La Conciencia de Amor

Alocución dada por Laurence Newey, de Lucis Trust, durante un forum titulado: Perspectivas esotéricas de la ciencia de la Conciencia. Sábado 31 de mayo de 2003, Hotel Thistle – Victoria, Londres

Cuando se aborda un tema tan importante como el de la conciencia, el campo es muy amplio, y, puesto que el objetivo principal de los escritos de Alice Bailey es ayudar a todos y a cada uno a expresar el amor en el mundo, esta tarde vamos a concentrarnos en este aspecto magnético y atractivo de la conciencia. Para empezar, vamos a examinar primero como se manifiesta en general esta conciencia, luego, nos detendremos más especialmente en la «pequeña voz silenciosa» de la conciencia, y el despertar del Amor.

La Conciencia de Amor

Conciencia > Amor > Radiación

La Radiación es transmutación en curso de realización....

el paso de un estado de ser a otro por medio del fuego.

La relación entre amor y conciencia es uno de los puntos clave de las enseñanzas de Alice Bailey, y, en especial, la creciente radiación de amor en aquellos que están empezando a trascender el estado de conciencia estrictamente humano. En un punto específico de la evolución, la radiación es una indicación de que la esencia de la vida dentro de una forma particular comienza a responder a la presión magnética de un centro de energía superior, más inclusivo. La vida ha evolucionado al punto de que ya no puede permanecer confinada en sus estrechos muros, y trata de evadirse. Se pueden encontrar ejemplos en la radioactividad de algunos minerales, así como en el perfume y la belleza de algunas especies entre las más evolucionadas del reino vegetal.

Una forma de radiación menos evidente pero a pesar de todo existente en el mundo animal, es la devoción y la actividad inteligente de los animales domésticos. Al responder a la presión magnética de la vida humana, emiten tan poderosas emanaciones que pueden evocar mucha emoción y afecto en nosotros. Por lo que se refiere al reino humano, la radiación encuentra aquí su expresión en forma de amor y servicio - esa manifestación espontánea de un corazón amoroso y de una mente inteligente, que caracteriza a aquellos cuya intuición está despertando a la llamada del quinto reino de la naturaleza - el reino de las almas. Aquí la identificación con el yo personal se vuelve más inclusiva, para incluir a todas las otras vidas como parte de la propia identidad y viceversa, todas las demás personas son consideradas como parte de la Vida Una en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser; la conciencia de grupo, en vez de la conciencia individual, es ahora el rasgo dominante.

En resumidas cuentas, la radiación es la " transmutación en curso de realización.... el paso de un estado de ser a otro por medio del fuego". Así evoluciona la conciencia, creando formas, que se superan, creando nuevas formas luego, y en períodos críticos, pasando de un reino a otro. Para comprenderlo mejor, será necesario también examinar la evolución de la conciencia en términos de fuego, un poco más tarde... La Humanidad, como reino de la naturaleza, es presa de las llamas del dolor y del sufrimiento, pero se produce una transmutación constante en un número creciente de personas que pasan por, o van hacia, un estado radiante. A lo largo del mundo en este momento, vemos el despertar del amor, e innumerables vidas dedicadas a causas humanitarias. El rápido crecimiento del número de organizaciones no-gubernamentales, y la tendencia aún vacilante pero que se afianza hacia la síntesis, simbolizada por las Naciones Unidas y los bloques socio-económicos como la Comunidad Europea, son igualmente signos. Nos encontramos ciertamente en una época apasionante, cuando la humanidad empieza a reorientarse hacia un reino más elevado de la naturaleza, mientras los pioneros se preparan para pasar las iniciaciones de fuego, que hacen posible la transferencia. Esto tendrá tremendas repercusiones para toda la humanidad, y nos lanzará a la llamada “Nueva Era” de paz y progreso espiritual que cada vez más es objeto de nuestra anticipación.

Así, en términos de evolución de la conciencia, todo se dirige decididamente hacia una mayor inclusividad y hacia la expresión de la VIDA UNA - el movimiento ordenado es una característica fundamental del ser manifestado. Un aspecto de la Conciencia Absoluta se ha precipitado en el universo, se ha fragmentado y se ha vuelto ciego, mudo e inerte por la tosca vibración de su entorno. Estas miríadas de puntos diferenciados de la UNA VIDA se encuentran en diferentes estapas de despertar y están haciendo el largo esfuerzo hacia la Fuente Única, llevando con ellos la esencia de sus experiencias.

