“Revolución: tomando el pulso a la consciencia mundial” – una película de la World Servers Foundation (http://www.r-evolutionthemovie.com/).

“Revolución” está estructurada como una serie de reflexiones breves extraídas de muy diversas fuentes. Comienza con una crítica al materialismo y la degradación del medioambiente, incorporando la conocida ponencia de Severn Suzuki en la cumbre de la ONU en Río en 1992. Contiene contribuciones de varios intelectuales renombrados en el emergente campo de la evolución de la consciencia como Danah Zohar, Dennis Lipton y Richard Barrett, debatiendo la necesidad de que la humanidad avance. Su propuesta considera que la consciencia está evolucionando constantemente, desde un modelo del universo Newtoniano y reduccionista, de bola de billar, hacia una perspectiva más holística y participativa.

Se citan unos cuantos ejemplos de iniciativas de servicio inspiradoras, como la ONG Combattants for Peace, que emplea el teatro para facilitar la reconciliación entre israelíes y palestinos.

En una sección sobre la revolución egipcia, un ciudadano egipcio observa que, antes de la revolución, ser un ciudadano era algo vergonzoso. El Dr. Hussein el Kazzaz comparte su observación de que, gracias a la rápida creación de consejos civiles, el pueblo creó eficazmente un estado paralelo casi de la noche a la mañana. La revolución egipcia se propone, por ello, como un modelo de acción de la sociedad civil para otras.

Se plantea la idea de que tendrá que alcanzarse cierto grado de deterioro antes de lograr una mejoría, de manera que las revoluciones serán, en parte, inevitables. También se sugiere que las distintas naciones podrían hallarse en niveles diferentes de evolución consciente, y que esto debería tenerse en cuenta.

Una sección sobre China incluye las reflexiones del anterior embajador en la ONU, Wu Jianmin, quien sugiere que la juventud china siente la necesidad de contribuir al mundo, y que el mundo está abandonando la competividad por la interdependencia. También se destacan diversas iniciativas de la sociedad civil china.

Un informe desde Australia subraya la importancia de incluir una educación sobre valores en los colegios, enseñando valores como la rectitud, el respeto y la integridad.

Richard Olivier reflexiona sobre el poder de las historias, sugiriendo que las grandes historias están codificadas en nosotros como formas de lograr un entendimiento. El problema de los “negocios” es que, en la actualidad, carecen de una historia atractiva.

Una sección sobre filantropía se inicia con Andrew Wallas, quien observa que sus éxitos empresariales se fueron convirtiendo, con el tiempo, en algo trivial, y que gradualmente aprendió a dar sin condiciones, anónimamente.

El fundador de World Servers Foundation, el empresario y filántropo Gábor Kovács, comparte su opinión de que el 5% de los más ricos deberá aprender a crear negocios con consciencia social. El dinero tendrá que reconocerse como una forma de energía que puede dirigirse al servicio mundial. Como parte de este proceso, el 5% de los más ricos deberá primero autotransformarse, para poder después facilitar la transformación de los demás. Esto se encuentra vinculado a la necesidad de un nuevo paradigma de liderazgo, un liderazgo de servicio que sirva a la comunidad, el medioambiente, el planeta y las generaciones venideras.

La película concluye destacando la necesidad de que todos dejemos de esforzarnos por ser “el mejor del mundo” para ser “lo mejor para el mundo”, y que existe una necesidad urgente de inspirar a la juventud actual a servir al mundo.

The Science Delusion: Freeing the Spirit of Enquiry (El engaño de la ciencia: liberando el espíritu inquisitivo) de Rupert Sheldrake. Coronet Books (Hodder & Toughton), tapas duras, 392 páginas, www.hodder.co.uk

En su último libro, Rupert Sheldrake, el célebre biólogo y autor de más de 80 artículos técnicos y diez libros, desafía los dogmas de la “perspectiva mundial científica” –el sistema de creencias que rige el pensamiento científico convencional. Lo hace en un espíritu imparcial de investigación científica, cuestionando y desafiando “el credo científico” –esas creencias esenciales que la mayoría de los científicos dan por sentadas y que se basan en una visión materialista del universo. Propone nuevas vías de investigación, teniendo en mente su visión de que la ciencia materialista es “propensa a sufrir una sensación de desconexión y aislamiento”, creyendo que ha respondido a todas las cuestiones fundamentales. Sheldrake señala que la investigación científica es ahora una enorme industria, con más de siete millones de investigadores por todo el mundo que generan 1,58 millones de publicaciones al año; sostiene que es más probable que se produzcan descubrimientos genuinamente nuevos si la investigación no resulta limitada por las creencias, dogmas y tabúes actuales.

Sheldrake plantea la cuestión intrigante de si, basándonos en unos pocos cientos de años de investigación científica, podemos tener la certeza de que las leyes de la naturaleza sean fijas. Algunas de las creencias y dogmas actuales analizados en el libro incluyen: la idea de que el universo es una máquina en contraste con un organismo vivo; la teoría del Modelo Estándar de cosmología en el que actualmente la “energía oscura” es responsable de aproximadamente el 73% de la materia y energía del universo, y la idea de que el proceso evolutivo entero carece de propósito.

Sheldrake explora la teoría de la resonancia mórfica, según la cual los humanos, animales y plantas heredan características por medio de la memoria colectiva de la especie, en contraste con la teoría materialista, que afirma que las memorias se almacenan en el cerebro, borrándose tras la muerte. También analiza la controversia sobre el cerebro medio, en particular la visión científica convencional de que la actividad mental es únicamente actividad cerebral, limitando la mente al cerebro. Asimismo hay capítulos informativos sobre la evidencia de fenómenos psíquicos o telepatía, y un argumento para preferir un enfoque inclusivo e integrador de la medicina a un sistema totalmente mecanicista.

Sheldrake reconoce que el conocimiento científico ha traído grandes beneficios a la humanidad, aunque el poder liberado por el conocimiento científico también ejerce efectos adversos sobre el medioambiente. Este libro es una excelente contribución a una visión científica nueva y más abierta del mundo, que desafía los dogmas y creencias existentes sobre la naturaleza de la Vida y del universo.

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