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LIBRO III - LA REALIZACIÓN DE LA UNIÓN Y SUS RESULTADOS - Parte 4


33. Todas las cosas pueden ser conocidas a la vívida luz de la intuición.

Tres aspectos del conocimiento están asociados con la luz en la cabeza. En primer lugar, tenemos el conocimiento que [i316] puede poseer el ser humano común, cuya descripción más exacta es quizá la palabra teórico. Hace que el ser humano se dé cuenta de ciertas hipótesis, posibilidades y explicaciones. Proporciona el conocimiento de las modalidades, modos y métodos y permite dar los primeros pasos hacia la comprobación y realización correctas. Esto es verdad acerca del conocimiento a que se refiere Patanjali. Basados sobre este conocimiento y de acuerdo a los requisitos de la investigación o desenvolvimiento propuestos, el aspirante llega a percibir la luz en la cabeza.

En segundo lugar, el aspirante utiliza el conocimiento discriminador. Habiendo hecho contacto con la luz, la utiliza, y el resultado es que los pares de opuestos se hacen evidentes, se conoce la dualidad y surge la cuestión de la elección. La luz de Dios se proyecta sobre ambos lados del estrecho sendero del filo de la navaja que el aspirante trata de hollar; al principio este noble sendero medio no es tan visible como lo que yace a cada lado del mismo. Añadiendo el desapasionamiento o desapego al conocimiento discriminativo, los obstáculos disminuyen, el velo que cubre la luz se hace más trasparente, hasta establecer contacto con la tercera o más elevada luz.

En tercer lugar, tenemos el conocimiento iluminador que podemos describir como "la luz de la intuición"; es el resultado de haber hollado el sendero y de la subyugación de los pares de opuestos y el precursor de la total iluminación y de la plena luz del día. Ganganatha Jha en su breve comentario se ocupa de estos tres aspectos.

[i317] "La inteligencia es la emancipadora, la antecesora del conocimiento discriminador, como la aurora lo es de la salida del Sol. Al obtener la percepción intuitiva, el yogui llega a conocer todas las cosas".

Estos destellos de intuición son, al principio, simplemente vívidos chispazos de iluminación, que surgen de la conciencia de la mente y desaparecen casi instantáneamente. Se producen con mayor frecuencia a medida que se cultiva el hábito de la meditación y persisten durante prolongados períodos, hasta alcanzar la estabilidad mental. Gradualmente la luz brilla con constante resplandor y el aspirante camina "a plena luz del día". Cuando la intuición comienza a actuar, el aspirante debe aprender a utilizarla, dirigiendo la luz que está en él a todos los asuntos "oscuros, sutiles y remotos", ensanchando así su horizonte, solucionando sus problemas y aumentando su eficiencia. Todo cuanto ve y con lo cual hace contacto, gracias al empleo de su luz espiritual, debe ser registrado, comprendido y adaptado, para ser utilizado por el hombre en el plano físico por medio del cerebro. Es aquí donde la mente racional desempeña su parte, interpretando, formulando y trasmitiendo al cerebro lo que el verdadero hombre espiritual conoce, ve y comprende en su propio plano. De esta manera, dicho conocimiento está disponible para el hijo de Dios encarnado, el hombre en el plano físico en plena conciencia vigílica.

Otro aspecto del mismo conocimiento, igualmente exacto y necesario, lo expresa Charles Johnston en su comentario, y dice:

"Este poder profético de la intuición [i318] está por encima y detrás de la así denominada mente racional, la cual formula una pregunta y la presenta a la intuición; ésta da una respuesta real, frecuentemente inmediata, distorsionada por la mente racional, conteniendo no obstante, un germen de verdad. Gracias a este proceso por el cual la mente racional plantea interrogantes a la intuición para su solución, se descubren las verdades de la ciencia y llegan los destellos del genio y los descubrimientos. Pero no es necesario que este poder superior actúe subordinado a la así llamada mente racional, la cual puede actuar directamente, como plena iluminación, 'la visión y la facultad divina"'.

