Conferencia del Festival de Capricornio - 2

Festival de Capricornio -2 - Nueva York 2015

El texto que sigue fue una conferencia dada por un miembro del personal de la Sede Central de Lucis Trust en una de nuestras reuniones públicas. El propósito de estas breves charlas es preparar y sembrar la mente grupal para el trabajo real a ser realizado –la meditación grupal. Esta charla puede ser usada por individuos y grupos que deseen cooperar con este servicio.

Festival  de  Capricornio-2:    Londres |
  Nueva York  | Ginebra (en francés)

Escalar la montaña interior

Buenas noches y sean bienvenidos todos los que se encuentran aquí en persona y los que están escuchando y participando a través de internet en esta celebración del Festival de Capricornio, cuya nota clave es: “Perdido estoy en luz suprema y a esa luz doy la espalda”. Nos reunimos esta noche en un momento especial del año para muchas culturas y tradiciones religiosas. Gran parte del mundo se prepara para celebrar la Navidad, y si llegaste de algún lugar aquí en Nueva York, entonces estuviste caminando entre las multitudes de personas que están haciendo compras navideñas de último minuto y se dirigen hacia las reuniones y fiestas. ¡Es una época ruidosa en las calles! A principios de diciembre, las personas de la religión judía celebraron el Chanukah, llamado el Festival de las Luces, y a principios de noviembre, los hindúes conmemoraron la victoria de la luz en su Festival de Diwali, que también es conocido como el Festival de las Luces. Hay luces coloridas y centelleantes por todas partes; ellas nos recuerdan la luz del alma atisbando y buscando maneras de aparecer ante la humanidad. En estos días de fiesta anuales, miles de personas envían alegres pensamientos de renovación y de esperanza por la paz. Las plegarias que expresan el deseo de unidad se elevan hacia la atmósfera mental del planeta evocando esfuerzos renovados para manifestar la verdadera fraternidad y la buena voluntad.

El Solsticio de Invierno en el hemisferio norte, es el momento en que el sol da la vuelta y comienza su ascenso hacia el norte. Se nos dice que en este momento la Jerarquía comienza la planificación para el intervalo superior y el punto culminante del año espiritual en el Festival de Wesak. El Solsticio de Invierno significa la llegada de la luz, y en todo el mundo la humanidad reconoce que esta época de profunda oscuridad contiene la promesa de la luz que viene. Para los estudiantes de la Sabiduría Eterna, la luz tiene un significado aún más profundo porque, “el gran tema de la Luz subyace en la totalidad de nuestro propósito planetario”. 1 Sin luz no podríamos vivir, y nuestro trabajo es colaborar con el propósito del Logos planetario, tanto como intuitivamente podamos comprenderlo, para traer más luz al tejido viviente del planeta, a través de la meditación, el pensamiento incluyente, la buena voluntad y el uso de Triángulos y la Gran Invocación. En estos tiempos dolorosos y difíciles donde parece aumentar el terrorismo y el separatismo, el mundo necesita más luz, la luz que tiene el poder de disolver las formas mentales destructivas de las ideologías religiosas y el temor; la luz del alma. 

La humanidad como un todo, está destinada a ser el planetario portador de luz, a llevar la luz a una expresión viva a través de la forma. La naturaleza del alma es luz, y a medida que aumenta la influencia del alma en el yo inferior, la energía del Cristo y Su Grupo puede fluir a la tierra y verter más luz en este planeta de dolor y lucha. En esta temporada, cuando se celebra el nacimiento de Cristo, toda la humanidad recuerda la realidad de la luz viviente, eleva la conciencia y la abre a la conciencia de la unicidad de nuestra vida compartida y la innata conexión con la todas las criaturas y reinos en la tierra. Esta vida compartida eventualmente será caracterizada por una buena voluntad tangible y correctas relaciones humanas, lo que permitirá que el Cristo y los Maestros existan físicamente en la Tierra. El destino de la Tierra es convertirse en un planeta sagrado, y como células del cuerpo de Sanat Kumara, cada ser humano está involucrado en este proceso de sacrificio, un proceso de elevarse al ser espiritual que consiste en ascender juntos a la montaña interior.

