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Introducción - Parte 2


Ahora comenzaremos a establecer lo que constituye realmente el delineamiento de la nueva psicología. Se llegará a su realización [i332] y verdadera utilidad en la era acuariana, y será la ciencia básica y fundamental de esa era, así como la ciencia eléctrica (la electricidad de la materia) es la realización fundamental de la era pisciana. Lo que realmente vamos a considerar son las influencias que hacen al ser humano lo que es y determina la cualidad de su apariencia. Apariencia que debe ser estudiada como una personalidad totalmente integrada, y no únicamente como una condición física externa y objetiva. Las influencias que determinan lo que el ser humano es, son los rayos de la personalidad y del alma, los cuales actúan sobre él, afectan su conciencia y penetran en su forma por medio de las unidades de energía de las cuales ella está compuesta. Otras influencias determinantes son también los factores solar, cósmico y circundante, que análogamente actúan sobre él.

Cabría aquí preguntarse ¿cuál es la diferencia que existe entre las influencias de rayo y las astrológicas, tales como las del signo ascendente y de los planetas regentes?

Las energías que afectan astrológicamente a un ser humano son las que actúan sobre él como resultado del desplazamiento aparente del sol a través del firmamento, una vez cada veinticinco mil años, o cada doce meses. Las energías que constituyen las fuerzas de rayo no provienen de las doce constelaciones del zodiaco, sino que emanan principalmente del mundo del ser y de la conciencia que reside detrás de nuestro sistema solar, que a su vez provienen de las siete constelaciones que forman el cuerpo de manifestación de “Aquel sobre el Cual nada puede decirse”. Nuestro sistema solar es una de las siete constelaciones y éste es el mundo de la Deidad Misma, de la cual el ser humano nada puede saber hasta que haya pasado a través de las principales iniciaciones. Cuando estudiemos el zodíaco y su relación con los rayos, tendremos que dilucidarlo más [i333] cuidadosamente a fin de aclarar el concepto. Consideramos aquí las influencias de los rayos y no las del zodíaco.

Lo primero que debemos percibir, al introducirnos en el estudio del ser humano y de los rayos, es el sin número de influencias de rayo que actúan sobre él, y lo conforman, “vivifican” y hacen de él ese complejo que es. Sería prudente enumerarlas y considerarlas una por una. No existe razón alguna para creer que el tema es muy abstruso. A medida que pasa el tiempo y se estudian los rayos en forma más amplia, la relación del ser humano con ellos será sometida a un cuidadoso análisis y entonces podrán verificarse la información y los hechos. Más adelante se hará una clasificación y se comprenderán las fuerzas de los rayos. Esto conducirá a una ciencia de la psicología más segura y exacta, en vez de la actual ciencia especulativa. Hoy la psicología moderna se ocupa de los aspectos más aparentes del ser humano encarnado y de discutir ciertas posibilidades especulativas y subjetivas.

Por lo tanto, debe tenerse en cuenta que los siguientes rayos y sus influencias deben aplicarse individualmente, porque hacen del ser humano lo que es y determinan su problema:

1.   El rayo del sistema solar.
2.   El rayo del Logos planetario de nuestro planeta.
3.   El rayo del reino humano.
4.   Nuestro determinado rayo racial, el que determina la raza aria.
5.   Los rayos que rigen cualquier ciclo particular.
6.   El rayo nacional, o esa influencia de rayo que ejerce influencia sobre determinada nación.
7.   El rayo del alma o ego.
8.   El rayo de la personalidad.
9.   Los rayos que rigen: [i334]
      a. El cuerpo mental.
      b. El cuerpo emocional o astral.
      c. El cuerpo físico.

Existen otros rayos, pero los expuestos son los más poderosos y poseen un mayor poder condicionante. Los consideraremos brevemente: