Noviembre 2009

Las personas que componen actualmente los nuevos grupos son de distinta naturaleza, de diferentes nacionalidades y productos del medio ambiente, pertenecen a distintos rayos y poseen diferentes atavismos. Además de estos factores evidentes, que atraen inmediatamente la atención, hay un análoga diversidad en las experiencias que adquirieron en la vida las almas implicadas. La complejidad del problema aumenta enormemente si recordamos el largo camino que cada una de ellas ha recorrido y los numerosos factores surgidos de un pasado vago y distante –que han contribuído a hacer que cada persona sea lo que actualmente es. Si nos detenemos a pensar en las barreras y dificultades que se presentan en las condiciones más variadas, surge inmediatamente la pregunta: ¿Dónde se produce el común encuentro y qué es lo que posibilita el establecimiento de un intercambio entre las mentes involucradas? La respuesta a estas preguntas es de suprema importancia y requiere clara comprensión. (Telepatía y el Vehículo Etérico, p. 9)