Boletín 2018 #2 - De lo Irreal a lo Real: Parte 2 Filosofía, Ciencia y Arte


Como continuación a nuestro boletín anterior, seguimos explorando la naturaleza de la verdad a medida que se revela en las numerosas áreas de la vida cotidiana. Ello constituyó el tema de los seminarios de Buena Voluntad Mundial en 2017 en Londres, Ginebra y Nueva York. En este número, el foco se traslada de la verdad en los medios de comunicación a la verdad en la ciencia, la filosofía y el arte, y la cuestión de la educación sigue sustentando muchas de las observaciones. Como se observó en el Seminario de Londres, “Los sistemas educativos están progresando lentamente hacia el mundo del significado, y a medida que hacen más hincapié en los valores, la responsabilidad social y el servicio, la humanidad entera expresará cada vez más potentemente la verdad viva. Las técnicas educativas del futuro estarán basadas entonces en el reconocimiento de un Plan Divino, y cada niño será ayudado a desarrollar sus facultades espirituales latentes y a descubrir su parte en ese plan”.

Como en la parte 1, las ideas de cada ponente del Seminario están resumidas en este boletín de noticias, y el contenido completo está disponible como vídeo en worldgoodwill.org/video

La Verdad Concierne al Amor y a la Sabiduría

En Una Carta reciente de Lucis Trust, la cuestión de la verdad absoluta y la realidad final se presenta mediante una cita del Himno de la Creación del Rigveda. El Himno pregunta: “¿Quién lo sabe realmente? ¿De dónde proviene esta creación? …aquel en las alturas es su supervisor. Seguramente él lo sabe, o quizá no”. Por medio de esto vemos que la verdad es relativa, puesto que el descubrimiento de la verdad en un nivel sólo sirve para abrir un misterio aún mayor en otro. La verdad va siempre por delante, pero a medida que su búsqueda se intensifica la indagación de la consciencia evoca la luz de la revelación, y la esencia de lo que está justamente más allá de nuestro actual estado de consciencia puede ser contactada y conocida.

En lo que concierne a conocer la verdad de otra persona –su cualidad esencial–, esto sólo puede lograrse por medio del Amor-Sabiduría. Esta energía utiliza la mente para penetrar en el corazón del otro y ver a esa persona como una parte única de la totalidad. Quienes están hollando un sendero espiritual están aprendiendo a trabajar con esta energía, pero muchos más cientos de miles, o incluso millones, de personas inteligentes de todo el mundo, están empezando inconscientemente a sacar provecho de esta energía. Están volviéndose naturalmente inclusivos en su pensamiento –percibiendo una sensación de identidad compartida con otros y despertando a una medida de sabiduría y a un entendimiento más amplio de la verdad. Miles de personas más están combinando esto con una búsqueda consciente de significado a través de la meditación. La meditación trae la luz espiritual a nuestra vida, pero requiere un esfuerzo mental y la práctica constante del desapasionamiento. Nos pide que nos enfrentemos a lo que está distorsionado e irredento en nosotros y en los demás, y no es un proceso cómodo. Superar las distorsiones que podemos encontrar en los mundos de las emociones y de la mente concreta requiere tiempo y un esfuerzo constante.

Es cierto que las barreras y obstáculos a la realización espiritual son abrumadoras en este período frenético de la historia humana. El materialismo, el egoísmo, el sentimiento y el intelecto ignorante y orgulloso no son más que algunos ejemplos de los espejismos habituales que velan y no dejan entrar la luz. Para disipar estos velos, algunos de los cuales nos envuelven a todos en cierto grado y nivel, tenemos que permanecer observando el mundo exterior como mundo de los símbolos –y tratando de ver más allá de toda forma y acontecimiento hasta dar con el mundo de significado interno que le da origen.

De esta necesidad trata un inspirado diálogo entre un Adepto y un Discípulo escrito por el místico, Jacob Boehme. El Adepto habla de los dos ojos de la visión –el ojo izquierdo que observa la naturaleza, y el ojo derecho que ve en la luz de lo divino. Mientras que el ojo derecho mira adelante, hacia la Eternidad, el ojo izquierdo mira hacia atrás en el tiempo. El Adepto dice que la voluntad de una persona se queda absorta fácilmente cuando el ojo izquierdo contempla la naturaleza y las cosas del tiempo, pero que buscar la realidad superior mediante la mirada de este ojo izquierdo no dará fruto. Ruega al discípulo que no deje que su ojo izquierdo le engañe permitiéndole llenar la mente con aquello que está en el exterior, ni que vuelva la mirada atrás sobre sí mismo. Le aconseja que esté siempre en guardia y vigilante. Que no permita que la mente busque la realidad fuera de sí mismo ni volver la mirada atrás sobre sí mismo. En cambio, le dice que permita que el Ojo Derecho retenga al Ojo Izquierdo para que no salga a las maravillas y deleites de la Naturaleza sin control. Hay que dejar que el Ojo Derecho de la Eternidad mande sobre el Ojo Izquierdo del Tiempo. Entonces el discípulo será bañado en la Luz de Dios y podrá descender sin peligro en esta luz para observar la Luz de la Naturaleza. Así, ambos ojos se benefician mutuamente y el mundo de significado iluminado que actúa tras las formas de la naturaleza se abre al discípulo. Entonces puede observar y trabajar desde un punto de unidad, de síntesis y de comprensión.

