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LOS OBSTÁCULOS PARA EL ESTUDIO ESOTÉRICO

[i73] Esta regla es una de las más difíciles y, sin embargo, una de las más comprensibles. Llevará mucho tiempo tratarla debidamente. Tenemos en ella una interesante ilustración de la analogía microcósmica del macrocosmos. En relación con la luz que se menciona, puede ser elucidada de dos maneras:

Se hace referencia a la “luz superior” que ilumina a los tres, y a la proyección hacia arriba de la “luz inferior”.

La “luz superior” es la del alma, que es la luz misma iluminando la manifestación de la triple personalidad. Aquí reside precisamente la analogía con el macrocosmos, simbolizado para nosotros en Dios, la luz manifestada del sistema solar. Este sistema solar es tres en uno, o uno en tres, y la luz del Logos ilumina el todo. La “luz inferior” está oculta dentro del ser humano en el plano físico. Esta luz, en cierta etapa de la experiencia del ser humano, va despertándose en todo el cuerpo físico y finalmente se fusiona con la “luz superior”. La luz y la vida de Dios Mismo pueden emanar del Sol espiritual central, pero únicamente cuando la luz del sistema solar es despertada y activada, se produce finalmente ese resplandor que tipifica la gloria del sol brillando en toda su fuerza. En forma similar la luz del alma puede emanar de la mónada, pero solo cuando la luz del pequeño sistema (dirigido por el alma) es despertada y activada, se producirá oportunamente el resplandor de un hijo de Dios.

[i74] Sin embargo, en estas instrucciones nos ocuparemos principalmente del microcosmos y la luz que se halla dentro de él, y no nos extenderemos sobre las analogías macrocósmicas.

Al considerar esta segunda regla, debemos observar que se ha establecido una relación consciente entre el alma y su sombra, el ser humano en el plano físico. Ambos han estado meditando. Los estudiantes harían bien en observar esto y recordar que uno de los objetivos de la meditación diaria es permitir que el cerebro y la mente vibren al unísono con el alma, a medida que esta procura “en profunda meditación” comunicarse con su reflejo.

Es interesante la analogía de esta relación o vibración sincronizadora:

El alma........................... el ser humano en el plano físico
La mente........................ el cerebro
La glándula pineal......... el cuerpo pituitario

Además sería de interés la relación que existe entre los centros y su sincronización, pues sintetiza la evolución de la raza, como también la de la unidad racial, el ser humano.

Centro coronario............ base de la columna vertebral
Centro cardíaco............... plexo solar
Centro laríngeo............... centro sacro

En lo antedicho hay una sugerencia para el estudiante avanzado -que vacila en considerarse como tal. Además, está simbolizado en la relación existente entre los hemisferios oriental y occidental, y entre esos grandes organismos de la verdad que llamamos Religión y Ciencia.

La vida de meditación continúa, la relación entre el alma y su triple instrumento, es cada vez más estrecha y la vibración resultante más potente. El número de vidas que requerirá esto, depende de varios factores, demasiado numerosos para mencionarlos, pero el estudiante hallará útil considerarlos, debiendo anotar los factores que cree necesario tener en cuenta cuando trata de investigar su etapa evolutiva.

[i75] El resultado de esta respuesta es la reorientación del ser humano inferior, a fin de producir una síntesis de los Tres y del Uno para que el trabajo de los Cuatro pueda proseguir. Tenemos aquí el reflejo consumado en el microcosmos de aquello que inició el Logos solar, los “Sagrados Cuatro” del Cosmos; el ser humano a su vez se convierte en un “Sagrado Cuatro” -el espíritu y los tres de la manifestación.

Debería cavilarse sobre cuatro palabras:

        1. Comunicación
        2. Respuesta
        3. Reorientación
        4. Unión

El Antiguo Comentario lo expresa en los términos siguientes:

“Cuando se establece la comunión, inmediatamente se emplean palabras, y la ley mántrica asume su correcto lugar, siempre que el Uno comunique las palabras y los tres guarden silencio.

“Cuando se reconoce que la respuesta emana de los tres, el Uno, en silencio, escucha. Se invierten los papeles. La triple palabra sale de la triple forma. Se produce la inversión. Los ojos ya no contemplan el mundo de la forma; se dirigen hacia dentro, enfocan la luz y ven -revelado- un mundo interno del ser. Con esto manas se aquieta, pues ojos y mente son uno.

