Clima Eléctrico

Como ya se comentó en el boletín de Buena Voluntad Mundial "¿Qué es la Vida?", la filosofía esotérica considera la Vida como "un flujo constante de energía eléctrica, mientras que las formas son expresiones temporales a través de las cuales la vida se manifiesta en el nivel físico denso". Por tanto, toda manifestación está viva –estando el átomo mismo provisto de una consciencia rudimentaria. Con esto en mente podemos echar una nueva mirada a una de las mayores preocupaciones de nuestro tiempo –los cambios en el clima global y en los patrones climatológicos– considerándolo desde el ángulo de la vida inteligente y eléctrica.

Los científicos todavía están debatiendo la causa de las miles de descargas eléctricas que tienen lugar por todo el planeta en cualquier momento por medio de las tormentas y de los relámpagos. Generalmente se piensa que se deben a perturbaciones atmosféricas y quizás al impacto de partículas cargadas provenientes del sol (el viento solar). Otro enigma más ha sido el reciente descubrimiento de descargas eléctricas que se producen muy por encima de las tormentas, llamadas Acontecimientos Luminosos Transitorios. Estos eventos deslumbrantes incluyen torres colosales de luz roja y azul conocidos como Sprites, anillos de luminosidad que se expanden rápidamente conocidos como Elfos y, surgiendo sobre las nubes, dedos de luz brillante que han sido bautizados como Gnomos. Estos fenómenos son difíciles de explicar mecánicamente, esto es, como resultado de una separación de cargas impulsada por el viento que tiene lugar en las nubes a una altura muy inferior. Pero en contraste con estas teorías ortodoxas de la ciencia atmosférica, los pensadores pioneros en cosmología de plasma consideran la tierra como parte de un circuito eléctrico en el que el sol y los planetas actúan como polos eléctricos opuestos.

En este modelo, las tormentas son el opuesto exacto de lo que actualmente se piensa que son. Más que generadores de electricidad, son disipadores de energía en un circuito interplanetario –siendo el relámpago la chispa de una corriente celestial cuando se conecta con la Tierra. Los coloridos sprites, elfos y gnomos son las formas que toma el relámpago en las zonas elevadas de la atmósfera, donde la presión es baja. Los laboratorios están reproduciendo rutinariamente fenómenos similares introduciendo una prolongada chispa de descarga –la analogía de un relámpago– en un tubo en el que se ha hecho el vacío eliminándose la mayor parte del aire; los coloridos brillos y las estructuras parecidas a filamentos que se producen serían el equivalente a los sprites1.

La Antigua Sabiduría considera que todo el universo es de naturaleza eléctrica, siendo la electricidad que conocemos en el plano físico la descendiente de una gran vida cósmica que trabaja en niveles superiores y más sutiles del cosmos y que, por medio de la asistencia de huestes de creadores inteligentes, trajo el universo exterior a la manifestación. En este escenario y en lo que concierne a la tierra, todos los fenómenos de movimiento planetario orbital, la refrigeración y el recalentamiento del aire, nubes, lluvia, tormentas y vientos se deben a las fuerzas electromagnéticas internas de la naturaleza generando incesantemente corrientes eléctricas que restablecen un equilibrio alterado2.

Esta tendencia hacia un equilibrio dinámico resulta un tanto misteriosa para la ciencia, como comentó el físico Paul Davies: "La mayoría de simulaciones por ordenador de la atmósfera terrestre predicen algún tipo de desastre total, como una glaciación global, que los océanos hiervan o una incineración general debida a una sobreabundancia de oxígeno que haga arder el mundo… sin embargo el efecto integrador de numerosos procesos entrelazados ha mantenido la estabilidad atmosférica frente a cambios de gran escala e incluso durante períodos de disrupción cataclísmica" 3.

La constante restauración del equilibrio se llama homeostasis –una propiedad común a todos los organismos vivos cuando regulan su entorno interno para mantener una condición estable; y la tierra misma es un organismo vivo, con sus patrones estacionales globales y su clima guiados por inteligencias de acuerdo al karma planetario y humano. Esto, por supuesto, está muy lejos de la búsqueda de una explicación mecánica por científicos atmosféricos, pero la principal causa del cambio climático y del tiempo debe buscarse más allá el mundo de los efectos exteriores en el reino subjetivo de la consciencia.

