Servicio Mundial a través del Poder del Pensamiento

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Una Invitación a los Hombres y Mujeres de Buena Voluntad

Estamos viviendo en una de las crisis más grandes en toda la historia de la humanidad. Problemas de toda índole nos acosan todos los días, como: la paz y la guerra, pobreza y abundancia, problemas raciales, conflictos en la política y en la industria. Divisiones en las diferentes religiones, choques entre las generaciones de jóvenes y viejos son noticias cotidianas. Pero sobre todo ello, lo que más se destaca, es el conflicto entre los valores materiales y espirituales, entre el interés personal y el interés del servicio mundial.

A pesar de todo ello, ahora hay un reconocimiento universal de que la humanidad está entrando en una nueva era. La ciencia ha contribuido a transformar la tierra en un mundo único, y el conocimiento y la inteligencia humana está en un apogeo como nunca antes. Innumerables movimientos basados en la buena voluntad están intentando crear un mundo mejor y hay un reconocimiento creciente de la unidad esencial de la humanidad.

La comprensión de que el mundo tiene un destino espiritual también está creciendo. Tras la evolución hay un propósito permanente, que llamamos el Plan de Dios. El Plan divino sólo puede desarrollarse a través de la humanidad. Cada uno de nosotros es responsable de comprenderlo y de hacer todo lo que podamos en nuestra vida diaria para expresar su sentido y significado.

La humanidad tiene el poder de afectar los acontecimientos mundiales, por medio de la invocación unida y dirigida. El poder del pensamiento unido de hombres y mujeres de buena voluntad, puede crear un canal de comunicación entre Dios y el hombre a través del cual pueden fluir energías espirituales para curar y reconstruir un mundo enfermo. Esta fuerza, usada y dirigida correctamente, puede ser la "fuerza salvadora" de la humanidad.

Triángulos ha estado trabajando durante casi setenta años para movilizar y unir el poder del pensamiento de hombres y mujeres de buena voluntad. El método es muy simple. Tres personas se ponen de acuerdo para unirse mentalmente cada día para invocar el poder de la luz y la buena voluntad como servicio a la humanidad. Este número forma un triángulo, el símbolo de la divinidad universal. Cada miembro de un triángulo puede formar otros triángulos, y de esta manera se crea una red de pensamiento iluminado y de buena voluntad que circunda la tierra. La red de triángulos así formada:

  • proporciona un canal para la circulación de pensamientos constructivos
  • es un medio para transformar el clima espiritual del planeta
  • es un medio para la distribución de energías espirituales, elevando y transformando la vida y la conciencia humana.

Hoy día, hombres y mujeres de buena voluntad de todas las religiones y filosofías, de toda raza y convicción política, están trabajando en la red de Triángulos, hallando una unidad de plegaria e invocación que trasciende toda diferencia de creencias externas. ¿Encontrará a otras dos personas para unirse a usted en este servicio mundial y así ayudar a expandir esta red?

Cómo Formar un Triángulo

Encuentre a otras dos personas para unirse mentalmente con usted cada día, durante unos momentos de meditación creativa. Hay una potencia única en esta triple interrelación. Según todas las Escrituras Mundiales, Dios opera como una Trinidad, y usted puede hacer lo mismo en su propia esfera, encontrando a otras dos personas de mentalidad similar para formar un triángulo de luz e interacción espiritual. Cada una de ellas, a su vez, también puede hacer lo mismo, y así una gran red de luz y de poder espiritual puede extenderse alrededor del mundo. A través de ella podrán trabajar las Fuerzas de la Luz y usted, en el lugar que esté, habrá ayudado y contribuido a ello.

Cómo Realizar el Trabajo

El trabajo de Triángulos es simple. Se realiza en pocos minutos y puede encontrar su lugar en el programa de actividades más cargado. Todos los días, durante unos minutos, cada miembro, no importa en qué parte del mundo pueda estar cada uno, se vincula tranquila y mentalmente con los otros miembros de su triángulo o triángulos. Invoca las energías de luz y buena voluntad, las visualiza como circulando a través de los tres puntos focales de cada triángulo y fluyendo externamente a través de la red de triángulos que circunda al mundo. Al mismo tiempo repite La Gran Invocación, contribuyendo así a formar un canal por el que las energías de luz y amor pueden fluir a la humanidad. No es necesario que los miembros sincronicen el momento para realizar el trabajo, pues una vez que el triángulo está constituido en sustancia mental y en actividad, puede ser vitalizado cuando cada uno de los miembros realiza el trabajo

La Gran Invocación

La Gran Invocación encarna estos pensamientos de manera dinámica, y cada día los miembros de Triángulos la utilizan como plegaria mundial:

Desde el punto de Luz en la Mente de Dios
Que afluya luz a las mentes de los hombres
Que la Luz descienda a la Tierra.

Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios
Que afluya amor a los corazones los hombres
Que Cristo retorne a la Tierra.

Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres
El propósito que los Maestros conocen y sirven.

Desde el centro que llamamos la raza de los hombres
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
Y selle la puerta donde se halla el mal.

Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra.

La belleza y la fuerza de esta Invocación reside en su sencillez y en que expresa ciertas verdades, que todos los hombres aceptan innata y normalmente. Muchas religiones creen en un Instructor o Salvador Mundial, y lo conocen bajo nombres tales como Cristo, el Señor Maitreya, el Imam Mahdi, el Bodisatva, y el Mesías. Tales términos son empleados en algunas de las versiones cristianas, hindúes, musulmanas, budistas y judías de la Gran Invocación.