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5. Los Rayos que Están en Manifestación Cíclica


Ahora consideraremos las fuerzas que prevalecen en la actualidad, de allí su suprema importancia en relación con lo que voy a exponer. En primer [i358] lugar podría decir que el principal problema actual se debe a que actúan simultáneamente dos rayos de gran poder. Sus efectos se hallan hasta ahora tan bien equilibrados que se ha producido una situación que está descrita en los antiguos archivos como: “La época en que las cimas de las montañas protectoras se despeñan de su lugar elevado, y las voces de los seres humanos se pierden en el estrépito y estruendo de la caída”. Dichos períodos sólo ocurren en raros y largos intervalos, y cada vez que tiene lugar se inicia un período peculiarmente significativo de divina actividad. Las antiguas cosas desaparecen, pero sin embargo, se restauran los viejos galones. El séptimo rayo de Orden Ceremonial o Ritual, está entrando en manifestación. El sexto rayo de Idealismo o Visión Abstracta, está saliendo lentamente. El séptimo rayo traerá a la manifestación lo que fue visualizado y también lo que constituyó los ideales del precedente ciclo de actividad del sexto rayo. Un rayo prepara el camino para otro, y la razón de que se manifieste uno u otro depende del Plan y del Propósito divinos. No es frecuente que dos rayos sigan uno al otro en regular secuencia numérica, como acontece ahora. Cuando esto sucede, los efectos siguen a la causa rápidamente y esto podría ser la base de una segura esperanza.

a. EL SALIENTE SEXTO RAYO

La influencia del sexto rayo sirvió para llevar a las mentes de los seres humanos hacia un ideal, por ejemplo, el sacrificio o servicio individuales. En dicho período la misión mística fue lo más elevado que podía lograrse, y numerosos guías místicos aparecieron en Occidente y Oriente.

La influencia del séptimo rayo producirá con el tiempo al mago, pero en esta era se practicará predominantemente la magia blanca (no como sucedía en los días atlantes, que predominaba el egoísmo [i359] o la magia negra). El mago blanco trabaja con las fuerzas de la naturaleza y las devuelve a la humanidad avanzada para que las controle. Esto bien puede verse ya actuando por medio de los científicos que han surgido a fines del siglo pasado y en el siglo XX. También es verdad que gran parte de su trabajo mágico ha sido dirigido hacia canales egoístas debido a la tendencia de esta era materialista, y muchos de sus descubrimientos sabios y verdaderos, realizados en el reino de la energía, fueron adaptados a los fines que hoy sirven al odio y al amor propio del individuo. Pero esto de ninguna manera milita en contra de sus maravillosas realizaciones. Cuando se trasmute el móvil del interés puramente científico en amor a la revelación divina, y cuando el servicio a la raza sea la fuerza determinante, entonces tendremos la verdadera magia blanca. Por lo tanto, tenemos aquí la necesidad de trasformar al místico en ocultista y entrenar al moderno aspirante sobre el correcto móvil, el control mental y el amor fraternal -todo lo cual deberá ser expresado, y se expresará, por medio de la inofensividad-, que es la fuerza más poderosa que existe en la actualidad. No me refiero a la no-resistencia, sino a esa actitud mental positiva del que no piensa mal. El que no tiene malos pensamientos ni hace mal a nadie, es un ciudadano del mundo de Dios.

Deben tenerse presentes las siguientes relaciones que existen entre el sexto y el séptimo rayos; los estudiantes deberían comprender la relación que hay entre el pasado y el futuro inmediato, ver en ello el desarrollo del Plan de Dios y la futura salvación de la raza:

1. El sexto rayo fomentó la visión.
El séptimo rayo materializará lo que fue visualizado.
   
2. El sexto rayo produjo al místico, como el tipo máximo de aspirante.
El séptimo rayo desarrollará al mago que trabaja en el campo de la magia blanca. [i360]
   
3. El sexto rayo, como parte del plan evolutivo, condujo a la Separatividad, al nacionalismo y al sectarismo, debido a la naturaleza selectiva de la mente y a su tendencia a dividir y separar.
El séptimo rayo conducirá a la fusión y síntesis, porque el tipo de su energía fusiona el espíritu y la materia.
   
4. La actividad del sexto rayo condujo a la formación de grupos de discípulos que trabajan en grupo, pero sin estrecha relación y sujetos a desavenencias internas, basadas en las reacciones de la personalidad.
El séptimo rayo entrenará y producirá grupos de iniciados que trabajarán al unísono con el Plan y entre sí.
   
5. El sexto rayo proporcionó el sentido de dualidad a una humanidad que se consideraba una unidad física. Exponentes de esta actitud son los psicólogos académicos materialistas. El séptimo rayo introducirá el sentido de la unidad superior; primero, la de la personalidad integrada de las masas y, segundo, la fusión del alma y del cuerpo en los aspirantes del mundo.
   