34. Por la meditación enfocada en el centro cardíaco, se alcanza la comprensión de la conciencia mental.

Los hijos de los seres humanos se diferencian del reino animal en que poseen inteligencia, la mente razonadora. Por eso la Sabiduría Eterna, la Doctrina Secreta del mundo, denomina con frecuencia a los seres humanos "hijos de la mente". Esto es lo que les da sentido de individualidad o entidad separada, convirtiéndolos en egos.

Se dice que en el centro del cerebro, ubicado en la glándula pineal, tenemos el hogar del alma, la vanguardia de la vida de Dios, una chispa del fuego espiritual puro. Éste es el punto inferior con el que la vida espiritual pura hace contacto directamente desde la Mónada, nuestro Padre en el Cielo. Es el extremo del sutratma o hilo que vincula y conecta [i319] las diversas envolturas y pasa desde la mónada en su propio y elevado plano, a través del cuerpo egoico en los niveles superiores del plano mental, al vehículo físico. Esta vida de Dios es triple y combina la energía del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, siendo en consecuencia responsable del pleno funcionamiento de todos los aspectos de la naturaleza del ser humano, en todos los planos, y también de los estados de conciencia. El primer hilo de este triple cordón o sendero es el que da vida, espíritu y energía. El segundo es responsable de la conciencia o aspecto inteligencia, de modo que el poder del espíritu responda al contacto y evoque respuesta. El tercero concierne a la vida de la materia o aspecto cuerpo.

El primer aspecto, por medio de la mónada, llega hasta la glándula pineal, lugar donde reside el espíritu en el ser humano. El segundo aspecto o conciencia, por medio del ego, es el lugar de contacto con el centro cardíaco, mientras que el tercer aspecto o tercer hilo del sutratma, se vincula con el centro en la base de la columna vertebral, fuente principal de la actividad corporal o de la personalidad.

Por consiguiente, mediante la concentración en la luz de la cabeza, se obtiene el conocimiento de los mundos espirituales y de los espíritus puros que en ellos deambulan y actúan, porque atma o espíritu resplandece allí. Similarmente, por medio de la meditación concentrada en el corazón, se obtiene el conocimiento del segundo aspecto, el principio consciente e inteligente, que hace del hombre un hijo de Dios.

Por el desarrollo y el empleo del centro coronario,  [i320] la voluntad es llevada a funcionar activamente, que es la característica del espíritu y expresa propósito y control. Por el desarrollo y empleo del centro cardíaco, el aspecto amor-sabiduría es similarmente utilizado y el amor de Dios se ve actuando en la vida y en el trabajo del hombre. Debido a que la mente de Dios es amor y el amor de Dios inteligencia, estos dos aspectos de una gran cualidad se ponen en actividad a fin de cumplir Su voluntad y propósito. En Occidente Cristo fue el ejemplo más prominente, como Krishna en la India, aspecto que debe reflejarse y manifestarse también en cada hombre.

35. La experiencia (de los pares opuestos) se adquiere por la incapacidad del alma para distinguir entre el yo personal y purusha (espíritu). Las formas objetivas existen para uso (y experiencia) del hombre espiritual. Meditando sobre esto, surge la percepción intuitiva de la naturaleza espiritual.

Nuevamente nos encontramos con una traducción libre del texto original, siendo sin embargo, una correcta interpretación.

Hemos visto en los aforismos precedentes, que el estrecho sendero a seguir entre los pares de opuestos (por la práctica de la discriminación y del desapasionamiento) es el del equilibrio y la equidad, el noble sendero medio. Este aforismo hace un comentario sobre esta etapa de experiencia del alma, y puntualiza las siguientes lecciones:

[i321] Primero, la razón por la cual enfrentamos los pares de opuestos y con tanta frecuencia elegimos la línea de actividad, o actitud mental, que nos produce placer o dolor, se debe a que no sabemos distinguir entre la naturaleza inferior y la superior, entre el yo personal (actuando como unidad física, emocional y mental) y el espíritu divino, que mora en cada uno de nosotros. Nos identificamos con el aspecto forma, no con el espíritu. Durante eones nos hemos considerado como el no-yo y olvidamos nuestra afiliación, nuestra unidad con el Padre y la realidad de que somos el yo inmanente.

