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EL USO DE LAS MANOS

Al tratar sobre el manejo de las fuerzas, es de valor dar una breve información respecto al uso de las manos en este trabajo. Uno de los Maestros ha dicho: “solo mediante la mano armada o preparada, ya sea para conquistar o perecer, el místico moderno puede tener la esperanza de lograr su objeto”. Diré algunas palabras respecto a las manos, pues en estas frases hay más enseñanza oculta de lo que parece.

En uno de los libros antiguos, accesible para la instrucción de discípulos, se encuentran estas palabras:

“La mano armada es una mano vacía y esto protege a su poseedor de las acusaciones de sus enemigos. Es una mano libre de la mácula de los cuatro males simbólicos -el oro, la lujuria, el puñal y el dedo incitador”.

Estas palabras son muy significativas, y sería beneficioso estudiar brevemente el tipo y la cualidad de las manos que caracterizan a los discípulos. En las distintas enseñanzas esotéricas las manos juegan un gran papel, debido a que, por cuatro razones, son:

  1. El símbolo de la adquisición.
  2. Centros de fuerza.
  3. Las que esgrimen la espada.
  4. Empleadas en forma altruista:
  •    a. Instrumentos de curación.
  •    b. Medios para hacer girar ciertas llaves.

Viéndolas como símbolos de adquisición, debe recordarse que el ser humano común las emplea para “asir y retener” y adquirir lo que quiere para sí y para satisfacer sus deseos egoístas. En el ser espiritual, las manos todavía son el símbolo de la adquisición, pero solo toman lo que [i576] necesitan para ayudar al grupo y liberar inmediatamente lo adquirido para ese fin. El iniciado no retiene nada para sí; el salvador de la raza puede utilizar todo lo que está acumulado en el depósito divino, pero no para sí mismo, sino para quienes trata de ayudar.

Como centros de fuerza, las manos desempeñan un papel muy importante, y esto es poco comprendido. Es un hecho oculto que las manos de un discípulo (una vez que ha alcanzado tal adquisición, basada en el trabajo grupal altruista) se convierten en transmisores de energía espiritual. La “imposición de las manos” no es una frase trivial ni está limitada solamente a las operaciones del apostolado de cualquier fe. La “imposición de las manos”, ocultamente, puede ser estudiada bajo cuatro aspectos:

  1. En la curación. En este caso, la fuerza que fluye a través de las manos viene de una fuente dual y por medio de dos centros etéricos, el bazo y el corazón.
  2. En la estimulación de un centro específico. La energía empleada, en este caso, viene de la base de la columna vertebral y de la garganta, y debe ir acompañada de palabras apropiadas.
  3. En el trabajo de vincular al ser humano con su ego. La fuerza empleada aquí debe ser recibida desde tres centros etéricos, el plexo solar, el cardíaco y el centro entre las cejas.
  4. En el trabajo grupal. Aquí se utiliza la energía que emana del ego por medio del coronario, el centro laríngeo y la base de la columna vertebral.

Es evidente, por lo tanto, que la Ciencia de las Manos es muy real y el discípulo tiene que conocer la naturaleza de las fuerzas de los diferentes centros, su transmisión y unificación, y entonces, por un acto de la voluntad, hacerlas pasar a través de los chakras de las manos. Las manos hacen su trabajo directamente a través de la proyección de un constante flujo -una vez que las corrientes fusionadas han sido extraídas- o indirectamente por la manipulación. Mediante [i577] el conocimiento de la Ley, un discípulo puede utilizar no solo las corrientes que fluyen a través de los centros de su propio cuerpo, sino también combinarlas con las corrientes planetarias o cósmicas, que se encuentran en su medio ambiente. Esto lo hacen frecuente e inconscientemente los oradores, quienes magnéticamente utilizan las manos en cierta medida, y los efectos vistos por un clarividente son a veces asombrosos. Cuando este trabajo se hace conscientemente se agrega un factor más potente al equipo de cualquier chela.

A este respecto debe tenerse en cuenta que es una cuestión muy abstrusa, y que ciertas fuerzas de rayo pasan por la línea de menor resistencia, unas de izquierda a derecha, otras de derecha a izquierda. Ciertos centros transmiten sus energías por la mano derecha y otros por la izquierda. Por lo tanto, se requiere mucho conocimiento para trabajar científicamente.