6. El sexto rayo establece una diferencia de ese aspecto de la energía universal eléctrica conocida como electricidad moderna, producida para servir a los fines materiales del individuo.
El periódico séptimo rayo familiarizará al ser humano con ese tipo de fenómeno eléctrico que produce la coordinación de todas las formas.
   
7. El sexto rayo produjo, debido a su influencia, el surgimiento en las mentes de los seres humanos de los siguientes conocimientos:
a.    El conocimiento de la luz y de la electricidad en el plano físico.[i361]
b.    El conocimiento, entre esotéricos y espiritistas, de la existencia de la luz astral.
c.    El interés por la iluminación tanto física como mental.
d.    La astrofísica y los nuevos descubrimientos astronómicos.
El séptimo rayo cambiará las teorías de los pensadores avanzados de la raza y las convertirá en realidades en los futuros sistemas de educación. La educación y la acrecentada comprensión respecto a la iluminación en todos los campos, serán consideradas oportunamente como ideales similares.
   
8. El sexto rayo enseñó el significado del sacrificio y de esta enseñanza la crucifixión fue el emblema sobresaliente para los iniciados. La filantropía fue expresión de la misma enseñanza para la humanidad avanzada. El problemático ideal de ser simplemente bueno encierra el mismo móvil, aplicado a las masas irreflexivas.
El séptimo rayo traerá a la conciencia de los futuros iniciados el concepto del servicio y el sacrificio grupales. Esto inaugurará la era del “servicio divino”. La visión del individuo entregado al sacrificio, al servicio en el grupo y para el ideal del grupo, será la meta de la masa de pensadores avanzados en la Nueva Era, mientras que para el resto de la humanidad la hermandad será la tónica de sus esfuerzos. Estas palabras tienen una connotación y significación más amplia de lo que pueden saber y comprender los pensadores de hoy.
   
9. El sexto rayo promovió el crecimiento del espíritu individualista. Los grupos existen, pero son grupos de individuos reunidos alrededor de un individuo. [i362]
El séptimo rayo fomentará el espíritu grupal; el ritmo, el objetivo y las actuaciones rituales del grupo serán los fenómenos fundamentales.
   
10. La influencia del sexto rayo transmitió a los seres humanos la capacidad de reconocer al Cristo histórico, y desarrollar la estructura de la fe cristiana coloreada por la visión de un gran Hijo de Amor, pero cualificada por una excesiva militancia y separatividad, basadas en un estrecho idealismo.
El séptimo rayo trasmitirá a los seres humanos el poder de reconocer al Cristo cósmico y producir la futura religión científica de la Luz, que le permitirá cumplir el mandato del Cristo histórico y dejar que brille Su luz.
   
11. El sexto rayo produjo las grandes religiones idealistas con su visión y estrechez necesarias -estrechez imprescindible para proteger a las almas infantiles.
El séptimo rayo liberará de la etapa infantil a las almas desarrolladas e introducirá la comprensión científica del propósito divino que fomentará la futura síntesis religiosa.
   
12. El efecto producido por la influencia de sexto rayo fomentó los instintos separatistas: religión dogmática, exactitud científica, escuelas de pensamiento con sus barreras doctrinarias y excluyentes y el culto a la patria.
El séptimo rayo preparará el camino para el reconocimiento de premisas más amplias, que se materializarán como la nueva religión mundial que acentuará la unidad, excluyendo la uniformidad, y preparará para esa técnica científica que hará percibir la luz universal que todas las formas velan y ocultan, internacionalismo que se manifestará como hermandad práctica y como paz y buena voluntad entre los pueblos.


Podría seguir acentuando estas relaciones, pero esta enumeración es suficiente para demostrar la belleza de la preparación [i363] realizada por el sexto gran Señor del Idealismo, y llevar a cabo el trabajo del Séptimo Señor del Ceremonial.

b. EL SÉPTIMO RAYO ENTRANTE

Sería prudente dilucidar en parte la idea que subyace en el ceremonial y en el ritual. Actualmente hay mucha oposición al ceremonial y un sin número de personas buenas y bien intencionadas consideran que han superado y trascendido el ritual. Se jactan de haber alcanzado lo que llaman “liberación”, olvidando que sólo el sentido de individualidad les hace adoptar esa actitud y que es imposible efectuar ningún trabajo grupal sin alguna forma de ritual. Negarse a participar de la actividad uniforme no significa ser un alma liberada.

La gran Hermandad Blanca tiene sus rituales, cuyo objetivo es introducir y ayudar a realizar los distintos aspectos del Plan y las diversas actividades cíclicas de ese Plan. Donde se practiquen esos rituales, cuando su significado (inherentemente presente) permanece oculto e incomprendido, debe haber como consecuencia la expresión de un espíritu de inercia, inutilidad y desinterés por las fórmulas y las ceremonias. Cuando se explica que el ritual y la ceremonia organizados sólo son custodios de fuerzas y energías, entonces la idea es verdaderamente constructiva en su efecto y es posible colaborar con el Plan, entonces comenzará a demostrar el objetivo de todo servicio divino. Todo servicio se rige por el ritual.