La naturaleza de la Conciencia Absoluta fuera de de manifestación, y la génesis del universo están expuestos espléndidamente en la Doctrina Secreta, pero para los propósitos de esta charla, nos circunscribiremos a la conciencia dentro del universo, o más específicamente, dentro de nuestro sistema solar; no obstante algunas palabras de Helena Blavatsky proporcionan un buen telón de fondo. Ella describe el impulso que trajo el universo a la manifestación como «la VIDA UNA, eterna, invisible pero Omnipresente, sin comienzo ni fin, aunque manifestándose en ciclos regulares, entre cuyos períodos reina el oscuro misterio del no-Ser... Su único atributo absoluto... se llama en lenguaje esotérico el 'Gran Aliento', que es el movimiento perpetuo del universo, en el sentido del ESPACIO ilimitado, eternamente presente. Lo que está inmóvil no puede ser DIVINO. Pero entonces, de hecho, no hay nada más que la realidad absolutamente inmóvil dentro del alma universal». La Doctrina Secreta, Vol. 1 -edición facsímil, p. 2.

Tres Tipos de Movimiento

El movimiento, entonces, es la característica sobresaliente de la manifestación, y hay tres tipos principales, relacionado cada uno con un aspecto de la trinidad divina, tema central de muchas de las grandes religiones y filosofías mundiales.

Figure 1

En el Cristianismo tenemos, claro está, El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; en el Hinduismo: Shiva, Vishnu y Brahma; en los Hebreos: Kether, Chokmah y Binah, y en los Egipcios: Osiris, Horus e Isis, y así sucesivamente. Las enseñanzas esotéricas se refieren a esta trinidad en términos de sus principales características: Voluntad, Amor-Sabiduría e Inteligencia Activa. Cada una de las tres Divinidades o Logos que comprenden la trinidad divina posee los tres aspectos, pero demuestra uno más dinámicamente que los demás, y es lo que permite diferenciarla.

Refiriéndonos a Tratado sobre Fuego Cósmico, de Alice Bailey, empezaremos con el tercer aspecto de la trinidad, la Inteligencia Activa. Esta energía se expresa a través del movimiento de rotación, debido al fuego latente en la materia misma. El movimiento rotativo es visible a nuestro alrededor - los átomos, los planetas, los sistemas solares y las galaxias, giran todos en sus ejes y dentro del perímetro de estas esferas unificadas que giran, se encuentra variedad y diferenciación. Por la revolución de la materia, aumenta la actividad, haciendo el material más flexible y adaptable.

El segundo Logos dela trinidad divina, Amor-sabiduría, está tratando de fusionarse con la inteligencia activa del tercer aspecto, y Él agrega al movimiento rotativo de todos los átomos Su propio tipo de movimiento, el movimiento cíclico en espiral. La circulación a lo largo de una órbita alrededor de un punto focal central, en una espiral en constante ascensión , produce dos resultados:

Primero, la reagrupación de los átomos para constituir formas.

Y segundo, por medio de estas formas, crece la necesidad de contacto y el desarrollo de la conciencia a través de la gradual rarefacción y refinamiento de las fomas, a medida que el Espíritu de Amor o la Llama Divina continúa su movimiento en espiral hacia su fuente de origen.

Después de haber considerado el segundo y tercer aspectos de la trinidad divina, llegamos ahora finalmente al primer aspecto de la trinidad, que es la Voluntad. El modo de acción de la Voluntad, quizás no les sorprenderá, es literalmente un impulso adelante a través del espacio. Esta progresión adelante. es la voluntad detrás del proceso evolutivo, que impulsa el espíritu hacia adelante hasta que emerja de la materia con las cualidades y facultades adquiridas por sus experiencias. Esto también aumenta por sí mismo la vibración de materia. La actividad del primer Logos es la síntesis de las almas que están adquiriendo conciencia a través de la manifestación. Su función es sostenerlos en la manifestación durante el período deseado, y entonces fusionarlos de nuevo con su fuente espiritual. Él sintetiza el espíritu con el espíritu.

La Progresión del Bien

Así, a través de estos tres aspectos de movimiento ordenado, vemos una progresión constante de la conciencia. Puesto que no hay nada completamente estático en la existencia, todo está cambiando constantemente, mutando, adaptándose y creciendo gracias al contacto con todo lo demás. La manifestación es una progresión de relaciones intrincada y ampliándose siempre - cada contacto trae una expansión de conciencia, no sólo para las unidades involucradas, sino para todo el colectivo. Al mismo tiempo, es una expansión de amor e inclusividad, una capacidad de englobar conscientemente una mayor parte de ese todo - un poder creciente para unir todos los elementos tejiendo una amplia red de relaciones hasta que la síntesis subyacente de la creación se exprese como una unidad consciente.

