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Pregunta 4. ¿Qué valor tiene el conocimiento de los siete rayos?


[i110] La cuarta pregunta es importante debido a su vital aplicación práctica. En último análisis, la definición imparte satisfacción mental, pero no es un criterio sobre el conocimiento aplicado.

Ante todo es necesario que el aspirante sea práctico. La época en que prevalecía la conciencia mística y soñadora va desapareciendo rápidamente, y a medida que el ser humano llegue a obtener, mediante la comprensión de la psicología, un conocimiento más exacto de sí mismo, comenzará a actuar con precisión e inteligencia, sabrá con exactitud el camino a seguir y comprenderá las fuerzas de su propia naturaleza, que lo conducirán a una acción específica cuando sean puestas en contacto con las fuerzas de su medio ambiente. Los aspirantes deben tratar de aplicar en forma práctica las verdades impartidas, reduciendo así al mínimo su responsabilidad. Cuando se ha adquirido conocimiento y no se aplica, existe el consiguiente peligro y castigo.

Mucha enseñanza se ha dado en otros libros, la cual espera ser adaptada a fin de prestar un servicio útil. En este tomo también se impartirá mucha enseñanza, pero los estudiantes deben recordar que ellos son los que desean y evocan las enseñanzas que reciben. La posición que existe entre los lectores y yo, no es la de un instructor que impone sus sistemas de conocimiento a un grupo de expectantes discípulos. El grupo es simplemente un canal a través del cual un particular aspecto de la Sabiduría Antigua puede llegar al mundo expectante. No los considero como un grupo de hombres y mujeres buenos que, por su grado de evolución, son dignos de recibir algo esotérico e inusitado, que no había sido impartido al resto de la raza. Considero sinceramente que están interesados por la vida espiritual, se esfuerzan por ser inteligentes y están dispuestos (más o menos) a tratar de vivir como almas y aplicar en lo posible lo que han comprendido de la enseñanza impartida. El empleo que el estudiante haga de ella es totalmente asunto propio. Pero el valor de un grupo de aspirantes y discípulos consiste en [i111] poder -si así lo decide y si su aspiración unida es suficientemente fuerte- extraer la enseñanza y formar un centro a través del cual se divulgue dicha enseñanza, comenzando con la tarea de moldear el pensamiento humano, arrojar luz sobre los problemas de la psicología y así difundir la verdad (respecto a los siete rayos, un antiguo septenario escasamente comprendido) para que pueda surgir una nueva comprensión y también lanzar una nueva ciencia de la psicología.

Se preguntarán por lo tanto: ¿Qué debemos hacer como grupo para poder servir y constituir un buen canal a fin de ayudar a la humanidad?

Primero, deben adoptar la actitud de que toda enseñanza se funda en servir voluntariamente sin pensar en el yo. Lo más importante es acrecentar la comprensión espiritual y la elevación de la humanidad, no el propio progreso o desarrollo, ni la autosatisfacción al recibir nueva y especial información. Cuando dediquen la mente y el esfuerzo a servir en forma grupal y cuando las palabras sean inofensivas, debido a la afluencia del Amor, entonces progresarán y el alma se aferrará más a su instrumento.
Segundo, no permitan que la mente se distraiga en conjeturas inútiles respecto a la identidad del instructor. ¿Qué importancia tiene saber quién es? ¿Puede comprobarse su identidad en alguna forma? ¿Qué valor tiene aceptar las afirmaciones de cualquier condiscípulo que pretenda estar bien informado sobre el asunto, sea quien fuere? No se puede probar si tiene razón o no; por lo tanto, se pierde tiempo que podría dedicarse a prestar un servicio más fructífero, a un estudio más profundo de las cualidades de la vida y a la meditación.

Lo importante es lo que se enseña. Los aspectos de la verdad que presento a vuestra consideración deberían ser de valor; la medida de la ayuda que puedo prestarles y el estímulo espiritual y mental que puedo impartirles, es lo importante. Entrenar [i112] la intuición para reconocer la verdad espiritual debería ser el objetivo de su esfuerzo. La única autoridad es la instrucción y no el instructor, y en la roca de la autoridad se han estrellado muchas escuelas. Existe una sola autoridad, la propia alma inmortal de cada uno, única autoridad que debe ser reconocida.