La entrada del séptimo rayo conducirá a esta deseada culminación, y los místicos que se entrenan en las técnicas del móvil oculto y en los métodos del mago entrenado, hallarán que están colaborando inteligentemente con el Plan y participando en los rituales fundamentales que se caracterizan por el poder de: [i364]

a.    Capturar las fuerzas del planeta y ponerlas al servicio de la raza.
b.    Distribuir las energías que producirán en cualquier reino de la naturaleza efectos deseables y aspectos benéficos.
c.    Atraer y redistribuir las energías que se hallan en todas las formas de los diversos reinos subhumanos.
d.    Curar mediante un método científico que consiste en unir el alma con el cuerpo.
e.    Producir la iluminación por la correcta comprensión de la energía de la Luz.
f.    Desarrollar el futuro ritual que revelará con el tiempo la verdadera significación del agua, revolucionará su uso y permitirá al ser humano pasar libremente al plano astral, plano del deseo-emocional, siendo su símbolo el agua. La futura era acuariana le revelará al ser humano (lo cual facilitará además el trabajo del séptimo rayo) que ese plano es su hogar natural en esta etapa de desarrollo. Las masas están hoy totalmente, pero inconscientemente, polarizadas en dicho plano. Deben llegar a ser conscientes de su actividad. El ser humano se halla en vísperas de estar normalmente despierto en el plano astral, y este nuevo desarrollo se logrará mediante rituales científicos.

La influencia del sexto rayo produjo la aparición de la moderna ciencia de la psicología, y ella ha sido su gloria culminante. La influencia del séptimo rayo hará que esa ciencia infantil llegue a su madurez. La creencia en el alma se ha difundido durante el período del sexto rayo. La actividad del rayo entrante, además de la ayuda prestada por las energías liberadas durante la entrante era acuariana, traerá como resultado el conocimiento del alma.

La nueva psicología esotérica se desarrollará incesantemente. Por lo tanto, es evidente que el Tratado sobre Magia Blanca [i365] tiene definidamente una importancia de séptimo rayo, y este Tratado sobre los Siete Rayos se da a conocer como un esfuerzo para esclarecer el significado de las entrantes influencias espirituales. Una de las primeras lecciones que aprenderá la humanidad bajo la potente influencia del séptimo rayo es que el alma controla su instrumento, la personalidad, mediante el ritual o por la imposición de un ritmo regular, porque el ritmo define realmente al ritual. Cuando los aspirantes al discipulado imponen un ritmo en sus vidas lo denominan disciplina y se sienten muy felices por ello. Los grupos que se reúnen para efectuar cualquier ritual o ceremonial (ritual de la iglesia, del trabajo masónico, entrenamiento en el ejército o la marina, organizaciones comerciales, la correcta dirección de un hogar, un hospital, un espectáculo, etc.) son de naturaleza análoga, porque obliga a los participantes a una actividad simultánea y a una empresa o ritual idénticos. Nadie, en esta tierra, puede evadir el ritual o ceremonial, porque también la salida y la puesta del sol imponen su ritual, así como el transcurso cíclico de los años, los poderosos movimientos de los grandes centros poblados, la ida y venida de los trenes, los transatlánticos y el correo y las continuas transmisiones de radio -todo esto impone un ritmo a la humanidad-, lo reconozca o no. Los actuales grandes experimentados de la estandarización y la regimentación son también una expresión de esos ritmos, pues se manifiestan a través de las masas de cualquier nación.

Resulta imposible eludir el proceso del ceremonial en el vivir. Es reconocido inconscientemente, seguido ciegamente, constituyendo la gran disciplina de la respiración rítmica de la vida misma. La Deidad trabaja con el ritual y está sometida al ceremonial del universo. Los siete rayos entran en actividad y salen nuevamente bajo el impulso rítmico y ritualista de la Vida divina. Así también se construye el templo del Señor por el [i366] ceremonial de los constructores. Todos los reinos de la naturaleza están sujetos a la experiencia ritualista y a los ceremoniales de expresión cíclica. Eso sólo puede comprenderlo el iniciado; cada hormiguero y cada colmena están análogamente impelidos por los rituales instintivos y los impulsos rítmicos. La nueva ciencia de la psicología podría muy bien ser descrita como la ciencia de los rituales y los ritmos del cuerpo, de la naturaleza emocional y de los procesos mentales, o por esos ceremoniales (inherentes, innatos o impuestos por el Yo, las circunstancias y el medio ambiente) que afectan el mecanismo a través del cual actúa el alma.

