Creando Puentes en Tierra de Nadie - Junio de 2021


“Todas las cosas están en un flujo; el flujo está sujeto a una medida unificadora o principio racional.  Este principio (logos, la armonía oculta detrás de todo cambio) junta a los opuestos en una tensión unificada, que es como la de una lira, donde un sonido estable armónico emerge de la tensión de las fuerzas opuestas que surgen del arco ligadas por la cuerda” Heráclito.

En el transcurso de este año difícil, el flujo ha sido una de las características más destacadas, a pesar de que la tensión unificada no ha sido muy evidente.  Todas las facetas de la interacción diaria a través del mundo han visto cambios de largo alcance surgidos en relación con el coronavirus. La crisis, tanto si es de naturaleza individual o global, ha resaltado las tensiones revelando tanto los obstáculos como las oportunidades para la reforma constructiva – una mezcla tumultuosa de empuje egoísta y separativo contra el inclusivo y sacrificial.

Reaccionando al torbellino de esta vida en los tres mundos, es de ayuda recordar que, en última instancia, la atracción de los sentidos se aquieta a través del sonido que se eleva como resultado de la iluminación interna. Por este medio, finalmente la vida llega a un enfoque más claro y, por el desapego y el desapasionamiento la consciencia penetra más allá del reino de los cinco sentidos. La polaridad fundamental entre espíritu y materia se resuelve en el campo mediador del alma y la fusión gradual de todas las dualidades menores evoluciona en un orden natural. Entonces el dolor y la lucha se ven a la luz de un propósito superior y como parte  del drama a través del cual todas las formas deben pasar en el camino hacia la liberación.

Entonces aquello que es vulgar y frágil desaparece y se empieza a percibir el tenue esbozo de lo que está en el horizonte. Sin embargo, el mismo desconocimiento del espacio intermedio en el que nosotros mismos nos encontramos durante este tiempo de transición es a la vez confuso en su misterio y deslumbrante en sus posibilidades. Aquí el grupo-puente de los miembros de Triángulos sostiene dentro de sí mismo la habilidad para mantenerse como traductores y mediadores en esta tierra de nadie.

“Como un hombre piensa, así es él” es una conocida máxima que proporciona un marco práctico y efectivo para esta mediación, y esto encuentra su expresión esotérica en la técnica “como si”, en la que se cultivan los pensamientos que resuenan con el alma y luego se activan  a través de la imaginación y la visualización1. Como resultado de esta triple actividad, la energía del alma se libera de un modo nuevo y dinámico. Los trabajadores de Triángulos están usando esta técnica en sus meditaciones grupales enfocadas y la tensión unificada de la red está produciendo el cambio energético necesario dentro del cuerpo etérico planetario.

1. La Luz del Alma, Los Sutras de Yoga de Patanjali (Libro II, Sutra 33) pp.191-193, Alice Bailey