Aprendan a captar correctamente la enseñanza y a considerarla por lo que es. Parte de ella ha sido escrita para una época distante, el verdadero significado de este Tratado sobre los Siete Rayos comenzará a surgir como parte del conocimiento general de la humanidad hacia fines de este siglo, a menos que una inminente difusión evoque cambios mayores de los que ahora considera posibles la Jerarquía observadora. Una parte de la enseñanza es de utilidad inmediata para ustedes. Otra arrojará más luz sobre los problemas de la moderna psicología y vinculará los numerosos aspectos de la ciencia del alma. El discípulo progresa buscando la fuente que nutre su alma; él descubrirá que la fuente de su fuerza se encuentra en la enseñanza y en el esfuerzo grupales. Entrenamos a las personas para que vivan como almas y no como niños que deben ser cuidados, vigilados y protegidos e impuestos de órdenes y reglas. Como almas, los seres humanos reciben su vida del océano universal y no de la cisterna de lo particular. Llevando sus pequeños cántaros, hallan su camino hacia ese océano y extraen por sí mismos con ese receptáculo lo que necesitan. A la luz de su propia intuición y mente iluminada (desarrollados y llevados a la utilidad por la meditación) traten de extraer para sí ese aspecto de la enseñanza apropiada y que puede ayudarlos, interpretándola a la luz de su propio progreso y necesidad.

Los días de contacto con la personalidad, atención de la personalidad y mensajes personales, hace tiempo que han terminado, excepto en el valle de la ilusión que está en el plano astral. Éstas son palabras duras, pero ningún verdadero discípulo las interpretará mal. Por [i113] su propia y profunda experiencia y lucha sabe que es así. Lo importante es el grupo de Maestros, la Jerarquía como un todo y su interacción con la humanidad; lo interesante es el grupo de discípulos del Maestros y su relación con los discípulos probacionistas en el plano físico, a los cuales ve como grupos esparcidos por el mundo, no importa donde residan; lo de vital importancia es la enseñanza que se puede difundir y su efecto sobre la mente colectiva de los pensadores de la raza; lo que nos parece de suprema importancia a los instructores es la interacción entre el grupo subjetivo de trabajadores mundiales y aquellos que -en el plano de la objetividad- aman a la humanidad. No nos interesa satisfacer las aspiraciones individuales, cumplir los deseos del probacionista, ni nutrir su ambición espiritual. El momento actual es demasiado grave y la crisis demasiado aguda.

Cierto es que en la actualidad existen grupos de aspirantes que reciben instrucción determinada y discípulos que son sometidos a un definido entrenamiento, pero debe recordarse (a pesar de que afirmen lo contrario los fanáticos del mundo) que en tales casos no se da ningún entrenamiento en lo que concierne al manejo de la vida de la personalidad; los problemas específicos de la salud, los económicos y las preocupaciones familiares no son abordados ni considerados, y tampoco se reconforta ni se pierde tiempo en satisfacer o tranquilizar a la inestable personalidad. Se da entrenamiento a los aspirantes respecto a la técnica del progreso espiritual; se sugiere cómo corregir los factores ocultos que producen situaciones emocionales; se pueden dar enseñanzas sobre la práctica de la meditación a fin de lograr ciertos resultados y ofrecer instrucciones sobre las leyes que rigen la unión con el alma, pero no se intenta hacer trabajo alguno relacionado con la personalidad. Los discípulos manejan sus propias personalidades. En la presión del trabajo mundial los Maestros tienen cada vez menos tiempo para dedicarlo a Sus discípulos aceptados. ¿Cómo pueden creer que el Maestro tenga tiempo para dedicarlo a quienes no están en el [i114] grado de discípulos aceptados?

Sin embargo, en el futuro se acrecentará la formación de más grupos que funcionarán sobre una nueva base, y en la actualidad se están formando “organismos grupales”. Son aún experimentales y quizás sean prematuros e indeseables. La enseñanza dada a estos nuevos grupos, las sugerencias hechas, el experimento respecto al entrenamiento que se intentará hacer y la técnica impartida, no serán dadas en forma personal ni privada a un miembro individual del grupo, sino que será revelado abiertamente y podrá ser leído, conocido y considerado por cada miembro del grupo. Dichos grupos son escasos lógicamente y cuentan con pocos miembros. Intentan comprobar la posibilidad de exteriorizar oportunamente a los grupos reunidos alrededor de un Maestro en los planos internos. Tales grupos de discípulos aceptados en los planos internos son organismos sensibles y, cada miembro de estos círculos, reunidos alrededor de un Maestro, es consciente de lo que concierne al desarrollo espiritual de los condiscípulos que están dentro del radio de ese círculo en el que él se halla. Estos pequeños intentos externos de duplicar las tentativas están aún en embrión. Como ensayos y experimentos pueden fracasar. Los miembros de estos diminutos grupos externos y su afiliación y agrupación sólo son conocidos por quienes forman parte de ellos; deben estar dispuestos a recibir instrucción, a desarrollarse como unidades grupales y a permitir que los demás miembros del grupo conozcan sus fracasos y triunfos. También deben guardar completo silencio sobre la existencia del grupo; romper este silencio significa su eliminación del grupo. Los miembros de dichos grupos son absorbidos en la vida de la entidad grupal. Reciben entrenamiento en el grupo, y el grupo es entrenado en conjunto, sin poner el énfasis en el individuo, sino únicamente en la interacción y el intercambio grupal, su integración y progreso. [i115] Sólo son observados y dirigidos esos factores que en la vida del individuo puedan impedir el progreso de la vida y la expresión grupales. La tónica grupal, el color grupal y el desarrollo grupal, es lo que tiene importancia en el entrenamiento de los trabajadores, y nunca se considera al individuo como tal, sino su relación con el grupo. Lo que debe hacerse y la disciplina a cumplir se basan en el deseo de mantener el equilibrio grupal y no en el interés personal puesto sobre el individuo. Este experimento se realiza a fin de probar la aptitud del ser humano. Será probado al iniciarse como unidad grupal. Si pasa la prueba y triunfa, el grupo se enriquecerá y progresará. Si fracasa, quedará eliminado y otros irán ocupando su lugar hasta el momento en que el ente grupal se armonice y complete, y trabajen en armonía quienes son sinceros, honestos e impersonales y mentalmente equilibrados, quienes son altruistas y aman a sus semejantes. De esa manera pueden, como ente grupal, formar un punto focal para trasmitir fuerza espiritual a un mundo necesitado y expectante.