Segundo, el propósito de la forma es sencillamente permitirle al yo hacer contacto con mundos que de otra manera estarían vedados para él, y desarrollar plena percepción en cualquier lugar del reino del Padre, y así manifestarse como hijo de Dios plenamente consciente. Por medio de esta forma de adquirir experiencia, se despierta la conciencia y se desarrollan las facultades y los poderes.

Tercero, a medida que se capta intelectualmente este hecho y se medita sobre él internamente, uno llega a darse cuenta de su identificación con la naturaleza espiritual, y se establece la diferencia con la forma. Sabemos que no somos la forma, sino el morador de la forma, no el yo material sino el espiritual, no los aspectos diferenciados sino el Uno; así se lleva a cabo el gran proceso de liberación. Uno se convierte en lo que es, y lo logra meditando sobre el alma inteligente, el aspecto medio, el principio crístico, que vincula al Padre (espíritu) con la Madre (materia).

[i322] Tenemos nuevamente la gran triplicidad puesta de manifiesto:

1. El Padre o espíritu, aquel que se manifiesta, crea y mora internamente.

2. El Hijo, el que revela, medita y vincula el aspecto superior con el inferior.

3. El Espíritu Santo, que influye a la Madre, sustancia material inteligente que proporciona las formas, por medio de las cuales se adquiere experiencia y desarrollo. Quien adquiere experiencia, encarna y logra la divina expresión, por medio de la forma, es el alma, el yo, el ser humano espiritual consciente, el Cristo interno. Cuando por esta experiencia ha alcanzado la madurez, revela al Padre o espíritu; así cumple con la palabra de Cristo cuando dijo (en respuesta a la pregunta de Felipe: Señor, muéstranos al Padre), "quien me ha visto a Mí, ha visto al Padre". (Jn., 14).

36. Como resultado de esta experiencia y meditación, se desarrollan los sentidos superiores: oído, tacto, vista, gusto y olfato, que otorgan conocimiento intuitivo.

Por la meditación, el aspirante llega a darse cuenta de la contraparte de los cinco sentidos, en los reinos más sutiles, y despertándolos y empleándolos conscientemente puede actuar en los planos internos tan libremente como en el físico. Entonces llega a servir inteligentemente en tales reinos y colaborar en el gran esquema involutivo.

Podemos definir los cinco sentidos como esos órganos [i323] por los cuales el ser humano se da cuenta de lo que lo circunda. En el animal estos cinco sentidos existen, pero carece de la facultad de pensar y correlacionar. En el animal se manifiestan como facultad grupal, análoga al instinto racial en el reino humano.

Cada uno de los cinco sentidos tiene conexión definida con uno de los siete planos de la manifestación, y tiene también una analogía en todos los planos.

                                 Plano                                                   Sentido

1.    Físico  .........................................................................    Oído.
2.    Emocional o astral  ...................................................   Tacto o sensación táctil.
3.    Mental  .......................................................................    Vista.
4.    Búdico  .......................................................................    Gusto.
5.    Átmico  .......................................................................    Olfato.

La siguiente clasificación extraída del Tratado sobre Fuego Cósmico, servirá para aclarar los cinco diferentes aspectos de los cinco sentidos en los cinco planos; mayor información se tendrá en las páginas 186 a 202 de ese tratado (edición inglesa).

