Sobre las Alas de la Expresión del Alma - Diciembre de 2021


El sueño de libertad es una de las fuerzas más potentes que guían los cambios sociales en nuestros tiempos modernos. Su surgimiento en el escenario mundial pudo percibirse especialmente en la época de la Segunda Guerra Mundial cuando el Presidente de los EEUU Franklin D. Roosevelt dio su discurso sobre el Estado de la Unión sobre el tema de la libertad. En su discurso él propuso que las personas en cualquier lugar del mundo deberían disfrutar de Libertad de Palabra, Libertad de Credo, Libertad de vivir sin pobreza y Libertad de vivir sin temor.  Estas libertades se consideraron tan importantes que se incluyeron en la Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y desde entonces se han convertido en una fuente determinante de visión. Pero también son un punto de tensión y conflicto puesto que cada nación lucha a su manera en la búsqueda de equilibrar las libertades individuales de expresión y credo con las libertades colectivas de vivir sin miseria y temor.

El sendero espiritual para el individuo es esencialmente un sendero de libertad, y está caracterizado tanto por la visión como por la tensión. Ser libre es superar los impulsos, deseos y pensamientos centrados en uno mismo, los cuales aprisionan el alma. Sin embargo, esta libertad también requiere una aceptación de la naturaleza, orientación y autoridad del alma como maestra interna. La lucha para librarse uno mismo de la ilusión y el espejismo puede requerir toda una vida de enfoque y persistencia. A menudo somos ciegos ante nuestras carencias y necesitamos una disciplina entusiasta para practicar el desapasionamiento, la discriminación y el desapego para no sucumbir al espejismo de la supuesta libertad, donde nos imaginamos a nosotros mismos como unidades aisladas, libres para hacer lo que queramos sin ningún sentido de responsabilidad para con el bien de todos.

Más que estar aislados como individuos, cada uno de nosotros está integrado en comunidades de relación, dentro de grupos pequeños y grandes. Incluso el alma, con su esencia individual, es parte de un grupo con una tarea a realizar en el desarrollo del plan divino. Desde esta perspectiva del alma consciente del grupo, la libertad individual se sitúa en la habilidad de encontrar y escoger la contribución única del individuo al servicio proporcionado por el grupo. Estamos moldeados por las relaciones grupales, así como moldeamos los grupos de los que formamos parte, y evolucionamos juntos como grupos. La red de Triángulos es un ejemplo viviente de esta síntesis grupal. Es parte del grupo universal de servidores espirituales, de todas las tradiciones, usando el poder del pensamiento, invocando energías más elevadas de luz y buena voluntad y proyectándolas en beneficio de la humanidad y su expresión evolutiva de la consciencia del alma que es la libertad auténtica.

A1
A2
A3
A4??