Pero es muy importante recordar que la actitud del iniciado o instructor entrenador, es de total desapego e impersonalidad; es consciente de la condición, de la luz del alma y del estado mental, pero no pone su atención en los asuntos del aspirante en el plano físico ni en el entrenamiento de su naturaleza emocional y de su desarrollo astral. El aspirante aprende a ser maestro y adepto manejando sus propios asuntos en el plano físico y su idiosincrasia astral. Esto debe lograrlo con la luz y la fortaleza de su propia alma. Los que nos dedicamos a la enseñanza violaríamos una ley y obstruiríamos el desarrollo del aspirante si tratáramos de imponerle condiciones que no son naturales, lo cual estimularía excesivamente su naturaleza inferior. ¿Cuándo aprenderán que los instructores y discípulos avanzados que los tienen a su cargo sólo trabajan con el alma y en los niveles mentales? ¿Cuándo comprenderán que hasta que el ser humano no haya hecho contacto con su propia [i116] alma y aprenda a actuar como mente controlada, muy poco podemos hacer por él? Repito, no nos interesan las personalidades ni sus pequeños asuntos. No tenemos tiempo ni deseamos inmiscuirnos en el método que emplea ni en la forma como vive el individuo. ¿Por qué tenemos que hacerlo, si ya se ha publicado y dado tanta enseñanza como para llamar la atención del aspirante durante mucho tiempo? Cuando el ser humano empiece a vivir como alma y su conciencia haya trascendido el mundo de la ilusión, entonces podrá ser útil. La primera lección que debe aprender es el sentido de los valores en tiempo y espacio, y saber que trabajamos con almas y no nutrimos a la personalidad.

¿Les parece que ésta es una expresión demasiado severa? Si realmente lo es, significa que aún están algo auto-centrados y enamorados de sus propias almas individuales, que no han hecho el debido contacto con ella y quizás sólo han sentido nada más que su vibración. No poseen aún esa verdadera visión de la necesidad mundial que los liberará de la propia ambición y les dará libertad para trabajar como lo hacemos nosotros, en los planos subjetivos, sin pensar en el yo o en la felicidad espiritual, sin querer realizar una tarea auto-designada, ni ansiar deslumbrantes promesas de triunfos futuros; sin anhelar ansiosamente obtener afectos y hacer contactos con quienes poseen una conciencia más avanzada que la nuestra. Si esto sigue estando más allá de su comprensión, reconózcanlo y comprendan que no se los culpa por ello. Sólo se les indica el terreno en que están y que la ilusión del plano astral aún los esclaviza y los conduce a anteponer las reacciones de la personalidad antes que la realización grupal. Mientras descubren y actúan en ese plano y en ese nivel de conciencia, no es posible atraerlos conscientemente dentro del grupo de Maestros en los niveles mentales. Todavía son demasiado destructivos y personales, podrían dañar al grupo y causar dificultades, y a través del estímulo grupal, verían con mucha claridad cosas para las cuales no están todavía [117] preparados y, en consecuencia, serían destruidos. Deben aprender a aceptar la guía de su propia alma y a trabajar con armonía e impersonalidad en el plano físico, con el grupo o grupos a que el destino los ha impulsado. Cuando hayan aprendido a olvidarse de sí mismos, cuando no busquen nada para el yo separado, cuando permanezcan firmemente sobre sus propios pies, busquen ayuda internamente, y cuando la tendencia de su vida sea hacia la colaboración, entonces pasarán de la etapa del Observador a la del Comunicador. Esto sucederá cuando se pueda confiar que comunicarán sólo lo que es impersonal y verdaderamente constructivo, y que no nutrirán la naturaleza emocional ni satisfarán los deseos del yo.

