Navegar por los Capítulos de este Libro

SECCIÓN UNA - ENSEÑANZAS SOBRE LA TELEPATÍA - Parte 3

CAPÍTULO X. REVELACIÓN SECUENCIAL DE LAS RELACIONES

[i64] Volvamos al capítulo VIII, donde esbocé esta extraordinaria ciencia que es - inherentemente en sí misma - la evidencia de la evolución del dualismo esencial en la manifestación, y el testimonio inalterable e incontrovertible del desenvolvimiento de la consciencia. Al mismo tiempo procede de la premisa fundamental de que las distintas fases de la conciencia son reveladas firme y correlativamente, en tiempo y espacio, desde el punto de vista del Eterno Ahora, suma total de los estados de consciencia de “Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”. Estos aspectos de consciente aceptación de los fenómenos existentes y de sus reacciones vinculadas, son para Sanat Kumara lo que las experiencias de la vida común y las reacciones cotidianas son para el humano inteligente - sólo que muchísimo más abarcantes y comprensivas.

Hay un sinnúmero de puntos a los cuales no me referí entonces, pero que quisiera considerar para mayor claridad y comprensión. He llamado a esta ciencia de relación y de reacción, la Suprema ciencia de Contacto. Esencialmente es eso. La reacción a este contacto, sea cósmico, como en el caso de Sanat Kumara, o planetario, como en el de los miembros de la Jerarquía, está limitada y circunscrita y (desde el punto de vista del aspirante) es responsable de la creación del karma o la iniciación de causas que inevitablemente producirán sus efectos - siendo ellos contrarrestados e inutilizados, o inocuos, si prefieren este término - cuando el ente involucrado aporta a las circunstancias engendradas la necesaria inteligencia, sabiduría,intuición o voluntad. Reflexionen sobre esto. La conciencia es [i65] algo inherente a todas las formas de vida. Esta es una verdad esotérica muy conocida. Es una potencia innata que siempre acompaña a la vida manifestada. Ambas, conciencia y vida, relacionadas a través de la manifestación, son en realidad atma-budi, espíritu-razón, dedicados a un funcionamiento simultáneo durante el período creador. El primer resultado de su relación es la aparición de aquello que permitirá al Señor del Mundo expresar Su propio, desconocido e inescrutable propósito.

Durante el ciclo de manifestación esta combinación de vida-conciencia, espíritu-razón, atma-budi, es el producto de la diversidad en la unidad, de la que tanto oímos hablar -manifestándose como actividad, cualidad, ideología, racionalidad, relación, unidad y muchas otras expresiones de la naturaleza divina-. En el Tomo I de Tratado sobre los Siete Rayos, me referí a la vida, cualidad y apariencia, mencionando la principal triplicidad evidente para el individuo, que ya se ha comprobado y puede comprobarse. La cualidad fue recalcada como el segundo aspecto, no porque sea así en todos los planos y en todos los tiempos, sino porque en el mundo actual de la evolución humana, la cualidad unida a la actividad parecen ser los dos aspectos inferiores de la manifestación divina. Sin embargo, otros dos aspectos están siendo reemplazados en la conciencia de la humanidad pensante -las relaciones y las ideas-. Otros se irán agregando rápidamente a medida que el ser humano emplee la conciencia con más eficacia.

La Ciencia de Contacto no sólo revela la cualidad, sino también las líneas de relación que subyacen en toda manifestación, de las cuales el cuerpo etérico es el símbolo. Dicha ciencia, a medida que el desarrollo del intelecto se lo permite, hace al ser humano cada vez más sensible a las ideas. La reacción de la humanidad a estas dos revelaciones (que son, si lo comprenden, el resultado y la recompensa del contacto y del impacto de la vida-razón en la manifestación, que siempre ha estado presente aunque incomprendida) dará lugar a vastos cambios y producirá resultados de [i66] mucho mayor alcance que en el caso de la reacción a la cualidad. En forma curiosa, el descubrimiento de la cualidad, como segundo aspecto de la manifestación (que será reemplazado más tarde), exigió y desarrolló la facultad de crítica que posee el individuo; esta facultad, empleada hoy en forma tan destructora, será aplicada correctamente cuando la naturaleza de las relaciones y la verdadera función de las ideas sean mejor comprendidas.

Esta Suprema Ciencia de Contacto gobierna todas las reacciones al impacto. Dicha afirmación incluye tanto las reacciones cósmicas de Sanat Kumara, como las reacciones apenas discernibles (invisibles aún para algunos videntes) del átomo infinitesimal. Para mayor claridad, he dividido esta ciencia en tres partes principales, basadas en las reacciones a su medio ambiente, de los tres centros planetarios mayores. Quisiera que tuvieran muy en cuenta lo antedicho. Podría escribir un tratado mucho más extenso que éste, sobre la creación del mecanismo de respuesta que cada uno de estos tres centros de la divina vida-razón tuvo que crear para establecer el contacto necesario e interpretar correctamente. Hay muchas paradojas, en lo que estoy exponiendo, y algunas contradicciones, en lo que concierne al ocultismo ortodoxo, pero, como a menudo acontece, a medida que se amplía el contenido de las enseñanzas, las primeras verdades omniabarcantes son aspectos menores de verdades mayores. Por lo tanto, en el significado e importancia del aforismo de La Doctrina Secreta podrán ver que la Jerarquía y toda la Cámara de Concilio de Sanat Kumara (o Shamballa) han pasado invariablemente por la etapa humana de evolución, porque sólo los seres humanos pueden combinar y expresar perfectamente la vida-razón, y sólo el intelecto humano puede conscientemente crear lo necesario para traer a la existencia las etapas necesarias de vida manifestada.

[i67] Surge aquí también otra razón que señala la importancia del “centro que llamamos la raza humana”. Sobre los hombros la humanidad descansa una responsabilidad increíble. Por lo tanto, ya se trate de la telepatía simple, de la invocación y evocación o de la impresión, en realidad estamos considerando el efecto vida-razón a medida que se manifiesta, en relación con el medio ambiente disponible y adecuado. Observen esta frase. Todo ello se realiza mediante los seres humanos que están en proceso de perfeccionamiento, aquellos que han alcanzado un perfeccionamiento relativo y los que, en la mayoría de los casos, lograron la perfección en otra parte y en otro ciclo de manifestación. Esto debería indicarles la potencialidad latente que posee el más humilde de nosotros y el futuro maravilloso y útil que se abre ante cada uno, lográndose a su debido tiempo y después del necesario esfuerzo.