Éste es el verdadero significado del Amor, la capacidad de relacionar aspectos superiores de la creación de forma armoniosa y bella. A través de las épocas, los conceptos de Belleza y Amor han sido falseados y deformados y su significado se ha vuelto menos evidente. La etimología puede ayudarnos a clarificar las cosas revelando su verdadera naturaleza. Si nos remontamos al pasado, la palabra belleza es una forma diminutiva del latín antiguo bonus, que significa 'bueno', y para que algo sea verdaderamente bello, también tiene que ser 'bueno', en sentido espiritual. La palabra 'Good' ('Bueno', en inglés), a su vez, aunque desde luego esté relacionada con la palabra 'God' ('Dios', en inglés), tiene sus raíces en la Alemania de la prehistoria, y la palabra gath que significa 'reunir', tiene su raíz en la palabra Inglesa 'gather' y 'together'. Pitágoras llamó al Creador, la fuente de todo, el 'Bueno', y éste es un título apropiado porque a través del esquema de la evolución, Dios lo une todo en su seno, y así lo 'reúne'. El proceso evolutivo podría ser definido por consiguiente de manera simple pero precisa como l a progresión del bien.

Desde esta perspectiva, el universo está hecho de gradaciones sucesivas del bien, con la materia en lo más bajo de la escala, el espíritu en lo más alto, y la belleza o etapa de desarrollo de la armonía entre ellos - el área de resonancia que a menudo se llama el alma. Por consiguiente, cualquier alma es bella, por definición: es la belleza misma, el punto de tensión entre la unidad y la diversidad, la interacción entre lo manifestado y lo no manifestado, entre el espíritu y la materia. A medida que lo que es inferior en el esquema evolutivo se acerca a lo que es superior, la resonancia, y por consiguiente la belleza, aumentan constantemente hasta que este principio mediador desaparezca, después de haber servido su propósito de intermediario, y los dos niveles se fundan en uno. A un nivel fundamental, la belleza aparece cuando la conciencia que reside en una forma ha integrado las partes constitutivas en una resonancia unificada. Esta armonía de movimiento crea un vórtice a través del cual la belleza entra como un flujo de luz, llevando la vida superior a la que es inferior, y elevándola hacia sí en el proceso.

Tres Tipos de Fuego

Y así el amor y la belleza son cualidades radiantes de este movimiento ordenado, rítmico, que gana en poder e intensidad a medida que la tasa de vibración de la conciencia se eleva de un nivel de expresión a otro. Como hemos mencionado anteriormente, esta transmutación tiene lugar a través de la ación del fuego. Para comprenderlo mejor, vamos a considerar ahora los tres tipos de movimiento asociados con la trinidad divina en términos de fuego.

Figure 2

Volviendo una vez más a Tratado sobre Fuego Cósmico, y empezando una vez más con el tercer Logos de Inteligencia Activa, recordamos que Su característica principal es el movimiento de rotación, debido a que Él es el fuego en la materia. Este fuego o calor latente hace girar al átomo que, con su movimiento, empuja a otros átomos. Por consiguiente es la base de la diversidad, la separación y la individualidad. La acción del tercer Logos se conoce como Fuego por Fricción.

El segundo Logos de Amor-Sabiduría se caracteriza por el Fuego Solar; es la espiral de fuego de la mente divina, el aspecto constructor de formas. A través del poder de atracción del Amor-Sabiduría, este Logos trasciende la tendencia a repelerse que tienen los grupos de átomos, para crear magnéticamente las formas, pero volveremos al tema en breve.

El primer Logos de Voluntad es el Fuego Eléctrico, el fuego de puro Espíritu. Este fuego impulsa la evolución hacia adelante para que se consuma en el fuego de la victoria. Rige el proceso evolutivo, aunque el resultado esté más allá de la comprensión humana, e incluso más allá de los conocimientos de las inteligencias espirituales más elevadas dentro del sistema solar. La naturaleza del fuego eléctrico del espíritu está bellamente resumida en la declaración de Cristo al iniciado, Nicodemus, que apela a la mente abstracta, si no a nuestro pensamiento racional. " El viento (... el Espíritu) sopla allí donde se encuentra, y tu puedes escucharlo, pero no puedes decir de donde viene ni a donde va. Así como todo lo que ha nacido del Espíritu".

Estas palabras contienen dos ideas - la de la procedencia y la dirección de un sonido, y el resultado que produce. Se trata de la evolución, y el efecto de la energía dirigente o de la actividad del Espíritu.

Y así tenemos el fuego eléctrico, el fuego solar y el fuego por fricción. Si queremos enfocar nuestra atención ahora en el segundo aspecto de Amor-Sabiduría, se dice que "el fuego de la materia y el fuego eléctrico del Espíritu mezclados, producen, en tiempo y espacio, ese fuego que llamamos solar. Es la cualidad de la llama, o llama esencial, producida por esta fusión". El Fuego Solar, en otros términos, es la Conciencia.