Es interesante observar cómo el sexto rayo, que produjo en los seres humanos el sentido de separatividad y el pronunciado individualismo, ha preparado el camino para el poder organizador del séptimo rayo. Hablando simbólicamente, es como si los ejecutivos que debían hacerse cargo de la reorganización del mundo, preparándolo para la Nueva Era, hubieran sido entrenados y preparados por la influencia saliente para desempeñar su tarea. En todas las grandes naciones se efectúa hoy, prácticamente, un previo proceso de limpieza para la venidera revelación, y los ejecutivos y dictadores que fomentan este realineamiento y reajuste, son los expertos que los genios de cada nación han presentado para resolver los peculiares problemas que las afectan. Éstos son predominantemente ejecutivos de séptimo rayo, cuya tarea es reorganizar el mundo sobre nuevas modalidades; son técnicos en eficiencia material, enviados para ocuparse de los asuntos internos e iniciar esa actividad que eliminará los factores que impiden a la nación implicada actuar como una totalidad, o unidad integrada y coherente. Esas dificultades y desórdenes internos se deben a la falta de síntesis y armonía internas que (si se prolongan) impiden a una nación [i367] contribuir con algo al mundo de naciones y las conduce a un desorden tan intenso que sólo suben al poder personajes impropios y se hacen resaltar los aspectos erróneos de la verdad. Un ente nacional inarmónico y desordenado es una amenaza para la comunidad de naciones, de allí que se debe eliminar la separatividad y efectuar los reajustes necesarios para que llegue a ser una realidad la Federación de Naciones.

Sin embargo, la nueva era está en camino y nada podrá impedir el designio de las estrellas y lo que prevé la Jerarquía de Mentes guiadoras. Los nuevos ejecutivos que sucederán a los actuales dictadores y potencias se harán cargo del control en 1955, serán en su mayoría aspirantes y discípulos de séptimo rayo y su capacidad para lograr la interacción y la fusión en líneas correctas producirá, rápidamente, la necesaria comprensión internacional.

Quizás se preguntarán si se cumplirá esta profecía, y si no se cumpliera ¿no iría en detrimento de lo que he expuesto y se me consideraría indigno de confianza? Permítanme responder a esta pregunta diciendo que los que pronosticamos lo que puede y debe suceder, sabemos que el cumplimiento de la profecía es inevitable, sin embargo, el factor tiempo quizás no sea el estipulado, y esto será así porque el angustiado mecanismo humano de aquellos a quienes se les ha confiado el trabajo, no reaccionará correctamente o a su debido tiempo. Estos aspirantes y discípulos de séptimo rayo podrán cometer errores y desempeñar su trabajo de tal manera que se retrasen los acontecimientos, pero se les ha dado un delineamiento general de la tarea impartida por sus propias almas y trabajan inspirados por esas grandes y liberadas almas que llamamos Maestros de Sabiduría, pero de acuerdo al Plan no ejercen coerción ni obligan u ordenan el servicio a prestar. [i368] Gran parte del éxito en los importantes próximos años depende del trabajo realizado por quienes están afiliados (aunque sea superficialmente) al Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Si se educa al público sobre los nuevos ideales, el impulso de esa creciente marejada facilitará grandemente el trabajo de estos ejecutivos de séptimo rayo y en algunos casos constituirá la línea de menor resistencia. Por lo tanto, el fracaso se deberá a los aspirantes y discípulos mundiales y no a la inexactitud de la profecía ni a las condiciones astrológicas mal interpretadas. En cualquier caso el fin profetizado es inevitable, pero cuándo se cumplirá, queda en manos de la humanidad que ha despertado; la diferencia de tiempo será entre cien y trescientos años. El impulso que conduce a la síntesis es ahora demasiado fuerte para que sea demorado.

La Fraternidad Masónica entrará, bajo la influencia del séptimo rayo, a una nueva y pronunciada actividad espiritual, se aproximará a su verdadera función y cumplirá su destino previsto hace largo tiempo. Aquí puede observarse algo interesante. Durante el período de actividad del sexto rayo la Fraternidad y muchos círculos agrupados adoptaron una actitud sectaria y cristalizada. Y también cayó en la trampa del materialismo, y la forma externa, durante siglos, ha tenido más importancia para los masones que el significado espiritual interno. Se ha hecho hincapié sobre los símbolos y las alegorías, y se ha olvidado lo que estaba destinado a impartir y revelar a los iniciados. Además la Logia Masónica tuvo, y ha puesto gran atención y especial énfasis sobre la función y el lugar que le corresponde al V.M. y no sobre el significado interno del trabajo que se lleva a cabo en el piso del Templo. La logia no ha sido considerada como un ente activo e integrado. Esto debe cambiar y cambiará, y se expresarán el poder y la eficiencia del ceremonial y del trabajo de la logia. [i369] Se verá que en la regularidad de los rituales y en la solemnidad santificada del ceremonial ordenado, reside el verdadero significado del trabajo y el empleo del Verbo. La futura era del poder y trabajo grupales y de la actividad sintética ritualista y organizada, afectarán profundamente a la Masonería a medida que se desvanezca la importancia de una figura central dominante, conjuntamente con la influencia del sexto rayo, y se comprenda el verdadero trabajo espiritual y la función de la logia.