Técnicamente hablando, Shamballa “impresiona” a la Jerarquía, y ésta a su vez, mediante el método de invocación y evocación, a la humanidad. Dentro de la familia humana suceden dos cosas resultantes de la actividad recibida y reconocida de un aspecto de la Ciencia de Contacto.

Grupos Vinculadores dentro de la Vida Planetaria

1. Se establece esa relación telepática, que siempre ha existido entre los miembros de la familia humana y, como ya se explicó, es de dos tipos: Telepatía del plexo solar, instintiva, incontrolada, que prevalece en la actualidad, aliada a muchas de las sorprendentes actividades de las distintas formas de vida, además de la humana, como por ejemplo, el instinto de la paloma mensajera y el método por el cual los gatos, perros y caballos, encuentran y vuelven a sus lares desde enormes distancias. El intercambio telepático entre una madre y sus hijos es instintivo y radica en la naturaleza animal. Actualmente se está reconociendo y estudiando la telepatía mental. Tal es la actividad y la armonía establecidas entre una mente y otra, e incluye también la respuesta telepática a las condiciones y formas mentales actuales en el mundo [i68] de hoy, siendo muy grande el interés que esto ha despertado.

2. La telepatía intuitiva comienza a manifestarse acrecentadamente entre los seres humanos más avanzados de todos los países y razas, lo cual indica contacto egoico y el consiguiente despertar de la conciencia grupal, porque la sensibilidad a las impresiones intuitivas tiene que ver únicamente con los asuntos grupales.

Esta Ciencia de Contacto gobierna todas las relaciones de nuestra vida planetaria, incluyendo, por ejemplo, la armonía que se está estableciendo entre la humanidad y los animales domésticos. Dichos animales son para su propio reino lo que el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo es para la humanidad. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo es puente de unión y medio de comunicación entre la Jerarquía -el quinto reino- y la Humanidad - el cuarto reino - de acuerdo al actual Plan divino; los animales domésticos cumplen, por lo tanto, una función análoga entre la humanidad el - cuarto reino - y el reino animal - el tercero -. Tales analogías frecuentemente son campos fértiles de iluminación.

Respecto a Shamballa, la impresión que allí se recibe no es el resultado de la invocación que, a su debido tiempo, evoca la respuesta extraplanetaria, como ocurre entre la Jerarquía y Shamballa, y la Jerarquía y la Humanidad, produciéndose ciertos cambios durante el proceso de aminoramiento o descenso. Aquello que impresiona a Shamballa y es recibido por el Gran Concilio del Señor del Mundo, viene por medio de Sanat Kumara, pues Él está en íntimo contacto con otros Logos o grupos de Logos planetarios que manejan una voluntad unida, enfocada e inteligente. La tarea de Sanat Kumara consiste en impresionar a esas Vidas que se reúnen periódicamente en la Cámara de Concilio, el próximo aspecto del Propósito que está en proceso de desenvolvimiento, el cual luego es “esotéricamente reducido” o aminorado, hasta surgir como el Plan jerárquico, [i69] Plan que está supeditado a la perentoriedad, a la realización átmica y a la razón pura, como la Jerarquía ha denominado a estos tres “aspectos de la reacción” a la impresión proveniente de Shamballa. Permítaseme aclarar esto. La Jerarquía no constituye un grupo de trabajadores místicos, sino que registran esos aspectos del Propósito divino que pueden ser comprendidos y desarrollados inmediatamente, y son de valor para la humanidad cuando la Jerarquía los presenta en forma correcta. Saben lo que conscientemente hay que “repudiar” (como se dice esotéricamente) y actúan siempre respondiendo a la Ley de Inminencia o de Previsión esotérica, que es casi irreconocible e indefinible para la humanidad avanzada. Las palabras “realización átmica” son muy interesantes porque se refieren a la cualidad y al conjunto de energía volitiva, que la Jerarquía unida y dedicada pondría a disposición para llevar a cabo el inminente Plan. Recuerden que, cuando consideramos a Shamballa y al Plan, debemos hacerlo manteniendo nuestro pensamiento dentro de los límites de la expresión del aspecto VOLUNTAD del Señor del Mundo, y es casi imposible, excepto para los iniciados avanzados. Este factor debe ser aceptado teóricamente, aunque todavía no sea comprendido.

La Jerarquía agrega a estos dos requisitos inalterables la facultad de la razón pura, facultad rectora de la Jerarquía, que pone en actividad esa cualidad denominada por el ser humano erróneamente “amor”, que acentúa el aspecto sentimental y, para la mayoría, constituye el aspecto sentimental y emocional, siendo de naturaleza totalmente astral. La razón pura, característica suprema de los Miembros de la Jerarquía, se expresará siempre en una acción correcta y unas correctas relaciones humanas, y manifestará -cuando esté presente- lo que en realidad es el amor. El amor puro es cualidad o efecto de la razón pura.

Es necesaria la razón pura de la respuesta jerárquica para captar y [i70] comprender el Propósito, a medida que se desarrolla a través del Plan patrocinado en determinado momento por la Jerarquía, y la humanidad expectante necesita y demanda (aunque no lo comprenda) la cualidad del amor puro.

Esta “impresión” que proviene de Shamballa, toma la forma de emanación enfocada y emplea el aspecto superior del Antakarana como canal de contacto. No me refiero aquí al hilo construido por el discípulo, entre la unidad mental y la mente abstracta, sino a su continuidad a través de los niveles de conciencia búdica y átmica, hasta la zona de conciencia magnetizada que rodea y protege al verdadero centro shambállico. (Empleo la palabra “magnetizada” porque no tenemos término apropiado para expresar la naturaleza exacta de esta percepción superior, pues la expresión “identificación” parece ser un poco inadecuada). Es esencial tener presente que, así como la generalidad humana no conoce, no reconoce, ni responde a la Jerarquía, existe un grupo - dentro de la Jerarquía misma - análogo a este conjunto humano. Hay muchos miembros menores de la Jerarquía e innumerables discípulos que no conocen ni reconocen y tampoco responden a la influencia o a la potencia de Shamballa.