“El corazón ya no late al unísono con el deseo inferior, ni derrocha su amor en las cosas que agrupan y ocultan lo Real. Late con nuevo ritmo; derrama su amor sobre lo Real, y maya se desvanece. El deseo y el corazón están estrechamente aliados; el amor y el deseo forman un todo -uno visto de noche, el otro a la luz del día...

...................................

“Cuando el fuego, el amor y la mente se someten, emitiendo la triple palabra, llega la respuesta.

“El Uno enuncia una palabra que ahoga el triple sonido. Dios habla. Responde un estremecimiento y temblor. Aparece lo nuevo, un ser humano renovado; la forma reconstruida; la morada preparada. Los fuegos se unen, y [i76] grande es la luz que brilla: los tres se fusionan en el Uno y a través del resplandor se ve un cuádruple fuego.”

En esta escritura gráfica que he tratado de interpretar en lenguaje moderno, los sabios de la antigüedad encerraron una idea. No se le puede asignar fecha a El Antiguo Comentario, del cual he extraído estas palabras. Si tratara de decirles su antigüedad, no podría comprobar la verdad de mis palabras y por lo tanto enfrentaría la credulidad -algo que los aspirantes deben evitar, en la búsqueda de lo esencial y lo real. En las frases anteriores he tratado de dar el contenido de lo expresado en dicho Comentario por medio de unos cuantos símbolos y un texto críptico. Estas Antiguas Escrituras no se leen en la forma en la que los estudiantes modernos leen los libros. Se ven, se tocan y se comprenden. El significado se revela en un destello. Permítanme dar una ilustración: las palabras “el Uno enuncia una palabra que ahoga el triple sonido”, son representadas por un rayo de luz que termina en una simbólica palabra de oro, sobrepuesta a tres símbolos en color negro, rosa y verde. En esta forma son protegidos cuidadosamente los secretos.

Considero que podría ser de interés para los estudiantes conocer sobre este antiguo libro de texto de los Adeptos.

La consideración de esta regla consta de dos partes:

1. La relación entre el alma y la personalidad. Esto será tratado particularmente en lo que respecta a la meditación en la vida diaria, más que a la parte teórica y académica.

2. El significado de las palabras “la luz inferior es proyectada hacia arriba”, concierne a los centros y al Fuego Kundalini.

Es aconsejable que cada estudiante llegue a una comprensión de su cuerpo etérico, y ello por ciertas razones.

Primero, el cuerpo etérico es el siguiente aspecto de sustancia mundial que estudiarán los científicos e investigadores. Esto se acelerará si los hombres y mujeres que piensan pueden formular ideas inteligentes sobre este interesante tema. Podemos [i77] ayudar a revelar la verdad mediante nuestro claro pensar, y desde el punto de vista de las presentes declaraciones acerca del éter, los científicos llegarán oportunamente a una comprensión de las formas o cuerpos etéricos.

Segundo, el cuerpo etérico está compuesto de corrientes de fuerza, y en él existen centros vitales vinculados entre sí por líneas de fuerza y con el sistema nervioso del humano físico. A través de estas líneas de fuerza está conectado también con el cuerpo etérico del sistema ambiental. Observen que en esto reside la base de la creencia en la inmortalidad, en la ley de hermandad o unidad, y en la verdad astrológica.

Tercero, la necesidad de comprender que el cuerpo etérico es vitalizado y controlado por el pensamiento y puede (a través del pensamiento) entrar en plena actividad funcional. Ello se efectúa por el correcto pensar y no por ejercicios respiratorios ni tapándose la nariz. Cuando se comprenda esto se evitarán muchasprácticas peligrosas y las personas obtendrán un control normal y seguro de ese poderoso instrumento, el cuerpo vital. Que esta finalidad se logre rápidamente es mi ferviente deseo.

El estudio esotérico es de profunda importancia, y los estudiantes de estas ciencias tendrán que aplicar toda su mente y concentrar su atención sobre ellas. También implica la constante aplicación de las verdades aprendidas.

Dicho estudio, tal como se comprende en Occidente, es investigado intelectualmente, pero no aplicado en forma práctica. Teóricamente el ser humano que aspira al sendero ocultista puede percibir un destello de luz, pero la actuación sistemática de las leyes involucradas ha progresado muy poco.

