Comprender este Período de Prueba: Parte 2

Tres Festivales Espirituales 2017

 

Apreciado/a amigo/a y compañero/a:

En nuestra Carta de otoño de 2016,1 reflexionamos sobre el período de prueba por el que la humanidad está pasando a medida que las energías provenientes de una multitud de fuentes descienden a la tierra. La más importante de ellas es la fuerza de Shamballa, el centro donde la Voluntad de Dios es conocida. En este correo estamos adjuntando un folleto explicativo sobre este tema. La fuerza de Shamballa es tan poderosa que su impacto directo sobre la conciencia humana a principios del siglo XX inspiró grandes ideologías y nuevas formas de pensamiento, pero también propició la generación de muchos obstáculos para la libre circulación de esas ideas en los mundos inferiores. La consiguiente ‘ígnea disipación’ de estos obstáculos fue la causa esotérica subyacente en las dos Guerras Mundiales.

En tiempos más recientes hubo otros dos impactos directos de la fuerza de Shamballa. Esto inspiró –en las personas sensibles espiritualmente– la voluntad para servir al Plan divino. Sin embargo, otro efecto de estos impactos ha sido el surgimiento de la  voluntad propia o la voluntad de poder en algunas naciones y personas. Esta respuesta inferior a la fuerza de Shamballa es característica de la naturaleza inferior desarrollada y se debe al sentido de separatividad que condiciona a la mente inferior o intelecto. En vista de que el desarrollo del intelecto es uno de los principales objetivos de la humanidad en este período de evolución, esta reacción no es totalmente inesperada.

Visto esotéricamente, el desarrollo del intelecto está regido por la Ley de las Separaciones que estimula la capacidad de separar y dividir, permitiendo así que la conciencia compare y elija; en otras palabras, que aplique el discernimiento. Mientras la naturaleza humana no esté lo suficientemente refinada, las decisiones son guiadas a menudo por el deseo de auto-empoderamiento en lugar de ser guiadas por el empoderamiento al bien del todo. Pero a medida que el deseo da paso al amor, esta situación irá cambiando en la medida en que la Ley de las Separaciones sea reemplazada por otra gran ley: la Ley de Comprensión Amorosa.

  Esta última ley está destinada a regir la evolución futura de la humanidad y su influencia está aumentando a medida que avanzamos hacia la Era de Acuario. Esto se “desarrollará en un amplio espíritu internacional de alcance mundial, en el reconocimiento de una sola fe universal en Dios y en la humanidad, como expresión principal de la divinidad en el planeta”2 Ya estamos viendo a quienes responden a la Ley de Comprensión Amorosa, tal como se expresa a través de la manifestación humana más elevada de la fuerza de Shamballa: la voluntad al bien. Esto puede notarse en todos los que demuestran un nuevo y potente tipo de vivencia y dedican sus vidas a servir a la humanidad.

Un aspecto interesante de este progreso será una afinidad más estrecha entre los campos de la religión, la ciencia y la filosofía. No se puede lograr la búsqueda de la verdad y el significado a través de uno solo de estos campos, y la tarea de la filosofía es hacer que la religión y la ciencia operen juntas en mutuo respeto y armonía. La filosofía occidental ha tenido un gran éxito en la tarea de ayudar a producir al pensador independiente, pero para evolucionar aún más, no se puede depender sólo del intelecto: se requiere la sabiduría del corazón. La palabra ‘filosofía’ proviene del griego philosophia, de philo que significa «amar», y sophia que significa «conocimiento o sabiduría». Entonces tenemos «el amor al conocimiento y a la sabiduría», y no se puede ser un amante de la sabiduría sin involucrar al corazón.

A este respecto, el gran legado de la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein, debería haber sido –como lo resaltó Rudolf Steiner– el final de la filosofía occidental intelectual. Él dijo: «No va a ser posible evadir la teoría de la relatividad en lo que respecta al mundo físico, pero precisamente este hecho nos conducirá al conocimiento del espíritu. Lo significativo acerca de la teoría de la relatividad es que se prueba la necesidad de una ciencia del espíritu que se ha de buscar de una manera espiritual, independiente de la observación de la naturaleza. Que la teoría de la relatividad nos obligue a pensar de esta manera, es algo valioso para el desarrollo de la concepción del mundo».”3 De hecho, ninguna filosofía sensata puede quedar relegada al intelecto, porque opera en el mundo de maya e ilusión donde, según la descripción de la teoría de la relatividad dada por Steiner: «Todo es sólo en relación con algo más».

Aunque en el campo de la filosofía están surgiendo pensadores creativos y prometedores, es necesario cambiar hacia la filosofía esotérica y «pensar en el corazón» a fin de encontrar el sentido de la naturaleza de la realidad. La energía del amor se centra en el corazón y es aquí, en el contexto del todo unificado, donde se revelan las verdaderas relaciones entre todas las cosas. Por la meditación y el pensamiento en lo verdadero en las mentes y los corazones humanos, todos tenemos la oportunidad de servir en este sentido.

A medida que actúa la fuerza de Shamballa y se manifiesta a través de la conciencia humana, continuará la necesaria destrucción de lo que obstaculiza la evolución de la humanidad. La gran oportunidad que se nos presenta ahora es la de trabajar con la energía predominante en su forma más pura como voluntad al bien, y los tres festivales espirituales son maravillosas oportunidades para hacerlo con mayor poder. Las conferencias anuales de la Escuela Arcana tendrán lugar en este período de mayor oportunidad, con la nota clave: «Que el grupo evoque la Fuerza de Shamballa y demuestre la voluntad al bien en una nueva y potente vida». Como siempre, le extendemos una cálida invitación a asistir. Adjuntamos la programación.

En la luz de la vivencia grupal,

Grupo de la Sede

LUCIS TRUST

 

 

  1. www.lucistrust.org/es/autumn16

  2. El Destino de las Naciones, p. 47 ed. inglesa. A.A. Bailey

  3. Los Enigmas de la Filosofia, p. 444 ed. inglesa. Rudolf Steiner

 

 

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