Crisis, Tensión, Emergencia

Después de haber considerado la evolución en términos de fuego, quizás no sea sorprendente que el dolor y el sufrimiento sean un rasgo común de la vida. Dado que el fuego por fricción rige nuestra experiencia en el mundo, cuánto más deseemos existir en él, más experimentaremos la intensidad ardiente del placer y el dolor que produce el contacto. El placer y el dolor son los dos grandes polos opuestos entre los que oscilamos permanentemente, es decir, hasta que aprendamos a caminar entre ellos a lo largo del sendero de la luz fría y brillante del fuego solar. Éste es el noble sendero medio de Buda, y quizás podemos ver desde un ángulo nuevo, la lógica imparable de Sus cuatro nobles verdades, basadas en la premisa de que el deseo de una existencia fenoménica es inseparable del sufrimiento y el dolor.

En términos de la ciencia esotérica, podríamos decir que un ser humano, como cualquier otra unidad de vida, es un vórtice de fuerza, un punto de vida divina vibrando en la materia con una tasa y una frecuencia específica. La búsqueda de sensaciones lleva a la conciencia a extenderse hacia el exterior, del centro a la periferia del vórtice, y a construir su identidad alrededor de los sentidos externos (físicos) dónde se experimentan los fuegos por fricción de la vida. En el transcurso de las encarnaciones sucesivas, estos fuegos por fricción estimulan la vida interior, la hacen más sensible y la perfeccionan.

Al principio, sólo los impactos más groseros son registrados en el aspecto encarnado del alma, pero después de innumerables encarnaciones, la conciencia despierta a vibraciones y sensaciones más sutiles, abandonando su deseo por lo que es más grosero. Así se sube en la escala de la evolución, con una interacción de la conciencia y el entorno - experimentando y asimilando, alcanzando un estado de saciedad, y después desapegándose para buscar algo nuevo y más elevado, cambiando de identidad todo el tiempo, de una tasa de vibración a otra. De esta manera se desarrollan las facultades de la mente, y se sube constantemente en la escala en espiral de la conciencia - una escala que va de las profundidades de la materia hasta las cimas más elevadas del espíritu.

Mirando un poco más profundamente, al mismo tiempo que reciben el estímulo de fuentes evidentes mentales, emocionales y físicas, todas las unidades de conciencia están sometidas a un bombardeo constante de energías más sutiles. Estas fuentes incluyen influencias astrológicas y fuerzas de los reinos angélico o deva; la Jerarquía espiritual - aquellas vidas liberadas e iluminadas que guían a la humanidad hacia adelante en línea con la Voluntad y el Propósito del Señor del Mundo, y hasta el Logos del sistema solar. Si a esto se le añade la dirección de nuestra propia alma, vemos que estamos viviendo en una inmensa matriz de fuerzas.

El resultado es un crecimiento y un despertar incesante de la conciencia interna. Este crecimiento puede describirse como un modelo ordenado de Crisis, Tensión, Emergencia;

CRISIS > TENSIÓN > EMERGENCIA
INFLUJO DE ENERGÍA FOCO & ACUMULACIÓN EXPRESIÓN CREATIVA

Las Crisis impulsan el proceso evolutivo y proporcionan oportunidades necesarias para crecer

Las Energías producen precipitación

Crisis, cuando hay un influjo especial de energía de alguna fuente a la que somos sensibles; tensión, cuando se acumulan en nosotros; y emergencia cuando estas fuerzas demandan ser liberadas a través de la expresión creativa bajo una forma u otra. En Los Rayos y las Iniciaciones, Alice Bailey dice que "los puntos de crisis y los subsiguientes puntos de tensión... [permiten] a las formas vivientes... introducirse en mayores zonas de conciencia. Cada reino de la naturaleza puede ser considerado un punto de tensión dentro de la esfera del Ser del Logos planetario, y cada uno - en tiempo y espacio - está en proceso de generar esos puntos de crisis que producirán un potente (y a menudo repentino) progreso en el Sendero de Evolución. Actualmente la humanidad, en su situación actual, constituye un punto de crisis planetaria, generando un punto de tensión tal, que permitirá en breve avanzar en la dispensación de la cultura y civilización de la nueva era. El estudio del aspirante individual va paralelamente".