Hagamos una pausa, y dejando atrás el ruido y el bullicio, dispongámonos para un acto de servicio grupal, para una meditación grupal en la luna llena, un momento en el ciclo mensual en el que la humanidad está más cerca de la Jerarquía y tiene la oportunidad de acercarse a las puertas del Ashrama en una franja de “luz dorada”, un sendero de energía solar eléctrica que nos impulsa hacia arriba y hacia adentro al centro de vida y luz. Tomemos unas cuantas inhalaciones profundas y visualicemos nuestro cuerpo lleno de luz suprema, sintiendo cada célula impregnada con la luz resplandeciente y vibrante de la vida. Los Ángeles y Maestros que están siempre con nosotros pueden vivir en esa luz y, a través de nosotros, pueden traer luz sanadora a los demás, no sólo en esta temporada de luz, sino todo el tiempo y en todos los lugares. Así servimos el Plan, al Cristo, a toda la humanidad y a toda vida en esta temporada de buena voluntad y alegría. Digamos juntos la antigua plegaria del Gayatri. 

Oh Tú, sustentador del Universo,
De Quien todas las cosas proceden,
A Quien todas las cosas retornan,
Revélanos el rostro del verdadero Sol Espiritual,
Oculto por un disco de luz dorada,
Para que conozcamos la verdad,
y cumplamos con todo nuestro deber,
Mientras nos encaminamos hacia Tus sagrados pies.

OM

Las energías de Capricornio representan el largo y arduo ascenso hasta la montaña de la iluminación y la iniciación, un viaje hacia arriba hasta la luz de la revelación y verdad y lejos de los valles de tristeza y conflictos. Es el portal a la vida del espíritu y “permite que el alma participe conscientemente de la vida de ese centro mundial que llamamos Jerarquía”. 2 En Capricornio, la luz que estaba oculta, finalmente se revela y se comprende la conciencia crística. Cuando Cristo nació en Capricornio, fue liberada la luz del mundo, iluminando el camino de ascenso a la montaña que se ha de seguir en el proceso evolutivo, el sendero hacia el “Templo de Retiro”. De esta manera toma forma la Ley de Abstracción, una ley que conduce al discípulo fuera de los tres mundos de la vida física, llevándolo a la vida del espíritu y liberándolo de las limitaciones de la forma y el sufrimiento.

La ambición mundana, que durante tanto tiempo ha regido a la persona de Capricornio que está centrada en el materialismo, está destinada a evolucionar a través de la experiencia del enfocado discípulo en Sagitario, hasta convertirse en aspiración espiritual, conduciendo al iniciado en potencia a abandonar el mundo a través de los dolorosos procesos de desprendimiento y de renuncia, los únicos métodos que permiten la entrada a la cumbre del logro espiritual. Uno no puede alcanzar la cima si lleva una pesada carga o es prisionero de los apegos y espejismos del plano físico. Todo debe ser dejado atrás, a medida que la visión de la luz suprema se siente intuitivamente, aunque todavía no se vea claramente. La ceguera todavía empaña la visión, y esta ceguera oculta es una bendición y una protección contra el increíble poder de la Vida misma, un poder que todavía no está totalmente disponible para el no iniciado.

En Capricornio se nos presenta un gran misterio, el verdadero Sol espiritual está oculto por un disco de luz dorada. La visión inefable es demasiado destructiva para un instrumento sin preparación que no puede soportar la luz radiante de la cima de la montaña. Se debe experimentar una larga preparación antes de que el candidato esté listo para permanecer en presencia del iniciador, una preparación llena de obstáculos y dificultades. Toma muchas vidas de trabajo duro y muchos fracasos antes de que la luz del alma haya consumido todos los impedimentos para su expresión, antes de que la mente se convierta en su siervo hábil y el corazón en su portavoz. 