Un punto muy interesante podría ser observado aquí, y responder a una pregunta. En el Tratado sobre Magia Blanca me referí a dos grupos, el de los Observadores y el de los Comunicadores (al tercer grupo no lo consideraremos aquí), y formulé la siguiente pregunta: ¿Quién entrena a estos Observadores y Comunicadores? Quisiera aclarar que los observadores se entrenan a sí mismos o, con más exactitud, el alma de cada uno entrena a la personalidad para que llegue a ser un verdadero observador. En cambio, los comunicadores son lenta y gradualmente entrenados por los discípulos más avanzados que trabajan desde el plano subjetivo de la vida. Este entrenamiento no se organiza ni prepara en el plano físico, y tampoco hay allí discípulos que se ocupen de entrenar grupos de comunicadores para ser utilizados más adelante por la Jerarquía. En esta cuestión, como toda en la vida espiritual, el discípulo se entrena primero a sí mismo para responder a su propia alma y también para responder a los trabajadores del grupo interno, los que posteriormente, como resultado de su esfuerzo auto-iniciado, le enseñan a ser un comunicador, un intermediario. La característica de tales comunicadores es la claridad mental, verdadera impersonalidad, tolerancia espiritual [i118] y parquedad en el uso de las palabras, cuando éstas encierran conceptos. Debería recordarse que del conjunto de escritos psíquicos que afluyen hoy al mundo, el trabajo de los verdaderos comunicadores será ocuparse del Plan y no de las personalidades, de los principios y no de los propósitos individuales, y todos esos comunicadores serán tipos mentales, canales para el amor de Dios y conscientes del grupo. En su trabajo no habrá nada que produzca separatividad ni que nutra los fuegos de la controversia, el antagonismo o el partidismo. Muchas cosas de valor podrán llegar por otros canales, sin que sea por medio de este grupo de comunicadores y podrá esperarse que afluyan en forma acrecentada escritos inspirados de orden elevado y sabiduría proveniente del mundo de las almas, a través de centenares de personas que están en contacto con sus propias almas. También mucho provendrá de los niveles superiores del plano astral, de elevado orden devocional, pero nada procederá del grupo de comunicadores que está hoy en proceso de formación. Sólo un puñado de ellos se ocupa ahora de ese trabajo, y hasta dentro de quince años no comenzarán verdaderamente a aparecer dichos comunicadores.

Retomaremos las dos preguntas y, especialmente, la que concierne al valor que tiene el estudio de los rayos. He sentido la necesidad de escribir sobre este asunto por las siguientes razones:

1. La psicología moderna se halla en un callejón sin salida. Las numerosas psicologías han hecho su contribución al entero tema y todas tienen valor, porque incorporaron un aspecto de la verdad. Mediante ellas hemos llegado a un asombroso conocimiento del ser humano, de sus instintos y mecanismos animales, de las reacciones a su medio ambiente y a su mecanismo sensorio; hemos aprendido mucho respecto al subconsciente a través del cual irrumpen en la mente consciente, en forma desastrosa, antiguos pecados y conocimientos raciales, complejos reprimidos y deseos latentes, así como reacciones psíquicas [i119] altamente organizadas. Sabemos mucho sobre el ser humano como ente íntegro que y la interacción que existe entre los sistemas nerviosos glandular, los músculos y sus expresiones, como ser: cualidad, carácter, personalidad y medio ambiente. También hemos aprendido mucho sobre ese complejo ser llamado ser humano, y el individuo como ente psíquico es un hecho comprobado en la naturaleza, como lo es el ser humano animal. Pero el ser humano, el alma, permanece siendo aún una incógnita, una esperanza, una creencia. La realidad de la existencia del alma no ha sido aún corroborada; al ayudar a traer a la luz la verdad, trato de llamar la atención a los pensadores modernos sobre el tema de los siete rayos, para que la luz de este conocimiento esotérico pueda iluminar la ciencia de la psicología. Así podría ayudar a que se realice la tarea de revelación.

