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4. Enfermedades y Problemas de Discípulos y Místicos - Parte 2

La intensa actividad del centro sacro producirá, a menudo, enfermedades y anormalidades fisiológicas vinculadas a los órganos de reproducción (tanto femeninos como masculinos). Estas dificultades son de dos tipos:

a. Aquellas a las que está propensa la humanidad normal, muy conocidas por los médicos, cirujanos y psicólogos.

b. Las que son el resultado de la excesiva estimulación, debido al exitoso esfuerzo realizado por el místico para hacer descender la energía [i551] de los centros superiores y de fuentes que están fuera de la estructura humana.

En todos los casos de transferencia, la intensa actividad que se produce causará todo tipo de tensión y reacción, trayendo como resultado congestión, inflamación y enfermedades de los órganos vitalizados. Esto sucede, particularmente hoy, en relación con los centros sacro y plexo solar. Las glándulas -mayor y menor, endocrina y linfática- ubicadas en la zona abdominal, son poderosamente afectadas, y debido a su hipersensibilidad o “deficiencia causada por la abstracción” (como se denomina esotéricamente), constituyen una fructífera fuente de desórdenes.

La actividad actual del centro plexo solar, resultado de esta transferencia, produce la tensión anormal que caracteriza a la raza. Esta tensión, en lo que respecta al ser humano común, controla los intestinos y sus conexiones, tanto arriba como abajo del diafragma. En lo que atañe al ser humano evolucionado, produce tensión en los centros superiores, afectando definidamente al corazón y al nervio neumogástrico. Debería observarse que muchas de las enfermedades inherentes a la forma racial, a las que está propenso el ser humano, debido a la enfermedad planetaria existente, vienen a la actividad como resultado del estímulo del plexo solar. A medida que la humanidad vaya siendo menos astral, en su conciencia, y el plexo solar no esté tan activo ni domine tanto, desaparecerán tales dificultades; y a medida que el centro cardíaco y los centros superiores asuman el control, las enfermedades como el cáncer, la tuberculosis y las distintas dolencias sifilíticas (debido a la milenaria actividad del centro sacro), gradualmente desaparecerán.

La actividad del centro cardiaco, conforme:

a. atrae magnéticamente las energías del plexo solar y [i552]

b. va involucrándose, en una interacción recíproca con el plexo solar, constituye una fecunda fuente de desórdenes nerviosos para el místico y el aspirante avanzado. El centro cardíaco afecta poderosamente al nervio neumogástrico, al sistema nervioso autónomo y a todo lo que ello implica; estas dificultades comienzan recientemente a ser comprendidas y tratadas. El esclarecimiento vendrá cuando se acepte la premisa de la existencia de los centros y sus tres “actividades de interacción”, aunque sólo sea una posible hipótesis. La incomprendida glándula timo contiene la clave de gran parte del conocimiento concerniente a la actividad controladora del nervio neumogástrico, realidad generalmente no reconocida. Posteriormente, la profesión médica utilizará un procedimiento cuidadosamente controlado, a fin de estimular la glándula timo y su secreción, lo cual conducirá a un mejor funcionamiento del sistema nervioso y del nervio neumogástrico que lo controla. Aquí, sólo puedo insinuar posibilidades porque aún no ha sido reconocida la premisa fundamental de la existencia de los centros de fuerza. Es interesante observar que se reconoce ya al plexo solar (como un gran centro de nervios), y ello se debe a que el grueso de la humanidad está transfiriendo hoy la fuerza a ese centro. Constituye para las masas el receptor principal de fuerzas, proveniente de arriba y de abajo del diafragma y del medio ambiente.