Las crisis impulsan el proceso evolutivo y por consiguiente, podríamos decir que son oportunidades ineludibles para crecer, a la vez individualmente y para la humanidad en su conjunto. Cuando los puntos de crisis se precipitan, las energías liberadas en nuestra conciencia nos ofrecen una serie de elecciones y de direcciones posibles. Si podemos alinearnos con la progresión del bien, estas oleadas de energía nos dinamizan espiritualmente, y comprendemos que el universo entero está de nuestro lado, que nos llama y nos eleva hacia mayores alturas vía el movimiento en espiral del fuego solar. Sin este alineamiento, las energias no se usan constructivamente, y se crean presiones dentro nuestro que estimulan la naturaleza inferior y causan perturbaciones o 'acontecimientos' que parecen escapar a nuestro control. Entonces se intensifican nuestras experiencias en los fuegos por fricción de la materia, causando dolor y sufrimiento, y así se aprenden duras lecciones. El proceso de crisis, tensión y emergencia puede resumirse en la frase Las Energías producen Precipitación.

La Conciencia de Amor

Y así llegamos a la llamada de la naturaleza superior, y a las energías del alma que se precipitan en la personalidad a través de la "pequeña voz tenue" de la conciencia. En el libro, Del Intelecto a la Intuición, Alice Bailey comenta:

"El Maestro real, que reclama nuestra atención y la consiguiente obediencia, es el Maestro en el Corazón, el alma, el Cristo interno. Este Maestro hace sentir Su presencia, primeramente por medio de la "voz tenue y queda" de la conciencia, impulsándonos a un vivir más elevado y menos egoísta, emitiendo una rápida advertencia cuando nos desviamos del estricto sendero de la rectitud. Luego es conocida como la Voz del Silencio, la palabra que llega, el "Verbo encarnado", nosotros mismos. Cada uno es un Verbo hecho carne. Después lo denominamos intuición despierta. Quien estudia meditación aprende a diferenciar con exactitud estos tres. Este requisito exige, por lo tanto, obediencia implícita, que el aspirante presta rápidamente a los impulsos superiores que puede registrar en todo momento y a cualquier precio. Cuando se presta obediencia a esto, desciende del alma un raudal de luz y conocimiento".

Figure 3

La Conciencia es despertar al conocimiento interno de la verdad

La palabra 'conciencia' viene de la misma raíz que 'consciencia', de la palabra latina conscire - con, significando 'con, juntos', mientras scire, significa 'conocer'. El Diccionario Bloomsbury del Origen de las Palabras da esta interpretación "conocer algo por sí mismo". Los sustantivos derivados de conscientia añadieron una distinción entre el bien y el mal. Sin embargo, quizás simplemente podríamos separar la palabra en las dos partes que la componen, con y science; así, actuar según la conciencia de uno, es actuar con ciencia. Por consiguiente, la conciencia es la percepción de un conocimiento interno o VERDAD. Es el registro del fuego solar, y actuar con ciencia es entrar en ese fuego y seguir el camino de la verdad cuando se eleva en espiral siempre adelante, según la línea de progresión del bien.

La conciencia es una ola de energía de amor que nos alinea constantemente con el alma, y nos llena con un impulso irresistible de buscarlo activamente, para seguir su llamada dondequiera que pueda llevar. De hecho, nos lleva al centro de la cruz del discípulo, dónde nos encontramos en un estado de tensión dinámica, con la energía del alma fluyendo hacia abajo por el brazo vertical de la cruz, y hacia el exterior a lo largo del brazo horizontal de servicio. Nos convertimos en un canal para las energías del sistema, de amor-sabiduría; sentimos la conciencia de amor fluyendo a través nuestro, en contacto con todas las demás conciencias, ajustando su ritmo e induciendo un estado temporal de armonía con todo. También se experimenta la libertad, porque permanecer desapegados en el centro de la cruz, nos permite ver más allá de los problemas de la personalidad, y entrar en contacto, literalmente, con las energías de lo está en devenir. Por consiguiente, sabemos que a pesar del sufrimiento del mundo, un futuro glorioso le espera a la humanidad y nuestro privilegio es participar en su materialización en la tierra. Y cuando lo sabemos más allá toda duda, no podemos más que sentirnos libres y llenos de alegría.

Joy is a simple and reliable barometer of invocative living. It springs from the spiritual tension that is created at the interface between invocation and evocation, giving and receiving, crisis and emergence - and to live joyfully is to live invocatively at the centre of the cross. Joy is an indication that we are becoming so identified with the soul of humanity, that the planetary conscience is flowing through us, inducing a state of tension in the environment and adjusting its vibration to harmonise with that of the inner, spiritual planes.

El Cuerpo del Alma

En el centro de la cruz, el ser humano es iniciado para alcanzar energías superiores de armonía, paz y serenidad, condiciones que parecen pasivas, incluso estáticas, en contradicción con su formidable tasa vibratoria; es una paradoja oculta que cuando aumenta la frecuencia espiritual, a menudo todo se vuelve más tranquilo y sereno en apariencia. Las energías del alma que se derraman en el individuo, lo hacen a través de los centros de fuerza que subtienden el cuerpo físico, aumentando su tasa de vibración hasta que se convierten en vías de acceso a las dimensiones internas.