Este pasaje místico parece muy importante ahora que el ojo izquierdo de tantas buenas personas está siendo atraído hacia la naturaleza en el exterior, mediante una fascinación descontrolada con los productos de la tecnología. Los desarrollos de la alta tecnología proporcionan beneficios verdaderamente maravillosos, pero al mismo tiempo, hay demasiadas personas obsesionadas con dispositivos tecnológicos que monopolizan su tiempo y disipan su atención. Están siendo atraídos, inconscientemente, al mundo y tiempo materia, en detrimento de elevarse a la luz de la realidad interna donde reside la verdadera revelación. Tenemos ahora conectividad e información al alcance de la mano, pero la velocidad y volumen de información que estamos constantemente procesando está conduciendo a una humanidad que mira hacia abajo, y cuando la visión se baja, la voz de la consciencia corre el riesgo de sumergirse lentamente también.

 El ojo izquierdo que se queda embrujado y fijo en las cosas externas es una de las mayores amenazas que presenta la tecnología. Hay un artículo estupendo en The Guardian titulado “How tech hijacked our brains”, informando de que algunos de los desarrolladores de redes sociales en Silicon Valley están preocupados sobre los efectos psicológicos en personas que tocan, arrastran o teclean en sus móviles 2.617 veces al día. Esto resulta en el fenómeno de una atención parcial continua, en la que todo el mundo tiene un foco limitado y “todos están distraídos”. Algunos diseñadores de estas tecnologías están tomando medidas radicales para desengancharse de sus características adictivas. James Williams, antiguo estratega de Google, cofundador de un grupo de apoyo, “Time Well Spent”, se pregunta por qué el diseño de productos y sus efectos sobre el pensamiento y la elección de las personas no está “en la primera página de todos los periódicos hoy”. Teme que la economía de atención erosiona nuestra capacidad de razonar y tomar decisiones por nosotros mismos y que pueda incluso afectar el funcionamiento de la democracia. Williams pregunta “¿seremos capaces de darnos cuenta, si pasa, y cuando pase?” y “Si no somos capaces, ¿cómo podemos saber si no ha sucedido ya?”

Esto ilustra la naturaleza del espejismo, un término que hace referencia a las numerosas distorsiones creadas en la consciencia por el deseo y el sentimiento cuando están erróneamente motivados. El espejismo dirige en gran medida nuestro comportamiento sin que seamos conscientes de ello. La naturaleza adictiva de la velocidad, junto con la atracción de la naturaleza electrónica de la materia, se combinan creando una poderosa fuerza. La tecnología, que tan bien sirve a la humanidad, puede conducirnos igualmente a un cibermundo desalmado en donde el ojo izquierdo rija y condicione la mente a pensar que “esto es todo lo que hay”. La naturaleza adictiva de la tecnología puede atrapar fácilmente a los incautos en el reino del espejismo, de forma tan segura como cualquiera de los deseos más familiares que han mantenido a la humanidad como prisionera del planeta durante tanto tiempo.

En contraste, la creciente tendencia mundial hacia la meditación y las disciplinas espirituales como la práctica de cultivar la atención, entrenan a una mente agitada para convertirse en un tranquilo estanque reflectante capaz de atrapar y reflejar la luz del alma. De esta manera la búsqueda de la verdad progresa a medida que el ojo derecho de la visión divina empieza a arrojar luz sobre los espejismos de nuestros tiempos. A pesar de todo, en la actualidad existen muchas razones para albergar esperanzas en cuanto a que el público está despertando y reconociendo algunas de las distorsiones de la verdad que caracterizan tantas áreas de los asuntos humanos. Todo ello forma parte de la búsqueda de la verdad –eliminando las obstrucciones a una percepción mayor de que cada individuo forma parte de algo más universal, algo lleno de asombro, significado e intención. Mediante la purificación de los sentidos, la visión espiritual del destino humano logrará, en última instancia, tomar el control, y nos debe animar que está ya revelando los espejismos, ignorancia y egoísmo que retienen a la humanidad. El ojo derecho está siendo activado y está proyectando una luz hacia una era futura donde lo bueno, lo verdadero y lo bello dominarán. A medida que esta luz se fortalezca, el ojo izquierdo acatará de manera segura la visión contemplada por el ojo derecho, y juntos transmitirán la energía de su mirada combinada a la naturaleza para sanar, transformar y redimir.

Un Tema, Tres Localizaciones, Muchos Ponentes

Como en el número anterior, las ideas presentadas en los tres Seminarios de noviembre podrían haberse organizado de diversas formas. La secuencia elegida va desde las reflexiones filosóficas de Patrice Brasseur sobre cómo, a medida que la consciencia evoluciona, la verdad puede verse como crecientemente inclusiva, a las cavilaciones de Jim Ryder sobre cómo la búsqueda de la verdad a través de la ciencia puede conectarse tanto con la religión como con la política en la sociedad, conduciendo a un reconocimiento más maduro de la inter-relación entre las distintas ramas de la cultura humana. Esta sensación creciente de inter-relaciones refleja la interdependencia de los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS), y facilita el logro de estos objetivos. Karen Elkins, que fue entrevistada para este número para complementar las ideas desplegadas en su dinámica presentación visual para el seminario, conecta la importancia de ser abiertos de mente en nuestra aproximación a las verdades que puede revelar la ciencia con la necesidad de reconocer y responder a la singularidad de cada individuo que pretendemos educar. Este énfasis en la singularidad del individuo encuentra un fuerte eco en los esfuerzos de Deborah Ravetz por identificar las verdades internas del ser profundo, una búsqueda que ha realizado por medio de la literatura, la pintura, y la forma artística inventada por Joseph Beuys, la escultura social. Cambiando a una indagación más directamente física sobre la verdad acerca del cuerpo humano, el Dr. Albert van der Velde comparte sus experiencias en cuanto a descubrir formas innovadoras de tratar la diabetes de tipo 2 mediante un modelo distinto del tradicional, fuertemente basado en la medicación, y apoyado por la medicina basada en la evidencia. Por último, Cécile Sorbier amplía el foco desde la verdad en el reino humano a las verdades que puede revelar la ecología, en nuestro afán por entender cómo mejorar nuestra relación con los demás reinos de la naturaleza.