¿Dónde está el impedimento? Quizá sea de valor estudiar tres cosas: [i78]

        1. Los obstáculos del occidental para el correcto estudio esotérico.
        2. Cómo sobreponerse a estas dificultades.
        3. Algunas cosas que el aspirante puede emprender sin peligro a fin de equiparse para hollar el sendero ocultista, porque esa es la etapa actualmente posible, y para la mayoría la única.

Uno de los impedimentos principales para la correcta captación de las leyes del esoterismo y su aplicación práctica, reside en que Occidente es comparativamente nuevo y también en los rápidos cambios, que han sido la característica sobresaliente de la civilización europea y americana. La historia de Europa se remonta apenas a tres mil años, y la de América, como sabemos, apenas si son tres siglos. El esoterismo florece en una atmósfera ya preparada en un medio ambiente altamente magnetizado y en una condición estable, resultado del trabajo de largos siglos en el plano mental.

Esta es una de las razones por la cual la India proporciona una adecuada escuela para la realización. Allí el conocimiento sobre esoterismo se remonta a decenas de miles de años, y el tiempo ha dejado huellas indelebles hasta en el físico de la gente, dotándola de cuerpos que no ofrecen esa resistencia que tan a menudo se encuentra en los cuerpos occidentales. El medio ambiente ha estado compenetrado durante mucho tiempo por las fuertes vibraciones de los grandes Seres que residen dentro de sus fronteras y que, en su paso de un lado a otro y por su proximidad, magnetizan continuamente el éter circundante. Esto en sí proporciona otra línea de menor resistencia, porque tal magnetización etérica afecta a los cuerpos etéricos de la población con la cual entra en contacto. Ambos hechos, del tiempo y de la elevada vibración, dan por resultado estabilidad rítmica, que facilita el trabajo esotérico y ofrece un campo propicio para la actividad mántrica y ceremonial.

Dichas condiciones no existen en Occidente, donde se efectúan constantes mutaciones en todos los aspectos de la vida, donde [i79] los rápidos y frecuentes cambios del lugar de acción producen grandes zonas de perturbación, en detrimento de cualquier trabajo de naturaleza mágica. La cantidad de fuerza requerida para obtener ciertos resultados no justifica su empleo y se ha dejado pasar un lapso con el fin de lograr el equilibrio.

El punto culminante de la perturbación ha pasado y, paulatinamente, se está logrando un estado de cosas más estable, lo cual permite emprender con todo éxito el definido trabajo esotérico. El Maestro R. trabaja para resolver este problema, y también lo hace el Maestro de la raza inglesa -no el Maestro que se ocupa del Movimiento Laborista o del mejoramiento de las condiciones sociales. Son ayudados por un discípulo de Suecia, que posee una rara capacidad, y por un iniciado de la parte Sur de Rusia, que trabaja mucho en niveles mentales. Tienen como objetivo extraer los recursos de la fuerza acumulada por los Nirmanakayas, de modo que su descenso pueda expulsar toda materia de grado inferior, y permitir así la libre acción de una vibración superior.

Otro obstáculo se encuentra en el fuerte desarrollo de la mente concreta. Quisiera hacerles comprender que este desarrollo no debe, en forma alguna, considerarse como un detrimento. Todo ha sucedido durante el curso de la evolución; después, cuando Oriente y Occidente hayan alcanzado una etapa de mejor comprensión e intercambio, su interacción será de beneficio mutuo; Oriente se beneficiará con el estímulo mental proporcionado por la fuerte vibración mental de su hermano occidental, mientras que este obtendrá mucho del razonamiento abstracto del oriental y, mediante el esfuerzo por captar lo que la primera subraza de la raza raíz aria captó con tanta facilidad, establecerá contacto con su mente superior y construirá con mayor facilidad el puente entre la mente superior y la inferior. Ambos tipos se necesitan mutuamente, y su efecto mutuo tiende a una eventual síntesis.