EVOLUCIÓN SENSORIA DEL MICROCOSMOS

Plano                Sentido                                          Subplano

Físico…….     1.  Oído …………………………..….………  5to.  ……….   gaseoso
                       2.  Tacto o sensación táctil………..   4to.  ………    primer etérico
                       3.  Vista ……………………………..………   3ro.  ……..    superetérico
                       4.  Gusto  ………………………………….    2do.  …….    subatómico
                       5.  Olfato  ……………………………….…    1ro.  ……..    atómico

Astral……      1.  Clariaudiencia  ………………….…    5to.
                        2.  Sicometría  ……………..…………..    4to.
                        3.  Clarividencia  ……………………...    3ro.
                        4.  Imaginación  …………………….…    2do.
                        5.  Idealismo emotivo  ……………..    1ro.

[i324]

Mental ….     1.   Clariaudiencia superior ……….     7mo.         |
                        2.   Sicometría planetaria ……..……      6to.          |
                        3.   Clarividencia superior  ………….     5to.             >   Forma
                        4.   Discriminación  …………………....     4to.           |
                        5.   Discernimiento espiritual  ……      3ro.         <
                              Respuesta a la vibración                                  |
                                    grupal  …...............................      2do.            >    Amorfo
                              Telepatía espiritual  ……….…….      1ro.            |

Búdico …      1.   Captación ………………………………     7mo.
                        2.   Curación  ………………………………      6to.
                        3.   Visión divina  …………………………      5to.
                        4.   Intuición  ……………………….……...      4to.
                        5.   Idealismo  ……………………….…….       3ro.

Átmico  ….     1.   Beatitud  ………………………………        7mo.
                        2.   Servicio activo  ……………….…….         6to.
                        3.   Realización  …………………………..         5to.
                        4.   Perfección  ……………………………         4to.
                        5.   Conocimiento total   ……….……         3ro.

En la clasificación que sigue, los números de uno a cinco, en columna a la izquierda, se refieren a los planos de manifestación, enumerados en la clasificación anterior.

a.         Primer sentido  …………………………………………    Oído
            1.    Oído físico.
            2.    Clariaudiencia.
            3.    Clariaudiencia superior.
            4.    Captación (de cuatro sonidos).
            5.    Beatitud.

b.         Segundo sentido  ……………………………………….    Tacto o sensación táctil
            1.    Tacto físico.
            2.    Sicometría.
            3.    Sicometría Superior.
            4.    Curación.
            5.    Servicio activo.

[i325]

c.         Tercer sentido  ………………………………………..    Vista
            1.    Vista física.
            2.    Clarividencia.
            3.    Clarividencia superior.
            4.    Visión divina.
            5.    Realización.

d.         Cuarto sentido  ………………………………………     Gusto
            1.    Gusto físico.
            2.    Imaginación.
            3.    Discriminación.
            4.    Intuición.
            5.    Perfección.

e.         Quinto sentido  ……………………………………..      Olfato
            1.    Olfato físico.
            2.    Idealismo emotivo.
            3.    Discernimiento espiritual.
            4.    Idealismo.
            5.    Conocimiento total.

37. Estos poderes constituyen obstáculos para la comprensión espiritual superior, pero sirven como poderes mágicos en los mundos objetivos.

En este texto sobre el desenvolvimiento espiritual, surge constantemente el hecho de que los poderes psíquicos superiores o inferiores, son obstáculos para un estado espiritual más elevado, y el ser humano que puede actuar libremente en los tres mundos debe prescindir de ellos. Es muy difícil que el aspirante comprenda esta lección, pues cree que el desarrollo de la clarividencia y clariaudiencia indica progreso y que la práctica de la meditación comienza a dar resultado. Quizás indique lo contrario e [i326] inevitablemente lo será si el aspirante se siente atraído o apegado a alguna de esas facultades psíquicas. Un antiguo escritor hindú dice respecto a tales poderes:

"Una mente cuya sustancia mental comienza a activarse, estima mucho estas facultades, así como el ser humano que nace en la miseria considera que un pequeño lujo es una gran riqueza. Pero el yogui, cuya sustancia mental está concentrada, debe evitar tales facultades, aunque las posea. Quien anhela alcanzar la meta final de la vida, la absoluta mitigación de la triple angustia ¿cómo puede tener afecto a estas perfecciones, contrarias a la realización de esa meta?"