La Verdad es Siempre el Siguiente Paso

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Patrice y Frédérique Brasseur son los fundadores de Psychosophie. Basándose en la inspiración de Alice Bailey y el Agni Yoga, la Psychosophie está en la encrucijada de la filosofía, la espiritualidad y la psicología. (Esta presentación fue preparada por Patrice y Frédérique y presentada por Patrice). Abordando el evento de Buena Voluntad Mundial en Naciones Unidas en Ginebra, Patrice comenzó observando que existe una profunda conexión entre la verdad y las correctas relaciones. El ideal de las correctas relaciones es el alma expresándose completamente a través de la personalidad, generando una atmósfera de luz y amor, y uniendo todos los reinos de la naturaleza. En el mundo real, las distintas formas de entender las correctas relaciones varían en función de los diferentes grupos que consideran la verdad, lo que a su vez depende de su nivel de consciencia.

Patrice puso un ejemplo de las distintas percepciones de los roles de género en un pueblo tradicional y en una sociedad igualitaria democrática –porque lo que se acepta como una verdad común difiere ampliamente en cada cultura específica. Otro ejemplo: un libertario podría argumentar que la única forma de alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible [ODS] es por medio de las acciones autónomas de los individuos, y con una “economía de goteo”; mientras que una persona con una visión más holística recalca nuestra responsabilidad compartida para con la Tierra, y que la forma de alcanzar los ODS es sustituir la competividad por la cooperación.

La inofensividad es un requisito clave de las correctas relaciones; y por eso mismo deberíamos tener la precaución de evitar juzgar prematuramente lo que otras personas entienden por verdad y correctas relaciones. De no ser así, podríamos identificar sus relaciones como injustas y, automáticamente, nuestra comprensión como superior. Debemos tomarnos en serio el deber descrito en la Declaración Universal de los Derechos humanos de respetar a todas las personas, y poner en práctica este respeto en la vida cotidiana. “Para que una relación sea justa, es necesario que sea acorde con la verdad adecuada a nuestro estado de consciencia, con el entorno en el que vivimos”.

Patrice sugirió que tenemos dos deberes –aplicar las verdades en las que creemos a todas nuestras relaciones cotidianas; y buscar constantemente ampliar y hacer más inclusivo nuestro concepto de la verdad. Sin embargo, es difícil definir la verdad respecto a la realidad, puesto que existen múltiples realidades. De hecho, la verdad no es más que un símbolo de nuestra representación de la realidad, que siempre es algo más. “La búsqueda de la verdad es un proceso mental de discernimiento, de comprensión de las leyes fundamentales de lo Real; y lo Real está siempre más allá de la verdad a la que pretendemos acercarnos”. Hasta que no seamos verdaderamente intuitivos, lucharemos con una diversidad de distintos símbolos de la verdad en el plano de la mente. Todas las verdades son parciales y necesitan basarse en la experiencia personal para dar resultados. Por ejemplo, si oímos que “Todo es uno”, ¿podemos integrar este entendimiento en la vida diaria? Si somos capaces de hacerlo, posiblemente descubramos que nuestra actitud hacia los demás cambia, con un interés creciente en la cooperación y una expresión más amplia de hermandad; los ODS pueden adquirir una importancia cada vez mayor en nuestra mente. Aplicando las verdades de esta manera es cómo podemos convencernos de su validez: “debemos convertirnos en científicos de la vida interior”. Al hacerlo, aprendemos que cada verdad forma parte de una verdad mayor, y nuestra comprensión puede seguir ampliándose. “Estemos en el nivel que estemos, la verdad es siempre el siguiente paso”.

Así que podríamos decir que no vamos del error a la verdad, sino que progresamos desde pequeñas verdades parciales a otras mayores. En ese sentido la verdad está en todas partes, estemos donde estemos en el sendero de la evolución de la consciencia. “La verdad es una certeza a la que todo el mundo puede acceder en función de su nivel de consciencia, la certeza que sirve de base para su evolución, hasta el siguiente paso”. Esto nos ayuda a comprender que toda enseñanza es cierta, puesto que todas son útiles en puntos específicos del viaje evolutivo; y una vez que hemos integrado la enseñanza, podemos avanzar a verdades más extensas, pero esas enseñanzas siguen siendo útiles para quienes todavía no las han encontrado. Por eso debemos comprender que no aporta nada pensar que quienes todavía no valoran los ODS se equivocan; más bien es que los ODS todavía no forman parte de su verdad. Esto subraya la necesidad de una educación continua.

Patrice concluyó que no todas las verdades son iguales –cuanto más global es la aplicación de una verdad, más importante es. Pero no por eso debemos descuidar las verdades locales menores. La cuestión fundamental es “¿Qué verdad útil estoy dispuesto a llevar a la práctica?” Así es como podemos expandir el trabajo de las correctas relaciones. Ni siquiera los ODM son verdades finales para el planeta, pero sí un peldaño sumamente útil que todo el mundo puede captar.   worldgoodwill.org/video#pb

¿Cuál es el Papel de la Ciencia en nuestra Sociedad?

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El Dr. James Ryder trabajó como vicepresidente de Lockheed Martin Space systems Company y como director del Centro de Tecnología Avanzada. Fue un buen amigo de Buena Voluntad Mundial, nos apenó saber que había fallecido en junio de 2018.  Hablando en Ginebra, Jim empezó por definir la ciencia como “una meditación sobre la naturaleza del universo” (luz/materia/energía/fuerza), que existe en el contexto de una cultura (nuestras creencias consuetudinarias y los valores que compartimos). En esa cultura, la ciencia se relaciona con la religión (“una meditación sobre el significado o sentido de pertenecer”); la política/gobierno; y las artes. Podemos distinguir entre el propósito y el papel que desempeñan cada uno de estos “pilares” de la sociedad.

