Hacia el 2025


Sublimes energías de Luz y Amor están constantemente fluyendo hacia la mente y el corazón humano, sustentando todo lo que es bueno y bello y verdadero. Esta es una de aquellas cosas que intuitivamente sabemos que es real, porque es parte de la experiencia de nuestra esencia eterna, el alma.

Estas energías fluyen de “arriba”, incesantemente, en rítmicas estructuras cíclicas, energizando las múltiples dimensiones de la vida planetaria, y vivificando la conciencia de la humanidad. Cada vez que visualizamos la red de Triángulos, invocando luz e irradiando buena voluntad, nos sensibilizamos a este ritmo más elevado.

El relato histórico del desarrollo humano refleja (a menudo en formas indefinidas, más allá de nuestra comprensión) estos ritmos de la Vida Divina. Los intervalos superiores traen consigo momentos de oportunidad excepcionales cuando las elecciones espirituales asumen una importancia especial en los asuntos nacionales e internacionales, a menudo afectando el sentido colectivo de las posibilidades futuras. Sabias profecías previenen a las personas espiritualmente inclinadas para que anticipen tales períodos.

Por ejemplo, las profecías acerca de la relevancia del año 2012 crearon un medio dinámico de expectación y acción. Aunque esto indujo a unos elementos populares de miedo y fantasía, el enfoque inteligente sobre las posibilidades futuras contribuyó a la importante Cumbre de la Tierra en Río en junio. Las profecías acerca del año 2000 contribuyeron a un clima mental que hizo posible la importante Declaración del Milenio de las Naciones Unidas conteniendo los Objetivos para el Desarrollo del Milenio.

El 2025 es un año de Jubileo en el calendario Cristiano y Judío que es también un foco de profecía. La sabiduría eterna sugiere que en el  año 25de cada siglo hay una asamblea en los planos sutiles de todos los Maestros, Santos, Rishis y Seres Iluminados, y con el tiempo eso es seguido por cambios significativos en la humanidad. A causa del aumento de los valores del alma (el sentido de síntesis, el espíritu incluyente y el rechazo de la separatividad por parte de las personas de buena voluntad inteligente) hay bases para esperar que los mundos del alma y de la vida humana exterior se alinee cada vez más en los años y décadas que siguen al año 2025. Esto podría significar que personas que han conseguido alguna medida de esclarecimiento espiritual emerjan como líderes en todos los campos de los asuntos humanos, uniendo los cientos de miles de servidores del mundo de todas partes del planeta, iniciando un renacimiento en la cultura y la civilización globales. La profecía incluso sugiere la emergencia, en algún momento indefinido, de una figura como Cristo, reconocida por las personas de inclinación espiritual de todas las creencias.

Enraizados en las realidades del mundo de 2015, con todos los problemas de nuestra era y todas las aspiraciones de lograr la unidad en la diversidad simbolizada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible; es un buen momento para reflexionar sobre qué podría significar una nueva dispensación espiritual para un mundo después del año 2025. Reflexionando sobre tal posibilidad, nos volvemos naturalmente invocativos.