Dvivedi dice:

"Los poderes ocultos, hasta ahora descritos y los que se describirán más adelante..., son obstáculos porque causan la distracción de la mente, por los diversos sentimientos que despiertan, pero no son totalmente inútiles, pues constituyen grandes poderes benéficos en los momentos que el samadhi ha sido suspendido".

Sería útil para el aspirante saber qué son estos poderes, cómo controlarlos, sin ser controlados por ellos, cómo emplearlos para servir al hermano y a la Jerarquía, pero debe considerarlos como instrumentos y relegarlos al aspecto forma. Debe comprenderse que son cualidades o capacidades de las envolturas o aspecto forma; de lo contrario asumirán importancia indebida, demandarán excesiva atención y se convertirán en obstáculos para el desenvolvimiento progresivo del alma.

38. Al liberarnos de las causas de la esclavitud, mediante su debilitamiento y el conocimiento del método para transferirlas (retiro o entrada), la sustancia mental (o chitta) puede introducirse en otro cuerpo.

[i327] Toda la ciencia de Raja Yoga está basada en la comprensión de la naturaleza, el propósito y la función de la mente. La ley básica de esta ciencia puede ser compendiada en las palabras: "La energía sigue al pensamiento", y el orden consecutivo de la actividad debe establecerse de la manera siguiente:

El pensador, en su propio plano, formula un pensamiento que incorpora algún propósito o deseo. La mente vibra en respuesta a esta idea y simultáneamente produce la correspondiente reacción en el cuerpo kámico, emocional o de deseos. El cuerpo de energía, la envoltura etérica, vibra sincrónicamente, y de esta manera el cerebro responde y energiza al sistema nervioso del cuerpo físico denso, en tal forma que el impulso del pensador se convierte en actividad en el plano físico.

Existe una íntima relación entre la mente y el sistema nervioso, por lo tanto tenemos una interesante triplicidad:

          1. la mente,
          2. el cerebro,
          3. el sistema nervioso,

triplicidad que debe tenerla muy en cuenta el estudiante de Raja Yoga en la etapa inicial de su trabajo. Posteriormente una segunda triplicidad ocupará su atención, i328]

          1. el pensador,
          2. la mente,
          3. el cerebro,

pero esto será durante la demostración de su trabajo.

Conociendo el método de vitalización de los nervios, el pensador puede energizar su instrumento para entrar en actividad durante la encarnación y análogamente producir trance, samadhi o muerte. El mismo conocimiento básico permite al adepto resucitar el cuerpo muerto, como Cristo lo hizo en Palestina, u ocupar el de un discípulo para fines de servicio, así como Cristo ocupó el cuerpo del discípulo Jesús. Se dice que este conocimiento y aplicación está sujeto a la gran Ley del Karma, de Causa y Efecto, y ni Cristo Mismo puede apartarse de la ley en ningún caso, a no ser que haya el adecuado debilitamiento de la causa que produce esclavitud.

39. Subyugando la vida ascendente (udana), nos liberamos del agua, del sendero espinoso y de la ciénaga, y se obtiene el poder de ascensión.

La suma total de fuerza nerviosa, denominada por los hindúes prana, compenetra todo el cuerpo, y es controlada por la mente, a través del cerebro; constituye la vitalidad que pone en actividad los órganos sensorios y produce la vida externa del ser humano; su medio de distribución es el sistema nervioso, valiéndose de grandes centros distribuidores, llamados plexos o lotos. Los ganglios nerviosos, conocidos [i329] por la medicina ortodoxa, son reflejos o sombras de plexos más vitales. El estudiante no se equivocará si considera que todo el prana en el cuerpo humano constituye el cuerpo vital o etérico, el cual está totalmente formado de corrientes de energía, y es el sustrato de la sustancia viviente, subyacente en la forma física densa.

