La Exteriorización del Patrón de las Cosas

Laurence Newey

Reedición de The Beacon, Enero-Marzo de 2010

Buenas tardes amigos, y bienvenidos al festival de Capricornio. Tradicionalmente, asociamos Capricornio con el logro de la meta establecida en Sagitario —una meta abstracta, mejor considerada en términos de cualidad de luz—. En la asimilación de esta luz, simbólicamente el discípulo da su espalda a ella, con el fin de transmitirla al mundo; y Capricornio lo facilita por medio de su poder inherente de concretizar. Los patrones de luz abstracta se vierten en ideas, o «se amortiguan espiritualmente a ellas», a fin de que los pensadores inteligentes se apropien inconscientemente y las apliquen en algún área de la creatividad humana. Luego se lleva a cabo un amortiguamiento adicional cuando las ideas iluminadas se moldean en nuevos valores y principios humanos. Todo ello puede tomar la forma de movimientos generales de bienestar, de valores sociales renovados o tal vez de tratados y declaraciones nuevos e internacionales, que hasta entonces podrían haberse considerado demasiado idealistas e impracticables. Pero de alguna manera, la cualidad de la nueva luz tiene que ser exteriorizada y expresada en una actividad humana, puesto que los discípulos y los grupos de discípulos toman sus posiciones, entre el cielo y la tierra, como portadores de luz.

Este proceso está maravillosamente descrito en las siguientes palabras de un Comentario antiguo, citado en las enseñanzas de Alice Bailey: «El Ángel de la Presencia permanece dentro de la divina luz —centro y lugar de encuentro de muchas fuerzas—. Estas fuerzas se encuentran y fusionan y se enfocan en la cabeza del que permanece ante el Ángel. Permanecen cara a cara, ojo a ojo y mano a mano. La voluntad refuerza la voluntad y el amor va al encuentro del amor. La voluntad de poder se fusiona con la voluntad de amar y la fuerza con la sabiduría. Ambas son una. Desde ese elevado punto de unión el Ser liberado se presenta y dice: “Vuelvo a mi lugar de origen; me traslado de lo sin forma al mundo de la forma. Quiero ser. Quiero trabajar. Quiero servir y salvar. Quiero elevar a la raza. Sirvo al Plan con la voluntad y al Todo con el Poder”».

Hay una enorme sensación de elevación espiritual en este pasaje, que evoca en la mente los elevados picos del Himalaya que con frecuencia se asocian con el logro de la meta en Capricornio. Las cumbres de las montañas son torres naturales que evocan dentro de nosotros el fuego de la aspiración; la nieve blanca y pura que las cubren, un recordatorio de la naturaleza prístina, que se requiere para vivir en la altura espiritual. Así como la nieve cubre el paisaje con un manto blanco, ello simboliza de manera maravillosa la unidad que se oculta normalmente en la diversidad visual, y cuando el clamor de la vida mundana es temporalmente silenciada, el poder de la naturaleza nos da un indicio de la belleza suprema de los mundos sutiles, que —un día— serán exteriorizados.

La intensidad del silencio natural no es más que un pálido reflejo del silencio solemne que precede a la revelación en el corazón del verdadero místico. Este silencio interior activa un torrente ascendente de energía y focaliza la conciencia en el umbral de un nuevo comienzo.Lo que es viejo, gastado y cristalizado se pierde de vista y la invitación a formar parte de la revelación de la naturaleza arde con profunda intensidad. Así como cada copo de nieve —un milagro de la geometría sagrada— hace su caída de sacrificio para permanecer como parte de un manto de unidad, así también lo hace el místico a medida que se convierte en ocultista y logra la iniciación a través del poder de sacrificar el yo inferior a favor del bien del todo. Sin embargo, éste no es un sacrificio según se entiende comúnmente esta palabra, porque en su propio nivel el copo de nieve, de igual modo como el iniciado, conserva su propia identidad mientras él mismo se expande en la conciencia de un todo mayor.