El propósito de la ciencia es organizar nuestros conocimientos del universo. Esto es diferente a las elecciones que hacemos respecto a cómo utilizar este conocimiento. La ciencia encuentra su ámbito de aplicación en la ingeniería, y en el lado tecnológico de la medicina, impulsada por necesidades culturales que pueden expresarse en religión y política; la religión encuentra su ámbito de ‘aplicación’ en la política y el gobierno. El propósito de la religión es la búsqueda de significado; mientras que su papel es ayudar al individuo a comprender “quién o qué es”, construyendo relaciones con lo Divino. Siguiendo con la política, que puede definirse como ‘quién consigue qué, cuándo y cómo’, esto guía al gobierno.  El propósito del gobierno es ejercer autoridad sobre las políticas de estado.

Jim sugirió otras formas de considerar estas definiciones: la ciencia ilumina lo que parece ser verdad; mientras que la religión ilumina lo que creemos, queremos o deseamos; y la política está implicada en determinar exactamente qué se crea (según el conocimiento científico y su aplicación por medio de la ingeniería). De este modo, la sociedad se basa en un diálogo entre hechos/conocimiento (ciencia), valores (religión/filosofía), y normas (política –aunque las corporaciones están desempeñando un papel creciente).

Utilizando la metáfora de la luz, sugirió que mientras la luz física (ciencia) revela hechos materiales, la luz metafórica o subjetiva (iluminación/religión) revela lo que está tras el manto exterior de la materia. Observando la historia, nuestras ideas modernas no están tan lejos de las antiguas comprensiones. Así, algunos científicos están ahora estudiando la consciencia, y reconociendo su ubicuidad por todo el universo, poniendo así a la ciencia y la religión en armonía, y proporcionando una firme base para que se introduzcan tecnologías positivas a través de políticas y el gobierno. “La idea de que la consciencia es omnipresente en el universo estaba en la Antigua Sabiduría, y hacia esto tiende la ciencia en la actualidad”.  La interrelación entre ciencia, religión y política es fundamental, aunque no siempre se comprende. Igualmente, la interdependencia entre los distintos ODS debe comprenderse para que estos puedan llevarse a cabo.   worldgoodwill.org/video#jr2

La Luz Revela: Perspectivas Científicas Pioneras sobre lo Real

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Karen Elkins es la fundadora, editora y diseñadora de Science to Sage, una revista online sobre pensadores pioneros de la ciencia, la espiritualidad, la filosofía, el arte y la antigua sabiduría. Es la autora y diseñadora de un libro de publicación próxima, Inside Out Visual Journey into Our Universe . También es cofundadora del Silbury Education and Resource Centre for Gifted and Creative Learners en Vancouver, Canadá. Entrevistada por Buena Voluntad Mundial para este boletín de noticias, Karen describió cómo evolucionó su pasión por captar la interconectividad de las cosas. Surgió de su trabajo buscando relacionar asignaturas de forma interdisciplinar en el programa del Silbury Education and Resource Centre for Gifted and Creative Learners. Se consultó con expertos de distintas áreas y Karen empezó a ver patrones (“empiezas a observar la naturaleza con sabiduría”). Esto obtuvo un impulso adicional gracias a su trabajo con científicos cuando empezó a desarrollar la revista digital Science to Sage.

A lo largo de su trabajo en la revista, y mediante sus exploraciones en Silbury, empezó a ver el triángulo como un patrón/principio de organización en toda la naturaleza –luz, agua, moléculas, cambios en el estado de la materia. Su naturaleza es fractal, y está tejida con una “proporción áurea”, que puede imaginarse como un vínculo dorado tejiendo vida en reflejos de luz, lo que puede conducir a un estado de sobrecogimiento. Pero, aunque estimular una sensación de sobrecogimiento y maravilla se convirtió en un aspecto importante del trabajo de Silbury, el impulso inicial fue aceptar y nutrir la excepcionalidad de cada niño –“¿cómo puedes conectar con su necesidad de cumplir… con su destino?”; y después la interminable variedad de enfoques al conocimiento expandió su visión –“existen infinitas formas de explorar y descubrir”.

Comentando los desafíos que supone para el sistema educativo satisfacer las necesidades de la consciencia en expansión de los niños de la actualidad, Karen observó que colocar la razón excepcional de un individuo para encarnar en una casilla normalizada puede generar una crisis para el alma, y también observó que no basta con tener un ‘don’, que los niños también necesitan fortaleza, apoyo y comprensión. Su capacidad natural para explorar y el desarrollo de su particular sentido de propósito necesitan ser cuidados. Y los distintos tipos de estudiantes necesitan distintos enfoques. Karen compartió su experiencia personal de aprender anatomía más tarde en su vida, cuando descubrió que para recordar, necesitaba dibujar; y aproximadamente un tercio de los niños con los que se topó necesitaba un acercamiento visual al aprendizaje que les daba una noción de cómo todas las cosas están interconectadas, y la maravilla de la naturaleza, algo que también intentó llevar a la práctica en Science to Sage. Explicó cómo el hecho de trabajar en un régimen de enseñanza a domicilio le permitió introducir expertos de muchas disciplinas diferentes, y cómo los niños dispusieron de más opciones que la palabra escrita para presentar su aprendizaje, como por ejemplo filmar, animación, robótica, posibilitando que los niños se convirtieran en creadores.