Uno de los términos aplicados a esta energía es "aires vitales". Prana es quíntuple en manifestación, correspondiendo así a los cinco estados mentales, al quinto principio y a las cinco modificaciones del principio pensante. Prana, en el sistema solar, se manifiesta como los cinco grandes estados de energía que denominamos planos, el medio para la conciencia, estos son:

          1. El plano átmico o espiritual.
          2. El plano búdico o intuicional.
          3. El plano mental.
          4. E plano emocional, astral o kámico.
          5. El plano físico.

Las cinco diferenciaciones de prana en el cuerpo humano son:

1. Prana se extiende desde la nariz al corazón, teniendo relación especial con la boca y la palabra, el corazón y los pulmones.

2. Samana abarca desde el corazón al plexo solar; concierne al alimento y nutrición del cuerpo, por medio del alimento y la bebida, y tiene relación especial con el estómago.

3. Apana controla desde el plexo solar hasta las plantas de los pies; concierne a los órganos de eliminación, de evacuación y de nacimiento, teniendo [i330] una relación especial con los órganos genitales y evacuantes.

4. Udana se encuentra entre la nariz y la cima de la cabeza; tiene relación especial con el cerebro, la nariz y los ojos; cuando está adecuadamente controlada produce la coordinación de los aires vitales y su correcto manejo.

5. Vyana es el término aplicado a la suma total de la energía pránica, al distribuirse equilibradamente por todo el cuerpo. Sus instrumentos son los miles de nadis o nervios del cuerpo, y tiene conexión peculiar y definida con los canales sanguíneos, las venas y las arterias.

Este aforismo dice que el dominio sobre el cuarto de estos aires vitales, permite alcanzar ciertos resultados definidos, y sería interesante conocerlos. Este dominio sólo es posible cuando se comprende y domina el sistema de Raja Yoga, pues implica la capacidad de actuar en la cabeza y controlar toda la naturaleza desde ese punto en el cerebro. Cuando el ser humano se ha polarizado allí, las fuerzas nerviosas o energías en la cima de la cabeza entran en actividad y, mediante su correcto control y dominio, es posible dirigir correctamente los pranas del cuerpo, alcanzando el ser humano la liberación. Por medio de esto se rompe el contacto con los tres mundos. El lenguaje empleado es necesariamente simbólico y no debe perderse su significado, materializando su verdadera significación. La levitación, el poder de caminar sobre la aguas, la capacidad de contrarrestar la atracción de la gravedad de la tierra, es el significado inferior y menos importante. [i331]

1. La liberación del agua es la manera simbólica de expresar que la naturaleza astral está subyugada y que las grandes aguas de la ilusión ya no pueden retener al alma emancipada. Ya no dominan las energías del plexo solar.

2. La liberación del sendero espinoso se refiere al sendero de la vida física, y nada lo expresa mejor que la parábola de Cristo sobre los sembradores, según la cual algunas de las semillas cayeron entre las espinas. Se explica que las espinas son las preocupaciones y dificultades de la existencia mundana, las cuales sofocan la vida espiritual y ocultan al verdadero ser humano por mucho tiempo. El sendero espinoso debe conducir al sendero del norte, y éste a su vez al sendero de iniciación. En un antiguo libro de los Archivos de la Logia, hallamos estas palabras:

"Que el buscador de la verdad evite ahogarse y ascienda por la margen del río. Que se dirija hacia la estrella del norte y permanezca en terreno firme, con su rostro orientado hacia la luz. Entonces que la estrella lo guíe”.

3. La liberación de la ciénaga se refiere a esa naturaleza mixta de kama-manas, deseo y mente inferior, origen del excepcional problema de la humanidad. Es una manera simbólica de referirse a la gran ilusión, que atrapa al peregrino durante tanto tiempo. Cuando el aspirante puede caminar en la luz, después de descubrir la luz (el Shekinah) en sí mismo, en el "Sanctum Sanctorum”, la ilusión se disipa. Es conveniente que el estudiante busque la analogía entre las tres partes del templo de Salomón y el “templo del Espíritu Santo”, la estructura humana.