[i80] La mente concreta ofrece, en sí, la oportunidad para escribir un tratado de gran envergadura, pero aquí será suficiente señalar algunas de las maneras que entorpecen a esas razas que la representan tan prominentemente:

a. Por su intensa actividad y animada acción, obstaculiza el descenso de inspiración desde lo alto. Actúa como oscura cortina que impide la iluminación superior. Solo mediante una constante y estable tranquilidad, puede infiltrarse esa iluminación vía los cuerpos superiores, al cerebro físico, y estar así disponible para el servicio práctico.

b. La sabiduría de la Tríada existe para empleo de la personalidad, pero se lo impiden las disquisiciones de la mente inferior. Cuando el fuego de la mente arde con demasiada fuerza, forma una corriente que contrarresta el descenso de lo superior, y obliga al fuego inferior a volver a su lugar. Cuando se unen los tres fuegos, mediante la regulación del fuego céntrico mental, solo entonces se podrá lograr la total iluminación y el cuerpo entero se colmará de luz; el fuego de arriba -la luz de la Tríada-, el fuego del yo inferior -kundalini- y el fuego de la mente -manas cósmico- deben unirse en el altar. Su unión quema todos los obstáculos y se alcanza la emancipación total.

c. Mediante la discriminación - facultad del cuerpo mental concreto - se entrenan los cuerpos inferiores en el arte de diferenciar la ilusión de la realidad central, lo real de lo irreal, el yo del no-yo. Entonces sobreviene, como consecuencia, un período que debe ser trascendido, donde la atención del yo está necesariamente centrada en el yo inferior y sus vehículos, y por lo tanto las vibraciones de la Tríada, las leyes que tratan de la evolución macrocósmica y la subyugación del fuego para empleo de lo [i81] Divino, tienen que estar temporalmente pasivos. Si el ser humano capta rápidamente la verdad de aquello con lo que hace contacto, y automáticamente elige la verdad o lo real, entonces aprende la próxima lección de la acción gozosa y ante él se abre el sendero de la bienaventuranza. Cuando esto ocurre le es posible recorrer el sendero del esoterismo, porque la mente concreta ha cumplido su propósito y se ha convertido en su instrumento y no en su amo, en su intérprete y no en su obstaculizador.

d. La mente concreta obstaculiza de otra forma poco común, que no es comprendida al principio por el estudiante que trata de hollar el camino espinoso del desarrollo esotérico. Cuando la desenfrenada mente concreta domina a la personalidad, el aspirante no puede cooperar con esas otras vidas y diversas evoluciones, hasta que el amor reemplace a la mente concreta (si bien teóricamente el estudiante puede comprender las leyes que rigen la evolución del plan logoico y el desenvolvimiento de otras entidades solares, además de su propia Jerarquía). La mente separa; el amor atrae. La mente crea una barrera entre el ser humano y cada deva suplicante. El amor derriba toda barrera y fusiona y une a los diversos grupos. La mente rechaza por la poderosa y fuerte vibración, arrojando de sí todo lo que le llega, así como la rueda arroja todo lo que entorpece su círculo giratorio. El amor atrae todo hacia sí y lleva todo consigo, fusionando las unidades separadas en un todo homogéneo y unificado. La mente repele mediante su excesivo calor, chamuscando y quemando todo lo que se le aproxima. El amor calma y cura, porque su calor es similar al calor de aquello con lo que hace contacto, y mezcla su calor y su llama con el calor y la llama de otras vidas en evolución. Finalmente, la mente perturba y destruye, mientras que el amor cura y produce coherencia.

[i82] Todo cambio en la vida humana está supeditado a leyes inmutables, si se permite una afirmación tan paradójica. Al tratar de descubrir esas leyes a fin de adaptarse a ellas, el esoterista empieza a neutralizar el karma, y de esta manera no colora la luz astral. El único método por el cual estas leyes pueden todavía ser comprendidas por los muchos interesados, es por un estudio detenido de las vicisitudes de la existencia diaria, durante un largo período de años. Por las características sobresalientes de un ciclo de diez años, por ejemplo, cuando se las compara con las de un ciclo similar, posterior o anterior, el estudiante puede calcular aproximadamente la tendencia de los asuntos y guiarse por ello. Cuando se llega a la etapa de evolución en que el estudiante es capaz de comparar las vidas precedentes y adquirir conocimiento del matiz fundamental de su anterior ciclo de vida, entonces se obtiene un rápido progreso en el ajuste de la vida, de acuerdo con la ley. Cuando el estudiante llega en forma análoga a comprender las vidas subsiguientes y ve y conoce su colorido, entonces el karma (tal como se lo conoce en los tres mundos) termina, y el adepto domina todas las causas y efectos a medida que condicionan y regulan su vehículo inferior.