2. Si alguna cosa ha surgido en las mentes de los investigadores a medida que han estudiado al ser humano, ha sido la realidad de que es esencialmente dual. La psicología ha demostrado que en la conciencia de cada ser humano existe un sentido de dualidad, que la persona es, en un sentido misterioso, dos seres, y que la lucha entre ambos ha conducido a todo tipo de neurosis y complejos que abruman la ingeniosidad de los psicólogos expertos que procuran hallar una solución. El iniciado Pablo se refirió a esto cuando habló de la eterna lucha que se libra entre la mente carnal y la naturaleza celestial, y todos los aspirantes que luchan inteligentemente por obtener la liberación son testigos de ello. Pablo señala que la victoria se adquiere a través del Cristo, y doy la pauta de la importancia de este estudio de los rayos cuando declaro que esotéricamente los siete rayos son la séptuple expresión del Cristo Cósmico, la segunda persona de la Trinidad. Miles de personas desorientadas acuden a las clínicas de los psicólogos, llevando consigo el peso de sus naturalezas duales, y miles de psicólogos reconocen [i120] esta dualidad y tratan de unificar esos dos aspectos disociados. Cuando se comprenda la verdadera naturaleza de los siete rayos y el efecto que producen en la humanidad al expresar los siete tipos de seres humanos, entonces encararemos el tema de la dualidad del ser humano con más inteligencia, y comprenderemos mejor la naturaleza de las fuerzas que constituyen una u otra de estas dualidades. Ésta es la verdadera ciencia esotérica. La ciencia de las siete cualidades o rayos, y su efecto sobre las miríadas de formas que ellos moldean y energizan, constituye el nuevo modo de encarar el correcto método de entrenar y desarrollar a la familia humana. La moderna ciencia esotérica tiene un gran conocimiento de la forma externa o aspecto materia, y de su naturaleza eléctrica. La ciencia esotérica sabe mucho respecto a la naturaleza de las energías subjetivas y de las cualidades que coloran y condicionan la forma. Cuando ambos conocimientos estén inteligentemente unidos, elaboraremos una psicología más exacta y verdadera y una nueva ciencia de la cultura humana; entonces el trabajo de unificar al ser humano – la persona como ente psíquico y como alma condicionadora- progresará rápidamente.

3. El conocimiento de los rayos y sus tendencias y energías traerá gran iluminación a quienes trabajan en las distintas ciencias. Todas ellas pertenecen a uno de los rayos, y una ciencia es textualmente la luz que arroja un rayo en un campo particular de la manifestación divina. Los cuatro reinos de la naturaleza son personificaciones de cuatro grandes Vidas que se encuentran en cada uno de los cuatro rayos menores. El Ser que da vida al cuarto reino, o reino humano (considerando a este reino como un organismo distinto, así como el cuerpo o la personalidad de un ser humano es un organismo diferente y separable de él como alma), pertenece al quinto rayo. El Ser que anima similarmente al tercer reino o reino animal, responde a las vibraciones del sexto rayo. El Ser que da expresión [i121] y fuerza activa al reino vegetal, pertenece al cuarto rayo. Por lo tanto tenemos:

La Humanidad .......

4º Reino ..............

5º Rayo .......

Conocimiento Concreto.

El Animal ..............

3º Reino ..............

6º Rayo .......

Devoción ascendente y progresiva.

El Vegetal .............

2º Reino ..............

4º Rayo .......

Armonía y Belleza.

El Mineral .............

1º Reino ..............

7º Rayo .......

Organización y Ritual.

Estos enunciados tienen ahora poco significado para ustedes, pero los ampliaremos más adelante cuando consideremos estos rayos más detalladamente. Por ahora les doy sólo un conocimiento general. Sin embargo, es evidente que cuando los científicos conozcan y acepten, aunque sea como hipótesis, la naturaleza de la energía que compenetra y anima cualquier reino de la naturaleza, se arrojará mucha luz sobre las formas externas, cualificadas por una fuerza y vida determinadas.

Existe, por ejemplo, una razón definida por la cual la mayoría de las flores silvestres y cultivadas de Occidente y también las de la temporada de otoño tienen tonos amarillos y anaranjados; la calidad mental de las subrazas posteriores a la raza aria, como también el tono general en toda la era de Aries, se debe a la misma razón. La influencia del cuarto rayo de Armonía y Belleza y el poder que está desarrollando el quinto rayo de Conocimiento (sinónimo de la fusión de la intuición y el intelecto en el ser humano altamente evolucionado) tiene un definido efecto sobre el reino vegetal y el aura humana. El amarillo anaranjado resplandece en ambos. Menciono esto para ilustrar una exteriorización de la fuerza del rayo, y como demostración del valor de la ciencia esotérica cuando se aplica a lo exotérico.

El rayo azul de devoción pasa a ser el color violeta denominado rayo ceremonial. ¿Qué significan estas palabras? Simplemente que el gran Músico del Universo está moviendo las [i122] teclas, emitiendo otra nota, haciendo girar otra vuelta de la rueda y penetrando en el arco de manifestación del rayo violeta, la gran nota musical sol. Estos rayos traen consigo -en los reinos de la naturaleza- todo lo que se encuentra a tono con ellos: seres humanos, devas de órdenes superiores o inferiores, elementales de la naturaleza, deseables o indeseables, flores, frutas y vegetales de cierta clase, animales y formas de distintas especies. La desaparición de un rayo señala la extinción total de algunas formas de ciertas especies de animales, y produce la extinción de algún aspecto vegetal. De allí la confusión que existe entre los científicos actuales. El proceso de entrada es lento, similar a todo trabajo en la naturaleza. Lo mismo sucede con el proceso de salida. Simultáneamente con el nacimiento y emergencia cíclica de un nuevo rayo, tenemos el lento retorno a su fuente de origen del rayo predominante, presente en el advenimiento del nuevo rayo.