Como respuesta a una pregunta sobre su perspectiva sobre lo que muchos perciben como un tiempo de crisis, señaló los patrones repetitivos cíclicos que aparecen en la historia, y la necesidad de que se produzca un equilibrio. Citó el viaje arquetípico del héroe como un patrón a seguir, pero pocos están dispuestos a hacerlo debido a su deseo de predictibilidad, y también porque desde muy pequeños se nos condiciona para se r sumisos, y a ajustarnos a las normas establecidas (“¿cómo personificamos y potenciamos la esencia de lo que hemos venido a ser aquí con la esencia de la amabilidad? ¿con la esencia de la rectitud?”). Dijo que necesitábamos volver a los valores humanos que producen circunstancias mejores para todos.

Cuando se le preguntó sobre los ‘relatores de la verdad’ con los que se ha encontrado en su trabajo con Science to Sage, Karen observó que algunos eran muy conocidos, y otros no. Karen también estaba influenciada por tradiciones espirituales orientales y por el trabajo fundacional de Gregg Braden, así como por John De’Pew y Richard Merrick, que trabajaron para vincular ciencia y religión. Estas conexiones sugieren que, en algún punto de la historia, hubo una historia que posteriormente se fragmentó, conduciendo a la imagen fracturada que tenemos en la actualidad. Los ‘relatores de la verdad’ que Karen presenta en la revista señalan a la unidad original, y al simbolismo común que vincula las distintas tradiciones. Cada tradición arroja una luz sobre un aspecto particular de la totalidad, pero no debemos olvidar los factores comunes subyacentes, lo que nos permite aceptar la diversidad y vivir en paz. “Mi sueño sería que las personas pudieran encontrar los puntos de coincidencia y aceptar la diversidad y vivir en paz”.

Esto condujo a un debate sobre la importancia del encuentro con otras culturas, y del miedo al cambio que tienen las personas. Karen relacionó esta incomodidad con la naturaleza eléctrica del vehículo humano. Observó que aprender algo nuevo era revitalizante para ella, pero que, debido a nuestras diferencias, podía generar ansiedad a otros, dado que también nos basamos en la repetición cíclica de patrones y hábitos. Karen mencionó un trabajo que le ha sido especialmente útil: el Dr. Joe Dispenza utiliza la meditación y la visualización para ayudar a la gente a crear nuevos patrones de pensamiento y comportamiento, y también a relacionarse con los reinos sutiles. Además, ella también ha realizado ejercicios respiratorios y regresiones a vidas pasadas, y cree que cada persona debe encontrar su propio camino: “No existe un camino único para que una persona llegue a lo que necesita en el siguiente nivel”. A veces, para ella, la respuesta final ha sido la oración. “Pide y la puerta se abrirá”. Todo esto le ha ayudado a escaparse de los patrones estancados.

Comentó que los medios de comunicación actuales están estancados en una forma de contar historias que crea miedo y división, lo que puede resultar increíblemente destructivo para el alma. El proceso de dispersar esta atmósfera negativa de pensamiento y emoción, que es lo que están haciendo cuantos trabajan con la verdad y la luz, es algo destacado tanto en Buena Voluntad Mundial como en Science to Sage; y Karen comentó cómo el proceso consiste en aplicar la misma sabiduría eterna en un nuevo contexto. Si se lleva a cabo con habilidad, podría resultar menos amenazador para quienes temen el cambio.

Karen compartió cómo las imágenes de su último libro le han permitido apreciar cómo todos somos responsables de los patrones de energía repetitivos que proyectamos al mundo. También observó que la ciencia misma es lenta a la hora de reconocer la necesidad de un nuevo enfoque, que reconozca la presencia generalizada de la consciencia y la vida por todo el universo, y el efecto positivo que todos los seres pueden ejercer unos sobre otros proyectando pensamientos iluminados y amorosos. Mencionó la resonancia electromagnética de Schumann de la Tierra, que es la misma resonancia que el corazón y la cabeza, vinculándonos y haciéndonos corresponsables; y el hecho de que los humanos y la Tierra están constituidos ambos en su mayor parte por agua. Necesitamos reconocer nuestra resonancia con la Tierra y cuidarla, porque es la base de nuestra existencia –“estamos locos cuando no honramos a la Tierra”, y aunque hay muchos servidores por todo el mundo, necesitamos también implicar a nuestros líderes para llevar adelante esta visión.     worldgoodwill.org/video#ke

Desarrollar el Discernimiento procesando nuestra Biografía

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Deborah Ravetz es artista, filósofa y escritora, y también trabaja con escultura social, la forma artística iniciada por Joseph Beuys. Deborah empezó comentando que en todo lo que hace, trabaja con personas –también ayuda a personas a encontrar su vocación– “Me interesa la liberación del ser más profundo en el servicio”. Preguntó, “¿Qué es lo personal?” A pesar de que ha descubierto que la gente tiende a disculparse por ser personal, cree que no tiene por qué ser una simple autoindulgencia, porque “cuando se habla de lo personal de cierta forma, se eleva al terreno de lo universal”.

Compartió su fascinación con la lectura durante su infancia –gracias a ello, se encontró con el Holocausto en la novela Éxodo. Esto la conmovió profundamente: no lo consideró como un problema específico alemán, sino como una cuestión universal acerca de cómo podía haber pasado y qué haría uno en circunstancias semejantes. De manera que el Holocausto, como una especie de herida, se convirtió para ella en una especie de órgano de percepción, y más tarde en su vida, fue junto con su marido a Auschwitz, y leyó sobre su comandante, Rudolf Höss. Al principio, quería ser un granjero, pero debido a sus experiencias como guardia en Dachau –donde se ensalzaba la dureza y la crueldad– y a su miedo a mostrar vulnerabilidad, no escuchó los anhelos de su verdadero ser, sino que se transformó en un monstruo.

