación” es considerado en diferentes relaciones a través de esta serie de libros. Una iniciación es una expansión de conciencia, un medio para abrir la mente y el corazón al reconocimiento de lo que ya existe en la realidad.  Por lo tanto, es un resultado de la capacidad para trascender aquellos espejismos e ilusiones que velan la verdad y limitan la conciencia.

Como proceso viviente, la iniciación es experimentada por todas las formas de vida, grandes y pequeñas, desde lo universal a lo particular.  El proceso de la iniciación en nuestro sistema solar está basado en un canon que se duplica y refleja dentro de la totalidad y a través de todas sus partes.  Se puede denominar el hilo de energía viviente, aceptado y entretejido en todo el tapiz por cada unidad de conciencia en lacreación de una síntesis final.  Por lo tanto, el Sendero de Iniciación es el Sendero del Antakarana.

Desde esta comprensión, en cierta forma abstracta, el individuo debe concretizar el proceso en un esfuerzo para percibir y entender cómo las diversas y características formas de vida, incluidas en un organismo complete, realizan una función individual vital que, al relacionarse con todas las partes, contribuye al plan de evolución omniabarcante. Incluso este esfuerzo para expandir la mente más allá de sus límites normales para lograr comprender el propósito, el plan y el proceso planetario, evoca una percepción más inclusiva de las relaciones dentro de la totalidad, y produce crecimiento.  Una mente así esforzada, nunca vuelve a sus dimensiones originales.

Uno de los grandes valores de este libro es que expande la mente hacia un nuevo concepto de la intensa actividad relacionada con todos los niveles de conciencia planetaria para crear condiciones en las que pueda proseguir el crecimiento evolutivo.  El trabajo de la Jerarquía planetaria, y de algunos de los trabajadores responsables dentro de la Jerarquía, se describe de manera que enfoca la vida humana cotidiana como una expresión externa del propósito cualificado por medio de los Ashrams de los Maestros.  Los tres departamentos de la Jerarquía forman puntos focales planetarios importantes de corrientes de energía cósmica, cada uno impregnado de propósito y encargado de un aspecto del Plan de Dios. La interrelación e interacción de los reinos y centros de conciencia se revelan como destinados a la integración y alineamiento completo de nuestro Logos Planetario dentro de todo el sistema.

Los procedimientos detallados de rituales de iniciación que aquí se revelan estimulan la imaginación; pero esencialmente el aspirante individual que huella el Sendero del Discipulado es librado a sus propios recursos espirituales internos como único medio para progresar y expandir su conciencia. Esto lo conduce a volverse sensible y a responder a la energía ejercida y proyectada por la Jerarquía.

Un discípulo es “uno que sirve” – con el tiempo, uno que sirve al “Uno”.  Por lo tanto, el vasto, deslumbrante y glorioso proceso de evolución e iniciación se abre en las profundidades y el silencio del alma; y el discípulo aprende a renunciar a toda la búsqueda egoísta, aún de experiencia espiritual personal, y queda absorbido con los demás en el servicio al Plan.