En el Umbral de una Nueva Era Energética

Tres festivales espirituales 2016

La fusión del corazón y la mente es el propósito subjetivo de la manifestación – A.A. Bailey

Estimado compañero:

Todos los años, los intervalos superiores, correspondientes a la Pascua, el Wesak y el Festival de la Humanidad, son ocasiones que nos permiten reunimos para participar en las ceremonias de Amor, de Propósito iluminado y de Buena Voluntad. Estas ceremonias posibilitan transmitir luz y amor a las mentes y los corazones; y como acontecimientos anuales, permanecen como faros de estabilidad en estos tiempos de cambios dramáticos. Ellas nos facilitan poder recargar energía, así como fortalecer la visión de una nueva realidad. Al considerar los cambios que han ocurrido en los últimos cien años, nos llama la atención el simbolismo de un hecho particular sobre el que escribió Alice Bailey; creemos que tiene gran relevancia para el futuro inmediato, y por esta razón nos gustaría ampliar el asunto para que reflexione sobre él.

Fue el trabajo pionero de Ernest Rutherford, el «padre de la física nuclear», el que condujo a la fisión del átomo a finales de la década de los treinta, un hecho enormemente simbólico que marcó el final de una era e inició la siguiente. Alice Bailey escribió que «La fisión del átomo es el signo externo o demostración de que la humanidad ha “abarcado” la Mente divina», con su facultad para discernir, separar y analizar, lo que la capacita para pasar a la siguiente meta evolutiva, a saber, «abarcar el amor divino»¹.

Como un símbolo de este último «abarcar», esperamos un proceso menos destructivo que la fisión nuclear, algo más acorde con las cualidades del corazón que irradia su amor a todos. La energía de atracción divina, que mana a través del corazón, purifica y simplifica, fusionando todas las partes dispares en un todo. Así que, ¿cuál sería un símbolo más apropiado del progreso hacia este objetivo que un simple proceso magnético que anuncia el advenimiento de la energía gratuita para todos?

Con tan solo echar un vistazo a los asuntos mundiales, uno ya puede percibir que la humanidad aún está muy lejos de esta meta. Las actitudes separatistas, el odio y la codicia dominan las noticias; y la búsqueda del aprovechamiento de la energía de la fusión termonuclear todavía tiene un largo camino por recorrer, a pesar de los miles de millones de dólares con los que se está financiando una de las mayores investigaciones científicas en esta área, mancomunada internacionalmente, que se realiza en el sur de Francia². Con el propósito de emular los procesos de fusión nuclear que tienen lugar en la superficie del sol, se ha construido una enorme y compleja maquinaria; además, se necesita generar temperatura y presión altísimas para poder lograr algún éxito.

Esta laboriosa búsqueda simboliza muy bien la destreza intelectual de la mente concreta; sin embargo, detrás de esta escena se perfila otro escenario. Al margen de la ciencia convencional, y continuando en la línea de trabajo de Keely y Tesla, las investigaciones se han centrado en nuevas fuentes de energía por medio de procesos sencillos basados en la resonancia magnética. Muchos pioneros están asegurando que han tenido éxito con varias tecnologías, en lugar de depender de meras teorías³. Todo indica que la entrada de la humanidad en la era de la energía gratuita podría ser inminente. Si es así, entonces esto representa una señal inconfundible en el plano físico de que la humanidad está empezando a «abarcar» el amor divino —la energía atractiva de la divinidad—; pero será asimismo un tremendo punto de crisis en la evolución planetaria; surgirán tanto las oportunidades maravillosas como así también los concomitantes riesgos y peligros. Una nueva fuente de energía barata podría causar una fuerte conmoción en el panorama político y económico, junto con la oportunidad de realizar un gran avance hacia un mundo más equitativo, basado en el amor y el compartir.

Las posibilidades de una era de energía gratuita podrían estar relacionadas con el comportamiento, recientemente descubierto, de los procesos vitales naturales a escala nanométrica. Las enzimas —los catalizadores de la naturaleza—son capaces de confinar grandes cantidades de energía de origen desconocido a través de la oscilación del grupo cooperativo. Se ha descubierto que los polvos magnéticos procesados en esta magnitud muestran similares oscilaciones cooperativas; estas forman estructuras reticulares en las que aparecen vórtices, a través de los cuales entra en abundancia la energía—y una vez más, una energía de origen desconocido.

Aquí podemos apreciar las maravillosas analogías que existen entre la naturaleza y la tecnología, de igual manera cómo los grupos de meditación establecen las oscilaciones cooperativas; la red de Triángulos es un ejemplo excepcional. Dentro de este entramado de luz, miles de personas se vinculan subjetivamente por medio de la vibración armónica, permitiendo de este modo que la luz, el amor y el poder, generados en el éter, salgan en abundancia por los vórtices magnéticos.

Los reinos humano y dévico han llegado a una etapa de evolución en la que sus actividades mutuas están rasgando los velos etéricos del planeta. Tanto la fisión como la fusión nucleares son nombres inapropiados para el esoterista que entiende de estos procesos, en lo que concierne a la actuación de las jerarquías dévicas en la zona de transición entre los planos físico y etérico. Sus cambiantes patrones de comportamiento y la transmisión de energía son parte de la ciencia venidera, la que no considerará más el universo manifestado como estando constituido de partículas de materia muerta, sino que reconocerá la asombrosa verdad de que todo lo que existe está vivo y es consciente.

Los interesantes desarrollos que actualmente están teniendo lugar marcan el inicio del «nacimiento de la raza inmortal»⁴ de la humanidad, un período de transición caracterizado por una tendencia hacia la fusión y la síntesis de los asuntos humanos, y que culmina en el logro de la inmortalidad. Hay motivos para alegrarse y ser optimistas, a pesar de los tiempos turbulentos. Y el período de los tres festivales espirituales es una maravillosa oportunidad para evocar la energía divina en apoyo de esta causa. Como siempre, también están cordialmente invitados a unirse a las conferencias de la Escuela Arcana. En adjunto van más datos sobre esto.

En la luz, el amor y el poder del servicio grupal,

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