El ocultismo se ocupa de los hechos científicos que se hallan detrás del idealismo espiritual que muchos aceptan debido a la tendencia humana natural a idealizar. Uno de los conceptos más idealizados es el de la hermandad del hombre. El ocultismo muestra que la base científica para ese ideal reside en el hecho de  la estructura etérica que subyace en todas las formas dentro del sistema solar, energizada y sostenida en el ser por una fuerza de vida. Por lo tanto, la humanidad es una en vida y en forma; solo que desconoce esta unidad en su propia conciencia. Y la evolución es esencialmente el medio por el cual se toma progresivamente conciencia de la Paternidad de Dios y de la hermandad del hombre.

En todo este proceso, las facultades del hombre juegan un papel importante: los cinco sentidos objetivos con su contraparte, los cinco sentidos superiores. El principio o facultad mental es de tremenda importancia para la humanidad en esta etapa de su desarrollo evolutivo. La triple mente unifica en una única facultad a la mente superior o abstracta, el alma (el hijo de la mente) y la mente inferior o concreta. A medida que se desarrolla esta condición de fusión y control mental, el discípulo aprende a usar la mente de nuevas maneras, particularmente al manejar energía que, a medida que vitaliza y anima su cuerpo etérico, influencia a través de la radiación su efecto sobre los demás.

A través de este uso consciente y controlado de la energía mental, la comunicación telepática puede establecerse científicamente con otras mentes, por medio de la estructura etérica común a todos. Y por los mismos medios la mente del discípulo, o de un grupo de discípulos que estén desarrollando la conciencia grupal, puede ser impresionada por la claridad del pensamiento y propósito de aquellos miembros de la Jerarquía espiritual comprometidos con la realización del Plan para la humanidad.  Se nos ha dicho que la Jerarquía espiritual trabaja solamente a través de las mentes de los discípulos, usando la ciencia de la impresión y sólo para el propósito del Plan. La impresión se trasmite como una corriente de ideas – aquellas ideas inherentes al Plan para el hombre – que el discípulo o el grupo puede luego interpretar y traducir en acciones autoelegidas.

La forma de telepatía que se está desarrollando ahora entre los aspirantes del mundo espiritualmente despiertos no es, por lo tanto, la del centro plexo solar que es de naturaleza animal, sino el resultado de una polarización mental y penetración en la conciencia dirigida hacia el alma y la Tríada. Esto produce un canal de comunicación abierto en dos direcciones: verticalmente hacia la Jerarquía espiritual del planeta, que busca imprimir el Plan en todas las mentes receptivas, y horizontalmente hacia la mente de los hombres unidos dentro de la sustancia mental de la conciencia humana como una.

La segunda parte de este libro trata de la estructura etérica del planeta y del sistema solar, del cual cada hombre y cada forma son parte integrante; el canon del triángulo en el control del flujo de energía y en el establecimiento de una continuidad en la circulación a través de todo el Sistema, es de importancia inmediata para la humanidad. Estamos implicados en la vida del Logos Planetario – "en Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser” – y somos una parte contribuyente en el esfuerzo actual de poner el cuerpo etérico bajo la influencia del alma, simbolizada por el triángulo.  En el grado en que logremos este propósito, la estructura etérica planetaria cambiará de forma para integrarse más conscientemente dentro del sistema de energía del cual nuestro planeta es una pequeña unidad.

De este modo se ilustra el proceso viviente de la unidad – la parte contribuyendo al todo, y el todo afectando a la parte a través de cada célula y átomo de cualquier grado de sustancia que contenga.