Historia sobre el Desarrollo de un Grupo de Meditación de Luna Llena

Por un colaborador en E.U.A.

EL SERVICIO A TRAVÉS DE LA MEDITACIÓN DE LA LUNA LLENA es un servicio esotérico desinteresado muy necesario. Es también un servicio en grupo que contribuye a la inauguración de la Era de Acuario, a la evolución de la Nueva Religión y a la ciencia de la invocación y evocación. A través del trabajo individual de la meditación de la luna llena el aspirante principiante, trabaja de manera constante, desarrollando la capacidad de estar plenamente despierto y consciente, exquisitamente sensitivo y receptivo en el vehículo físico, durante el desarrollo de cada etapa y durante todos los contactos internos en el proceso de la meditación de la luna llena. Todos los meses el período de la luna llena lleva consigo la debida recompensa en reconocimientos que se reflejan en realizaciones y la expresión práctica durante todo el mes de las energías incorporadas, a veces conscientemente, a veces inconscientemente, tamizadas a través de las capas de la forma más baja y encontrando su expresión. Los efectos no son siempre agradables, pero son fundamentales y radicales. Los aspirantes "saben porqué trabajan". Encontrar la resistencia necesaria y el ritmo para persistir en medio de todas las dificultades es el objetivo. Este es el principio del trabajo subjetivo del aspirante principiante medio.

Principio: Intención

Gradualmente, bajo los pensamientos semilla cuidadosamente organizados por el trabajo de la Escuela Arcana, crece el impulso de la conciencia de grupo y el servicio de grupo, hasta que el instinto de contribuir y servir con los grupos no puede ser ignorado. Entré en contacto con la Sede de la Escuela Arcana y vi que no había ningún grupo de meditación de la luna llena en mi área. Tenía la sensación de estar solo en un mundo materialista. ¿No había otros servidores desinteresados? La puerta se abrió entonces al glamour de la importancia espiritual y a la exclusividad, envolviendo e impregnando los vehículos de contacto astral y mental, y tuve que luchar con ello. Pero cada batalla es un proceso de fortalecimiento. Seguí solo, pero la intención de servir con un grupo físico fue firme y me mantuve atento y con determinada intención. Si había otros con la semilla del instinto para el servicio de la luna llena, esperaba ser la fuente en los planos subjetivos que regara esa semilla y el campo magnético que atrajera a otras chispas de luz para unirse y unificarse en un solo grupo que fuera capaz de aprender la ciencia del trabajo en grupo y la invocación y evocación conjunta, capaz de llevar mayor luz y sanación al mundo.

Tras aproximadamente cinco años de esfuerzo y lucha, trabajando y manteniendo el impulso y la intención de ser útil en el servicio y el trabajo con los demás, alguien compartió conmigo un pequeño boletín de noticias locales titulado: "Connections". En aquel boletín de noticias encontré por casualidad un anuncio para la meditación durante la luna llena. Con alegría entré en contacto con el editor de ese boletín quien me dijo que ella no tenía conocimiento de que alguien estuviera realizando esa meditación, pero que estaba muy contenta de encontrarme. Me dijo que había puesto ese anuncio para atraer a alguien que dirigiera un grupo meditación de la luna llena. Durante varios meses de conversaciones logró convencer a un escéptico como yo, reticente por el glamour de la importancia del yo espiritual, de que debía comenzar con el grupo de meditación y ella lo anunciaría en su boletín de noticias. Estaba indeciso, no me sentía capacitado, yo buscaba a alguien que me guiara y sin embargo todavía albergaba el orgullo suficiente como para tener miedo de parecer tonto o fracasar. Aún así el impulso se mantuvo firme, todos los obstáculos se habían retirado y mi responsabilidad era clara. Por lo tanto, a regañadientes, con aprensión y cierta ansiedad acepté dirigir las meditaciones. Después de todo, representaba finalmente la manifestación de mi intención por profundizar en el servicio esotérico.

Aprendizaje: Formación del Grupo de Trabajo

Al principio, la meditación fue desigual y vacilante. Hubo meses que se presentaron a mi puerta un gran grupo de 15-20 personas. La mayoría no tenía experiencia en la meditación y algunos buscaban la iluminación inmediata, otros se quedaban dormidos durante la meditación y en ocasiones los ronquidos resultaban molestos. Algunos meses éramos sólo dos y durante un mes estuve meditando solo, una vez más, en mi sitio habitual.