Pero a medida que se progresa en el ascenso y la riqueza de la atmósfera inferior se disipa, hay una sensación de una luz cada vez mayor; el despertar de la intuición es más confiable y un reconocimiento inequívoco de la luz del alma irradia la mente y la empalma con la voluntad. El viaje interior conduce a una visión ampliada, a una revelación de la luz y a una completa libertad. No sólo la personalidad es liberada de los enredos de los tres mundos, sino que el alma misma ahora queda totalmente libre para manifestarse plenamente a través de la forma y ejercer su influencia a través de su vehículo dispuesto. El alma y la personalidad ya no están en guerra, se han unido a través de la luz. La visión desde la cima es clara y sin obstrucciones y hay una visión ampliada a través de la luz clara y fría del amor grupal.

La humanidad siempre ha sido atraída y fascinada por el misterio de las montañas. Reconocemos su santidad innata y su impresionante belleza y poder. Queremos subir a ellas, conquistarlas, pararnos en el punto más alto. Este impulso es la reacción externa a la realidad interna que consiste en ascender a la montaña verdadera que está dentro, el verdadero viaje espiritual que tiene lugar en la soledad del corazón y en el silencio de la mente. El Tibetano comenta que los esfuerzos de la humanidad por ascender al Monte Everest, la montaña más alta, son simbólicos y están “siendo observados con mucho interés por la Jerarquía...”. Cuando escribió esto, la Cumbre del Monte Everest todavía no había sido alcanzada, lo cual ocurrió en 1953. Y, prosigue: “cuando la humanidad emerja a la luz y a la relativa gloria de la nueva civilización, conquistará al mismo tiempo la última cima. Lo que representa el más denso materialismo y la culminación de la grandeza terrena permanecerá, pero estará bajo los pies de la humanidad”. 3

¿Estamos ahora en la nueva civilización? ¿Tenemos un sentido de la gloria de la cual él habla? El Monte Everest ha sido escalado ahora muchas veces y hemos subido aún más allá de eso, hemos viajado más allá de las montañas físicas hacia el espacio exterior. Estamos explorando el universo conocido y hemos viajado más lejos de lo que la humanidad hubiera podido imaginar incluso hace 50 años. Podemos ver imágenes de galaxias y nebulosas de increíble belleza que están a años luz. Aparecen como reinos de inefable majestad y contienen misterios aún por descubrir. Si nuestros ojos están enfocados en la tierra y vemos solamente destrucción y violencia, asesinato y competencia, nos está faltando la visión de la gloria dentro de la cual realmente existimos.

En las montañas del Himalaya, hay dos picos considerados especialmente sagrados y venerados; el Monte Kailash en el Tíbet y el Monte Kangenjunga en Sikkim. Cada año cientos de hindúes, budistas, jainistas y ahora muchos occidentales, hacen la difícil peregrinación al Kailash para circunvalar la cima sagrada mientras cantan plegarias e invocaciones. Algunos, de acuerdo a las tradiciones de los antiguos métodos de peregrinaje de la India, avanzan de rodillas o se postran completamente boca abajo a la vista de la montaña, lo que se considera otorga bendiciones especiales a los presentes. Se mueven como si estuvieran en un trance de meditación, oración y devoción, devoción al espíritu, a la vida interna y a la montaña interior, dejando el mundo exterior. Se realizan celebraciones y rituales, se plantan banderas de oración y por todas partes hay signos de la humanidad que aspira a elevarse en la luz. Es una experiencia única en la vida y muchos la consideran como un tipo de iniciación. Tienen una experiencia de ascenso a la montaña, un acontecimiento interno de luz y verdad que produce cambios duraderos en la conciencia. El Monte Kailash nunca ha sido escalado, es considerado demasiado sagrado para tener pies humanos sobre él.