La Ciencia de Impresión condiciona la relación existente entre los miembros mayores y menores, en los distintos Ashramas de la Jerarquía. No todos responden de la misma manera, porque es una ciencia cuyos aspectos superiores han de ser dominados todavía. Podemos decir, para mayor comprensión, que la “impresión” rige y condiciona a todos aquellos que pertenecen a la Jerarquía y cuya mente abstracta se halla muy desarrollada. En la mayoría de los discípulos que pertenecen al Ashrama, no está plenamente desarrollada, y por esta razón sólo a ciertos Miembros de la Jerarquía (Maestros, Adeptos e Iniciados de tercer grado) se les permite conocer los detalles del Plan, detalles que están protegidos por esta Ciencia de Impresión. [i71] Los restantes miembros de la Jerarquía reciben órdenes de sus mayores.

La Mente en el Enfoque del Desarrollo Planetario

Deberá recordarse que, en nuestro desarrollo planetario, el énfasis de todo el proceso evolutivo está puesto sobre la MENTE y en los distintos aspectos de la misma - inteligencia, percepción mental, el Hijo de la Mente, la mente inferior, la mente abstracta, la mente como voluntad, la Mente Universal -. El Hijo de la Mente, la mente abstracta y la Mente Universal son los de mayor importancia y forman un triángulo esotérico, que requiere ser llevado a una interrelación vital. Cuando estos aspectos están perfectamente relacionados y activos, se convierten en los factores que dirigen el propósito divino y lo reducen a esa forma que denominamos Plan jerárquico. Sólo cuando el iniciado ha alcanzado, por medio del contacto monádico, una ínfima parte de la Mente Universal, involucrando también el desarrollo de la mente abstracta, más el resto de percepción mental que el Hijo de la Mente, el Alma, le ha legado, puede llegar a sentir el Propósito, pudiendo unirse, en el trascurso del mismo, al grupo de los Formuladores del Plan. Estamos considerando aquí asuntos muy difíciles y complejos, inherentes a la conciencia iniciática, para los cuales aún no tenemos una terminología correcta. El aspirante común no tiene la menor idea de la naturaleza de la percepción ni de las reacciones al contacto de Aquellos que han pasado más allá de la tercera iniciación; estas limitaciones del estudiante medio deben tenerse constantemente presentes.

La Ciencia de Invocación y Evocación - que abarca la técnica del intercambio en la Jerarquía misma, en cierta medida entre Shamballa y la Jerarquía y, en forma progresiva, entre la humanidad y la Jerarquía - se funda totalmente en el sentido de relación. Por lo tanto, sólo cierta categoría de Vidas pueden invocar y evocar respuesta de Shamballa, [i72] y esto porque han desarrollado algunos aspectos de ese tipo de comprensión mental que constituye la expresión jerárquica de la Mente Universal. Las superficiales y vanas disertaciones de algunos escritores y pensadores, referentes a la conciencia cósmica y el empleo inmoderado de frases tales como “sintonizarse con el Infinito” o “extraer de la Mente Universal”, demuestran lo poco que en realidad se conoce acerca de la respuesta y las reacciones de aquellos que tienen una elevada categoría iniciática o de quienes se hallan en los niveles superiores de la Vida jerárquica.

La verdadera capacidad para invocar y evocar (dentro de los grados iniciáticos) se basa en un desarrollo misterioso del sentido esotérico, imposible de obtener antes de la tercera iniciación. El empleo práctico del sentido esotérico, durante el entrenamiento esotérico impartido a los aspirantes, discípulos e iniciados de menor grado, produce ciertos cambios en el cerebro, con los correspondientes cambios en el vehículo búdico, los cuales permiten hacer contacto a voluntad (después de la tercera iniciación o Transfiguración) con el Ser, Vida o PUNTO monádico de contacto con Quien estén asociados, o con algún Miembro de la Jerarquía a Quien desean consultar; esto no involucra el empleo de palabras, porque simplemente es un método técnico mediante el cual un iniciado de la Jerarquía, o que esté en relación con Shamballa, puede hacer sentir su presencia y exponer ciertas ideas. No daré mayores explicaciones sobre esto.

La mayor parte de la gente cree que el desarrollo de la intuición es esotéricamente la analogía inferior de este tipo de sentido esotérico, empleado por los iniciados de alto grado - o como a veces se lo denomina, modo de intercambio perceptivo -. En los Ashramas se les enseña a los discípulos avanzados cómo descubrir estos nuevos poderes en ellos mismos, cómo aplicarlos, a fin de perfeccionar el mecanismo necesario para poder conocer simultáneamente tanto la demanda, como la respuesta evocada por la aplicación de la invocación. Todos los discípulos que [i73] han logrado la tercera iniciación, tienen el poder de invocar y de ser evocados, razón por la cual no se les permite a los discípulos de grados inferiores utilizar tal técnica. Para esto se requiere poseer la facultad discriminativa muy desarrollada. En realidad, es una etapa avanzada de la técnica por la cual - en las primeras etapas - se permite al discípulo atraer la atención del Maestro, lográndolo por el deseo insistente; más tarde, aplicando el conocimiento adquirido, lo hace por medio de “la naturaleza de su demanda controlada”. Entonces, la demanda se halla menos dominada por el deseo y más controlada por la voluntad.

No me refiero a la invocación y a la evocación, de acuerdo a como es llevada entre la Humanidad y la Jerarquía. Ya he hablado sobre ello al dar al público las diversas invocaciones, donde he tratado de reemplazar el empleo egoísta de la oración y la forma limitadora del proceso corriente de meditación, por el método de invocación, método de intercambio que debe ser aprendido y dominado por un proceso lento, no siendo de utilidad ningún libro de texto o información sobre este tema. Tampoco hablaré sobre la telepatía común o innata que prevalece entre los humanos, porque fue tratada anteriormente en este libro. Pero quisiera hacer hincapié sobre algo que es aplicable a cada individuo. Cuando el homo animal atravesó por la puerta de la individualización y se convirtió en un ser humano, entró en posesión del poder innato de la vista; durante eones ha sido capaz de ver en los tres mundos; durante muchas vidas, innumerables seres humanos han ido en pos de la visión que estabiliza al aspirante en el sendero. Todo aspirante, a través del portal de la iniciación y después de alcanzar la visión mística, percibirá, dentro de sí mismo, aquello que le dará una percepción espiritual de naturaleza tan amplia, que le permitirá alcanzar la primera vislumbre, verdadera e individual, del Plan divino; desde ese momento cambia toda su vida. Luego(no espero que el estudiante lo comprenda, y si [i74] cree que lo comprende interpreta mal las palabras) atravesará el portal de la identificación. Ésta es una frase sin sentido, pues su significado se halla cuidadosamente oculto. Hablando en forma simbólica y con el fin de mantener la idea del “portal” en la mente de la humanidad, se penetra en las verdaderas reuniones esotéricas mediante la palabra de pase. Sólo la palabra puede atravesar ese portal, el más elevado y el más amplio de todos los portales. Una vez traspasado, y cuando ha sido aceptado por la Cámara de Concilio del Gran Señor, el Iniciado comprenderá lo que se quiere significar por “impresión monádica”. No es la impresión de una Mónada -término sin sentido- en el cerebro de un individuo que ha construido el Antakarana y ha pasado la cuarta iniciación, sino la respuesta innata al Propósito de la Mente Universal de Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.