Al no poder encontrar un local las meditaciones las manteníamos en mi casa. Esto planteó muchos problemas, parte de los cuales eran los dos niños y los tres perros que tenía. No obstante insistimos en la meditación y durante este proceso la capacidad de concentración y la disciplina se vio reforzada. Se dice que debemos trabajar en el mundo físico de la humanidad y es evidente que era donde nos encontrábamos. Después de seis meses tres de nosotros nos manteníamos en nuestra resolución y estábamos dispuestos a persistir. Uno era un aspirante y alumno de Rudolf Steiner y el otro era un servidor dedicado al grupo de trabajo y al Instituto de Ciencias Noéticas. No había ningún otro estudiante de la Escuela Arcana y, sin embargo, esto no parece ser un factor determinante en este trabajo, que es inclusivo y va más allá de los límites y las doctrinas de determinados grupos. De hecho, el trabajo de la meditación de la luna llena es una oportunidad para unir a diversos grupos de trabajo bajo un propósito común de invocación cada mes.

La calidad y la eficacia en la práctica de la meditación seguían siendo vacilantes y desiguales. Algunos meses sentimos el contacto interno, la conexión y una exitosa evocación. Otros meses sin embargo resultaba difícil simplemente mantener al grupo centrado y alineado. Al principio muchos de los que asistían tenían una orientación mística y rápidamente se cansaron y se mostraron insatisfechos con la forma de meditación, considerándola demasiado impersonal y falta de buenas sensaciones. Su insatisfacción y descontento fueron como una densa niebla que impidió y obstaculizó la concentración del grupo, interfiriendo con la habilidad para mantener al grupo alineado y crear la capacidad de crear una fuerza de grupo concentrada en un solo punto que fuera capaz de ascender y proyectarse, similar al láser, en los planos superiores por encima de los impedimentos mentales. Me pareció muy difícil hacer la meditación en grupo y al principio era mucho menos eficaz y menos gratificante que mi trabajo de meditación de la luna llena individual. Brevemente me planteé dejar el esfuerzo y reanudar mi trabajo personal, pero esta consideración no duró mucho a medida que la intención del servicio del grupo adquiría cuerpo y ya no había marcha atrás. Habíamos empezado el proceso de movimiento desde lo personal a lo impersonal y éste era nuestro propósito. Era una forma de servicio, aunque también era una lucha.

Los pocos meditantes regulares y los asistentes comenzaron a encontrar su equilibrio en la meditación, y yo mismo empecé a encontrar mi propio equilibrio haciendo el trabajo de grupo. Los que vinieron en busca de reconocimiento personal y buenas sensaciones, los que vinieron en busca de un contacto personal con la Jerarquía, todos los que no podían o no estaban preparados para avanzar hacia la luz, empezaron a desaparecer. La asistencia comenzó a ser más regular, aunque éramos menos de dos o tres de nosotros. A veces había otros estudiantes de Steiner y en ocasiones también los estudiantes de Dion Fortune. Desarrollamos un núcleo fluctuante de dos a tres meditantes con experiencia esotérica. El trabajo continuó siendo desigual y fui muy consciente de cómo el grupo no estaba tan enfocado en el trabajo interno como me hubiera gustado. En una ocasión, cuando las energías evocadas estaban haciendo su impacto, un transformador del barrio se apagó con un fuerte ruido y cortó la energía eléctrica en toda el área circundante. Después de esto nuestro trabajo adquirió un glamour diferente durante un corto período de tiempo, y me di cuenta que el esfuerzo para el desapego y el desinterés es una lucha constante, incluso con el trabajo de grupo.