El erudito profesor budista, Robert Thurman, se refiere al monte Kailash en su libro,  Circling the Sacred Mountain (Rodeando la Montaña Sagrada), como “el sitio más mágico en la tierra, la morada del padre y la madre del mundo, los dioses Shiva y Uma”. Él continúa, “se le conoce como Kang Rinpoche o Joya de las Nieves para los tibetanos y el Monte Merú para los indios. Es la corona espiritual del planeta, en el sector más al norte del Himalaya, en la más remota región del Tíbet”. Los peregrinos tardan años en llegar y los que lo han conseguido se cree que han recibido un poder espiritual especial. Sin embargo, aún más importante que el viaje físico es el viaje interior a la cima sagrada, el ascenso a la montaña interior y el reconocimiento de una luz interna, la luz del alma, la luz de Dios.

El centro planetario de Darjeeling es influenciado por el gran Kangenjunga, el tercer pico más alto en la tierra. Pende en el cielo sobre la ciudad como una presencia inmensa y benevolente, recordándonos constantemente de la impresionante grandeza y el poder espiritual de los Grandes Seres, la Jerarquía de Maestros que guían y protegen la raza y con cuyos planes tratamos de cooperar. Con frecuencia se oculta tras las nubes, por lo que su presencia física a menudo es elusiva y fugaz, pero la visión interna está siempre ahí una vez que se ha visto. Su misterioso aspecto externo refleja la nota clave del centro planetario de Darjeeling: “Oculto la luz”, una frase curiosa a primera vista, pero una verdad que expresa el hecho de que la luz vívida de la Presencia permanece oculta hasta la tercera iniciación de la Transfiguración, cuando la revelación completa de la luz es posible para el iniciado, y todos los lazos y atracciones de la vida en la tierra se disuelven en el resplandor monádico, hasta ahora oculto, pero que ahora queda conscientemente disponible para el peregrino.

El Kangenjunga, el majestuoso gigante del Himalaya oriental con sus cinco picos, está estrechamente relacionado con Shamballa y la Jerarquía. Literalmente, su nombre significa: “Cinco tesoros de nieve perpetua”; la población local lo considera como su deidad patrona y dicen que los protege de los males. Las leyendas locales hablan de pasadizos ocultos en sus estribaciones, marcados por raras formaciones rocosas que son puertas que se abren para los devotos en ocasiones predestinadas y que conducen a Shamballa y a la morada de los Maestros. La leyenda dice que los cinco picos albergan los cinco elementos sagrados considerados esenciales para la vida: minerales, granos, sal, armas y sagradas escrituras. Nicholas Roerich, pintor ruso y místico que pasó gran parte de su vida en la región, escribe en la Morada de la Luz, acerca de los cinco tesoros de esta manera: “Se dice que vendrá un tiempo en que el hambre alcanzará a todo el mundo. En ese día aparecerá un Hombre que abrirá la puerta gigante de esos grandes tesoros y alimentará a toda la humanidad. Sin duda comprenderán que este hombre no alimentará a la humanidad con lo material, sino con el alimento espiritual”.

La vida se rige por ciclos, desde los ritmos más pequeño de las medidas sistólicas y diastólicas del corazón, hasta los incontables eones en los ciclos de vida de una estrella o de un Logos. Los siete grandes alientos del Logos crearon nuestro sistema, y estamos sujetos a sus leyes. En la meditación, practicamos manteniendo la mente firme en la luz, y en los intervalos superiores e inferiores, los períodos entre la inspiración y la expiración, se puede lograr el trabajo mágico. El ciclo anual tiene su propio ciclo de intervalos y alientos, y este momento de entrada en Capricornio marca el comienzo del ciclo anual de inspiración que será seguido por el intervalo superior, el punto elevado del año espiritual. En realidad, estamos empezando a prepararnos para ese elevado período de contacto en las lunas llenas de Aries, Tauro y Géminis. En el macrocosmos, la inspiración corresponde al ciclo evolutivo en el que toda experiencia, todo conocimiento y toda la fuerza vital es elevada para ser devuelta a la fuente, al origen de la vida y a la fusión con el Uno en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.