CAPÍTULO XI. LOS RESULTADOS DEL CONTACTO Y LA RECEPTIVIDAD

[i75] No daré indicaciones sobre la forma en que un individuo puede llegar a ser telepático. Todos esos desenvolvimientos, dentro de la zona de contactos progresivos, sólo son útiles cuando se desarrollan normal y naturalmente y no como resultado de un desarrollo prematuro. En este caso, existe siempre el peligro de interpretaciones equívocas y autocentradas. Las informaciones telepáticas pueden ser de un valor puramente egoísta o personal, y ese tipo de telepatía no tiene cabida en lo que trato de impartir. La mayoría de las personas posee con frecuencia capacidad telepática o cierta tendencia a la telepatía. Se sintonizan con algo o alguien (frase que se considera más eufónica que las palabras “sensibilidad telepática”), aunque no saben lo que es. Consideran de gran importancia todo lo que registran y que generalmente está relacionado con el yo, lo cual no significa que su grado de desarrollo espiritual sea tan elevado, como para justificar que sean custodios de misteriosos mensajes espirituales, y por lo general son de naturaleza trivial e insustancial, provenientes de muchas fuentes, y sería conveniente mencionar algunas de ellas; lo que voy a decir quizás sea de valor para todos los esotéricos.

1. Mensajes que emanan del subconsciente entrenado y refinado del receptor. Surgen del subconsciente, pero son considerados por el receptor como procedentes de una fuente externa. Las personas introspectivas penetran frecuentemente en los planos del recuerdo subconsciente, no dándose cuenta de ello. Se interesan excesivamente en sí mismas e ignoran que lo hacen; [i76] consideran lo que allí observan como inusitado, hermoso e importante, y luego lo formulan en mensajes, esperando que sus amigos y el público en general los consideren espirituales. Dichos mensajes son, por lo general, inocuos y a veces bellos porque su contenido es una mezcla de lo que han leído y recogido de los escritos místicos y de La Biblia, o de lo que han oído de fuentes cristianas. En realidad, es el contenido de su recto pensar sobre temas espirituales y no ocasionan daño ni tienen importancia. Sin embargo, ellos constituyen el ochenta y cinco por ciento (85%) de los pseudo-escritos llamados telepáticos e inspirados, tan prevalecientes en esta época.

2. Impresiones del alma, traducidas en conceptos y registradas por la personalidad; el receptor es impresionado profundamente por la alta vibración que la acompaña y olvida que la vibración del alma es la de un Maestro, puesto que el alma es un Maestro en su propio plano. Éstas son verdaderas impresiones del alma, pero por lo general no contienen en sí nada nuevo ni de gran importancia; son el resultado del desenvolvimiento del alma en épocas pasadas (en lo que se refiere a la personalidad) y todo lo bueno, verdadero y bello que la personalidad incipiente ha proporcionado al alma, más lo que ha penetrado en la conciencia de la personalidad como resultado del contacto con el alma. Esto constituye hoy el ocho por ciento (8%) de los escritos y comunicaciones presentados al público por los aspirantes.

3. Enseñanzas dadas por un discípulo, más avanzado en los planos internos, a un discípulo en entrenamiento o que ha sido admitido recientemente en un Ashrama; llevan las impresiones y conclusiones del discípulo avanzado; son frecuentemente de valor, pudiendo contener, y a menudo contienen, información que el receptor ignora totalmente. El criterio, en este caso, es que nada (literalmente nada), [i77] ni espiritual ni mentalmente, concierne al receptor y en ninguna forma está relacionado con su personalidad, ni tampoco contiene trivialidades de su trasfondo religioso. Esto constituye el cinco por ciento (5%) de las enseñanzas dadas, en lo que respecta a todo el mundo, y no se refiere a un determinado grupo ocultista, creencia religiosa o nación. Este reconocimiento es de vital importancia.

4. Comunicaciones de un Maestro a Su discípulo. Esto constituye el dos por ciento (2%) de la receptividad telepática manifestada por la humanidad en todo el mundo. El estudiante occidental debería recordar que el estudiante subjetivo oriental es mucho más propenso a la receptividad telepática qué su hermano occidental, lo cual tiene que ver con las clasificaciones anteriores, siendo algo humillante para el místico occidental y el estudiante esotérico. Las Escrituras del mundo provienen de otro sector de la cualidad de enseñar que posee el segundo rayo. Aquí no incluyo El Antiguo Testamento, excepto algunos versículos, como el Salmo XXXIII y otros más de los Profetas, especialmente del Profeta Isaías. Las Escrituras del mundo fueron escritas por místicos que se ocuparon de la belleza, del bienestar y del estímulo, pero no fueron escritas para los esotéricos. Llamo la atención sobre esto.

En esta parte de la enseñanza, me ocuparé de la naturaleza y de los resultados del contacto, la receptividad. No doy reglas para el desarrollo individual, ni tampoco lo haría si pudiera. Actualmente, la humanidad está desarrollando receptores de todo tipo empezando por los de menor categoría, las masas que, por medio de los demagogos, la prensa, la radio, los libros y las conferencias, son condicionadas por innumerables mentes de acuerdo al tipo de rayo a que pertenece su receptividad. A medida que se desarrolla la verdadera inteligencia y el amor comienza a penetrar en el pensamiento humano, estos factores condicionantes serán cada vez menos atractivos. [i78] Significa que, cuando el alma adquiera mayor importancia vital, las ideas elaboradas por el ser humano (si tal frase es permitida) serán de menor importancia. En realidad, no existen ideas elaboradas por el ser humano, sino ideas captadas por los intelectuales y luego “aminoradas” por la constante reacción de la humanidad al espejismo y por la tendencia de llegar a conclusiones emocionales y astrales, y a interpretaciones egoístas.