La actividad del centro laríngeo aumenta constantemente, debido a la actividad creadora, al ingenio inventivo (que produce un elevado estímulo) y a los conceptos idealistas de los intelectuales del mundo. Esta actividad es responsable fisiológicamente de la mayoría de las enfermedades de las vías respiratorias. La energía es llevada a la garganta, pero no se la emplea en forma adecuada y produce, por lo tanto, [i553] congestión o análogas consecuencias. Pero, en forma curiosa, gran parte de las dificultades relacionadas con el aparato respiratorio están vinculadas a las condiciones grupales. De ellas me ocuparé más adelante. La concentración de energía produce, hoy, serios efectos sobre la glándula maestra, la tiroides. Dichos efectos rompen el equilibrio del cuerpo físico e involucran también a las glándulas paratiroides. El metabolismo del cuerpo se desequilibra produciendo las consiguientes dificultades. La raza avanza tan rápidamente en su desarrollo que, dentro de poco tiempo, este centro rivalizará con el centro plexo solar, para llegar a ser el centro más importante y principal de distribución en el cuerpo humano. Quisiera que reflexionaran detenidamente sobre esta afirmación porque es muy alentadora. Indica, sin embargo, muchos cambios fisiológicos y problemas, y sobre todo, muchas dificultades psicológicas.

La actividad del centro ajna se acrecentará grandemente durante el siglo venidero, trayendo consigo los problemas concernientes. Su estrecha relación con el cuerpo pituitario y la creciente interacción entre:

a. el centro ajna y el cuerpo pituitario y

b. el centro en la cima de la cabeza (abarcando la glándula pineal) y el centro ajna, producirán serios problemas vinculados con el cerebro y los ojos. El centro ajna enfoca la energía abstraída de los cinco centros que se hallan a lo largo de la columna vertebral, y es el asiento del poder de la personalidad. De acuerdo a como se emplee ese poder y a la dirección de la fuerza enviada por la personalidad integrada y dirigida a través del cuerpo, así serán afectados los órganos del cuerpo. El plexo solar puede ser estimulado desde ese centro [i554] y producir efectos desastrosos; el centro cardíaco puede ser impulsado a una actividad indebida por la imposición de la fuerza de la personalidad, y su energía desviarse hacia abajo y enfocarse en forma egoísta; el plexo solar puede estar tan sobre-estimulado, de tal manera que todas las fuerzas de la personalidad se subordinen a fines puramente egoístas y separatistas, produciendo así una personalidad poderosa que, al mismo tiempo, detendrá momentáneamente la vida espiritual del ser humano. Cuando tiene lugar esta suspensión, las fuerzas del cuerpo que han sido “ascendidas”, son impulsadas hacia abajo nuevamente, poniendo al ser humano en armonía con la humanidad común que actúa por medio de los centros inferiores, lo cual hace que la personalidad obtenga un gran éxito. Es interesante observar que, cuando esto tiene lugar, las energías -concentradas en el centro ajna- descienden al plexo solar o al centro sacro, y raras veces al centro cardíaco. El centro cardíaco tiene poder propio para producir lo que se denomina “aislamiento oculto”, porque es el asiento del principio vida. El centro laríngeo, en este caso, recibe estímulo, pero raras veces en tal grado que produzca dificultades. El ser humano es un poderoso pensador creador, polarizado egoístamente, que hace contacto emocional con las masas por medio del plexo solar, y sufre frecuentemente un fuerte complejo sexual en una u otra forma.

La actividad del centro coronario es aún escasamente conocida y poco puede decirse que sea de beneficio, porque no me creerían. Este centro constituye el factor central de la vida humana, pero en él todavía no está ubicado el enfoque de las fuerzas corpóreas superiores e inferiores. Además de producir hipertensión (tan prevaleciente en la actualidad, entre las personas más avanzadas del mundo) y ciertas formas de trastornos cerebrales y desórdenes nerviosos, su poder, en su mayor parte, se observa en los pronunciados [i555] efectos psicológicos que produce. De ellos me ocuparé a continuación, al considerar el desarrollo de los poderes psíquicos, la evolución de la visión mística y la revelación de la luz y del poder. Este centro controla la glándula pineal y, en consecuencia, ciertas zonas del cerebro. También afecta en forma indirecta al nervio neumogástrico. Conciencia y vida, sensibilidad y propósito dirigido, son las grandes energías que se expresan por medio de dicho centro,pues como bien saben, conciencia es una forma de energía, y la vida es la energía misma.