Vinculó esta falta de autenticidad con las experiencias de su infancia en el norte de Rhodesia (ahora Zimbabue), donde su madre y abuelos emigraron después de la guerra. Su familia, y otros expatriados británicos, llevaban una vida relativamente lujosa, que contrastaba fuertemente con la pobreza de sus sirvientes. Sin embargo, Deborah percibía que el lujo se utilizaba principalmente para anestesiar la tristeza provocada por el trauma suprimido de la guerra. Al ser sensible a esta tristeza, Deborah experimentó depresión a pesar de ser una niña. Entonces se encontró con la novela de E. M. Forster Donde los ángeles no se aventuran, que explora el dilema moral presente en el contraste entre un comportamiento ‘responsable’ y la verdadera felicidad. Leer esto a los 10 años dio a Deborah la esperanza de que había otra forma de contemplar el mundo, y de que podría encontrar a las personas que escribían libros así cuando fuese a la universidad.

Cuando por fin fue a la universidad, descubrió que incluso allí persistían los problemas debidos a ocultar nuestro verdadero ser bajo una máscara social, y que es necesario encontrar personas que están dispuestas a ser auténticas “allí donde vamos nos está resultando muy difícil hablar y ser como realmente somos y descubrir cómo hablar sobre ello”. Citó al filósofo Theodore Zeldin, autor de Los placeres ocultos de la vida, quien cree que la característica de nuestro tiempo es la absoluta excepcionalidad e importancia de cada individuo, y que descubrir esa biografía, y para qué vivimos es un trabajo sumamente duro. La voluntad de verdaderamente experimentar lo diferente en otra persona mediante una escucha profunda es muy importante.

Debido a un profundo interés por descubrir lo que hace única a otra persona gravitó hacia el trabajo del artista alemán Joseph Beuys. Deborah comentó que hay una especie de mitología acerca de parte de la vida de Beuys, relacionada con sus experiencias durante la Segunda Guerra Mundial, y sugirió que él narra este mito para trasladar al oyente a una consciencia mitológica, que trata con las verdades que están más allá del terreno de lo ordinario. Al volver a Alemania tras la guerra, en un momento profundamente traumático sobre el que se cernía la amenaza del holocausto nuclear, Beuys decidió que era realmente importante ampliar el cometido del arte. Acuñó la frase escultura social. La idea es que “el artista encuentra la pregunta más profunda, el pesar más profundo, lo que está oculto, ignorado y negado en nuestra cultura” y trata de encontrar la medicina para esa cuestión. La cuestión aparece en algún tipo de forma artística, de manera que calienta el lugar de la herida, y de esto surge una especie de estética ética –el dolor se percibe tan intensamente que nuestro corazón cambia, y queremos descubrir cómo ser parte de la solución.

Deborah tuvo la suerte de prepararse con uno de los discípulos de Beuys, y la escultura social que creó se llama La búsqueda del ser profundo, que pretende investigar esta cuestión de por qué las personas tienen tanto miedo a mostrarse. Observó que probablemente todo el mundo ha recibido epítetos que les han herido, y que en su caso, era el adjetivo ‘intensa’. No entendía que tenía de malo. Mencionó como en Peer Gynt, de Ibsen, cuando al final de su vida Peer Gynt es abordado por el moldeador de botones, este le dice que será derretido para hacer botones porque ha vivido una vida tan mediocre que bien podría no haber existido. Deborah trazó un paralelo con la idea de la filósofa alemana Hanna Arendt sobre la banalidad del mal, observando que Arendt describió a Adolf Eichmann, uno de los arquitectos del Holocausto, como alguien que no había sido capaz de mantener una conversación consigo mismo, ni de permitir que su vida interior le perturbase: el moldeador de botones le dice algo similar a Peer Gynt. Peer Gynt está preguntando qué podría haber hecho distinto, y el moldeador de botones le responde que debería haber vivido la vida más intensamente –respuesta que fascinó a Deborah. Cuando Peer Gynt pregunta cómo lograrlo, el moldeador de botones responde que es difícil, pero que la cuestión es intentarlo, y que la clave es que uno debe aprender cómo morir y cómo llegar a ser.

Para Deborah, esto fue el comienzo de poder encontrar palabras para su pregunta más profunda, porque su intensidad implicaba que casi todas sus conversaciones tendían a ser profundas, algo que amedrentaba a los demás, y también a ella, porque los miedos de los demás pueden parecerse bastante al odio. Deborah observó que Goethe había escrito acerca de morirse y llegar a ser, y que la persona que no es capaz de hacer esto es alguien que quiere una verdad que nunca cambia, una ideología fija. Pero, a no ser que trabajemos con las luchas que la vida nos arroja, esto puede transformarse en una neurosis. Morirse y llegar a ser en abandonar lo antiguo, y encontrarse en un lugar que podríamos denominar el desierto, donde uno se siente profundamente ansioso. Deborah comentó que entender esto le ayudó a comprender y empatizar con el comportamiento de sus padres y abuelos, porque a ellos nunca se les dijo que atravesar un profundo proceso del trauma de la guerra era inevitable, y que era el punto medio de un lugar de transformación.

Keats se refirió a ser capaz de estar en este lugar como estar en capacidad negativa, lo que consiste en ser capaz de abrazar la incertidumbre. Keats sugirió que intentar escapar de este lugar con un plan intelectual es un error: si uno es capaz de sobrellevar la experiencia, el futuro viene hacia ti, tu antigua vida se desmorona, y obtienes exactamente lo que necesitas. Deborah se entusiasmó leyendo esta confirmación de su propia experiencia, y comentó que esto también era un problema en las instituciones –no hemos aprendido que caerse y perderse puede ser muy creativo. También se encontró con esto impartiendo clases en la escuela de arte, lo que la inspiró a escribir The Art of Being Human.

