Febrero 2007

El entrante séptimo rayo expresa el poder de organización, la capacidad de integrar y llevar a la relación sintética los grandes pares de opuestos a fin de producir nuevas formas de manifestación espiritual, y también nuevas formas que, desde el punto de vista del espíritu, pueden ser consideradas como un mal material. Este gran impulso traerá a la luz del día todo lo que está revestido de materia y oportunamente, conducirá a la revelación del espíritu y de la gloria oculta, cuando se haya purificado y santificado lo que ha sido revelado de la forma material. A esto se refería el Cristo cuando profetizaba que al final de la era las cosas ocultas serían esclarecidas y los secretos proclamados desde los tejados.

Por medio de esta revelación, tanto en la familia humana como en otros aspectos de la naturaleza, se desarrollará el poder del pensamiento. Esto se logrará desarrollando la facultad de la discriminación, que permitirá al hombre elegir y desarrollar el verdadero sentido de los valores. Los cánones falsos y verdaderos aparecerán en la conciencia de los hombres y se seleccionará aquello que sentará las bases para un nuevo orden, que introducirá la nueva raza con sus nuevas leyes y nuevos acercamientos, establecerá la nueva religión del amor y la hermandad y también ese período en que el grupo y el bien grupal serán la tónica predominante. Entonces la separatividad y el odio se desvanecerán y los hombres se fusionarán en una verdadera unión. (Psicología Esotérica, Vol. I, p. 226)