Se nos cuenta que no hay dos copos de nieve iguales, así como no hay dos personas idénticas; y sin embargo su unidad trasciende completamente todo sentido de separatividad. Uno de los patrones fundamentales de la naturaleza está basado en la forma hexagonal, y ello está revelado maravillosamente en el copo de nieve; cada cristal es perfecto en su diseño; en silencio revela el impulso de la naturaleza para manifestarse de una forma geométrica y expresar, dicho con palabras de H. P. Blavatsky, que «hay seis Fuerzas en la Naturaleza, y más la séptima —la Fuerza omnímoda—, o la Fuerza absoluta, que es la síntesis de todas». 1

El ser humano perfeccionado también demostrará seis principios o fuerzas y una séptima que será la fuerza omnímoda, la que sintetizará las otras. Esta última fuerza pondrá la conciencia humana en resonancia simpática con la naturaleza, y el poder de las jerarquías celestiales fluirá directamente a los reinos inferiores a través de la humanidad, moldeando, adaptando, transmutando y elevando sus fuegos atómicos a un punto de fusión. El resultado de ello será una revelación de la magnitud de la que la conciencia humana no puede imaginarse en la actualidad. Lo único que podemos hacer es mirar con nuevos ojos la tendencia fundamental de la naturaleza a manifestarse en forma geométrica y darnos cuenta de que este patrón de exteriorización está en proceso en muchos niveles, no sólo en el reino mineral. Esto es debido a que existe un mundo interno secreto donde hay grandes arquetipos animados con poder vivo a través de la potencia con la que trabaja un plan divino. A lo largo de los siglos, las enseñanzas de la Sabiduría Eterna han conducido a la humanidad cada vez más cerca a sus puertas.

Así como un manto de nieve se forma a partir de la geometría cristalina de copos individuales de nieve, así lo es la poderosa sensación de unidad que transmiten las enseñanzas de la Sabiduría, el resultado de palabras dispuestas de una manera específica con el propósito de formar símbolos de poder geométrico. Están escritos de una manera tal que inducen patrones de resonancia simpática en la mente del lector ávido, conectándolo con las grandes fuerzas y formas mentales que están detrás del texto.

El Maestro Hilarión escribe en su libro Luz en el Sendero: «Hay otra manera de leer, que es, verdaderamente, la única útil respecto a algunos autores. Es leer, no entre líneas, sino entre palabras. De hecho, es como descifrar un jeroglífico profundo. Todas las obras de alquimia están escritas en este estilo, del que hablo; ha sido usado por los grandes filósofos y poetas de todos los tiempos. Los Adeptos lo emplean sistemáticamente en lo que se refiere a la vida y los conocimientos y, dando aparentemente su más profunda sabiduría, lo ocultan en las palabras mismas, las que constituyen el verdadero misterio. No pueden hacer más. Hay una ley en la Naturaleza que exige que el hombre lea por sí mismo estos misterios. No puede obtenerlos por otro método.» 2

El patrón de las cosas, así como están en los cielos, se precipita a la tierra de una manera similar a la caída de nieve. La tarea de los grupos de meditación consiste en rasgar el velo a través del cual las grandes verdades puedan caer a la tierra y ser ancladas aquí a fin de unir una vez más a la humanidad con el cosmos, pero en una vuelta más elevada e inteligente de la espiral, de lo que ha sido hasta ahora. Pero, nosotros no tenemos que aportar las habilidades geométricas en nuestras meditaciones para precipitar estos patrones; de ello se ocupa la jerarquía de devas que coopera con el pensamiento del hombre, convirtiendo en patrones geométricos de fuerza los impulsos que se hallan detrás de sus pensamientos y emociones. La exactitud de pensamiento y sentimiento genera precisión geométrica y belleza con la ayuda de colaboradores internos de la naturaleza.

A escala mundial, cuando la voluntad, el amor y la inteligencia abstracta comiencen a caracterizar el pensamiento de la humanidad, la geometría de la red etérica del planeta va a cambiar del patrón de cuadrados a un patrón de triángulos, reflejando estas tres fuerzas superiores inherentes al ser humano. En el próximo sistema solar, estos cambiarán de nuevo para convertirse en un patrón de círculos superpuestos, similar a cómo está actualmente construida la red etérica del sol. A pesar de que la importancia de esto no sea inmediatamente evidente, unas ideas pueden ser obtenidas reflexionando sobre el modelo geométrico de «La Flor de la Vida».Esto puede ser visto en la página web de Wikipedia, donde se la describe como «una figura geométrica compuesta de múltiples círculos superpuestos uniformemente espaciados, dispuestos de un modo tal que forman una flor, como un patrón simétrico de seis lados, como un hexágono.El centro de cada círculo está sobre las circunferencias de seis círculos que los rodean, todos con el mismo diámetro. A lo largo de la historia humana, los filósofos, artistas y arquitectos de todo el mundo han conocido la Flor de la Vida por su forma perfecta, su proporción y su armonía.Es considerada por algunos como un símbolo de la geometría sagrada; dicen que contiene valores religiosos antiguos, que representa las formas fundamentales del espacio y el tiempo.En este sentido, es una expresión visual de las conexiones que la vida teje por todos los seres sensibles; se cree que contiene un tipo de registro Akásico de la información básica de todos los seres vivos.