Se ha de recordar que la actividad de estos “agentes impresores” es sentida en forma amplia y general en todo el planeta y también en el aura planetaria. Ningún reino de la naturaleza escapa a este impacto, y es así como se lleva a cabo el propósito del Señor del Mundo. Ser, Coherencia y Actividad se fusionan en un todo creado y creador; vida, cualidad y apariencia responden unidos a la intención impuesta por el Logos planetario; no obstante, permanecen independientemente creadores, en lo que respecta a su reacción hacia esas impresiones con las cuales han hecho contacto, reacción que depende del tipo y de la cualidad del mecanismo que registra la impresión. Este mecanismo ha sido desarrollado por la vida dentro de la forma durante el período creador y - hasta donde está implicado el elemento tiempo - por la entidad moradora en cualquier reino de la naturaleza que se haya liberado, en un período breve o extenso, y cuya reacción haya sido rápida o lenta de acuerdo a la voluntad de la vida que controla. En el reino mineral esta reacción es muy lenta porque la inercia o tamas controla la vida espiritual en la forma mineral; en el reino vegetal es más rápida, y por el llamado invocador de las vidas de ese reino es invocado el mundo dévico, lo cual ayuda y acelera grandemente el desarrollo de la conciencia vegetal; esto significa su relativa inocencia y extraordinaria pureza.

La principal impresión registrada por el segundo reino de la naturaleza [i79] emana de los mundos angélicos y de la jerarquía dévica. Los ángeles y devas son para el reino vegetal lo que la Jerarquía espiritual es para la humanidad. Esto lógicamente es un misterio que no le concierne al lector, pero las reacciones e impresiones se producen en ambos reinos y de tal respuesta depende la evolución de la conciencia que mora en ellos.

El reino animal tiene una relación peculiar con el cuarto reino de la naturaleza, y el desenvolvimiento de la conciencia animal prosigue paralelamente, aunque difiere de la del ser humano que comienza a responder al reino de las almas, el quinto reino. El Karma y destino del cuarto reino constituye el agente impresor del tercero; sin embargo, el problema se complica, porque el reino animal precede al humano y, por lo tanto, ha generado una cantidad de karma -bueno o malo- antes de la aparición del género humano. El “proceso de impresión” desarrollado por la humanidad es modificado y negado frecuentemente, debido a dos factores:

1. La ignorancia y el egoísmo humanos, más la incapacidad de trabajar consciente e inteligentemente con las mentes embrionarias de las formas animales; esto es verdad, excepto en aquellos casos, muy pocos, que involucran a los animales domésticos. Cuando la humanidad esté más avanzada, su impresión inteligente en la conciencia del reino animal traerá resultados planetarios. En la actualidad no sucede así. Sólo se producirá cuando el reino animal (como resultado de la comprensión humana) llegue a ser invocador.

2. El karma generado por el reino animal está desapareciendo en estos días debido a su relación con la humanidad. La entidad kármica - manteniendo una especie de gobierno en el tercer reino - constituye parte del Morador en el Umbral planetario.

La Secuencia Planetaria de la Impresión

[i80] Se observará, por lo tanto, la asombrosa secuencia de la impresión planetaria, que emana de las fuentes más elevadas, aunque atenuadas y reguladas de acuerdo a los factores receptores; concierne en grado mayor o menor (según la cualidad del mecanismo receptor) a la voluntad y al propósito de Sanat Kumara, durante milenios, obteniendo potencia grupal y sensibilidad de respuesta.

El factor principal que impide la interrumpida secuencia de la impresión, desde Shamballa hasta el reino mineral, a través de los demás reinos, constituye el libre albedrío, trayendo como resultado karma bueno o malo. Resulta interesante observar que, tanto el karma bueno como el malo, no sólo produce condiciones que deben ser superadas, sino también otras que -desde nuestro limitado punto de vista- demorarían lo que podríamos considerar la liberación del planeta. Para generar buen karma se requiere “vivir plenamente” en esas condiciones, donde todo (tanto para el individuo responsable como para cualquier otra forma dentro de sus limitaciones) es bueno, agradable, benéfico y útil. El mal karma generado en cualquier reino, en relación con “el lugar donde se halla el Morador en el Umbral planetario”, está ubicado entre el Portal cósmico de la Iniciación y nuestro Logos planetario. El Morador representa todos los errores cometidos por las reacciones equívocas, contactos no reconocidos, decisiones premeditadas contrarias al bien establecido, y movimientos y actitudes masivas que temporalmente no progresan en tiempo y espacio. Comprendo que no entiendan el significado de los hechos cuando atañen a los reinos subhumanos de la naturaleza, pero no alteran la ley o los movimientos que de ninguna manera están relacionados con la evolución humana. Respecto al Logos planetario, quisiera agregar que, en esa gran lucha planetaria y Su consiguiente [i81] iniciación, estamos todos implicados - desde el átomo de la sustancia hasta incluir todas las vidas que forman la Cámara de Concilio del Señor del Mundo -. Este titánico esfuerzo es realizado por la totalidad de procesos y entidades vitales que componen la manifestación de Sanat Kumara, responsable de los procesos creadores evolutivos, siendo también responsable de lo que denominamos tiempo, concepto que implica acontecimientos, oportunidades, el pasado, el presente y el futuro, lo bueno y lo malo.

La impresión dinámica que emana de Shamballa, abarca grandes ciclos y oleadas cíclicas, los cuales son impulsados desde fuentes extraplanetarias, de acuerdo a la demanda o invocación del Señor del Mundo y Sus Asociados, emanando como respuesta a la “voluntad reconocida” de Sanat Kumara en la Cámara de Concilio.

Esta última expresión, altamente espiritual, surge externamente a través de los siete rayos, considerados como siete corrientes de energía espiritual, cualificados y matizados por la impresión de Shamballa, proceso que se repite cuando, eficaz y exitosamente, es implantada la invocación jerárquica. También se repite entre la Jerarquía y la Humanidad, en respuesta a la invocación humana, que está siendo cada vez más inteligente, poderosa y evocadora.

Sin embargo, el problema del reino humano es muy grande. La humanidad recibe muchos impactos, impresiones, corrientes telepáticas y mentales e impresiones vibratorias cualificadas, provenientes de los siete reinos de la naturaleza, que han tardado eones para desarrollar la sensibilidad discriminadora adecuada y establecer con certeza el punto, en cuya evolución ha de surgir la invocación consciente, y donde ha de ser registrada la impresión evocada. La invocación inconsciente se lleva a cabo continuamente; cuando se efectúa conscientemente, adquiere enorme poder.