Actualmente el sexto rayo está saliendo de la manifestación y llevando consigo todas esas formas cuya nota clave es el azul -por ejemplo esas personas que con devoción, equivocada o no, han seguido cierto objetivo, persona o idea. Con él desaparecerán, por lo tanto, todos los denominados fanáticos y los que se dedican con intención fija a lograr algún objetivo. Muchas flores que nos deleitan están desapareciendo, por ejemplo, la campanilla azul, el jacinto y el olivo; el zafiro será escaso y la turquesa perderá su matiz. Se pondrán de moda las flores de color violeta, lavanda y púrpura, detrás de lo cual existe un profundo propósito.

El plano físico, en su aspecto más denso, encierra pocos misterios para el ser humano actual, pues lo conoce plenamente, pero los niveles más sutiles del plano físico que aún están ocultos, son para el ser humano su próximo campo de descubrimiento. El rayo del ceremonial trae consigo los medios por los cuales ese conocimiento puede ser adquirido y revelado a todos, y de esa manera no será sólo propiedad de los sabios y los ocultistas. Los tres niveles etéricos superiores y quienes [i123] los habitan, esperan llegar a ser propiedad de todos, y conjuntamente con sus habitantes vendrá el futuro acercamiento.

En la actualidad es posible predecir ciertos acontecimientos que ocurrirán durante los próximos cien años.

Primero, dentro de diez años, más o menos, el primer éter, con todo lo que compone esa materia, será un hecho científico reconocido, y las personas de ciencia que trabajan intuitivamente reconocerán a los devas de ese plano. Las personas que encarnen cuando esté en vigencia el séptimo rayo, poseerán ojos que les permitirán ver a los devas de color púrpura y a los devas menores del cuerpo etérico.

Segundo, cuando se acerque al plano físico Aquel a Quien los seres humanos y ángeles esperan, traerá consigo no sólo a algunos de los Grandes Seres y Maestros, sino también a algunos devas que representan, para la evolución dévica, lo que los Maestros representan para la evolución humana. No debe olvidarse que la evolución humana es una de tantas, y que este período de crisis lo es también para los devas. Se les ha pedido que se acerquen a la humanidad, y que con su vibración más elevada y su conocimiento superior unan sus fuerzas con las de la humanidad para el progreso de las dos evoluciones. Tienen mucha enseñanza que impartir sobre el color y el sonido y el efecto que estos producen en el cuerpo etérico de los seres humanos y los animales. Cuando la raza haya captado lo que los devas tienen que impartir, serán eliminadas las enfermedades físicas y se centrará la atención sobre las dolencias del cuerpo astral o emocional.

Los devas de color violeta de los cuatro éteres forman, como se imaginarán, cuatro grandes grupos con siete divisiones subsidiarias. Estos cuatro grupos trabajan con los cuatro tipos de seres humanos que están ahora encarnados, porque en verdad, en ningún momento en esta ronda, habrá más de cuatro tipos de seres humanos en encarnación. Cuatro rayos predominan en cualquier periodo dado, pero uno predominará más que los otros. Con esto quiero decir que hay sólo cuatro rayos en encarnación física, porque es en el plano del alma donde [i124] lógicamente se encuentran los siete tipos. Esta idea se manifiesta en las cuatro castas de la India, y observarán que ellas prevalecen universalmente. Los cuatro grupos de devas son servidores del Señor, y su trabajo especial es hacer contacto con los seres humanos e impartirles enseñanza experimental y definida.

Instruirán sobre los efectos del color para la curación de las enfermedades, especialmente el efecto de la luz violeta, a fin de disminuir las enfermedades humanas y curar las del plano físico, que tienen su origen en el doble o cuerpo etérico. Enseñarán a los seres humanos a ver etéricamente, elevando la vibración humana mediante su propia acción. Demostrarán a los pensadores materialistas del mundo que existe el estado súper-consciente -no sólo el súper-humano- y también esclarecerán el hecho aún no reconocido de que otros seres, además de los humanos, habitan la tierra.

Enseñarán también como emitir los tonos que corresponden a las graduaciones del violeta, y mediante la entonación del sonido capacitarán al individuo para utilizar los éteres, así como ahora utiliza la materia del plano físico para diversas necesidades.

