Símbolos, Capricornio y la Semana del Festival

Construir imágenes simbólicas en la mente grupal es un poderoso medio para prepararnos para la Semana del Festival del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Las imágenes en las que hemos reflexionado presentan al Nuevo Grupo de Servidores del Mundo como un héroe grupal, subiendo a la cima de la montaña en Capricornio con el fin de recibir la luz ardiente de la Jerarquía para darla a la humanidad como el fuego de la nueva civilización mundial.

Cuando la imagen simbólica es sostenida firmemente ante el ojo de la mente, atrae la atención del Alma, la cual espiritualmente la enciende y ‘esotéricamente la reduce’, a un símbolo viviente. Cuando las fuerzas confinadas en el símbolo se concentran con suficiente intensidad, el símbolo se abre internamente, permitiendo que la conciencia pase a través de él al reino de las ideas. En su libro Estudios sobre la Psicología de los Místicos, Joseph Maréchal dice al respecto: “… el simbolismo se desvanece, las imágenes se esfuman, el espacio desaparece, la multiplicidad se reduce, se silencia el razonamiento, la sensación de extensión se reduce en sí misma y luego se desintegra; la actividad intelectual se concentra total e intensamente; capta sin necesidad de intermediarios, con la soberana certidumbre de la intuición, el Ser, Dios…”¹  (Itálicas por A.A.B.)

Otro aspecto importante de la imagen simbólica es su empleo como instrumento de servicio; actúa como un paso entre los niveles abstracto y concreto, permitiendo que la energía espiritual se precipite a través de ella y se moldee en la forma. Este es el secreto del proceso creador, bellamente simbolizado por ‘La Flor de la Vida’, que aparece en la página web de la Semana de Festival del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.

Para el ocultista, la Flor de la Vida es un símbolo de la Creación Universal, que representa el hecho de que “hay seis Fuerzas en la Naturaleza... y la séptima, la Fuerza total o Fuerza absoluta, que es la síntesis de todas”². El símbolo se compone de círculos superpuestos y espaciados uniformemente dispuestos para formar un patrón similar a una flor. Desde el centro de cada flor emanan seis pétalos que representan las seis fuerzas de la naturaleza, cada uno extendiéndose hasta el perímetro del círculo que las encierra: la fuerza que las sintetiza a todas. El centro de cada flor está en la circunferencia de otras seis flores que representan la forma, la proporción y la armonía perfectas. Por lo tanto, la Flor de la Vida representa las fuerzas generadoras fundamentales en tiempo y espacio actuando como correctas relaciones entre todas las cosas. Considerada desde la perspectiva de los Siete Rayos de vida, la fuerza omniabarcante que las sintetiza a todas en este sistema solar es el Rayo de Amor-Sabiduría, ya que guía y hace avanzar en espiral a las otras seis fuerzas cuando realizan sus actividades de construcción de formas.

Un ejemplo natural de este proceso creador es la hermosa séxtuple geometría del copo de nieve; pero igualmente, en una etapa avanzada, el ser humano se transforma en una flor de la vida: “la perfecta estrella de seis puntas... (la triple personalidad y la triple Tríada se mezclaron y fusionaron produciendo en forma perfecta el cuerpo causal a través del punto intermedio)”³. A través de las mentes purificadas y los corazones amorosos, la geometría interna de las fuerzas que componen al ser humano comienza a parecerse a la flor de la vida, convirtiéndose en parte de la flor de la vida mundial que se está formando en el reino humano: El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. A través de esta matriz de fuerza viviente e iluminada, constantemente se está precipitando en forma concreta en los mundos exteriores “el patrón de las cosas tal como es en los cielos”.

Este proceso de concreción es la razón por la que Capricornio es tan significativo para este trabajo del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Tan poderosa es la ‘facultad de concreción’ de Capricornio que el verdadero trazado de su símbolo se ha ocultado a la humanidad: “la capacidad del iniciado para representarlo produce una afluencia de fuerza que no sería deseable, excepto después de la debida preparación y comprensión... A veces se lo llama la ‘Signatura de Dios’... Es mucho más potente que el pentágono y deja al iniciado ‘sin protección’”⁴.

Cada siete años las energías de Capricornio son aumentadas por una constelación mayor, que es para nuestro zodíaco lo que el zodíaco es para la tierra. Esto hace de la Semana del Festival una época de oportunidad sin precedentes. Es un momento en el que un grupo mundial de personas espiritualmente conscientes, que trabajan en el corazón del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, puede hacer descender la visión sin peligro y ayudar a precipitar en la tierra “el patrón de las cosas tal como debería ser en este próximo ciclo mundial”.

Adaptado de una carta a los estudiantes de la Escuela Arcana