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3. Tres Proposiciones Importantes


Hemos estudiado la significación del trabajo de los siete Constructores creadores porque expresan el aspecto vida y cualifican la apariencia fenoménica a través de la cual se manifiesta la Vida Una. Esa cualidad, en tiempo y espacio, es la que determina la apariencia fenoménica, siendo la tercer y principal proposición. Las dos anteriores son:

a. Cada Vida de rayo expresa una Vida solar, por lo tanto, cada planeta está vinculado con los demás, está animado por la energía de uno de los siete sistemas solares y activados por una triple corriente de fuerza.

b. Cada uno de los rayos es receptor y custodio de diversas energías, provenientes de distintas fuentes.
A estas dos proposiciones debemos agregar que:

c. La cualidad de una Vida de rayo determina, en tiempo y espacio, la apariencia fenoménica.

Estas tres proposiciones resumen la enseñanza fundamental de la segunda parte de este tratado. Aquí puedo indicarles el éxito, según creo, de la eficacia práctica de comprender verdaderamente estas enseñanzas ocultistas algo avanzadas. Por ejemplo, si se estudia la primera proposición, se observará que una Vida de Rayo es la expresión de una Vida solar. Tomemos ahora esta amplia idea y hagámosla específicamente individual, aplicando la misma proposición a una persona, teniendo en cuenta que cada personalidad está destinada a ser la expresión de un ángel solar, estando en consecuencia vinculada a todos los demás ángeles solares del reino de las almas. Cada una está animada por las energías provenientes de los siete grupos de ángeles solares, que están igualmente en contacto con la vida del planeta, del sistema solar y también con la fuerza extra-sistémica [i192]. ¿No es esto acaso de vital importancia práctica? ¿No merece un estudio concienzudo y consideración la actitud de la personalidad hacia la vida, y la medida de lo logrado por el ángel solar en cualquier punto dado en tiempo y espacio (que, en último análisis, la personalidad es sólo eso), a medida que construye y cualifica su apariencia fenoménica? Aquí podemos ver el valor científico que tiene el estudio de los ideales, la concentración sobre las virtudes y cualidades divinas y el análisis intelectual respecto a los divinos atributos de cualquiera de los grandes hijos de Dios.

La segunda proposición manifiesta, por otra parte, que por ser cada uno de los siete rayos receptor y custodio de energías provenientes del universo, introducen el concepto básico de interrelación, intercomunicación, interdependencia, responsabilidad colaboradora y servicio. Estas relaciones, como bien sabemos, subsisten en el principio de Hermandad que la raza ahora comienza a captar y discutir. Por eso una de las proposiciones principales que rigen a las fuerzas constructoras del universo es de verdadera aplicación práctica en la vida mental y en la actitud del ser humano de hoy.

La primera proposición se refiere al ego o ángel solar, y a su realización.

La segunda proposición se refiere a la captación mental del ser humano “inspirado” -inspiración superior que proviene de su ángel solar.

La tercera proposición afirma que la cualidad determina la apariencia, y está destinada a controlar o dirigir la vida sensoria o de deseo de la personalidad, pues de acuerdo a la cualidad de sus deseos será la apariencia que emergerá gradualmente.

El ser humano es ingénita y verdaderamente divino, pero la cualidad del ángel solar sólo hace sentir su presencia lentamente y durante el ciclo evolutivo; se manifiesta tenuemente y surge ocasionalmente, aunque la suma total de las características de determinada vida está coloreada por la cualidad divina de acuerdo a la capacidad egoica de controlarla o expresarla, distorsionada [i193] en las primeras etapas por la sustancia, hasta hacerla casi irreconocible. Estas tres proposiciones merecen una cuidadosa reflexión y hasta deberían ser meditadas, porque así como expresan las leyes bajo las cuales trabajan los siete Constructores creadores, también expresan las leyes bajo las cuales el aspirante puede ahora comenzar a trabajar.