Formación de un Grupo de Curación Esotérica

Me pidieron entonces liderar un grupo de estudio basado en el libro La Curación Esotérica de Alice Bailey. Una vez más fui reticente ante la idea, pero mi responsabilidad es hacer brillar la luz interior en los demás y esta era la forma en que me pedían que lo hiciera. Se trataba de otro modo de servir y estaba siendo invocado por la necesidad y el esfuerzo humano. Nunca hablé mucho acerca de mis raíces en la Escuela Arcana y la mayoría de la gente en los grupos no estaba interesado en ello. Nadie estaba interesado en solicitar su ingreso como estudiante. Conversar no era nuestro propósito, sin embargo tampoco dificultó el trabajo. Cada uno tiene su propia senda y cada uno debe aprender a abrir la puerta de su Camino, y todos aquellos cuyas almas tienen la necesidad de trabajar en el grupo de la meditación de la luna llena son bienvenidos. El grupo de estudio de La Curación Esotérica comparte muchos de los miembros que forman el grupo de meditación de la luna llena, y a través de ese grupo muchos de los más recientes y menos experimentados meditantes del grupo, poco a poco, llegaron a un entendimiento más profundo de la terminología y los conceptos detrás de la forma de la meditación que estábamos utilizando. Las fuerzas del grupo empezaron a unirse, a fusionarse y a incorporarse, requiriendo por mi parte menos trabajo esotérico para ayudar a alinear, mantener y proyectar la fuerza del grupo, porque ahora todos lo estábamos haciendo juntos como grupo.

Mientras tanto, mi vehículo físico fue cada vez más apto para el servicio. Hubo cambios y transformaciones en la actividad que llevó a una mayor conciencia en determinados centros. Los alineamientos ocurrieron, se formaron los triángulos y se produjo la interacción. Entonces el triángulo superior pasó a ser un factor y creó la interacción con el triángulo inferior. Todo esto tiene una relación directa con la eficacia de la meditación en grupo, que se convierte en una realidad física cuando los centros están directamente involucrados en el proceso de la invocación y evocación de las energías de la luna llena. No puedo hablar personalmente de la recepción y cambios que han tenido lugar en los vehículos de otros individuos dentro del grupo, pero todos los aspirantes alcanzaron una mayor profundidad de conciencia y de experiencia en la meditación, así como una constante fuente de inspiración que alimenta su viaje espiritual. Al principio debe enfatizarse simplemente en una correcta actitud hacia la práctica de la meditación. Tras más de dos años de trabajo constante, las energías de la luna llena empezaron a transformar la forma física del grupo de forma que el trabajo se convirtió en una realidad física y cada miembro encontró su lugar legítimo en el trabajo de grupo.

Trabajo: Logro del Grupo de Invocación

Finalmente, después de casi tres años de constante trabajo en grupo, éste sabe que es eficaz y contribuye al trabajo de un grupo mayor, el de la Jerarquía. Aunque yo sea todavía quien dirige las meditaciones, otros pueden reemplazarme sin problemas en esta función. El grupo ha desarrollado la capacidad de ser flexible cuando es necesario y el trabajo se lleva a cabo ininterrumpidamente cuando yo no estoy presente. Ahora es un grupo de trabajo real y no de un solo individuo. Otra persona ocupa el papel de comunicador, establece contactos, coordina los proyectos y asume el papel de enviar los recordatorios de cada mes. El grupo es lo suficientemente seguro y está lo suficientemente establecido en su trabajo que la ubicación puede variar sin interrupción en la rutina del trabajo, aunque a menudo la meditación se sigue celebrando en mi casa. Una tercera persona, una estudiante de Steiner, ha tomado sobre sí misma la responsabilidad de asistir a la alineación del grupo, creando un ambiente de energía subjetiva protectora y facilitando la labor que el grupo está haciendo. Esto me da libertad para centrarme en la creación de la proyección en un solo punto, que impulsa las fuerzas del grupo hacia planos superiores y lo dirige según la forma de meditación que trabajamos.

El grupo también se ha vuelto más magnético. Se ha pasado de tres a cinco y ahora siete servidores regulares. Desde el principio nunca nos preocupamos mucho por el número, pero cada vez nos sentimos más eficaces y magnéticos. Ahora, cuando otras personas se suman al grupo, no existe interrupción en el trabajo. La práctica de la meditación es constante y regular, lo que significa que puede haber discernimiento subjetivo de la variabilidad de las energías mensuales y la atención en la correcta distribución. Ahora que estamos establecidos en nuestra forma, nuestro foco ha cambiado de trabajar con la forma como grupo a tomar conciencia de las energías superiores interiores con las que trabajamos. Compartimos el trabajo de la fusión de la mente del grupo y su preparación para contactar con la energía propia del mes, cada miembro tiene la oportunidad de compartir sus pensamientos acerca de la energía de la luna llena antes de la meditación. Algunos meses son muchas personas las que tienen para compartir, mientras que hay meses que son menos. Esto también ha servido para alentar a los miembros del grupo a prepararse varios días antes de la luna llena, pensando sobre la energía, su significado e importancia para la humanidad y el trabajo en grupo. Además de la importancia de la naturaleza secuencial de las energías mensuales y cómo se construyen una sobre otra, siendo cada vez más evidente.

