Febrero 2009

... esta decisión en la mayoría de los casos, es simplemente la expresión de un deseo fijo y unido. No es la aplicación organizada de la voluntad. El secreto de la voluntad reside en el reconocimiento de la naturaleza divina en el hombre. Sólo ello puede evocar la verdadera expresión de la voluntad. En efecto, la voluntad debe ser evocada por el alma, porque domina la mente humana y controla a la personalidad. El secreto de la voluntad está también estrechamente ligado al reconocimiento de que la bondad es invulnerable y al inevitable triunfo final del bien. (La Exteriorización de la Jerarquia, p. 287)