Deborah encontró una nueva confirmación de estas ideas en el poeta alemán Rainer María Rilke. Rilke sufrió con la sensación de que el mundo se había reducido a hacer dinero y a ir en pos de la felicidad, ignorando deliberadamente todo lo que fuese lucha, dolor, muerte y misterio. En una de las Elegías del Duino, Rilke se refirió a esto como la ciudad del dolor, donde todo está en la superficie y la vida ha perdido su sabor. Entonces describe otro mundo, la tierra del dolor, donde la muerte se ve como algo que te lleva bajo la superficie de la vida. Solo ahí sucede que la “lucha y la ansiedad, al padecerse, conducen a un florecimiento de la percepción y a lograr una profunda alegría”. Por último, Deborah concluyó, esta lucha con nuestra pregunta más profunda está a nuestro alcance, y sólo persistiendo en esta lucha se nos presenta la ocasión de adentrarnos en una nueva vida y verdad.   worldgoodwill.org/video#dr

El Estilo de Vida como Medicina para la Buena Salud y el Bienestar

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El Dr. Albert Van der Velde es un médico internista en los Países Bajos y cofundador y miembro de la junta directiva de Stichting Voeding Leeft (Food Lives Foundation). Albert empezó sugiriendo que necesitamos estar más en contacto con nuestro cuerpo. Habló de las insuficiencias que él percibía en el empleo de un modelo médico basado en la evidencia, porque su experiencia como médico internista le había mostrado la imposibilidad de identificar tratamientos de aplicación individual basándose en resultados medios de estudios realizados al azar. Es más, dado que cada célula del cuerpo experimenta 80.000 reacciones electromagnéticas por segundo, actuando simultáneamente en miles de millones de células –¿quién puede afirmar que es posible recabar evidencia y verdad de una situación tan increíblemente compleja? Por eso, “necesitamos centrarnos más en la percepción de las interacciones en nuestros cuerpos”.

Albert anotó los cambios que se habían producido en la evolución de la forma física humana en los últimos sesenta años, con cada vez más obesidad y diabetes, a medida que el aumento de contaminación electromagnética y química y alimentos altamente procesados han impactado sobre nosotros. Observó que existe un conflicto entre estos impactos de rápido aumento de nuestro entorno y el genoma, dado que nuestro ADN necesita miles de años para ajustarse. En la actualidad se sabe algo más sobre cómo la gran mayoría de enfermedades están provocadas por la contaminación medioambiental. Nuestro metabolismo se altera con estos impactos, incluyendo un aumento de la cantidad y variedad de azúcares en nuestros alimentos procesados (la Organización Mundial de la Salud recomienda en la actualidad que la ingestión diaria de azúcares sea inferior al 5%) conduciendo a distorsiones metabólicas como resistencia a la insulina e inflamación de bajo grado, debido a la alteración del correcto funcionamiento de las células adiposas del cuerpo. Y otros factores, como el ejercicio insuficiente, bacterias intestinales anormales, estrés crónico y pérdida de sueño también desempeñan su parte.

Albert afirmó que la inflamación crónica puede conducir a distintas enfermedades crónicas, como lo respalda el trabajo del Dr. Dariush Mozaffarian del Harvard Medical School. Albert se quedó horrorizado cuando se dio cuenta de que ciertos medicamentos que estaba utilizando para tratar a sus pacientes con diabetes de tipo 2 estaban, en realidad, dificultando su recuperación. Así que, junto con dos amigos creó Stichting Voeding Leeft (Food Lives Foundation), una plataforma educativa independiente para educar a las personas sobre cómo afectan los alimentos a nuestra salud. El objetivo es considerar los alimentos como medicamentos para tratar enfermedades crónicas de manera individual.

Han descubierto que, con un grupo de apoyo, es más fácil mantener un régimen dietético específico y cambios de estilo de vida, y que una mayor consciencia corporal ayuda a la gente a percibir qué alimentos les resultan benéficos. Su programa intensivo de seis meses, enfocado en transmitir información sobre la enfermedad, aprender a cocinar comidas sanas, hacer ejercicio y dar orientación sobre cómo acometer los posibles obstáculos, ha ayudado a la gente a revertir la diabetes de tipo 2.

Albert también observó que la interacción entre niveles elevados de glucosa en el cuerpo y proteínas puede conducir a la formación de productos finales de glicación avanzada (AGE en sus siglas en inglés). Destacó una herramienta relativamente nueva para el diagnóstico de AGEs que emplea luz, y expresó la esperanza de que en los próximos diez años reconoceremos que la formación de AGEs tiene mucho que ver con todo tipo de enfermedades crónicas. Citó que casi la mitad de la población mundial cree en una fuerza vital –conocida como chi, prana y ruach– que subyace a todas las formas externas, un concepto que falta en Occidente, y concluyó que “si todos pudiéramos incorporar la idea de que… todo en el planeta tiene una fuerza vital, y fuésemos capaces de trabajar con ello, creo que podríamos lograr mucho… con la salud y el bienestar”. worldgoodwill.org/video#av

Las Correctas Relaciones Humanas en las Cuestiones Medioambientales

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Cécile Sorbier es la Directora de Medioambiente de Femmes Internationales Murs Brisés (FIMB). Su misión es “unir a todos cuantos trabajan por un retorno a los valores superiores”. La organización conecta a 350 millones de personas en 105 países, fusionando educación, humanitarismo, medioambiente, diálogo interconfesional, negocios, salud, arte, cultura y deporte.