Mientras que otros grupos afines, como el grupo de estudio de La Curación Esotérica, han mantenido en ocasiones su enfoque sobre las limitaciones y los defectos de la personalidad, éste no ha sido un problema para el grupo de la meditación de la luna llena. El formato de trabajo, entrando en silencio y saliendo en silencio, fue establecido desde los inicios. Aunque al principio esto fuera quizás demasiado rígido y forzado, ha servido también para establecer las bases para el trabajo en grupo impersonal que ahora tiene lugar.

Todos los miembros del grupo saben que este trabajo, mientras sea impersonal y desinteresado, es eficiente y que ellos como individuos hacen importantes contribuciones al grupo y la importancia se debe a que es un grupo de trabajo desinteresado. Como tal, existe una relación subjetiva de gratitud y amor que es tácito, pero muy sentida por todos los miembros del grupo. Es una gratitud por la oportunidad de aprender a trabajar juntos en este camino y de estar al servicio del grupo. Esto no se puede hacer individualmente o por separado, por lo que el propio grupo se esfuerza con gratitud para estar al servicio de las energías cósmicas que tratan de manifestarse y expresarse en nuestro mundo físico. Cada miembro está cada vez más abierto y disponible para este fin como individuo y como miembro de un grupo de trabajo. De una manera muy real, la evolución de la utilidad del individuo para el servicio se integra directamente con la utilidad, la integración y la evolución del grupo de trabajo.

Conclusiones y Recomendaciones

Parece evidente para nuestro grupo de trabajo que cada grupo tendrá su propia semilla en el comienzo y su proceso único de formación, de acuerdo con las fuerzas kármicas y la interacción de los individuos que se sienten atraídos por el grupo. Por lo tanto, no existe una fórmula en la formación de los grupos pues sería demasiado limitadora para lograr los resultados necesarios. Sin embargo, el patrón o modelo está claro. Para el trabajo en grupo sólo es necesario empezar con un trabajador que tenga un instinto de alma para el servicio y la disciplina de persistir en esa intención. Luego, cuando esa persona se convierte en lo suficientemente magnética y desarrolla la forma personal adecuada, paradójicamente para el servicio impersonal, el grupo se forma. Al principio, ese grupo parece estar centrado en el individuo, pero eso es una ilusión. Se trata simplemente de una etapa del proceso como se desprende de los vehículos de la personalidad y es un potente glamour y un obstáculo. Todos aquellos con instinto para servir deben ignorar el glamour y seguir luchando para el servicio desinteresado del grupo. Con el tiempo, la atención y la persistencia en la intención del auténtico servicio desinteresado del grupo, permitirán la creación del verdadero grupo y empezará el verdadero servicio grupal.

Es el efecto de las energías cósmicas invocadas durante la luna llena en y sobre el grupo, las que producen la transformación de la forma subjetiva del grupo. Este servicio de grupo es una realidad espiritual más poderosa que cualquier servicio individual, sin importar el grado de autorrealización de este último. Esta es nuestra responsabilidad y nuestra oportunidad. Estos grupos son las semillas del futuro. Trabajando unidos en los planos subjetivos y extendiéndose sobre el mundo físico, transformarán rápidamente la conciencia humana. Por lo tanto, la responsabilidad de todo aquel que sienta el impulso del alma hacia el servicio de grupo, es simple: prestar atención y alimentar ese impulso. Nunca se rindan y sepan que es la naturaleza inherente de las energías cósmicas impactando sobre la Tierra las que transformarán y transfigurarán la forma del grupo para un servicio efectivo. [-]

Reimpreso de la revista The Beacon Enero / Marzo 2008 (en inglés)