La principal función cósmica del séptimo rayo es efectuar el trabajo mágico de fusionar espíritu y materia, a fin de producir la forma manifestada a través de la cual la vida revelará la gloria de Dios. Se sugiere a los estudiantes hacer una pausa y releer la parte de este tratado donde me ocupé del Señor del séptimo Rayo, de sus nombres y de Su propósito; una vez que lo hayan hecho será evidente que uno de los resultados de la nueva e intensificada influencia será el reconocimiento, por parte de la ciencia, de que se están logrando ciertos efectos y características del trabajo. Esto ya se puede comprobar en lo que han realizado los científicos en conexión con el mundo mineral. Como se ha visto en la primera parte de este libro, el reino mineral está regido por el séptimo rayo, y a la potencia de este rayo entrante se le puede atribuir el descubrimiento de la radiactividad de la materia. El séptimo rayo se expresa en el reino mineral por la producción de la radiación, y hallaremos que estas radiaciones (muchas de las cuales aún no han sido descubiertas) serán percibidas cada vez más, comprendido sus efectos y captada su potencia. Lo que no ha sido aún comprendido por la ciencia es que estas radiaciones aparecen cíclicamente, y que bajo la influencia del séptimo rayo le fue posible al ser humano descubrir y trabajar con radio. El radio ha existido siempre, pero no ha estado activo en forma que pudiera ser detectado. Por la influencia del entrante [i370] séptimo rayo ha sido posible su aparición, y mediante esta misma influencia se descubrirán nuevos rayos cósmicos. Éstos también han existido siempre en nuestro universo, pero utilizan la sustancia de la energía del rayo entrante como sendero para llegar a nuestro planeta y así revelarse. Han pasado muchos miles de años desde que lo que ahora se estudia como Rayos Cósmicos (descubiertos por Millikan) hicieron impacto definidamente sobre nuestro planeta, y en esa época el quinto rayo no estaba activo como hoy, por eso fue imposible tener un conocimiento científico de su actividad.

Otros rayos cósmicos harán impacto sobre nuestra tierra a medida que el séptimo rayo incremente su actividad; el resultado de su influencia facilitará la aparición de los nuevos tipos raciales y sobre todo rasgará el velo o trama que separa el mundo visible y tangible del mundo invisible e intangible, el astral. Así como hay un velo llamado “trama etérica” que separa los distintos centros de fuerza del cuerpo humano y protege los centros de la cabeza de la actuación del mundo astral, de la misma manera hay una trama que separa el mundo de la vida física del mundo astral. Ésta será destruida segura y lentamente por la acción de los rayos cósmicos sobre nuestro planeta. La trama etérica que se encuentra entre los centros de la columna vertebral y en la cima de la cabeza (protegiendo al centro coronario) es destruida en el mecanismo del ser humano por la actividad de ciertas fuerzas que existen en ese misterioso fuego que denominamos kundalini. Los rayos cósmicos que el científico moderno conoce, constituyen aspectos del kundalini planetario, y su efecto será el mismo en el cuerpo del Logos planetario, la Tierra, así como sucede en el cuerpo humano; la trama etérica entre los planos físico y astral está en proceso de destruirse y este acontecimiento lo profetizan como inminente los sensitivos y los espiritistas del mundo.

[i371] Grandes e importantes cosas están en camino como resultado de esta actividad del séptimo rayo. Pero aunque el reino animal reacciona poco a este tipo de influencia, sin embargo, se producirán resultados muy definidos en el alma de la forma animal. La puerta de la individualización o entrada en el reino humano ha estado cerrada desde la época atlante, pero será abierta parcialmente por la nueva influencia; se dejará abierta de par en par a fin de que algunos animales respondan al estímulo del alma y descubran que el lugar que les corresponde es el del lado humano de la puerta divisora. Parte de la reorganización que será efectuada como resultado de la actividad del séptimo rayo concernirá a la relación que existe entre la humanidad y el reino animal, y al establecimiento de mejores y más estrechas relaciones. Esto conducirá a los seres humanos a aprovechar otro efecto del séptimo rayo, el poder de refinar la materia con la cual están construidas las formas. El cuerpo animal del ser humano ha recibido gran atención científica durante los últimos cien años, y la medicina y la cirugía han alcanzado un alto nivel de realización. La estructura del ser humano, su cuerpo y sus sistemas internos, con sus diversos rituales, son comprendidos ahora como nunca; este resultado se debe a la fuerza del rayo entrante con su poder de aplicar el conocimiento al trabajo mágico. Cuando este conocimiento se aplique en forma intensa al mundo animal se descubrirán nuevos e interesantes datos; cuando las diferencias que existen entre el cuerpo físico de los animales y el de los humanos hayan sido investigadas más detenidamente, aparecerá un nuevo y muy fructífero campo de estudio. Estas diferencias pertenecen en gran parte al sistema nervioso; por ejemplo, no se ha puesto suficiente atención al hecho de que el cerebro del animal está realmente en la región del plexo solar, mientras que el cerebro humano, el agente controlador, se halla en la cabeza, y actúa por intermedio de la columna vertebral. Cuando los científicos sepan exactamente por qué el animal [i372] no utiliza el cerebro de la cabeza como lo hace el ser humano, obtendrán un conocimiento más pleno de la ley que rige los ciclos.