[i82]Toda la familia humana constituye, hoy, un maravilloso receptor de impresiones, debido a los innumerables tipos de mecanismos sensibles. Estos instrumentos impresionables son capaces de registrar impresiones tamásicas que provienen de los reinos subhumanos, especialmente del tercero y del primero; registran impresiones rajásicas provenientes de fuentes mentales de toda índole; también - en menor grado - responden a impresiones sátvicas o rítmicas. Sin embargo, aunque proceden de fuentes superiores, su respuesta a estas elevadas impresiones y su registro de la verdad, de la luz y de la cualidad, aumentan constantemente.

Por esta causa, el reino humano (ese gran reino intermedio, cuya función es mediar entre los reinos superiores e inferiores) es objeto de la impresión divina, impartiendo el Propósito de Sanat Kumara. Esto ya lo saben, pues he dado mucha enseñanza en Tratado sobre los Siete Rayos y también en Tratado sobre Fuego Cósmico. En estas instrucciones, me ocupo de las posibilidades grupales, de los grupos que pueden ser entrenados para recibir, registrar y ser impresionados por la Jerarquía. Dichos grupos podrían, si quisieran, ser capaces de invocar a la Jerarquía poderosamente. Llevo esto a la atención de los aspirantes y discípulos, desde un ángulo distinto al de mis escritos anteriores, pues la responsabilidad por la impresionabilidad, el registro telepático y la demanda invocadora, es muy grande; por eso he escrito esto.

CAPÍTULO XII. RELACIÓN DEL CENTRO HUMANO CON EL CENTRO JERÁRQUICO

[i83] La verdadera relación telepática constituye parte de la suprema Ciencia de Contacto y se vincula con la humanidad en forma peculiar y definida. Podrían emplearse distintos términos para poder impartir cierta comprensión de este sutil método de relación subjetiva y, entre otros, he empleado los siguientes:

1. La Ciencia de Contacto.
2. La Ciencia de Impresión.
3. La Ciencia de Invocación y Evocación.
4. La Ciencia de Relación.
5. La Ciencia de Sensibilidad.

Estos términos abarcan los distintos aspectos de la reacción de la forma o formas al contacto, a la impresión, al impacto, al medio ambiente, al contenido mental de distintas mentes, a las energías ascendentes y descendentes, a la invocación de los agentes y a la evocación de su respuesta. Todo el sistema planetario es, en realidad, una vasta complejidad de vehículos entrelazados, interdependientes e interrelacionados que se comunican o responden a la comunicación.

Cuando se estudia este sistema de comunicación e interrelación, desde el ángulo de las relaciones, los procesos de la evolución y la meta del espíritu humano (que en verdad es el Espíritu del Logos planetario),llegan a ser de suprema y vital importancia, pero al mismo tiempo difíciles de comprender. Tan extenso es el tema, que no es conveniente considerar más que dos factores: [i84]

1, La Ciencia de Impresión, en relación con la humanidad.
2. Los Centros impresores, en lo que afectan a la comprensión de las relaciones.

Los numerosos métodos de contacto entre las distintas formas, grupos y reinos subhumanos y suprahumanos, son demasiado complicados para ser comprendidos en esta época por los estudiantes y - lo que es más importante - cualquier información sería de poca utilidad. Por lo tanto, nos limitaremos a las Ciencias de Impresión y de Invocación y Evocación, hasta donde afectan a la humanidad. Dichas ciencias - desde el ángulo humano - abarcan la recepción de la impresión y de las ideas, y la manifestación de las consecuencias producidas por la sensibilidad, en esta época y en este ciclo particular.

Vamos a considerar, por lo tanto, la relación que existe entre el centro humano y el jerárquico, y la acrecentada respuesta de la humanidad al “Centro donde la Voluntad de Dios es conocida”. Como dije anteriormente, no tengo la intención de exponer aquí las reglas que rigen el intercambio telepático. Esto existe entre un individuo y otro, y entre un grupo y otro, lo cual se está desarrollando normal y lentamente sin necesidad de acelerarlo, en la misma forma en que se han desarrollado los otros sentidos del ser humano y sus órganos de percepción. Sin embargo, la humanidad está superando el desarrollo telepático debido a la rápida respuesta de grupos enteros y de los seres humanos en masa, a la impresión grupal y a la transmisión grupal de ideas.

La respuesta inmediata de grupos y naciones a la ideología de la masa ha sido inesperada y difícil de manejar en forma inteligente y constructiva. No fue anticipado, por Shamballa o la Jerarquía, que la impresión general se desarrollaría con más rapidez que la sensibilidad individual. Pero ha ocurrido así. El individuo que está en un grupo y trabaja en él, es [i85] más sensible que aquél que lucha sólo y desea llegar a ser sensible a la impresión.

Uno de los factores que militan en contra del desarrollo telepático personal, consiste en que la fuerte, potente y moderna ascendencia del espíritu en el ser humano, contrarresta, con frecuencia, las reacciones de la personalidad, y la telepatía es algo personal que depende del contacto de una mente con otra. En cuanto el individuo trata de ser telepático, es arrastrado inmediatamente a un vórtice de energías abstractas, que más bien lo condicionan para recibir impresiones espirituales que lo capacitan para establecer telepáticamente relaciones personales.

Ese sorprendente desarrollo permitió a los Maestros supervisores dedicarse a algunos de Sus planes y abandonar el entrenamiento individual sobre la sensibilidad telepática, impartido a los discípulos, aprovechando la oportunidad para entrenar y desarrollar grupos invocadores. En vez de trabajar empleando sustancia mental inferior con aspirantes seleccionados, cambiaron ese medio de hacer contacto por el contacto con el alma, e iniciaron una nueva Ciencia de Invocación y Evocación. La mente inferior se convirtió, entonces, en simple intérprete de impresiones con el énfasis puesto sobre la mente, el propósito y la voluntad grupales. Este sistema de invocadores entrenados hace que la mente se convierta en un factor positivo y activo, anulando toda tendencia a la negatividad.

Tal decisión jerárquica condujo necesariamente a instituir los procesos de iniciación grupal, transfiriendo la zona de entrenamiento y la enseñanza y preparación para la iniciación a niveles más elevados. Se llevó a cabo el experimento de dar La Gran Invocación a la humanidad, lo cual está dando buenos resultados, aunque queda mucho por hacer.