[i332] El atrio externo concierne a las energías y sus correspondientes órganos situados debajo del diafragma. El Lugar Sagrado es el de los centros y órganos, situados en la parte superior del cuerpo, desde la garganta al diafragma. El Sanctum Sanctorum es la cabeza, donde está el trono de Dios, el asiento de la misericordia y de la gloria influyente.

Una vez alcanzados estos tres aspectos de la liberación, y cuando el ser humano ya no está dominado por el agua, la ciénaga o la vida del plano físico, obtiene el "poder de ascensión" y puede ascender a voluntad a los cielos. El Cristo o ser humano espiritual, puede permanecer en el monte de la Ascensión, después de haber experimentado las cuatro crisis o puntos de control, desde el nacimiento a la crucifixión. De esta manera "udana" o vida ascendente, se convierte en el factor controlador, y la vida descendente deja de regir.

40. Mediante la subyugación de samana, la chispa se convierte en llama.

Este aforismo es uno de los más bellos del libro, y la traducción de Charles Johnston debe ser considerada aquí: "Dominando la vida que ata, se obtiene la radiación". Otra interpretación sería: "Mediante el control de samana, el AUM (la Palabra de Gloria) se manifiesta". Del corazón brotan las fuentes de vida, y la energía vital llamada "samana" controla al corazón y al aliento de vida por medio de los pulmones. Cuando el cuerpo está purificado, sus energías debidamente dirigidas y se ha obtenido el ritmo, se percibe la vida radiante.

[i333] Esto se producirá literal y no metafóricamente, porque cuando las corrientes de vida son dirigidas por el alma desde su trono, a través de los nervios y canales sanguíneos, sólo entonces los átomos más puros entran en el cuerpo y el resultado será el resplandor de la luz en todo el individuo. No sólo de la cabeza irradiará la luz, de modo que el clarividente verá un halo o círculo de brillantes colores, sino que de todo el cuerpo irradiará a través de los centros vibrantes de fuerza eléctrica, distribuida en él.

41. La meditación concentrada en la relación existente entre el akasha y el sonido, desarrolla un órgano para oír espiritualmente.

Para entender este aforismo es esencial que se comprendan ciertas relaciones entre la materia, los sentidos y el que adquiere experiencia.

El cristiano cree que "todas las cosas fueron hechas por la palabra de Dios". El creyente oriental sostiene que el sonido fue el factor que originó el proceso de la creación y ambos enseñan que esta palabra o sonido, describe a la segunda Persona de la Trinidad divina.

Este sonido o palabra, puso en actividad peculiar a la materia del sistema solar, y fue precedido por el aliento del Padre, que inició el movimiento o vibración original.

Por lo tanto, el Aliento (neuma o espíritu), al hacer impacto en la sustancia primordial, estableció una pulsación, una vibración, un ritmo. Luego, la [i334] palabra o sonido hizo que la sustancia vibrante adquiriera forma o figura, dando lugar así a la encarnación de la segunda Persona de la Trinidad cósmica, el Hijo de Dios, el Macrocosmos.

Este proceso dio por resultado los siete planos de manifestación, las esferas donde son posibles siete estados de conciencia. Todos caracterizan ciertas cualidades, se diferencian entre sí por determinadas facultades vibratorias específicas, y cada uno tiene su propia denominación.

La siguiente clasificación será de utilidad si el estudiante tiene en cuenta que los primeros tres planos son los de la manifestación divina, y los tres inferiores constituyen el reflejo del proceso divino, siendo los tres planos de nuestra experiencia normal. Ambas triplicidades, la de Dios y la del hombre, están vinculadas por el plano medio de unificación o unión, en el que Dios y el hombre se hacen uno. En la fraseología cristiana se lo denomina plano crístico y en la terminología oriental plano búdico.