B. Desarrollo de los poderes psíquicos

Las fuerzas responsables del despertar de los centros son innumerables. La principal es la fuerza de la evolución misma, además del anhelo, inherente o innato, de ir adelante hacia esa mayor inclusividad que reside en todo ser individual. Este aspecto secundario del principio evolutivo debe ser analizado detenidamente. Durante un período muy extenso, nos ocupamos de desarrollar el aspecto forma de la naturaleza, a fin de que sea cada vez más sensible a su medio ambiente, construyendo así un mecanismo que va perfeccionándose. Pero debe acentuarse la doble idea (o debería decir realidad, porque eso es) del desarrollo acrecentado de la capacidad de ser incluyente y la realidad de la existencia del factor interno, el Yo, lo cual hace posible que el desarrollo sea constante. Desde el punto de vista del estudiante ocultista, tres ideas residen detrás de esta creencia:

  1. La realidad del Morador Interno, el Ente dentro de la forma que observa la vida a medida que se va desenvolviendo, desarrolla la percepción del medio ambiente y se hace incluyente hasta llegar posteriormente a la síntesis.
  2. La realidad de la capacidad inherente (que existe en todas las formas de vida [i556] y en todos los reinos) de progresar hacia una mayor inclusividad, pasando de un reino a otro durante el proceso de desarrollo.
  3. La realidad de que la humanidad constituye el punto central, desde el cual puede desarrollarse conscientemente dicha inclusividad. Hasta ahora el desarrollo ha sido natural, normal y parte del anhelo de evolucionar, que aún subsiste, pero el proceso puede ser acelerado (y a menudo, lo es) a medida que el ser humano logra controlar sus procesos mentales y comienza a trabajar (como el consciente Morador Interno) hacia fines ya establecidos.

Quise aclarar adecuadamente estos puntos, porque tienen una conexión definida con el tema que concierne a las dificultades psíquicas del ser humano moderno. Dichas dificultades aumentan rápidamente y causan mucha angustia en quienes creen que el desarrollo de los poderes psíquicos inferiores constituye un obstáculo para el verdadero desarrollo espiritual. Ciertos místicos creen que estos poderes indican un don divino y garantizan la realidad de su esfuerzo, y otros, que significa “no estar en gracia de Dios”. Por lo tanto, me parece que un análisis de estos poderes, su correcta ubicación en el sendero del desarrollo y la comprensión de la diferencia que existe entre los poderes superiores y los inferiores, será de mucho valor y permitirá a los estudiantes, en el futuro, seguir adelante con mayor seguridad y conocimiento. Estarán, así, más seguros de la naturaleza de los contactos que perciben y de los medios por los cuales estos contactos pueden ser establecidos y encarados.

La idea principal que quisiera recordarles, es el desarrollo de la inclusividad. Inclusividad es la característica sobresaliente del alma o yo, sea el alma de un ser humano, la naturaleza sensible del Cristo cósmico o el ánima mundi, el alma del mundo. La inclusividad tiende [i557] hacia la síntesis, y puede observarse cómo actúa ya, en un punto definido de la realización del ser humano, porque él incluye, en su naturaleza, todas las adquisiciones de los ciclos evolutivos precedentes (en otros reinos de la naturaleza y en ciclos humanos anteriores), además de la potencialidad de una mayor inclusividad futura. El ser humano es el macrocosmos

del microcosmos; las adquisiciones y las propiedades peculiares de los otros reinos de la naturaleza le pertenecen, porque se han convertido en facultades de conciencia; sin embargo, está circundado por, y es parte, de un macrocosmos aún mayor y debe ser cada vez más consciente de ese Todo mayor. Dejen que la palabra Inclusividad rija sus pensamientos, a medida que leen la instrucción que aquí imparto sobre los poderes psíquicos y su efecto.

