Acerca de la Escuela Arcana

La palabra surgió para todos los hijos de los hombres, los Hijos de Dios: Proclamad la signatura de Dios. Dejad este Elevado Lugar y, en el reino externo de la oscuridad, trabajad y servid;  manifestad lo Real; desvelad las profundidades ocultas de la luz.  Revelad la divinidad.

De esta manera, a través de las eras, los hijos de los hombres, que son los Hijos de Dios, han encarnado en ellos mismos la Luz que brilla, el Poder que eleva y sirve, el Amor que perdura eternamente. Recorrieron el Camino de la pureza, el Camino hacia lo más interno. Nosotros les seguimos. Sirvieron a su tiempo. Nosotros procuramos hacer lo mismo.        (El Antiguo Comentario)

 

La Escuela Arcana forma a las personas en la meditación y el servicio, para que desarrollen su potencial espiritual.  El propósito de esta formación es ayudar a los estudiantes a comprender y a aceptar la responsabilidad del discipulado y a reconocer el papel que ellos pueden jugar en la evolución de la conciencia mediante el servicio a la humanidad.

La Escuela ayuda a los aspirantes espirituales a avanzar en el sendero del discipulado, y a los que ya están en el sendero, les ayuda a avanzar más rápidamente para lograr mayor efectividad en el servicio.

Discípulos son aquellos que, por encima de todo, se comprometen a hacer tres cosas:

  • Servir a la humanidad
  • Colaborar con el Plan, tal como lo ven y lo mejor que puedan
  • Desarrollar los poderes del alma, expandir su conciencia a la del yo superior y satisfacer las necesidades de este yo superior mediante el servicio.


Discipulado es una palabra que se usa constantemente entre los aspirantes espirituales del mundo, tanto en oriente como en occidente.  Es la etapa de evolución en la cual los hombres y mujeres que la conocen, se comprometen a cumplir consciente y alegremente los requerimientos del alma, la cual actúa bajo la Ley del Amor y no conoce separación.  Para lograrlo, escogen someterse a un curso secuencial de meditación y estudio que produce un rápido despliegue del poder y de la vida del alma.

La formación tiene tres requerimientos fundamentales: la meditación, el estudio y el servicio a la humanidad.  Los que voluntariamente emprenden esta auto-formación en la ciencia del alma, destacan por su sinceridad de propósito, pureza de motivo y persistencia frente a todos los obstáculos y dificultades.  La formación, que es secuencial y progresiva, elimina de forma natural a aquellos que no están listos y a los que no desean hacer el esfuerzo y los ajustes necesarios en su vida cotidiana.  La Escuela Arcana es un lugar de formación que requiere determinación y compromiso.

Las energías emergentes de la Era de Acuario se prestan al trabajo grupal, y la formación de la Escuela dada en la formación de grupos, sigue una técnica que caracterizará el servicio del discipulado a medida que progresamos en esta dispensación. Los estudiantes se hallan en todo el mundo, y quizá nunca se encuentren o se conozcan unos a otros; sin embargo, trabajan juntos en la meditación y el estudio grupal, ayudando a precipitar las ideas sobre las que se fundarán la nueva civilización y la nueva cultura.  La escuela es por lo tanto un experimento en la conciencia grupal, que lleva a los estudiantes a los mundos subjetivos permitiéndoles entrar en el mundo de energías y fuerzas que están detrás de la forma y los acontecimientos.

La Escuela Arcana es principalmente un curso de aprendizaje a distancia. Los estudiantes son guiados mediante las meditaciones y los materiales del curso, por los grupos de las sedes en Londres, Nueva York y Ginebra.  Además, cada estudiante tiene asignado un Secretario, un compañero estudiante más avanzado en la formación y que le apoyará y aconsejará durante los primeros años del curso.  Todos los estudiantes son animados a pensar, meditar y descubrir la verdad por sí mismos, según su propia necesidad y comprensión, aprendiendo mediante una independencia espiritual adquirida, la importancia de la interdependencia en el trabajo grupal.

La Escuela Arcana respeta el derecho de los estudiantes a mantener sus propias opiniones y creencias, reconociendo que la única autoridad espiritual verdadera, es la del alma del propio estudiante.  Los materiales utilizados en los cuadernos de las lecciones son obtenidos de diversas fuentes espirituales, así como de la filosofía esotérica revelada en los libros de Alice Bailey.  El conocimiento, la visión y la sabiduría, y la capacidad de manejar energía espiritual como resultado de la formación con la Escuela Arcana, tienen la finalidad de ser expresados y aplicados en el servicio cotidiano. Los discípulos se esfuerzan por manifestar el Plan en la tierra y ayudar a resolver los problemas que enfrenta la humanidad.

La Escuela fue fundada en 1923 por Alice Bailey para ayudar a satisfacer una evidente y creciente demanda de formación en la ciencia del alma.  Desde entonces, decenas de miles de estudiantes se han beneficiado de esta formación.  Los estudiantes están diseminados por todo el mundo, de forma que la sede de Nueva York sirve a los que viven en Norte América, Canadá y Asia, así como a los estudiantes en América del Norte y América del Sur que trabajen en español.  La sede de Londres sirve a los estudiantes del Reino Unido y de la Commonwealth así como a los estudiantes de Europa y África que desean estudiar en inglés.  También sirve a los estudiantes que trabajan en griego.  La escuela de Ginebra trabaja con estudiantes en los principales idiomas europeos (holandés, francés, alemán, italiano, español y ruso).

La Escuela no cobra por sus servicios.  El trabajo es financiado a través de Lucis Trust por las contribuciones voluntarias de los estudiantes y de aquellos interesados en el trabajo de la Escuela y en la enseñanza.  Cada uno da según sus circunstancias personales.