Podría decirse mucho sobre esto, pero muy poco sería aún comprendido. Hasta que la fuerza del rayo entrante y todo lo que implica su entrada haya producido los cambios adecuados en el sistema nervioso, resultará imposible hacer mayores aclaraciones. Las células cerebrales, hasta ahora inactivas aún en los pensadores más avanzados, deben ser puestas en actividad; cuando esto se logre, recién será posible dar más enseñanza y dilucidaciones, pero no hasta entonces. No obstante, debe transcurrir algún tiempo antes de que el actual mecanismo humano se adapte para registrar lo nuevo y lo hasta ahora desconocido.

Quisiera considerar ahora los tres puntos finales. Habrán observado que en algunas clasificaciones anteriores existe una definida relación entre el primer reino de la naturaleza o mineral, y el último reino, el reino solar, el séptimo y último que se manifestará en nuestro planeta. Existe una misteriosa unidad de respuesta entre el reino inferior en la escala de la naturaleza y el superior, entre lo que expresa la más densa manifestación de la vida divina y lo que personifica su gloriosa culminación final. Esta respuesta fomentada por la actividad del séptimo rayo produce esas reacciones iniciales hacia los movimientos y rituales organizados, que al fin de nuestro gran período mundial, demostrará la respuesta de nuestro entero sistema solar a las mismas influencias fundamentales del séptimo rayo. Lo que ahora puede verse en la organización de un cristal, una joya o un diamante, con su belleza de forma, línea y color, su radiación y perfección geométrica, aparecerá igualmente por intermedio de todo el universo. El gran Geómetra del Universo actúa a través del [i373] séptimo rayo y pone Su sello sobre todas las formas de vida, especialmente en el mundo mineral. La Fraternidad Masónica siempre lo ha sabido y ha perpetuado simbólicamente dicho concepto en las grandes catedrales del mundo, que personifican la gloria del mundo mineral y son el signo del trabajo del Maestro Constructor del universo.

Cuando se haya consumado el gran trabajo veremos el Templo de Dios, el sistema solar, organizado objetiva y subjetivamente; sus atrios y lugares sagrados serán entonces accesibles a los hijos de los seres humanos, los cuales trabajarán sin limitaciones y tendrán libre acceso a todos los lugares del edificio. Mediante la magia del Verbo, que entonces se habrá recobrado, se abrirán de par en par las puertas, y la conciencia del ser humano responderá a toda manifestación divina. Más que esto no puedo decir, pero el trabajo que realizan los Artesanos simboliza la organización ritualista del universo. El reino mineral (con el cual se realiza el trabajo y se expresa el plan geométrico) es al mismo tiempo el símbolo y la empresa, el principio y la expresión concreta del propósito divino.

Anteriormente me referí al trabajo del séptimo rayo en conexión con los fenómenos de la electricidad mediante los cuales se coordina y vitaliza el sistema solar. Existe un aspecto del fenómeno eléctrico que produce cohesión, así como existe un aspecto que produce luz. Esto aún no ha sido reconocido. En La Doctrina Secreta de H.P.B. y en el Tratado sobre Fuego Cósmico se dice que la electricidad del sistema solar es triple: el fuego por fricción, el fuego solar y el fuego eléctrico -el fuego del cuerpo, el del alma y el del espíritu. Las personas de ciencia comienzan a comprender algo del fuego por fricción y aplicamos a nuestras necesidades el fuego que da calor, luz y produce movimiento. Tal es el sentido físico de las palabras. Uno de [i374] los inminentes y próximos descubrimientos será el poder integrador de la electricidad, al producir cohesión en todas las formas y sustentar todas las formas de vida durante el ciclo en que se manifiesta la existencia. También produce la unión de los átomos y de los organismos dentro de las formas, construyendo así lo necesario para expresar el principio vida. Los seres humanos investigan hoy temas como la electroterapia y estudian la teoría de la naturaleza eléctrica del ser humano. Se están acercando rápidamente a este futuro descubrimiento, y mucho se revelará en esta dirección dentro de los próximos cincuenta años. El principio coordinador del cual hablan los seres humanos, se refiere, en último análisis, a este concepto, y la base científica de todo trabajo de meditación reside realmente en esta verdad fundamental. Introducir fuerza y ofrecer un canal son modos místicos de expresar un fenómeno natural, aún poco comprendido, pero oportunamente dará la clave del segundo aspecto de la electricidad. Ésta será liberada en mayor medida en la Era de Acuario por la intervención del séptimo rayo. Uno de los primeros efectos será el acrecentamiento, la comprensión de la hermandad y su verdadera base científica.