Mientras que la mayoría de nosotros estará familiarizado con la noción de los siete centros mayores o chakras en el cuerpo etérico, que son espirales de fuerza parecidos a una flor de loto, se conoce bastante menos el hecho de que la envoltura del alma en su propio plano, también se parece a un inmenso loto de fuego viviente. Al principio de nuestras encarnaciones, este cuerpo del alma es poco más que un ovoide incoloro. Pero a medida que la conciencia despierta en los mundos inferiores, nuestras experimentaciones y experiencias en la vida se traducen en belleza y color en el cuerpo del alma. Cuando superamos nuestro deseo por las cosas de la tierra, este proceso se acelera pues significa nuestro control sobre la materia. Cada pensamiento y acción bueno es una prueba de este control y de la redención, mezclandose el fuego solar con el fuego por fricción. Finalmente, esta mezcla de fuego es tan ardiente que vuelve radioactivo el cuerpo del alma. Este proceso se describe gráficamente en las enseñanzas de Alice Bailey, en el pasaje siguiente, que resume bien nuestro argumento:

"Antes de la liberación final pero después de que la mayor parte del proceso de purificación y alineamiento se hayan completado, los vehículos del iniciado presentan una apariencia maravillosa, debido a las oleadas de energía de [el alma]... que pueden derramarse sobre él. El loto [solar] se despliega, y el "fuego" central se revela. Cada pétalo y cada círculo de pétalos palpitan con vida y color, y están en movimiento, girando con gran rapidez y con oleadas de energía viviente que circulan en cada parte del loto..... Los.... centros [en los cuerpos mental, astral y etérico].... son ruedas radiantes de fuego, cada grupo se distingue por un color específico, y gira con tal rapidez que apenas pueden seguirlo los ojos. Los cuerpos están formados del grado más elevado de substancia, cada átomo individual, por consiguiente, es capaz de alcanzar un grado muy alto de vibración, y de brillar con la luz de su propio fuego central".

El cuerpo etérico especialmente se observa, en esta etapa, como un transmisor del tipo más puro de prana, y merece el nombre que se le atribuye a veces de "cuerpo del Sol". Es la envoltura que contiene los fuegos en el microcosmos; centraliza no sólo los fuegos del prana, sino los de los siete centros que son transmisores de todas las energias superiores de [el Alma], y de los dos cuerpos físicos superiores [los vehículos mental y astral]..... los tres centros que son de naturaleza estrictamente física - la glándula pineal, el cuerpo pituitario y el bazo - se vuelven luminosos y radiantes, y todos los fuegos del cuerpo reciben tal estímulo que los átomos que forman la envoltura física parecen irradiar..... Las energías que fluyen a través de un hombre cuyos átomos, centros, envolturas, y el cuerpo [del alma] forman una unidad coherente y están en plena y radiante actividad, son de tal fuerza y pureza que tienen un efecto definido en la naturaleza de aquellos con quienes entran en contacto. Sanan, estimulan y aumentan la vibración de sus hermanos humanos.

Figure 4

Conciencia > Amor > Radiación

La Radiación es transmutación en curso de realización....
el paso de un estado de ser a otro por medio del fuego.

Afortunadamente, ahora podemos comprender más fácilmente la radiación como transmutación en curso de realización... el paso de un estado de ser a otro, por medio del fuego. Vemos como tiene lugar por etapas en el esquema entero de evolución, que refleja el gran proceso del fuego eléctrico del espíritu, en contacto con el fuego por fricción de la materia y produciendo el sendero de conciencia en espiral, la relación entre los dos.

Los Siete Rayos

Realmente no podemos concluir nuestra discusión acerca de la perspectiva de Alice Bailey sobre la conciencia, sin tocar un factor más vital. En nuestras reflexiones de esta tarde, nos hemos basado en el papel de la trinidad divina y naturalmente surge una pregunta: ¿que es la trinidad - por qué el tres es tan fundamental? Sin entrar en un debate metafísico profundo, puede decirse que cuando aquel que es Uno, o una unidad absoluta, se divide y se convierte en una dualidad, inmediatamente entra en juego un tercer factor, y es la relación entre los dos. Por consiguiente el tres es el número divino que emerge inmediatamente de la dualidad. Y así tenemos el eterno triángulo del yo, el no-yo y la relación entre ellos en cualquier nivel de existencia, o lo que nosotros generalmente llamamos espíritu, materia y alma. Sin embargo también debemos considerar otro número divino que proviene del tres y es el siete. Todas las triplicidades pueden agruparse de siete maneras, según la proporción de sus influencias recíprocas, y aquí vemos la importancia del número siete y observamos su predominio, como por ejemplo, en las siete notas de la escala musical, y los siete colores del espectro cromático. Y en términos de la filosofía esotérica, la Trinidad divina produce naturalmente su propio septenario conocido como los Siete Rayos de Vida.