La otra idea, sobre la cual quiero llamarles la atención, es que el ser humano tiene el poder de ser incluyente en muchas direcciones, del mismo modo que se puede trazar una línea desde el centro del círculo a cualquier punto de la periferia. Debe recordarse que, durante casi toda la vida y en la parte más importante de su experiencia humana, sigue siendo el actor dramático que domina el centro del escenario y se ve desempeñando el papel estelar; siempre es consciente de su actuación y de cómo reacciona a esa actuación. Cuando el ser humano era poco más que un animal, y estaba en ese estado que anteriormente denominamos conciencia lemuriana y la primitiva conciencia atlante, vivía irreflexivamente; la vida se desplegaba ante sus ojos como un panorama; se identificaba con los episodios descritos y no conocía la diferencia que existía entre él y lo que aparecía en el panorama; simplemente observaba, desempeñaba su pequeño papel, comía, se reproducía, reaccionaba al placer y al dolor, y raras veces o nunca, pensaba o reflexionaba.

Le sigue el período familiar para todos nosotros, donde el ser humano se convierte en el centro dramático de su universo, viviendo, amando, planeando, actuando, consciente de su auditorio y de su medio ambiente, [i558] demostrando, en su máxima capacidad, las características atlantes posteriores y las características arias actuales. Es inteligentemente consciente de su poder y conoce poco de sus poderes; es una personalidad en funcionamiento y, (debido a que la mente controla o comienza a controlar) los poderes del animal inferior y el psiquismo atlante que lo han caracterizado, comienzan a desaparecer. Pierde esos poderes inferiores, aunque no ha desarrollado todavía los superiores. De ahí la reacción que se observa en todas partes, en la actualidad, hacia los poderes tales como los de la clarividencia, la clariaudiencia, etc., por eso, los intelectuales del mundo los consideran totalmente fraudulentos.

Después viene la etapa mística, donde el ser humano evolucionado, el aspirante y el discípulo, perciben la existencia de otro reino de la naturaleza que debe ser conquistado, el reino de Dios, con su propia vida y sus fenómenos; registra la existencia de otros poderes que él puede desarrollar y utilizar, si así lo desea, y está dispuesto a pagar el precio; reconoce que puede incluir una esfera más amplia del ser, en su propia conciencia, si se deja conquistar por ella.

Se deduce de lo anterior que existen dos grupos de poderes latentes, en el equipo humano, el poder inferior es recuperable, si se cree deseable, y el superior debe ser desarrollado; estos dos grupos son:

  1. Los antiguos poderes y facultades, que desarrolló y poseía la humanidad en épocas pasadas, fueron relegados a segundo plano en su conciencia y bajo del umbral de la percepción común, a fin de desarrollar la mente y convertir al ser humano en un conquistador y en una personalidad.
  2. Los poderes y facultades superiores, que son la prerrogativa del alma consciente. Constituyen los poderes superiores a los que se refirió el Cristo, cuando prometió a sus [i559] discípulos que algún día harían cosas más grandes que las que Él hizo.

Sin embargo, debe recordarse que todos los poderes psíquicos son facultades, capacidades y poderes del Alma Una, pero algunos son, en tiempo y espacio, expresiones de la conciencia o alma animal, otros lo son del alma humana y aún otros, del alma divina.