Esto permitirá a los seres humanos controlar de tal manera los éteres, que el peso de la materia será trasmutado y los movimientos serán más ágiles, rápidos, deslizantes y silenciosos, y por lo tanto menos cansadores. El ser humano logrará disminuir la fatiga y aumentar la rapidez de la movilidad al controlar los niveles etéricos, y obtendrá la capacidad de trascender el tiempo. Hasta que esta profecía no llegue a ser una realidad en la conciencia, su significado permanecerá velado. Además, enseñarán a los seres humanos a alimentar correctamente el cuerpo y a extraer el alimento de los éteres circundantes. En el futuro la persona se concentrará más sobre la salud del cuerpo etérico, y el funcionamiento del cuerpo físico denso será prácticamente automático.

Esto permitirá a los seres humanos, como raza y no como individuos, [i125] expandir su conciencia, a fin de que abarquen lo suprafísico. No olviden el importante hecho de que cuando se logre, la trama que separa el plano físico del plano astral será descubierta por los científicos y su propósito oportunamente será reconocido. Con este descubrimiento vendrá el poder de atravesar la trama, a fin de vincularse conscientemente con el cuerpo astral. Entonces se habrá llevado a cabo otra unificación material.

¿Qué ocurrirá después, y cuál será el método para acercarse a estos devas?

Durante los próximos quince años los seres humanos recibirán, a menudo subconscientemente, cada vez más enseñanza definida proveniente de los devas con quienes están vinculados. Al principio esto se hará telepáticamente. En la actualidad los médicos reciben información de ciertos devas, y en los niveles mentales hay dos grandes devas que pertenecen al grupo de color verde y ayudan en este trabajo, y algunos médicos reciben subjetivamente mucho conocimiento impartido por una deva color violeta que actúa en el subplano atómica del plano físico, ayudado por un deva del nivel causal que también actúa con y a través de los egos de los médicos. A medida que las personas aprendan a presentir y a reconocer dichos devas, éstos les impartirán más enseñanza y lo harán de tres maneras, por:

1. La telepatía intuitiva.
2. La demostración del color que de esta manera comprobará la realización de ciertas cosas.
3. Definidos sonidos musicales que a su vez producirán vibraciones en los éteres, los cuales a su vez producirán formas.

Debido a la ampliación de la visión que obtendrá la humanidad, el éter parecerá ser más sustancial de lo que es ahora, y a medida que se desarrolle la vista etérica se reconocerá que los éteres son estrictamente materia del plano físico. Por lo tanto, cuando un ser humano enfermo llame a un deva, y éste destruya el tejido [i126] enfermo, emitiendo una nota que produzca la eliminación del tejido infectado, y cuando por medio de una presencia producida por la vibración construya visiblemente el nuevo tejido, entonces la presencia de estos devas será generalmente reconocida y se utilizará su poder.

¿Por qué medios conoceremos su presencia y utilizaremos sus poderes?

Ante todo, por el desarrollo especifico del ojo humano que verá lo que ahora es invisible. Habrá un cambio dentro del ojo, que no será del tipo de la clarividencia.

Después, por la constante experimentación de las invocaciones y su empleo, se descubrirá el método de llamar a los devas. Este desarrollo debe efectuarse con precaución, porque puede ser desastroso para quienes no están protegidos. Por eso es necesario insistir en que se debe llevar una vida pura, aprender invocaciones y fórmulas protectoras y conocer el poder de protección que tiene la iglesia y la masonería. No olviden que las entidades maléficas que pueden responder a vibraciones análogas, existen también en otros planos además del físico y que las invocaciones para llamar a un deva, si no son emitidas correctamente, pueden llamar a un ser que provoque estragos. La protección reside en el ritual. De allí el énfasis puesto en las fórmulas de la iglesia y en los rituales masónicos, el cual se acrecentará y no disminuirá en el transcurso de los años. Posteriormente se conocerá la fuerza de las invocaciones.

Cada individuo vibra en cierta medida. Los que saben y poseen clarividencia y clariaudiencia descubren que toda materia emite sonidos, palpita y tiene su propio color. Por lo tanto cada ser humano puede emitir un sonido específico. Al emitirlo hace que resplandezca como color, y la combinación de ambos indica en cierta medida cuál es su vibración específica.