Ya me he referido al hecho de que dentro de poco tiempo el ser humano debe actuar tan libremente en el plano astral y a través de dicha conciencia, como ahora lo hace en el plano físico. Hoy se pone el énfasis sobre el aspecto vital del ser humano, se discute la naturaleza del principio vida y se acentúa en todas partes la necesidad de una acción “vital”. Hablamos de la necesidad de aumentar la vitalidad humana, de los animales y de las plantas; la cualidad de los factores que producen vitalidad -el alimento, el sol y los rayos de color que se utilizan tan ampliamente hoy- se infiltran ya lentamente en los pensamientos de los médicos, mientras los propagandistas de alimentos envasados de nuestra civilización moderna ponen de relieve su contenido vitamínico. Hablando [i375] esotéricamente, esto se debe a que la conciencia humana se ha trasladado a los niveles etéricos. Vemos que paralelamente al progreso del conocimiento moderno sobre el alma como intelecto, se acrecienta la comprensión de “el alma como vida”, aunque permanece siendo el aparente e insoluble gran misterio.

Hay dos acontecimientos que tendrán lugar próxima e inminentemente. La mayor parte de los seres humanos están hoy polarizados en los niveles inferiores del plano astral, pero son conscientes en el cuerpo físico. Esta diferenciación debe ser estudiada. Dentro de poco tiempo muchos serán conscientes del cuerpo vital y empezarán a ser conscientes en los niveles superiores del plano astral, y unos pocos lo serán del plano mental. Pero un sinnúmero de personas están preparadas para llegar a ser plenamente conscientes en el cuerpo astral y polarizarse totalmente en el plano mental o centrarse en el alma. Esto demuestra la maravilla y también la dificultad de los tiempos actuales.

Mediante el ritual científico de la meditación (porque es realmente eso) este nuevo enfoque puede hacerse más rápidamente. Mediante el culto científico del ritual del servicio podrá desarrollarse aún más. El ritual del sistema solar es el resultado de la meditación de Dios y el acto del servicio divino llevado a cabo durante todo el período de manifestación. La subordinación de la vida inferior al ritual del servicio significa, literalmente, la sintonización del individuo con el ritmo de la vida, del corazón y de la mente de Dios Mismo. A esa sintonización le sigue automáticamente un desarrollo espiritual.

c. LAS LEYES ACTUANTES DE LOS RAYOS

Tenemos ciertas grandes leyes conectadas con los siete rayos, eficaces para determinar las líneas de demarcación, las separaciones que producen disidencias y las diferenciaciones de la vida de Dios, manifestadas en: [i376]

1. La constitución septenaria del sistema solar.
2. Los diez esquemas que indican la realización solar.
3. La constitución interna, o las llamadas “cadenas”, que caracterizan a cada existencia planetaria.
4. La constitución planetaria de nuestra Tierra en los diversos reinos de la naturaleza.
5. Las diferenciaciones básicas de los reinos, que producen los tipos humanos, agrupaciones, familias, ramas, imperios y naciones.

Estas Leyes de Separación son muy difíciles de comprender para la generalidad. Rigen la vida de las formas y son el resultado del trabajo unificado, o más bien la manifestación simultánea de las tres leyes expuestas en el Tratado sobre Fuego Cósmico, y son:

1. La Ley de Síntesis determina el futuro, certifica la meta y concierne al aspecto vida o espíritu.
2. La Ley de Atracción determina el presente y rige la condición inmediata de los tipos planetarios. Concierne al aspecto conciencia o alma.
3. La Ley de Economía determina el pasado, condiciona la conciencia planetaria y se ocupa del aspecto forma o materia.

Cuando estas tres leyes funcionan unidas, en nuestro particular ciclo y raza, producen una fusión de fuerzas que impone cierto ritmo, una definida materialización de energías y un tipo específico de civilización que actúa por medio de lo que denominados esotéricamente las Leyes de Separación. La mente es la que separa y divide; la actividad mental (divina, súper-humana, así como también humana) es lo que produce las muchas diferenciaciones, proceso divisorio que llega a su culminación en este período mundial en la quinta [i377] raza, la Aria. Estamos hoy regidos por la Ley de Separación -una ley divina que tiene un fructífero objetivo. Esto no debe olvidarse.