La siguiente clasificación de los poderes psíquicos en desarrollo, a medida que se fusionan en la conciencia de los tres reinos de la naturaleza, podrá ser de utilidad, aquí, si se hace un cuidadoso estudio de las relaciones inferidas:

Animal                                                                   Humano                                            Divino

1. Los cuatro instintos principales        Los cinco instintos principales        Los cinco instintos trasmutados

a. Autoconservación                              Autoconservación creadora                       Inmortalidad

b. Sexo                                                      Sexo. Amor Humano                                 Atracción

c. Instinto de rebaño                                   Instinto gregario                                Conciencia grupal

d. Curiosidad                                           Investigación. Análisis                      Anhelo de evolucionar

                                                               más...   Afirmación propia 

Búdico    1. Comprensión       7mo.

               2. Curación              6to.

               3. Visión divina         5to.

               4. Intuición                4to.

               5. Idealismo              3to.

Átmico    1. Beatitud                7mo.

               2. Servicio activo       6to.

               3. Realización            5to.

               4. Perfección              4to.

              5. Conocimiento total  3ro.

Aquí podrá observarse que no se han agregado los dos planos de abstracción, el búdico y el átmico, lo cual se debe a que marcan un grado de realización que corresponde a los iniciados de grado más elevado que el de adepto, y está más allá del alcance del ente humano en evolución, para el cual se ha escrito este tratado.

En bien de la claridad, podríamos clasificar aquí los cinco diferentes aspectos que corresponden a los cinco sentidos en los cinco planos, a fin de que sus analogías puedan ser fácilmente percibidas, utilizando la anterior tabulación como base:

a. Primer Sentido.............………………………………………. Oído

  1. Oído físico
  2. Clariaudiencia
  3. Clariaudiencia superior
  4. Comprensión (de cuatro sonidos)
  5. Beatitud

b. Segundo Sentido…………….......…………………Tacto o sentido

  1. Tacto físico
  2. Psicometría
  3. Psicometría planetaria
  4. Curación
  5. Servicio activo

c. Tercer Sentido……….......……………………………………Vista

  1. Vista física
  2. Clarividencia
  3. Clarividencia superior
  4. Visión divina
  5. Realización

d. Cuarto Sentido…………….........……………………………Gusto

  1. Gusto físico
  2. Imaginación
  3. Discriminación [i562]
  4. Intuición
  5. Perfección

e. Quinto Sentido.........……………………………………….. Olfato

  1. Olfato físico
  2. Idealismo emocional
  3. Discernimiento espiritual
  4. Idealismo
  5. Conocimiento total

Extracto 2

El oído da la idea de la dirección relativa y permite al ser humano ubicarse en el esquema y localizarse.

El tacto da la idea de la cantidad relativa y le permite fijar su valor relativo respecto a otros cuerpos foráneos.

La vista da la idea de la proporción y permite ajustar los movimientos a los de los demás.

El gusto da la idea de los valores y le permite valorar lo que le parece mejor.

El olfato da la idea de la cualidad innata y le permite buscar aquello que lo atrae, por ser de la misma cualidad o esencia que él.

En todas estas definiciones, es necesario tener en cuenta que el objetivo de los sentidos consiste en revelar al no-yo y capacitar al Yo para diferenciar entre lo real y lo irreal.

Extracto 3

Estos tres sentidos mayores (si puedo describirlos así) están cada uno definidamente vinculados con uno de los tres Logos:

El oído.- El reconocimiento de la palabra cuádruple, la actividad de la materia, el tercer Logos.

El tacto.-El reconocimiento del séptuple Constructor de la Forma, el conjunto de fuerzas, su aproximación e interrelación, el segundo Logos. La Ley de Atracción entre el Yo y el no-yo comienza a actuar.

La vista.- El reconocimiento de la totalidad, la síntesis de todo, la comprensión del Uno en los Muchos, el primer Logos. La Ley de Síntesis que actúa entre las formas que ocupa el yo, [i563] y el reconocimiento de la unidad esencial de toda la manifestación por medio de la vista.

Extracto 4

Oído....... Beatitud ………………... Esto se logra por medio del no-yo.

Tacto...... Servicio ………………… El resumen del trabajo del Yo para el no-yo.