«La Flor de la Vida» es, sin duda, un excelente modelo para reflexionar sobre el patrón séxtuple de construcción de la naturaleza, como se ve, por ejemplo, en la geometría del copo de nieve que hemos estado considerando. Y este patrón séxtuplo también puede aplicarse al desarrollo evolutivo del alma en manifestación, porque en una etapa avanzada, se nos dice que el iniciado se convierte en «la estrella perfecta de seis puntas… (La triple personalidad y la triple Triada se mezclaron y fusionaron produciendo en forma perfecta el cuerpo causal a través del punto medio) y cuando se abandona el cuerpo físico, ésta hace de él la estrella de cinco puntas o el perfecto manasaputra». Al igual que el iniciado, el objetivo actual de la evolución de todo el planeta es esforzarse para lograr la perfección basada en el patrón séxtuple de fuerzas, con una séptima como sintetizadora y, posteriormente, descartar la forma externa y pasar a niveles más sutiles. Esto no va a suceder en un futuro inmediato, por supuesto, debido a que es un procedimiento increíblemente largo y dimensionado, incluso en escalas de tiempo geológicas. A causa de su codicia materialista, la humanidad no ha logrado, sin embargo, ponerse a la altura en este momento de sus responsabilidades planetarias a fin de hacer progresos significativos. Desde esta perspectiva, la crisis mundial, en la que actualmente la humanidad está sumida, debería ser bien acogida como una fuerza correctiva necesaria, la que al final probará ser su salvadora más que su destructora. De un modo u otro, el egoísmo y el apego a la forma tienen que ser superados; y cuanto más la humanidad preste atención a sus responsabilidades, tanto más comprenderá estas lecciones y será capaz de sacar provecho en este momento de oportunidades sin precedentes.

Cuando un deseo, sea cual fuere, se convierte en un hábito profundo y arraigado, se produce un estado totalmente cristalizado; y es aquí cuando surge la posibilidad para que las fuerzas ocultas rompan el modo de pensar y así liberen a la conciencia del deseo que la aprisiona. Capricornio es un excelente promotor en estos procesos. Lo que El Tibetano dice acerca de la evolución individual en el siguiente pasaje de Astrología Esotérica, podría ser aplicado con facilidad a la actual situación mundial: «Cuando la cristalización ha llegado a cierto grado de densidad y obtenido lo que se denomina “dureza”, es destruida y desintegrada fácilmente, y el hombre nacido en Capricornio lleva a cabo su propia destrucción, lo cual se debe a su naturaleza fundamentalmente materialista y a los “golpes del destino”, que son la actuación de la ley del karma. Una y otra vez se logra cierto grado de concreción, para sufrir nuevamente la destrucción, previa a la liberación de la vida y a la reconstrucción de la forma… Por eso Capricornio es el signo que esotéricamente ha sido denominado “detención periódica”. El progreso llega a ser imposible bajo las formas existentes y debe descender al valle del dolor, de la desesperación y la muerte, antes de iniciar un nuevo intento de escalar las cumbres… Capricornio, como consecuencia de lo anterior, es el signo donde se inaugura un nuevo ciclo de esfuerzo, en lo que respecta al hombre común o al iniciado. Esfuerzo, tensión, lucha y contienda, contra las fuerzas naturales del bajo mundo, o las difíciles condiciones vinculadas a las pruebas del discipulado o la iniciación, son las características de la experiencia en Capricornio.»