Se podría decir que los requisitos para ayudar al discípulo a enfrentar las exigencias [i86] del proceso iniciático, son: “la habilidad de ser impresionado, la capacidad de registrar con exactitud dicha impresión, el poder para grabar lo que ha sido dado y luego darle forma en la conciencia de la mente mediante las palabras”. Basándose en la información recibida, el discípulo ha de invocar correctamente las energías necesarias y aprender, mediante la experiencia, a evocar respuesta. La afirmación que hice en otra página, sobre este tema, estaba destinada a llevarlos a esta enseñanza, y la repito aquí:

“Toda la familia humana constituye hoy un maravilloso receptor de impresiones, debido a los innumerables tipos de mecanismo sensible... Por esta causa, el reino humano (ese gran reino intermedio cuya función es mediar entre los reinos superiores e inferiores), es objeto de la impresión divina impartiendo el Propósito de Sanat Kumara. En estas instrucciones me ocupo de las posibilidades grupales, de los grupos que pueden ser entrenados para recibir, registrar y ser impresionados por la Jerarquía. Si quisieran, dichos grupos podrían ser capaces de invocar poderosamente a la Jerarquía. Llevo esto a la atención de los aspirantes y discípulos, pero desde un ángulo distinto del de mis escritos anteriores. La responsabilidad de la impresionabilidad, del registro telepático y de la demanda invocadora es muy grande”.

Fuentes de Impresión para el Discípulo

Para el aspirante y particularmente el discípulo consciente, la impresión a considerar procede de cuatro fuentes:

1. Del alma del discípulo.
2. Del Ashrama al cual pertenece.
3. Del Maestro directamente.
4. De la Tríada espiritual, vía el Antakarana.

[i87] Las dos primeras etapas abarcan el período de las dos primeras iniciaciones; la tercera etapa precede a la tercera iniciación y persiste hasta que el discípulo se convierte en Maestro; el cuarto tipo de impresión informativa puede ser registrado después de la tercera iniciación y llegar al discípulo en el Ashrama; entonces, tiene la tarea de impresionar su mente con lo que se le ha dicho y ha conocido en el Ashrama; finalmente, como Maestro de un Ashrama, emprende una de las principales tareas jerárquicas, la de dominar la Ciencia de Impresión. Por lo tanto, esta etapa de impresión comprende dos aspectos: uno se refiere a la capacidad de recibir impresiones; el otro, a la capacidad de ser agente impresor. No se le permite al discípulo practicar el arte de la impresión hasta que se encuentre entre quienes reciben impresión de la Tríada y, por lo tanto, de Shamballa, dentro de la zona protectora o aura del Ashrama al que pertenece. Debe recordarse que esta Ciencia de Impresión es, en realidad, la ciencia de la construcción, vitalización y dirección de las formas mentales; sólo a un discípulo que haya pasado por los procesos de la Transfiguración y no sea ya víctima de su propia personalidad, se le puede confiar un ciclo tan peligroso de poderes. Mientras exista el deseo de obtener el poder egoísta y controlar e influir materialmente las mentes de otros seres humanos o grupos, no se le puede confiar al discípulo, de acuerdo a las reglas jerárquicas, la creación deliberada de formas mentales, designadas para producir efectos específicos y su divulgación entre individuos y grupos. Sólo pueden hacerlo después de pasar las pruebas de la iniciación de la Transfiguración.

La Ciencia de Impresión constituye la base para la práctica de la telepatía. Si se llevara a cabo una importante encuesta mundial, quienes son aptos para recibir impresiones podrían constituirse en dos grupos: [i88]

1. Aquellos que son receptores inconscientes de la impresión telepática. En la actualidad constituyen una mayoría, que recibe las impresiones mediante el plexo solar; las formas mentales así generadas son enviadas por el agente impresor desde el centro laríngeo.

2. Aquellos que han desarrollado o están desarrollando la receptividad consciente, donde la impresión es, ante todo, recibida por medio de la mente y luego impartida y registrada por el cerebro. El agente impresor, en este caso, trabaja mediante el centro ajna, el centro entre las cejas.

El primer grupo de receptores está exclusivamente enfocado o conectado con la personalidad. En algunos casos, son sólo físicamente conscientes de los procesos vitales y de algún contacto que desconocen y no pueden mantener ni controlar de ninguna manera. En este grupo, debemos incluir todos los fenómenos mediúmnicos, incluso los de naturaleza astral elevada o espiritual, y los mensajes recibidos del subconsciente del término medio de las personas que se hallan en el Sendero de Probación. Los mensajes que provienen de la propia alma del discípulo, pueden ser tanto impresiones mediúmnicas, como definidamente mentales.

Se hallará que este último tipo de comunicación contiene ciertos mensajes o impresiones que provienen del Ashrama y que posiblemente el discípulo confunda con telepatía grupal, comunicación del alma y relación directa con el Maestro -relación que no existe en esta etapa-, lo cual no es de gran importancia, porque cuando el discípulo comience a darse cuenta de ciertas diferencias, surgirá un nuevo tipo de registro que guiará y despertará su conciencia.

Esta etapa que comprende el segundo tipo de impresión, en su forma más primitiva, puede ser muy extensa, [i89] porque abarca un período de transición muy definido que va desde el plano astral al mental. La ecuación tiempo varía según el rayo y la edad del alma. Las personas de sexto rayo, por ejemplo, son muy lentas para efectuar esta transición, debido al espejismo predominante; las personas de primero y segundo rayos son relativamente rápidas.

Las de tercer rayo también son lentas, porque se pierden en la maraña de sus propias manipulaciones ilusorias y sus pensamientos confusos, y apenas se dan cuenta dónde empieza la verdad y termina el engaño. La ilusión, problema esencial de los tipos mentales de todos los rayos, es mucho más temporal que el engaño.

Cuando el discípulo ha dominado, en alguna medida, la significativa diferencia que hay entre los mensajes de su propio subconsciente o el de otras personas, con las cuales puede estar en contacto, y los que provienen de su propia alma, entonces orienta y organiza su vida haciéndola más fructífera, en lo que respecta al servicio y, por lo tanto, más útil a la Jerarquía. Aprende a distinguir entre los mensajes que provienen de su propia alma y los de la Jerarquía; su vida está mejor regida, y distingue nítidamente las comunicaciones enviadas desde el Ashrama, para impresionar las mentes de los aspirantes y discípulos de todos los grados y tipos de rayo. Cuando puede distinguir entre las diversas comunicaciones, es posible obtener el tercer tipo de comunicación -mensajes directos que se deben al contacto personal con el Maestro de su Ashrama-. A esta altura entrará en posesión de lo que se llama “la libertad que otorga el Ashrama” y de “las llaves del Reino de Dios”, pudiéndosele confiar parte de la potencia rectora del Ashrama mismo. Entonces, sus pensamientos afectarán y llegarán a otros. La eficacia aumenta rápidamente cuando el discípulo se familiariza con el [i90] cuarto tipo de impresión, la cual procede de la Tríada espiritual y, por lo tanto, de la Mónada y Shamballa. En consecuencia (en esta última etapa de impresión) existen tres estados menores pero bien definidos; cada uno marca una expansión, en el campo de servicio, y se relaciona con las últimas tres iniciaciones, de las nueve posibles que enfrenta la humanidad en su desarrollo. La sexta iniciación, de la que sólo los Maestros pueden participar, marca una transición que comienza en las tres primeras etapas de sensibilidad, necesarias para el discípulo, como preludio para la quinta iniciación - en realidad para la tercera, cuarta y quinta -, teniendo que ver con las tres etapas de comunicación de la Tríada, cada una de las cuales está relacionada con la séptima, octava y novena iniciaciones.