Cécile describió la ecología como la recién surgida ciencia de las relaciones entre los organismos y el mundo ‘no-vivo’ que los rodea; así un ecologista es un defensor de la naturaleza, cuya actitud puede estar teñida por su propia visión del mundo. La ecología sintetiza ideas de muy diversas disciplinas. Pero también es instintiva, en el sentido de que todos los niños estudian de forma natural su relación con las demás criaturas. Las experiencias de la infancia influyen en nuestra actitud hacia el ‘otro’, que, en el sentido más amplio, significa los demás seres vivos. A medida que crecemos, nuestra comprensión de lo que constituye nuestro entorno también se expande, enriqueciendo nuestras observaciones. “Para convertirnos en ecologistas, no estudiamos una ciencia, sino los resultados de multitud de interacciones entre multitud de ciencias”. Y descubrimos que no hay fin a la profundidad de estudio y por lo tanto, no hay una verdad final fija. Por eso, todos somos ecologistas, todos albergamos una parte de la verdad (“cada uno de nosotros posee una parte de la verdad, porque hemos adquirido una visión única que es indispensable para la totalidad del conocimiento), y ninguno de nosotros tiene acceso a todo este conocimiento.

Esto nos ayuda a entender la dificultad de discernir la verdad acerca de las cuestiones de la ecología en la actualidad. La pericia y la pasión en un área de la ecología puede seguir implicando ignorancia en otra. Cécile puso un ejemplo sobre unos observadores de aves que estaban tan concentrados en sus observaciones que pisaron accidentalmente un ejemplar raro de orquídea. Y esto hace que el esfuerzo por reconciliar la protección de los ecosistemas con los usos que la humanidad pretenda hacer de ellos sea un reto especialmente difícil, dado que las decisiones políticas no suelen tomarse para el bien de toda vida, sino de acuerdo con las ambiciones de individuos que buscan ser elegidos o re-elegidos. Así que ¿cómo podemos derribar los muros, de una forma no violenta, para ver el mundo como una totalidad? ¿Cómo establecemos las correctas relaciones humanas a favor de la ecología?

Necesitamos tener la voluntad de ir más allá de nuestros miedos y limitaciones, de abrirnos a los demás. De este modo, mediante el respeto, la responsabilidad y la ayuda mutua, podemos generar humildad, sencillez, paciencia y servicio. Cécile dio algunos ejemplos del trabajo de FIMB: en India, Sanjeeta, ecologista y presidenta de FIMB Gujarat, ha descubierto que la forma de lograr buenos resultados ecológicos, lograr buena voluntad, y satisfacer las necesidades reales de los lugareños es encontrarse con ellos de forma inesperada, pedaleando hasta ellos. Como se espera que las mujeres vayan caminando, esto ayuda a romper los estereotipos de género; y siendo alguien que podría viajar en coche, demuestra su esfuerzo personal por conectar con la situación de los habitantes locales. De este modo, tiene más posibilidades de ser escuchada con respeto. En África, Arouna, presidente de un centro de jóvenes en Burkina Faso, es narrador de cuentos. Para resolver un problema con un suministro de agua, realizó una consulta con la gente local y estableció un servicio de bajo costo que generó dos salarios y fue sencillo de implementar. Los jóvenes estaban encantados porque pudieron participar plenamente, y FIMB sólo tuvo que animar y apoyar a Arouna en su enfoque. En Europa, aunque nuestra agricultura está supuestamente avanzada, la capacidad productiva del suelo está disminuyendo, debido a la constante falta de respeto y cuidados. El co-fundador de FIMB, Alexandre Homé, inventó Ki agrícola, un polvo que puede utilizarse para dosificar el terreno homeopáticamente, para restaurar su vitalidad natural. Los resultados son positivos –la producción ha aumentado, hay menos enfermedades y parásitos, períodos de crecimiento más cortos, y plantas más vigorosas que a veces son mayores y saben mejor.

Cécile concluyó compartiendo la iniciativa de FIMB para la protección de la Vida, el Juramento de la Humanidad, y observando que, frente a los muchos problemas a los que se enfrenta nuestro planeta, “no tenemos más opción que participar, con todo nuestro compromiso, aceptación, y apertura, con plena consciencia de nuestras limitaciones y fortalezas, a fin de servir al futuro”.   worldgoodwill.org/video#cs2

Reflexiones sobre la Verdad y el Discernimiento

Como parte de la preparación para el Seminario, se preparó un librito con pensamientos de una amplia variedad de fuentes. A continuación, siguen algunos ejemplos. Para recibir una copia, escríbanos o descarguelo AQUÍ.

 

El agua en una vasija centellea; el agua en el mar es oscura. La pequeña verdad posee palabras claras; la gran verdad posee un gran silencio.

Rabindranath Tagore

Confía en quienes buscan la verdad, pero desconfía de quienes dicen haberla encontrado.

André Gide

La verdad tal como es, se ve y se conoce. Las formas en el mundo externo de los fenómenos (externo desde el punto de vista del alma y, por tanto, abarcando los tres mundos de nuestra vida cotidiana) se ven como meros símbolos de una Realidad interna y espiritual.

Alice Bailey

No estoy seguro de nada, excepto la santidad de los afectos del Corazón y la verdad de la Imaginación.

John Keats

Lo opuesto a una afirmación correcta es una afirmación falsa. Pero lo opuesto a una verdad profunda bien podría ser otra verdad profunda.

Niels Bohr

Hay personas que creen tener discernimiento cuando, de hecho, sólo son suspicaces. La suspicacia nace de una mente que no se renueva; el discernimiento nace del espíritu renovado. 

Joyce Meyer

Me niego a aceptar la opinión de que la humanidad está tan trágicamente amarrada a la medianoche sin estrellas del racismo y la guerra que el radiante amanecer de paz y hermandad nunca podrá convertirse en realidad… Creo que la verdad desarmada y el amor incondicional tendrán la última palabra.

Martin Luther King, Jr

 

 

 

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