No tengo tiempo para considerar en detalle el significado de las manos cuando esgrimen la espada, excepto indicar que la espada como símbolo representa muchas cosas:

  1. La espada afilada de doble filo, es la facultad discriminadora que llega hasta las raíces del ser del chela y separa lo real y verdadero de lo irreal y falso. Es esgrimida por el ego desde el plano mental y mencionada como “la Espada de frío acero azul”.
  2. La espada de la renunciación, o esa hacha de doble hoja que el chela aplica voluntariamente a lo que él considera que puede mantener apartado de su meta. Es aplicada principalmente a las cosas del plano físico.
  3. La espada del Espíritu, es esa arma que en las manos del discípulo derriba, ante los ojos del grupo al cual sirve, los obstáculos que se encuentran en el camino del progreso grupal. Solamente es manejada sin peligro por quienes han entrenado sus brazos para [i578] esgrimir otras espadas, y en las manos de un iniciado es un factor sumamente poderoso.

El Antiguo Comentario, al que se ha hecho referencia muchas veces, dice:

“El acero es necesario para la transmisión del fuego. Cuando la fuerza del ser interno está unida a la energía transmitida a través de los chakras de la palma de la mano, desciende por la brillante hoja y se funde con la fuerza del Uno, que es el Todo. Así es consumado el Plan”.

Y así, podría agregarse, aumenta la energía de la unidad por la fuerza del Todo mayor.

Se dice, en los libros ocultistas y también en La Doctrina Secreta, que todos los iniciados deben ser curadores; por lo tanto, todos los iniciados emplean las palmas de las manos en el trabajo de curación. Solo quienes han esgrimido la espada, se atreven a dejar la espada y permanecer con las manos vacías, elevadas en bendición. Solo “la mano armada” puede ser utilizada sin peligro en el trabajo de salvación; solo quienes han “tomado el reino del Cielo por la fuerza” y son conocidos ocultamente como “los Seres violentos”, pueden tomar de la provisión celestial y emplearla en el trabajo de curación. Esto debe tenerse muy en cuenta. La verdadera fuerza curativa puede fluir únicamente a través de quienes, en cierta medida, están unidos a la Jerarquía directa o indirectamente (por derecho de iniciación o por ser un discípulo avanzado), y son utilizados en el aspecto interno por algún adepto o sanador avanzado. Un ser humano debe conocer su condición antes de poder curar correctamente. Esto no es aplicable a esos sanadores que son trabajadores inconscientes, pues son potentes transmisores de prana o vitalidad solar. Son legión y hacen mucho bien, aunque a veces la energía que transmiten sirva para estimular erróneamente.

En lo que concierne al empleo de las manos para hacer girar las llaves, haré simplemente una sugerencia. Las manos de quienes han aprendido el “arte de los [i579] centros”, la significación de las manos en el servicio, el manejo de la espada y las cuatro posiciones en que las manos se dedican al servicio grupal, son las que pueden hacer girar la llave de la puerta de la iniciación.

Estudien, por lo tanto, el tipo de fuerza que manejan usualmente, conozcan la línea de rayo de donde proviene la energía, y llegarán así a un conocimiento más verdadero de ustedes mismos y de su capacidad interna; averigüen asimismo el tipo de energía que les puede faltar y cómo pueden perfeccionar su equipo.

B. La cualidad de la fuerza utilizada depende necesariamente del rayo del cual puede emanar. Me piden que diferencie las palabras tipo y cualidad. Diría que el tipo de fuerza indica el aspecto vida, mientras que la cualidad señala el aspecto consciencia, y ambas son aspectos de la entidad o del ser que constituye la encarnación de un rayo. El tipo se manifestará principalmente mediante lo que podríamos llamar dirección dinámica y por su poder de producir un efecto. Esto, por supuesto, tiene que ir unido a una correcta cualidad y habilidad en la acción. La cualidad le indicará su poder de acercamiento atractivo. Tiene un aspecto más magnético que el tipo. Los estudiantes pueden llegar a conocer la cualidad de la fuerza que utilizan observando lo que atraen hacia sí, tanto en las circunstancias y en las personas, como en sus reacciones ante lo que el estudiante pueda decir o hacer. En el tipo, prevalece más el aspecto voluntad; en la cualidad, se encuentra principalmente el aspecto deseo. Es una verdad profunda aquella de que, según los deseos de un ser humano, así serán las formas de vida que, como imán, atraerá hacia sí.