Aspira al sendero esotérico y examina los cambios y acontecimientos a la luz de todos los sucesos precedentes; entonces, cuanto más extensa y exacta es su memoria, tanto más podrá dominar toda posible situación.

Descubre así que hay dos obstáculos:

a. El cambio y lo relativamente nuevo, características de Occidente.
b. El desarrollo de la mente concreta.

El tercer obstáculo surge del anterior. Consiste en el énfasis puesto en Occidente sobre el aspecto material de las cosas, dando por resultado una triple situación. Primero, que el mundo del espíritu o el amorfo mundo abstracto, el de la conciencia subjetiva, no es reconocido científicamente, aunque sí [i83] en forma innata, por los de temperamento místico y por quienes son capaces de estudiar la historia subjetiva de los seres humanos y las razas; pero la ciencia no reconoce este aspecto de la manifestación, ni los científicos creen, en su totalidad, en un mundo de esfuerzo superfísico. Todo lo que en las razas primitivas tenía un lugar prominente en las vidas y los pensamientos de los pueblos, ahora se ve con escepticismo, y las discusiones van precedidas de un interrogante. Pero ha habido progreso y mucho ha surgido de la guerra. Por ejemplo, está cambiando rápidamente la pregunta sobre si “¿existe la vida después de la muerte?” por “¿de qué naturaleza es la vida futura?”, y esto es portentosamente alentador.

Segundo, las masas sufren por la represión y los efectos de la inhibición. La ciencia ha dicho: no existe Dios ni hay espíritu en la persona. La religión ha dicho: debe haber un Dios, pero, ¿dónde puede ser hallado? Las masas dicen: no queremos un Dios construido por el cerebro de los teólogos. Por lo tanto, la verdadera comprensión interna no encuentra lugar para su expansión, y la actividad que debería encontrar su legítima expresión en la aspiración superior, se orienta hacia la deificación de las cosas -cosas que pertenecen a la carne, relacionadas con las emociones o la mente. La guerra, repito, ha logrado mucho, relegando las cosas al lugar que les corresponde y, por perder sus posesiones, muchos han aprendido el valor de lo esencial y la necesidad de eliminar lo superfluo.

Una tercera condición surge de las dos anteriores. No hay una comprensión exacta del futuro. Cuando se niega la vida del espíritu, cuando la vida manifestada se concentra en cosas evidentes y concretas, entonces desaparece la verdadera meta de la existencia, se pierde el real incentivo para el correcto vivir, y las sarcásticas palabras del iniciado Pablo: “Comamos y bebamos porque mañana moriremos”, caracterizan la actitud de la mayoría de los seres humanos.

[i84] Los seres humanos amortiguan la voz interna que atestigua la vida del más allá, y ahogan las palabras que resuenan en el silencio, por el bullicio y el torbellino de los negocios, los placeres y las excitaciones.

Todo el secreto del éxito en el sendero esotérico depende de la actitud mental; cuando la actitud es concreta y materialista, concentrada y se desean las cosas del momento actual, hay poco progreso en la captación de la verdad esotérica superior.

Un cuarto obstáculo radica en el cuerpo físico, construido con ayuda de la carne, los alimentos y las bebidas fermentadas, y nutrido en un ambiente en el que el aire fresco y la luz del sol no son los factores más importantes. Aquí generalizo; me refiero a las masas y no al ansioso e incipiente estudiante de esoterismo. Durante largos siglos las razas occidentales se han nutrido básicamente con alimentos en estado de descomposición y fermentación, y el resultado puede ser observado en los cuerpos inaptos para cualquier esfuerzo como los que impone el esoterismo, obstaculizando el límpido resplandor de la vida interna. Cuando las frutas y verduras frescas, el agua clara, nueces y semillas cocidos y crudos, constituyan la única dieta de los hijos de los humanos en evolución, entonces se construirán cuerpos aptos para ser vehículos de Egos altamente evolucionados. Esperan pacientemente el giro de la rueda, y la entrada en un ciclo que les permita cumplir con su destino. Todavía no ha llegado la hora, y la tarea de eliminación y reajuste debe ser lenta y tediosa.