Aunque hoy no parezca así, sobre todo si estamos mirando a través del lente de los medios de comunicación populares que informan sobre una guerra interminable, violencia y asesinatos, el ciclo involutivo ha terminado, estamos ya en el camino ascendente, así que todo lo que sucede es parte de nuestros dolores de crecimiento hacia el despertar espiritual, la realización espiritual y consciente participación en el proceso de abstracción de la larga inspiración del Logos. Como raza humana, estamos subiendo a la montaña interior de la renuncia y el sacrificio. Estamos aprendiendo a alejarnos de las preocupaciones materiales y de los lazos de la tierra hacia una luz mayor y cada vez más brillante, la luz cegadora que disipa toda forma y diferencia.

Tal vez el mayor desafío que enfrenta la humanidad hoy en día, a medida que colectivamente luchamos por avanzar en el camino evolutivo, es la batalla para superar el materialismo y reconocer la vida del alma como la única y verdadera realidad. Está claro que estamos viviendo una crisis de valores, pero esta crisis es producida por la estimulación del alma, es una perturbación que viene desde el interior. Estamos cruzando una tierra ardiente antes de la realización del Ángel de la Presencia. Ahora hay muchas personas que están en contacto con sus almas y la energía de la luz del alma es imparable. La Jerarquía se está acercando más al plano de la Tierra y las poderosas energías entrantes perturban el status quo. Observamos cuántos preciados valores y estilos de vida están siendo desafiados y se nos ha encomendado construir la nueva civilización basada en los valores espirituales de inclusión, fraternidad y libertad. Vemos el doloroso proceso de desapego que sufren millones de personas que pierden sus hogares a causa de la guerra, la hambruna y los destructivos fenómenos naturales; esta observación evoca una mayor compasión ante el profundo sufrimiento.

Tenemos que observar esta crisis a través de los ojos del amor, aprender a ver los acontecimientos desde la perspectiva del alma con claridad y amplitud de visión, como si viéramos desde la cima de la montaña. Cada pequeña victoria de desprendimiento y renuncia es un paso más hacia la plena unión con el alma, y el alma ve estos esfuerzos de su reflejo con amor y alegría. El simple acto de observar cambia el resultado, según lo ha probado la ciencia. En esta temporada de luz y buena voluntad, todas las plegarias y actos de bondad y generosidad de la gente de todas las tradiciones y credos, están tejiendo juntos “ríos y corrientes de luz” que atraviesan el tiempo y el espacio, creando la red de luz en el mundo y uniendo a la humanidad en un propósito común, un propósito de amor y responsabilidad compartida. Esta red es parte del cuerpo de luz de la humanidad y a través de él, el Ashram puede trabajar y ayudarnos en la búsqueda de la iluminación. Cristo nunca ha abandonado la tierra y los signos de Su acercamiento se ven por todas partes.

Mientras nos preparamos para nuestra meditación grupal, nuestro acto de servicio, recordemos la oportunidad que nos ofrece la luna llena. La puerta del Ashram está abierta y nuestra conciencia del alma reside allí naturalmente. Las Fuerzas de la Iluminación buscan expresión a través de nosotros y sus energías siempre nos rodean con amor y compasión mientras que, a través de la densa atmósfera del plano físico, nos esforzamos por ascender a la montaña interior, por contactar la luz suprema para descender otra vez a trabajar al servicio de nuestro prójimo.

El maestro Zen del siglo XIII, el filósofo y poeta Dogen Zenji, escribió: “Las montañas han sido la morada de los grandes sabios desde el pasado ilimitado hasta el presente ilimitado. Las montañas son la cámara interior, el cuerpo y la mente de todos los sabios. Las montañas aparecen a causa de las personas sabias”.

1. Los Rayos y las Iniciaciones pp 142, inglés
2. Astrología Esotérica pp 168, en inglés
3. Astrología Esotérica pp 159, en inglés

FESTIVAL DE CAPRICORNIO
Nueva York - 23 de Diciembre de 2015
Barbara Valocore