Cada ente de la raza humana pertenece a alguno de los siete rayos, [i127] en consecuencia predomina en él algún color y emite algún sonido; las graduaciones son infinitas y los matices del color y del sonido son innumerables. Cada rayo tiene sus rayos subsidiarios a los cuales domina y actúa como rayo sintético. Estos siete rayos están vinculados con los colores del espectro. Tenemos los rayos rojo, azul, amarillo, anaranjado, verde y violeta. Existe el rayo que los sintetiza a todos, el índigo. Tenemos los tres rayos principales, rojo, azul y amarillo y los cuatro colores secundarios que, en la Mónada en evolución, tiene su correspondencia en la Tríada espiritual y en el cuaternario inferior. El Logos de nuestro sistema se concentra en el amor o aspecto azul que, en síntesis, se manifiesta como índigo. Este tema sobre los rayos y sus colores confunde al neófito. Sólo puedo indicar algunas ideas y, en el cúmulo de sugerencias, podrá llegar oportunamente la luz. La clave reside en la similitud del color, lo cual significa una semejanza de nota y ritmo. Por lo tanto, cuando un ser humano pertenece a los rayos rojo y amarillo, con el rojo como rayo primario, y encuentra otro ser humano que pertenece a los rayos azul y amarillo con una secundaria similitud al amarillo, puede producirse un reconocimiento. Pero si un ser humano que pertenece al rayo amarillo y azul, tiene como color primario al amarillo, encuentra a un hermano que pertenece a los rayos amarillo y rojo, el reconocimiento es mutuo e inmediato porque el color primario es el mismo. Cuando esta causa fundamental de asociación o disociación, sea mejor comprendida, los colores secundarios actuarán como lugar de encuentro que redundará en beneficio mutuo de las partes involucradas.

Los colores rojo, azul y amarillo son primarios e irreductibles y constituyen los colores de los rayos principales.

a.    Voluntad o Poder .............   Rojo
b.    Amor-Sabiduría ...............    Azul
c.    Inteligencia activa ............   Amarillo

[i128] Tenemos además los rayos secundarios:

d.    Anaranjado
e.    Verde
f.    Violeta

Y el rayo sintetizador, índigo.

4. Por supuesto, la principal atracción del estudio de los rayos es su interés por lo humano, estudio que vivificará y despertará en los psicólogos la verdadera comprensión del ser humano. Todo ser humano pertenece a uno de los siete rayos. En cada vida su personalidad pertenece a uno de ellos, rotando de acuerdo al rayo del ego o alma. Después de la tercera iniciación, localiza (si corresponde esta palabra tan inadecuada) su alma en uno de los tres rayos principales, aunque hasta ese momento puede pertenecer a uno de los grupos de los siete rayos. Desde esa excelsa actitud trata de lograr la unidad esencial de la Mónada. El hecho de que existan siete tipos de rayos encierra en sí grandes implicaciones, y lo intrincado del tema desconcierta al neófito.

Un rayo confiere, por medio de su energía, condiciones físicas peculiares y determina la cualidad de la naturaleza astral-emocional, colora el cuerpo mental, controla la distribución de la energía, pues los rayos son de distintos grados de vibración, y rigen un determinado centro del cuerpo (diferente para cada rayo), a través del cual se hace esa distribución. Cada rayo actúa principalmente a través de uno de los centros y en los otros seis lo hace en orden específico. El rayo predispone a que el ser humano tenga ciertas debilidades y fortalezas y es su principio limitador, dotándolo también de capacidad. Rige el método de sus relaciones con otros tipos humanos, y es responsable de las reacciones de la forma hacia otras formas. Lo colora, le imparte cualidad, le da su propia tonalidad en los tres planos de la personalidad y moldea su apariencia física. Ciertas actitudes de la mente son fáciles para un tipo de rayo y difíciles para [i129] otro, de allí que la variable personalidad cambia de un rayo a otro al cambiar de una vida a otra, hasta que todas las cualidades se hayan desarrollado y expresado. Algunas almas, debido al destino que les depara su rayo, se encuentran en determinados campos de actividad, y el campo definido de sus esfuerzos es relativamente el mismo durante muchas vidas. Un gobernante o estadista ha adquirido destreza en su especialidad debido a su gran experiencia en ese campo. Un instructor mundial ha estado desempeñando su tarea de salvación durante muchas vidas. Cuando un ser humano ha recorrido las dos terceras partes del sendero evolutivo, el tipo de rayo de su alma empieza a dominar al tipo de rayo de su personalidad y, en consecuencia, regirá la tendencia de su expresión en la tierra, no en sentido espiritual (según se dice), sino en el que predispone a la personalidad a realizar ciertas actividades.

Desde el punto de vista de la psicología, el conocimiento de los rayos y de sus cualidades y actividades es de gran importancia, de allí la razón de este tratado.

5. Los grupos de personas, organizaciones, naciones y conjuntos de naciones, son el resultado de las actividades y del magnetismo de los rayos. Por eso es de valor comprender las fuerzas que emanan desde el centro divino creador que denominamos rayos, a fin de comprender la cualidad, la naturaleza y el destino de las vastas masas humanas. Los siete planetas están regidos por uno de los rayos. Los países, considerados independientemente de sus ciudadanos, también son el resultado de las actividades de rayo, de modo que la importancia del tema no puede ser sobrestimado.