ACTUANDO EN EL MEDIO AMBIENTE

¿Cómo se puede persuadir la humanidad para que utilice esta energía? Con mucha frecuencia se encuentra inactiva y no se utiliza: es un gran poder sin desarrollar. La falta de buena voluntad es una de las causas fundamentales de los problemas humanos. El poder de resolver estos problemas se encuentra en las personas de buena voluntad que necesitan sacudirse a sí mismos de su inercia y tomar acción, demostrando así la eficacia de esta poderosa energía.

La energía de la buena voluntad puede utilizarse de varias maneras. Puede expresarse por el pensamiento, el sentimiento y la palabra hablada. También puede ser expresada dinámicamente a través de acciones concretas. Actuar en alguna zona de necesidad humana, trabajar de forma creativa y constructiva en interés del bienestar humano, es una potente y práctica expresión de buena voluntad.

Todos estamos rodeados de innumerables oportunidades para actuar. Pero debemos aprovechar estas oportunidades y tenerlas muy en cuenta. Debemos responder a la necesidad humana en el lugar en que vivimos y trabajamos. Y por encima de todo, debemos actuar por iniciativa propia.

El establecimiento de la buena voluntad comienza con el compromiso individual de actuar dinámicamente. Empezar es como encender una llama. Una vez que se empieza, la energía comienza a fluir. A medida que el trabajo se desarrolla, la energía fluye más abundantemente, haciendo del individuo un canal en su entorno. No existe riesgo de que se agote la energía: es infinita y constante. Si uno deja de trabajar, entonces por supuesto que la energía dejará de fluir. Pero a la inversa, entre más duro uno trabaja, más poderosamente fluirá.

Los hombres y mujeres de Buena Voluntad son potencialmente el más valioso capital en cada nación, y pueden tener gran influencia cuando están correctamente asociados y enfocados. Por supuesto, existen millones de personas de buena voluntad actualmente, pero muchos están tan afligidos por la incertidumbre, con un sentido de futilidad y con falta de visión y liderazgo, que permanecen inactivos. Necesitan ser inspirados, alentados y que se les enseñe cómo utilizar la potente energía a la que tienen acceso. Hay una gran necesidad de liderazgo basado en la buena voluntad. La acción colectiva comienza con el individuo. Una persona que asuma la posición de buena voluntad puede convertirse en un punto de unión y apoyo para otros hombres y mujeres de buena voluntad. Un ejemplo positivo es invariablemente la mejor invitación a actuar.

Un grupo de personas que trabajan unidas es mucho más potente y eficaz que la suma de sus contribuciones individuales, porque la energía de la buena voluntad fluye más abundantemente a través de un grupo unido que a través de sus unidades separadas. Se dice que dos personas trabajando unidas aumentan su poder a la fuerza de tres, y que tres personas trabajando unidas lo hacen a la de siete, y así, el poder del flujo de la energía seguirá incrementándose en una progresión geométrica en la medida que nuevas personas se unan al grupo.

En definitiva, la energía de buena voluntad puede compararse a una corriente de electricidad. Así como con la electricidad, uno necesita "conectarse" y "encender", antes de que la corriente fluya. Y como la electricidad, puede utilizarse en una variedad de formas prácticas para proporcionar "luz", "calor" y "circulación de potencia" para la transformación de su entorno.

Y, nuevamente, utilizando la analogía eléctrica, a medida que uno funciona con la energía de buena voluntad, se establece un "campo electromagnético" o aura en el entorno, que es capaz de atraer y orientar a aquellos que entran en su aura de influencia.

LA BUENA VOLUNTAD DESTRUYE BARRERAS Y CONSTRUYE RECTAS RELACIONES

"Que la Unión interna sea demostrada y cesen las divisiones externas

"La movilización de un grupo de hombres y mujeres de buena voluntad no es un sueño místico, que se espera que Dios realice, y que depende del futuro para enderezar las cosas".

Un efecto de la buena voluntad es que revela las divisiones. En el presente existe un reconocimiento generalizado de las divisiones existentes en la vida política, social, económica y religiosa en todas partes. Existen divisiones entre individuos, grupos y naciones. Pero esta revelación de las divisiones va acompañada por los esfuerzos para eliminarlas, lo que es evidente en la actividad de miles de grupos y organizaciones que trabajan para derribar las barreras a las correctas relaciones humanas.

Así que, ante los problemas del separatismo, la buena voluntad se manifiesta de tres maneras:
1. Revelando la división,

2. Derribando las barreras y los muros de separatismo,

3. Construyendo puentes para restaurar las rectas y sanas relaciones.

En la construcción de rectas relaciones y la curación de las divisiones debemos reconocer otro efecto de una actitud práctica de buena voluntad: la visión de nuevas alternativas.

Nuestra percepción del mundo, la cual pensamos es verdadera, está determinada en gran medida por nuestros valores y actitudes. Esto puede llevarnos a confundir verdades parciales y tomarlas como toda la verdad.

Muchas divisiones se producen entre individuos, grupos o naciones que tienen ideas fijas opuestas. Una actitud de buena voluntad ayuda a reconocer que las diferencias entre las ideas fijas son el resultado de las diferencias en la percepción. Este reconocimiento abre la comunicación a la entrada de nuevas ideas y a un intercambio más libre entre personas con diversos puntos de vista.

Hasta ahora se ha sentido el efecto de la opinión pública mundial en tiempos de crisis como respuesta a algún simple evento. Tal clamor es generalmente una reacción contra alguna injusticia o error que ha sido o está a punto de ser cometido. Aún no ha habido ningún esfuerzo para movilizar a la opinión pública mundial hacia metas de mayor alcance o a lo largo de líneas más positivas. Sin embargo, hay indicios de que la opinión pública se está movilizando, y en el New York Times se hizo una reciente referencia a ella como "una segunda superpotencia".

El obstáculo para sostener tal movilización es la ausencia de una fuerte cohesión en los intereses de la humanidad como un todo. Los esfuerzos son principalmente de orden nacional, cultural o regional. Sin embargo, un mayor interés o preocupación por la humanidad debe fomentarse si queremos hacer frente a los problemas que enfrentamos como ciudadanos mundiales.

¿Cómo es que la opinión pública mundial va organizarse en términos de Buena Voluntad? Algunas medidas prácticas son posibles:

1. Buscar similitudes en los problemas que aparecen en dos o más naciones;

2. Averiguar las soluciones que se han ofrecido en otras áreas: sea que hayan tenido éxito o fracaso;

3. Buscar aquellas personas y grupos que dedican su energía y dinero a la educación y ejecución de programas de carácter creativo e incluyente, más que atacar las sugerencias y personalidades de otros grupos.

Un primer paso para crear una opinión pública dinámica es la educación en la actividad de buena voluntad que está teniendo lugar en el mundo. Nunca ha habido tantos grupos y organizaciones esforzándose por satisfacer las necesidades humanas en formas constructivas. La tendencia hacia el cese de los conflictos en el pensamiento humano indica un gran paso adelante en los asuntos humanos. Los procedimientos para resolver los conflictos no están aún plenamente activos, pero la gran aspiración hacia la armonía está lentamente alejando a las personas del separatismo y las divisiones y hacia el uso de la energía de la buena voluntad para construir rectas relaciones humanas.

HACIA LA RESOLUCIÓN DELCONFLICTO ENTRE LO ANTIGUO Y LO NUEVO

keep in touch

World Goodwill in Social Media