Vista....... Realización……………... Reconocimiento de la triplicidad necesaria en la manifestación o la actividad refleja del Yo y del                                                          no-yo.

Gusto..... Perfección………………. La evolución, que se completa por la utilización del no-yo y su aptitud realizada.

Olfato..... Conocimiento perfecto…. El principio manas en su actividad discriminadora, perfeccionando la interrelación entre el Yo y                                                           el no-yo.

Un detenido estudio de lo anterior proporcionará al estudiante de mente abierta dos puntos básicos que haría bien en considerar:

  1. Que la naturaleza instintiva, al desarrollarse en los tres reinos (animal, humano y divino), es en verdad aquello que se va desarrollando, etapa tras etapa, hasta llegar a lo que denominamos conciencia, que es, en realidad, el desarrollo de una gradual expansión de la capacidad de ser consciente del medio ambiente cualquiera que sea. El instinto de rebaño en el animal, por ejemplo, constituye el desarrollo embrionario de lo que más tarde reconoce el intelecto como conciencia grupal. Estos desarrollos superiores se realizan aplicando el intelecto y haciendo un cambio en el poder motivador. La misma idea puede aplicarse en conexión con todos los instintos.
  2. Que los poderes psíquicos inferiores, inherentes a la naturaleza animal son, en todos los casos, indicios embrionarios de la capacidad del alma. [i564]

Una vez que se haya captado esta idea, la actitud del escéptico y del incrédulo cambiará, y verán (a medida que estudian estos poderes inferiores) que, cuando se los comprende y utiliza correctamente, pueden ser caminos directos de acercamiento para alcanzar ciertos estados de existencia, que son incidentales a los poderes superiores, pero no sustitutos de éstos.

Quisiera presentar otros dos puntos para que los consideren:

Primero, que el hombre o la mujer que expresa o se interesa por tales poderes inferiores (que el filósofo oriental denomina sidhis inferiores), demuestran verdaderos poderes. Sin embargo, no son los poderes más elevados posibles de alcanzar, y tampoco los que la humanidad está destinada a expresar, excepto en el punto inferior de la evolución, estando, por lo tanto, íntimamente aliados al reino animal, o en el punto también más elevado, en cuyo caso los poderes mayores incluyen automáticamente a los menores. Los poderes psíquicos inferiores son compartidos por el reino animal y por todas esas razas humanas que están muy abajo en la escala de la evolución humana.

Esto es una realidad y un enunciado que despierta mucho antagonismo entre los actuales exponentes de dichos poderes, tanto dentro como fuera de los movimientos ocultistas y espiritistas. Tales personas están propensas a considerar que estos poderes indican una condición espiritual avanzada, o una posesión rara y excepcional, y adjudica a quienes los poseen una mayor inteligencia y capacidad que las del ser humano común, para aconsejar y dirigir a otros seres humanos. Esta actitud es demostrada por esas personas que pueden hablar a grandes auditorios, y por la disposición del gran público a escucharlos y pagar por el privilegio de oírlos y el beneficio que pueden obtener de sus consejos.

Segundo, la dificultad de esta situación se agrava porque, a medida que continúa la evolución, ciertas personas, [i565] más o menos evolucionadas, recuperan las antiguas tendencias y capacidades animales, a medida que desarrollan el poder de ser incluyentes, comenzando a expandir su conciencia, quedando dentro del campo de su percepción el pasado y el futuro. Sabiendo que aspiran a cosas más elevadas y al mundo de la realización mística (en contraposición a la realización física), pueden interpretar algún episodio que hayan captado de forma clarividente, como que les atañe individualmente; creen que un mandato o acontecimiento, recibido en forma clariaudiente, les pertenece exclusivamente y que alguna visión de una forma mental del Cristo o de algún Maestro significa una entrevista directa y personal con estos guías avanzados. Entran, así, en un mundo de espejismo y de ilusión, del que finalmente deben desembarazarse con gran dificultad.