C. La fortaleza de una fuerza especial nos lleva nuevamente a la regla que estamos estudiando, porque involucra en sí el factor de verdadera persistencia, y hemos visto anteriormente que la emergencia a la vida funcional y de actividad de cualquier forma depende de la atención persistente de su [i580] creador. La energía puede ser utilizada dinámica o constantemente, y los efectos de estos dos modos de aplicación de la energía difieren. Uno es principalmente utilizado en trabajo destructivo, y este es el método dinámico. Hay, por ejemplo, ciertas palabras dinámicas de poder que, cuando son empleadas por los Creadores Destructores, efectúan la destrucción de formas. Con dichas palabras los aspirantes no tienen nada que hacer. El trabajo importante es aprender el significado de la persistencia y de la fortaleza. Literalmente es esa persistencia en el tiempo, y la fortaleza está más allá del poder de resistir, soportar, mantenerse firme y seguir adelante, sin amilanarse. Estudien, por lo tanto, con atención los tipos dinámicos, la cualidad magnética y la fortaleza persistente de las fuerzas que constituyen el equipo de cada uno. Cuando puedan manejar, ya sea destructiva o constructivamente, egoísta o altruistamente, de acuerdo al Plan universal o al plan egoísta y personal, trabajarán conscientemente, y entonces, a sabiendas seguirán el sendero de la derecha o el de la izquierda.

D. La rapidez de la fuerza utilizada depende de estos tres factores previos. La rapidez, en este sentido, no tiene relación esencial con el tiempo, aunque es difícil encontrar otra palabra para usarla en su lugar. Se relaciona con el mundo de los efectos a medida que emana desde el mundo de las causas. Quizás tenga, esencialmente, una relación con la verdad, porque cuanto más verdadero es un impulso y cuanto más clara es la comprensión del propósito subjetivo, tanto más será seguido, automáticamente, por el impacto correcto y la dirección de la fuerza. Tal vez la rapidez podría traducirse más correctamente por las palabras “dirección correcta”, porque allí donde hay dirección correcta, orientación verdadera, comprensión exacta de propósito y reconocimiento del tipo de fuerza requerida, entonces hay un efecto instantáneo. Cuando el alma haya registrado la cualidad deseada y posea la fortaleza del Eterno y la persistencia de Aquel que ha sido, desde el principio, el proceso de expresión de la fuerza y la [i581] relación entre causa y efecto, serán espontáneos y simultáneos y no correlativos. Esto difícilmente puede ser comprendido por quienes aún no poseen la consciencia del Eterno Ahora. Pero este efecto espontáneo y simultáneo es la clave de todo el trabajo mágico, y estas cuatro palabras -tipo, cualidad, fortaleza y rapidez- abarcan la historia del Mago Blanco. No me atrevo a dar nada más, ni me es permitido hablar con mayor claridad. Muy pocos están aún capacitados para ser magos, y pocos -quizás afortunadamente- han despertado los siete centros para trabajar libremente en los siete planos y con los siete tipos de energías de rayo.

Quisiera señalar que estos cuatro aspectos de energía pueden ser estudiados por el aspirante en su propia naturaleza. En el plano físico, él es aparentemente la causa iniciadora, y a medida que trabaja con estas energías, ellas provocarán respuesta y reacción de quienes sienten su impacto y demuestran su efecto. Por lo tanto, ¿no es verdad que trabajamos y vivimos en un mundo de fuerzas? No es necesario algún campo distante o dominio especial en el cual vivir, aprender y trabajar, pues habitamos en un mundo de fuerzas y energías; nosotros mismos constituimos unidades de fuerza o energía, y manejamos fuerza, sabiéndolo o no, durante las veinticuatro horas del día. El campo de nuestro entrenamiento ocultista es el mundo, y también el mundo de nuestras peculiares circunstancias y el medio ambiente.