Figure 5

LOS SIETE RAYOS

Siete proporciones diferentes de poder producidas por la trinidad

RAYO DESCRIPCIÓN
1 VOLUNTAD
2 AMOR-SABIDURÍA
3 INTELIGENCIA ACTIVA
4 ARMONÍA, BELLEZA, ARTE
5 CONOCIMIENTO CONCRETO, CIENCIA
6 DEVOCIÓN, IDEALISMO
7 ORDEN CEREMONIAL, MAGIA

Cada unidad de conciencia pertenece a uno de los siete rayos y es una expresión, grande o pequeña de sus cualidades generales. Los tres primeros rayos mantienen los mismos nombres y características que la Trinidad divina que hemos estudiado, es decir, Voluntad, Amor-Sabiduría e Inteligencia Activa. Se conocen como rayos de Aspecto, siendo expresiones de la naturaleza o cualidad de la Trinidad divina. Los otros cuatro rayos se llaman rayos de Atributo, pues tienen su raíz en el tercer aspecto de la Trinidad, la Inteligencia Activa. Siendo modos diferentes de actividad inteligente, estos atributos encuentran su síntesis en el tercer rayo. Se concocen como: El Cuarto Rayo de Armonía, Belleza y Arte. El Quinto Rayo de Conocimiento Concreto o Ciencia. El Sexto Rayo de Devoción o Idealismo. El Séptimo Rayo de Orden Ceremonial o Magia. La naturaleza de estos rayos de atributo puede no ser comprendida inmediatamente, como en los rayos de aspecto, pero pueden ser considerados como modos de actividad inteligente - la manera en que la vida se adapta y organiza energía, substancia y materia.

Cada conciencia está coloreada por los siete rayos, pero responde a la cualidad de uno de ellos más que a la de los otros. En el caso de un ser humano, el rayo básico es el rayo del alma, pero también tenemos el rayo de la personalidad, así como los rayos que condicionan los cuerpos mental, emocional y físico. Esta interrelación crea un inmenso campo de oportunidades y una rica diversidad en la expresión de la conciencia humana que vemos en el mundo. Un estudio de los rayos es un estudio de la psicología esotérica, y el desarrollo individual puede ser medido por el grado en que los rayos que condicionan están en armonía entre si, y bajo la dirección del rayo del alma. En la psicología del futuro, esta manera de enfocar el desarrollo será cada vez más significativa y se entenderán mejor las relaciones subjetivas de la personalidad y su interacción con el entorno, en el contexto del Segundo Rayo de Amor-sabiduría.

El Segundo Rayo de Amor-Sabiduría rige nuestro sistema solar, y todas las vidas dentro de su esfera de influencia están aprendiendo a adaptarse a su penetrante vibración. Esto se ilustra en la doctrina del amor de Dios que impregna todas las enseñanzas religiosas y las une en su aparente diversidad. Y mientras el Segundo Rayo rige nuestro sistema solar, los siete rayos vienen de fuera de este sistema, pero entran en él a través del corazón del Sol; todos son, por consiguiente, emanaciones de amor-sabiduría. Cada uno de nosotros que pone un pie conscientemente en el sendero de la evolución, está ayudando a intensificar una de estas siete expresiones del amor, convirtiéndose en un transmisor de energía divina - "un punto de fuego de sacrificio, enfocado dentro de la ardiente Voluntad de Dios". La conciencia del iniciado permanece inmutable en este flujo, ayudando a la redención planetaria como "un punto radiante de crisis y que genera la tensión necesaria". Esto nos muestra que nuestras ideas sobre el amor deben ir más allá del deseo y del sentimiento personal, si alguna vez queremos comprenderlo del todo.

