Abril 2009

Toda la cuestión monetaria constituye en la actualidad una de las mayores dificultades y a la vez una de las más sencillas. La dificultad se debe a la idea errónea que durante generaciones se tuvo sobre el problema, produciendo actitudes equívocas hasta en los discípulos más consagrados. La actitud de la humanidad hacia el dinero fue matizada por la codicia, la ambición del yo inferior, la envidia, los deseos materiales y la desesperada necesidad del mismo, que es el resultado, a su vez, de actitudes erróneas, las cuales trajeron las desastrosas condiciones económicas que pre­valecen a nuestro alrededor, siendo efectos de causas iniciadas por el hombre mismo. En la regeneración del dinero y en el cambio de actitud del hombre hacia él, vendrá con el tiempo la liberación del mundo. (El Dscipulado en la Nueva Era, Vol. I, pp. 271-72 - ed. inglesa)