La actividad de los tres aspectos divinos en relación a la familia humana, en la primera raza nebulosa (acerca de la cual la ciencia nada sabe), produjo lo que llamamos la Ley de Inmersión. Causó la creciente diversificación de la materia, y revistió la vida que finalmente trajo la primera manifestación de los hijos de Dios que encarnaban. No es una encarnación física tal como entendemos ese término.

En la siguiente raza, de la cual el ser humano tampoco nada sabe, la fusión de las tres energías divinas produjo la segunda ley. Debe recordarse que una ley es sólo el efecto de la continua actividad inteligente del aspecto Vida a medida que actúa en conjunción con la materia. A esta segunda ley la denominamos (quienes nos ocupamos de la ley y de la energía) Ley de Capitulación, porque el impulso establecido por el deseo de encarnar de los hijos de Dios, probó ser demasiado fuerte para las fuerzas opositoras de la materia. Nada podía evitar que vinieran a la existencia tangible los espíritus encarnados. La materia se rindió al espíritu, y el divino deseo y la divina voluntad pusieron su signatura sobre las formas que aceleradamente se congregaban. Debe tenerse en cuenta que a estas leyes se les aplican ciertos nombres que indican su relación con la humanidad. Cuando están activas en otros reinos de la naturaleza su influencia es diferente y se le aplican otras nomenclaturas.

En la siguiente raza, la Lemuriana, la triple actividad de los atributos esenciales divinos se manifestó como la Ley de Materialización o, como a veces se la denomina, la Ley de Radiación Oculta. Esta ley concierne a la Luz que está en el ser humano y a la protección de esa Luz, en tiempo y espacio, a fin de producir su intensificación y su consiguiente y subsiguiente [i378] radiación, para que por medio de la humanidad la luz pueda llegar a todas las formas de expresión divina. Por la realización del ser humano y la conquista de la oscuridad, mediante la luz, la luz de la conciencia en todas las formas debe ser llevada a la “brillante gloria que irradiará el planeta, y la luz brillará en el mundo de las planetas como testimonio de la gloria de…”.

La cuarta ley que controla el destino humano es conocida por el curioso nombre de Ley de las Mareas. Concierne a la vida del deseo, a la percepción sensoria y al sentimiento, y está también íntimamente relacionada con el desarrollo de la percepción. Es un aspecto de la Ley de Ciclos que controla la evolución solar, ley fundamentalmente humana, protectora y desarrolladora. Controla la vida cíclica y las mareas de todas las almas que son conducidas a la encarnación por el gran río de la vida -sobre la ola del deseo- y es una de las leyes con las cuales el aspirante debe trabajar en los comienzos de su entrenamiento. Hasta que no pueda actuar como alma, independientemente de las turbulencias cíclicas de la vida terrestre y libre del control de las mareas de la existencia emocional, no podrá obtener la iniciación. La incapacidad de lograr esto produjo en la tierra los grandes diluvios atlantes que pusieron fin a esa antigua civilización.

Llegamos ahora a la consideración de la Ley de Separación, porque nuestra raza está controlada por la gran herejía de la separatividad. Mediante las separaciones, hablando simbólicamente, los fuegos de la destrucción pueden irrumpir y terminar con nuestra civilización, así como terminó la civilización Atlante, a no ser que los conscientes hijos de Dios puedan construir esos puentes y desarrollar esa comprensión que neutralice esta ley, poniendo en actividad la ley que regirá a la futura raza. El trabajo que deben tratar de realizar los discípulos del mundo es análogo al que ellos como individuos deben hacer para lograr su [i379] propio desarrollo particular: construir el antakarana que servirá de puente entre la conciencia humana y la espiritual y hará que la raza sea tan intuitiva como actualmente es intelectual.

La ley para la raza futura es muy difícil de expresar en forma comprensible. No encuentro mejores términos para expresar adecuadamente su efecto funcional, que las palabras la Ley de la Comprensión Amorosa. Es una frase muy inadecuada y sentimental para expresar científicamente un futuro gran desarrollo evolutivo en la conciencia humana, pero hasta que no se realice ese desarrollo no tendremos términos para expresar el verdadero significado de la idea subyacente. Lo antedicho debe ser suficiente.

Enumeraré estas leyes correlativamente a fin de tener una mejor idea de su relación e interrelación:

1. Ley de Inmersión .................................
 
Primera raza.
2. Ley de Capitulación .............................
 
Segunda raza.
3. Ley de Materialización ........................ Raza Lemuriana.
Ley de Radiación Oculta.

 

4. Ley de las Mareas ................................
 
Raza Atlante.
5. Ley de Separación ................................
 
Raza Aria.
6. Ley de Comprensión Amorosa ...........

Próxima raza.

Por la correcta comprensión de estas leyes podemos adquirir una vislumbre de la actual situación mundial en lo que respecta a las naciones y captar más inteligentemente las influencias de rayo que, en conjunción con estas leyes, han causado las típicas y diversas unidades nacionales.