El deseo es la distorsión del amor y produce esos espejismos que actualmente cautivan y aprisonan a la humanidad. El espejismo es una percepción ilusoria de algo que es real y espiritual. Así como las estrellas parecen centellear y cambiar de color cuando su luz pasa a través de la atmósfera de la tierra, así también hay una apariencia distorsionada y alterada de la verdad y la belleza cuando su luz pasa a través de los velos del deseo y la emoción.Se crea una fachada ilusoria que brilla con una luz falsa, produciendo una fascinación que cautiva los sentidos. Entrar en este juego, es perderse en una gigantesca galería de espejos en la que todo es un reflejo distorsionado de otra cosa. Sin embargo, incluso en esta situación confusa, el alma con su fuerza redentora de conciencia, nos permite saber que nuestros actos no están en armonía con la realidad. Cada vez que oímos y obedecemos su llamada, aun cuando sólo sea esporádicamente, continuamos nuestra ascensión en la espiral de conciencia, hasta que, como consecuencia, una perspectiva más elevada altera nuestro sentido de las relaciones. Esto lleva finalmente a una completa fusión con la conciencia misma del amor, a medida que despertamos y nos fundimos en esta gran corriente evolutiva.

Y cuando, a este cuadro general, le añadimos el elemento sonoro, tenemos la gran energía creativa que dirige este movimiento ordenado del universo hacia adelante, generando presiones, tensiones y fricciones en la envoltura del espacio, y dando lugar a todos los otros fenómenos. Cada unidad de conciencia se forja un vehículo sonoro en los fuegos de la existencia para participar en la gran sinfonía de los cielos. En el libro Espejismo (Glamour), un Problema Mundial, podemos leer que cada ser humano está "perfeccionando un instrumento mediante el cual pueda escucharse la música del alma, y más adelante la cualidad musical de la Jerarquía (el reino de las vidas superhumanas)... el sonido compenetra todas las formas; el planeta mismo tiene su propia nota o sonido; cada diminuto átomo tiene su sonido; cada forma puede ser evocada en la música y cada ser humano tiene su acorde particular, y todos las acordes contribuyen a la gran sinfonía que la Jerarquía y la Humanidad están ejecutando y ejecutan ahora. Cada grupo espiritual tiene su propio tono... y los grupos que colaboran con la Jerarquía producen incesantemente música. Este ritmo de sonidos y esta miríada de acordes y notas se fusionan con la música de la Jerarquía, y tal sinfonía se enriquece continuamente; en el transcurso de los siglos, estos sonidos se unirán lentamente y fusionarán entre sí hasta que algún día la sinfonía planetaria que Sanat Kumara está componiendo, habrá terminado y nuestra Tierra hará una notable contribución a los grandes acordes del sistema solar, lo cual constituye una parte intrínseca y real de la música de las esferas. Entonces, como dice La Biblia, los Hijos de Dios, los Logos planetarios, cantarán al unísono. Tal será el resultado de... la armoniosa relación de todas las partes...".

El amor es la energía que asegura esta relación correcta. A través del poder de su silencio imperativo, orquesta las relaciones musicales en espiral entre los polos del espíritu y la materia, considerando cada unidad separada de conciencia, que se encuentra entre ellos, como instrumentos en la sinfonía del todo. Cuando cada uno de nosotros despierte a la conciencia de amor, encontraremos nuestro lugar en esta fuerza que nos guía, y la gran Ley de Amor que rige la creación de Dios nos guiará plenamente en nuestras vidas. Cuando vivimos en armonía con esta ley, asumimos mayores responsabilidades para propagar la regla en los niveles inferiores de la manifestación y nos convertimos en co-creadores divinos, en la construción del "nuevo cielo y la nueva tierra".

La Conciencia de Amor es vivir de acuerdo con
un conocimiento intuitivo de las Leyes superiores del Sistema Solar.

Por consiguiente, la ley de servicio es la nota clave de la vida espiritual - "la irradiación espontánea de un corazón amoroso y una mente inteligente" derrama el amor de Dios en todos. La conciencia superior está despertando y ya no es sólo la voz de la prudencia la que nos alerta si cometemos una mala acción. Es algo mucho más grande, que extiende nuestra conciencia para que lo englobe todo y nos capacita para actuar en armonía con nuestra propia alma, así como con el alma del todo. Debido a que este sistema solar está basado en el amor, todo lo que contiene es amor en grados diversos, y cuanto más consciente se es, más amor se expresa. Y así, a través de la alegría del servicio y con el corazón radiante, estamos ayudando a expandir la conciencia del todo gracias a la energía de amor. Éste no es sin embargo un amor místico vago. Pues, como hemos visto, se puede interpretar la palabra conciencia como 'con ciencia', y vivir la propia vida con la conciencia de amor es vivir de acuerdo con 'un conocimiento intuitivo de las leyes superiores del sistema solar'. Es trabajar como un mago blanco y manejar esas energías de amor que pueden ayudar a la humanidad a dar el próximo paso hacia un futuro glorioso.Por nuestra participación en el acto de hoy, habremos construido un forma pensamiento de belleza y de poder que facilitará y reforzará este proceso - un proceso con el que cada uno de nosotros puede armonizarse de vez en cuando, y ayudar a meditar en la vida. Gracias.