Qué apropiado es este pasaje para las perturbaciones actuales que estamos viviendo en la economía mundial.Con el paso de Plutón a Capricornio aparece el poder para destruir los obstáculos cristalizados y entrar a un tipo más espiritual de globalización. En vez de una dictadura egocéntrica de las instituciones financieras y de las políticas económicas corporativas, tendremos la oportunidad de crear sistemas más abiertos y constructivos que beneficien a la mayoría en lugar de sólo a unos pocos. Plutón estará en Capricornio durante las próximas dos décadas; por lo que podemos esperar que mucho de lo que está cristalizado en la psique del mundo se rompa, y esto hará que surja la oportunidad de resucitar y reorientar la fuerza de la vida por líneas más correctas.A medida que Saturno, el gran planeta del karma, rija a Capricornio, la ocasión para el cambio redentor a escala planetaria estará con nosotros, y las oportunidades de redimir los viejos hábitos de pensamiento y de comportamiento a escala mundial son incomparables

La distribución más justa de la riqueza y de los recursos del planeta es un asunto sobre el que ya puede ser debatido, puesto que los tiempos ya están maduros para ello; y esperemos que las discusiones públicas que se están llevando a cabo tengan un impacto positivo sobre las políticas de los gobiernos de todo el mundo. Liberar el dinero de las cadenas del materialismo es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. La oscuridad de los tiempos en que vivimos es también el telón de fondo necesario para tales cambios, y de esto podemos estar seguros. En las enseñanzas del Agni Yoga se nos dice: «Sólo en las esferas donde una sombra cubre la visión, puede el espíritu buscar la Luz. Sólo donde la sombra permanece a espaldas, puede el espíritu demostrar su fuerza. Sólo donde la sombra cubre los mundos distantes, puede el espíritu revelar su poder de discriminación. Por lo tanto, el crecimiento del espíritu se acelera mediante los obstáculos. ...El conocimiento de la transmutación revelará todas las posibilidades. Por lo tanto, cuando el experimento ardiente sea confirmado por la humanidad, sus ofrecimientos serán ilimitados.»3

Este tema, de la misma serie de enseñanzas, continúa en el libro Infinito II, donde se nos aconseja: «La construcción cósmica está bajo tensión; por lo tanto, a esto se debe que la tensión de las naciones sea tan incontrolable. Todo país es como un acorde en la creatividad cósmica. Así como el fuego subterráneo vincula los centros constantemente, del mismo modo los acontecimientos vinculan a los países. Bajo la presión del Magneto Cósmico, todas las naciones demuestran tensión. Con el acercamiento de la catástrofe, la gente siente la fuerza del cambio. Es una época muy seria; los acontecimientos se están generando. Por tanto, la tensión del tiempo puede crear un nuevo paso. Es una época muy difícil. La oscuridad siempre cubre el horizonte antes del amanecer.» 3

Los nuevos patrones de interacción mundial están a punto de ser exteriorizados y los éteres están siendo sometidos a mucho estrés y tensión. En muchos de los temperamentos sensibles, esto está generando nuevas presiones psicológicas inusuales que son difíciles de sobrellevar; pero éstas son precisamente las condiciones bajo las que la fuerza y ​​el poder para servir se cultivan; por lo tanto, las oportunidades que se hallan en la «tensión del tiempo» deben ser bien acogidas. De hecho, estos son tiempos graves en los que los acontecimientos mundiales se están generando; pero esto es un indicio de la actividad energética que tiene lugar en el mundo de las causas, donde nuevas ideas poderosas se están exteriorizando, desde el mundo de significados, haciéndolo hacia la conciencia humana.Así como la semilla que se abre camino a través de la tierra hacia la luz del día, todo lo que se encuentra en el camino y perturba, se lo separa y se lo hace a un lado. Las fuerzas destructivas que vemos obrar en muchos niveles no son debidas tanto a la acción de las fuerzas del mal, sino resultado de la propia resistencia de la humanidad a la exteriorización del nuevo patrón de las cosas.Si bien que es cierto que el mal se apodera y utiliza cualquier oportunidad que se le proporciona; pero, se nos asegura que el corazón de la humanidad es sano y que, en última instancia, se puede confiar en que nos pondremos del lado de las fuerzas de la luz.

Con esto en mente, unámonos para dirigir la luz de Capricornio hacia aquello que está en proceso de exteriorizarse y, además, para preparar el camino de la gloria que ha de venir.

____________________________

1 Collected Writings Vol.VII, p.291 April 1887, H.P.Blavatsky
2Luz en el Sendero,pág. 11; M. Collins; Colección “Teosofía Siglo XIX”
3Infinito II, Sloka 139 y 177; H. Roerich

Charla dada en el Festival de Capricornio en Londres en enero de 2009.