Buscar sentido en una ‘Era de Mediciones’


Otoño de 2018

Estimado compañero:

Un enigma inquietante subyace en el corazón de la filosofía esotérica: “¿Qué hay en común entre la cosa más pequeña que existe y la más grande?”. La respuesta es: ¡Que ninguna de las dos existe! La materia no es una ‘sustancia objetiva’. En palabras de Helena Blavatsky: “Toda la ciencia del ocultismo está edificada sobre la doctrina de la naturaleza ilusoria de la materia y la infinita divisibilidad del átomo” 1 Este punto de vista es apoyado por la filosofía hindú, que considera al mundo fenoménico como ‘maya’, una palabra del sánscrito que significa ilusión. Si esto es así, entonces surge la pregunta: ¿Hasta qué punto medir las cosas y compararlas entre sí puede ayudar a la humanidad en su viaje de lo Irreal a lo Real?

Por supuesto que medir nos ayuda a vivir de una manera más efectiva en el mundo de la ilusión, pero no ofrece ningún indicio real sobre dónde podría encontrarse la clave que lleva hacia la liberación. Esta falta de orientación es un motivo de preocupación, ya que vivimos en una época preocupada por las medidas y por el diluvio de estadísticas que éstas arrojan. Esto influye fuertemente en los sistemas educativos, así como en la forma de relacionarnos los unos con los otros y con el mundo que nos rodea. Podría decirse que esto define nuestro propio sentido de identidad.

En su libro, Good Education in an Age of Measurement (Una buena educación en una era de mediciones), Gert Biesta pregunta: “¿Realmente estamos midiendo lo que valoramos, o estamos solo midiendo lo que podemos medir fácilmente y así valoramos lo que podemos medir?”. Biesta sostiene que el enfoque en la medición de los resultados educativos ha desplazado a las preguntas sobre el propósito de la educación y, en cambio, alimenta el espíritu competitivo. En otro libro, The Rediscovery of Teaching (El redescubrimiento de la enseñanza), él imagina una educación que “no se enfoca ni en el niño ni en el currículo, sino en el mundo, una educación enfocada en establecer una existencia adulta en el mundo posible y acorde con este, un proceso en el que enseñar no se considera un acto de control sino un acto orientado hacia la libertad, y por lo tanto la enseñanza así concebida juega un papel crucial”.2

Si pensamos en nuestra primera infancia, podemos recordar algún maestro favorito que nos dejó una impresión tal que aún hoy influye en nosotros, tal vez no tanto en términos de conocimiento, sino en la manera de pensar y de ver el mundo y en la manera de conducimos y relacionarnos con otros. Aunque puede haber pasado un largo tiempo sin que pensáramos en ese maestro, podemos reconocer que su cualidad sigue resonando dentro de nosotros. Este es el efecto del tipo de enseñanza al que Gert Biesta se refiere, una enseñanza que establece resonancias con lo bueno, lo verdadero y lo bello en cada niño y tiene una influencia de por vida. Este es el arte de la enseñanza.

¿Pero qué es este fenómeno de la resonancia que puede tener un efecto tan duradero? Los principios en juego se discuten desde muchos ángulos en los escritos de Alice Bailey, a pesar de que ella no utiliza esta misma palabra. Resonancia es un término familiar en estos días. Expresiones como: resonar con los sentimientos del otro o encontrar resonancia con un punto de vista o ideología, se entienden bien. Una bella ilustración de esta idea la hallamos en las ‘cuerdas simpatéticas’ que se encuentran en muchos instrumentos musicales de la India. Estas cuerdas vibran en respuesta a los tonos que se pulsan en las cuerdas principales, un principio conocido como ‘resonancia simpática’.

La forma como las palabras entran a una lengua y la forma en que se diversifican y combinan en el diálogo común, reflejan los cambios sutiles que ocurren en la conciencia. Y el uso de palabras como ‘resonancia’ y ‘resonar’ denota un cambio significativo hacia el pensamiento abstracto. Es más, la compasión que ahora está floreciendo en la humanidad tiene su origen en el principio de resonancia simpática. En esencia, la compasión es un fenómeno musical: ¿podemos imaginar los bellos tonos que el oído interno escuchará a medida que un número cada vez mayor de personas se identifiquen y resuenen mutuamente?

Si la resonancia es un fenómeno musical mucho más amplio que la pequeña escala de las vibraciones detectadas por el oído físico, ¿cuál es entonces el medio a través del cual opera? La era de la medición no puede contestar esta pregunta, porque hace mucho tiempo que abandonó la filosofía natural y el concepto del éter que llena el Espacio. A veces es necesario recuperar la perspectiva anterior para construir nuevamente. Y como muchos de los antiguos filósofos bien sabían, el Espacio es un ‘plenum’ totalmente lleno con una sustancia divina, la naturaleza esencial que nunca se revelará a ningún tipo de dispositivos de medición. Sólo por medio de la resonancia simpática con la música de las esferas se logrará la captación y comprensión de tales misterios:

Llevad la vida necesaria para adquirir tales conocimientos y poderes, y la Sabiduría vendrá naturalmente a vosotros. Siempre que podáis sintonizad vuestra conciencia con cualquiera de los siete acordes de la ‘Conciencia Universal’, esos acordes que resuenan a lo largo de la tabla de resonancia del Kosmos, vibrando de una Eternidad a otra. Cuando hayáis estudiado a fondo ‘la música de las Esferas’, sólo entonces seréis absolutamente libres para compartir vuestros conocimientos con quienes es seguro hacerlo.3

A través de la intuición podemos oír la música de las esferas y resonar con la verdad que ella revela. Es el medio por el cual los grandes sabios y poetas han tenido acceso a los reinos internos, allí donde la verdadera naturaleza de las cosas está a la espera de ser descubierta por toda la humanidad. Hasta cuando llegue ese momento, pueden ocurrir fugaces resonancias inesperadas a través de la cámara de la intuición, sacándonos momentáneamente fuera de nosotros mismos:

Mirando el fuego radiante de un diamante, fulgura algo maravilloso a través de los sentidos internos. La revelación de un momento enciende todo el ser... luego, todo se oscurece de nuevo y la mente se queda tambaleando en la cola del cometa que acaba de pasar. Así es la velocidad de la revelación, hasta que se penetra a través de la abertura que existe entre un instante y otro. Entonces un nuevo cielo arriba de nosotros nos saluda, un nuevo paisaje nos rodea. Todo está quieto, aunque lleno de melodía y danzando vibrante con la música de las esferas. Estudiante de la Escuela Arcana.

Estaremos explorando estos y otros temas en el próximo Seminario de Buena Voluntad Mundial: En Resonancia con la Tierra Viviente. El evento se celebrará en Nueva York, Ginebra y Londres el 10 de noviembre, y esperamos que muchos de ustedes vengan y participen en persona.

En compañerismo iluminado,

Grupo de la Sede
Lucis Trust

1. Doctrina Secreta, p. 160, H.P. Blavatsky

2. Gert Biesta – Website: https://www-gertbiesta-com.jimdosite.com Paper: Good Education in an Age of Measurement, 
https://pdfs.semanticscholar.org/ca50/9855e9be4b8a82a6274be313bb313bf2f45b.pdf

3. Doctrina Secreta, p. 520, H.P. Blavatsky