Diciembre 2010

La raza en su totalidad se halla ahora en la entrada del sendero del discipulado. Dirige su mirada hacia el futuro, ya sea hacia la visión del alma, un mejor modo de vivir, una situación económica desahogada o hacia mejores relaciones interraciales. Lamentablemente esta visión es a menudo distorsionada, materialista orientada o sólo parcialmente percibida, pero, en una forma y otra, las masas tienen hoy una apreciable comprensión de lo "nuevo y deseable", algo hasta ahora desconocido. En el pasado, los intelectuales o la élite, tenían el privilegio de poseer visión, pero hoy la tiene la masa humana. Por lo tanto, la humanidad está preparada para realizar un proceso general de alineamiento... La “afilada tijera del dolor debe separar lo real de lo irreal; el látigo del dolor debe despertar a la vida refinada, el alma dormida; el sufrimiento producido por la extirpación de las raíces de la vida en el terreno del deseo egoísta, debe ser soportado, y entonces el hombre quedará liberado”... (Los Rayos y las Iniciaciones, pp. 410/1)