Nunca se quebranta el arquetipo geométrico, la progresión numérica o la Ley de Correspondencia o Analogía, en la comprensión del propósito y los planes del Logos planetario, establecidos antes de la creación de los mundos y que han encontrado su prototipo en los planos mentales cósmicos. Esto difícilmente lo comprenderán quienes tienen actualmente centrada su conciencia en la individualidad.

Sin embargo, el individuo responde acrecentadamente a la expansión del medio ambiente, por ejemplo, cuando reconoce la diferencia que existe entre nacionalismo e internacionalismo. Esta respuesta está condicionada, lógicamente, por el libre albedrío humano que se hace especialmente eficaz en el proceso regulador del tiempo. Puede aprender rápidamente o bien seguir el camino más lento, pero su conciencia reacciona siempre al medio ambiente de acuerdo a su percepción, hasta que -etapa tras etapa- se convierte en un factor integrador. Esta integración en el medio ambiente, la absorción de la atmósfera que lo rodea y su potencia en constante desarrollo, se relacionan con el hecho de que él ha sido creado para recibir impresiones y es poseedor de un mecanismo que responde a todas las facetas [i91] de la divina expresión en manifestación. Por esta razón, la persona verdaderamente iluminada y quienes han recibido las tres iniciaciones superiores, son denominados “almas diamantinas”; constituyen la “Joya en el loto” - ese loto de doce pétalos que es símbolo y expresión de la potencia del Logos planetario -.

Como podrá verse, el tema de la revelación se va desarrollando, a través de todo el proceso evolutivo, y ha de recordarse que paso a paso, etapa tras etapa, expansión tras expansión, iniciación tras iniciación, el individuo va comprendiendo al divino TODO. El método es impresionado desde un medio ambiente hasta ahora desconocido; esto sólo es posible realizarlo, de esta manera particular, cuando “los Hijos de la Mente, que son los Hijos de Dios y cuya naturaleza está unificada con la Suya, empezaron a moverse en la Tierra”. La Ciencia de Impresión es, en realidad, la técnica por medio de la cual la Jerarquía espiritual ha instruido a la humanidad, desde el momento en que ésta apareció en la Tierra. Todos los discípulos deben aprender esta técnica (no importa cuál de los Siete Senderos elijan), siendo también el arte sublime que cada Maestro practica, inspirado desde Shamballa; dicha técnica está complementada por la voluntad, y su consumación implica la completa asimilación de las “pequeñas voluntades humanas” al propósito divino; constituye la aceptación, por su parte, de la promoción de ese propósito, por medio de la correcta impresión sobre todas las formas de vida, en alguna etapa de la evolución. Los discípulos se convierten, entonces, en agentes de la voluntad divina y se les confía la dirección de las energías, el Plan y los secretos de la inspiración, ocultos en la Mente de Dios.

Su contribución al Plan Divino

A ese conocimiento -que germinó y se formó en el sistema solar anterior- los discípulos agregan lo que el actual sistema solar debe producir y madurar, [i92] la atracción magnética del segundo rayo de Amor-Sabiduría, en una de sus tres formas mayores o rayos de Aspecto, suplementada por los cuatro rayos de Atributo. Este poder de utilizar las energías de Rayos para atraer e imprimir constantemente la revelación progresiva, es la clave de todo el trabajo que actualmente se desarrolla, denominando a esta actividad Ciencia de Impresión. Involucra la continua apertura de un nuevo ambiente, que abarca desde el nivel inferior de la vida cotidiana del ser humano menos desarrollado, hasta el punto en que el aspirante llega a ser, en la escala de la evolución, conscientemente susceptible a lo que se llama impresión espiritual. En esta etapa, es capaz de ser más sensible a una gama superior de impresión y, al mismo tiempo, comienza a aprender el arte de impresionar las mentes de otros, a comprender plenamente el nivel, en el cual trabaja como agente impresor, y a saber quiénes son los hijos de los humanos a los cuales puede impresionar. Debe también dominar lo aprendido y adaptarse al medio ambiente, en tal forma, que pueda impresionar a otros, y esta impresión abrirse camino a través de las circunstancias que lo rodean, penetrando en las mentes desprevenidas de quienes él se siente responsable.

Esto lo realiza acrecentando el conocimiento de sí mismo y aprendiendo el arte de registrar. Cuanto más clara y honda es su capacidad para registrar la impresión a la que es sensible y está sujeto, tanto más fácilmente llegará hasta quienes deben ayudar a obtener una percepción más amplia y profunda. El registro de su propio medio ambiente en expansión -con todas las implicaciones de una nueva visión, nuevos objetivos y un amplio campo de servicio- hace que las energías afluyentes (que vienen en alas de la inspiración) se conviertan en una reserva de sustancia mental que deberá acostumbrarse a utilizar.

[i93] El primer paso consiste en grabar y en reducir a conceptos correctos y accesibles, las ideas y formas mentales de aquello que ha registrado. Esto señala la primera etapa del verdadero servicio ocultista y a este nuevo tipo de servicio se consagrará cada vez más. Desde la reserva existente de sustancia mental, aprenderá a proyectar esas formas e ideas magnéticas que invocan la atención de aquellos a quienes trata de ayudar; a esta etapa se la denomina “invocación resultante”. Es un acto invocador, una forma invocadora de vivir, que penetrará en las mentes humanas, evocando en ellos una respuesta y una conciencia de expansión; así se establecen los procesos de la impresión espiritual, constituyendo también una invocación por parte del discípulo para una mayor y mejor impresión e inspiración, a fin de acrecentar su capacidad de servir.