La ciencia convencional todavía tiene que descubrir que la electricidad es la fuerza fundamental del universo, pero cuando lo haga, el descubrimiento minará los cimientos del actual modelo gravitacional y la idea de un universo inteligentemente ordenado y vibrando con vida podrá entonces convertirse en una consideración seria y científica. El cosmos es un enorme campo electromagnético –además de complejo e intrincado– y todas las vidas en su interior se comportan como partículas cargadas que están permanentemente interactuando e intercambiando sus cualidades específicas. Como los cosmólogos de plasma David Talbott y Wallace Thornhill señalan, "Desde la partícula más pequeña a la mayor formación galáctica, una red de circuitos eléctricos conecta y unifica toda la naturaleza, organizando galaxias, vitalizando estrellas, generando planetas y, en nuestro propios mundo, controlando el clima y animando los organismos biológicos. No hay islas aisladas en un universo eléctrico". 4

Esta nueva cosmología proporcionaría claramente una base para la investigación científica renovada de temas como la astrología, la telepatía y los fenómenos psíquicos en general. También arroja luz sobre por qué las enseñanzas espirituales enfatizan la responsabilidad que todos tenemos respecto a nuestros pensamientos y al clima subjetivo en el que residimos. En un universo interconectado la irradiación de nuestro estado de consciencia influye en todas las demás vidas y reinos y puede incrementar o disminuir la calidad de nuestro entorno. Las enseñanzas de la Antigua Sabiduría dicen que la acumulación de emociones humanas ejerce un impacto sobre el clima y que nosotros mismos generamos el clima que nos afecta en el sentido más exacto. 5

Este pensamiento resulta intrigante a la vista del actual foco sobre el cambio climático y la crisis mundial que ha surgido de él. Aunque el calentamiento global debido a las emisiones de carbono bien puede estar añadiendo a ello, desde el punto de vista esotérico existen muchos otros factores en juego. Centrándonos en uno de ellos, es posible que nuestra turbulenta naturaleza de deseo y nuestro pensamiento egoísta contribuyan su parte a la inestabilidad del clima planetario. Incluso a niveles físicos, las recientes investigaciones científicas están indicando cómo podría ser esto. Un ejemplo es el descubrimiento de magnetita biogénica en el tejido cerebral humano, por medio de la cual el sistema nervioso central humano podría interactuar con los campos magnéticos del medioambiente. La investigación actual está intentando descubrir si existe material magnético específicamente en la glándula pineal, como sucede en pájaros y animales, y que constituye el medio por el cual interactúan con el campo magnético de la tierra para la navegación.

La glándula pineal está situada en el centro del cerebro en una diminuta cueva o cavidad resonante. Esto podría corresponderse con una cavidad resonante que existe entre la superficie de nuestro planeta y su ionosfera –una capa esférica que se excita cuando las aproximadamente dos mil tormentas que están teniendo lugar por todo el globo en cualquier momento producen relámpagos. Se ha descubierto que las resonancias electromagnéticas que se producen aquí son de una frecuencia similar a los estados alfa y theta del cerebro humano y que existen otras resonancias entre las diversas capas de la ionosfera electromagnética de la tierra y nuestro cerebro 6. Las enseñanzas de la Antigua Sabiduría extienden esta interacción al aura espiritual de la tierra, enseñando que, mediante la meditación, es posible generar resonancias en la cavidad cerebral en simpatía con las frecuencias de los reinos interiores y subjetivos del planeta, y distribuir sus potencias como servicio a todos los seres vivos.

La ionosfera es sólo una parte del vasto medio magnético a través del cual actúa la vida eléctrica inteligente, y la clave para esto ha estado todo el tiempo con nosotros en el término científico que utilizamos para describir el tiempo y la climatología –meteorología. La Antigua Sabiduría enseña que un velo de polvo meteórico magnético rodea la tierra y que la expansión y contracción periódica de este velo afecta al cambio climático. Mientras que una menor presencia de polvo meteórico corresponde a un enfriamiento de la atmósfera y a épocas glaciales, un aumento de polvo meteórico corresponde a un calentamiento de la atmósfera y a eras cálidas como el período carbonáceo. Los registros geológicos indican que los cambios climáticos se han producido repetidas veces. Expediciones científicas han realizado catas profundas en el interior de los glaciares y, examinando las diminutas burbujas de aire atrapadas durante más de miles de años, han correlacionado las altas temperaturas de la tierra con incrementos de la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre. El dióxido de carbono y el ácido carbónico son los indicadores clave de los períodos de calentamiento global e, interesantemente, también son componentes prominentes del polvo meteórico. La ciencia reconoce el hecho de que "partículas de polvo dejadas por meteoros en su caída pueden persistir en la atmósfera durante varios meses; y que las partículas podrían afectar al clima, tanto por dispersar radiaciones electromagnéticas como por catalizar reacciones químicas en la atmósfera superior". Sin embargo, la extensión de la influencia meteórica en el clima todavía no se ha reconocido.

Cuando se reconozca que el polvo meteórico es una parte integral del velo electromagnético que rodea la tierra y que la consciencia humana puede de alguna manera afectar sutilmente este velo, la responsabilidad colectiva que tenemos respeto a los reinos inferiores de la naturaleza en cuanto al correcto empleo y dirección del pensamiento también se volverán aparentes. A través del empleo científico de la meditación de acuerdo con la ley de que "la energía sigue al pensamiento", la humanidad entrará entonces en su derecho natural como custodio del planeta y todo el propósito de la vida humana estará dedicado a cumplir el mandato divino contenido en la Gran Invocación: "Desde el centro que llamamos la raza de los hombres, que se realice el Plan de Amor y de Luz". El hecho de que la humanidad es un "centro" electromagnético en el vehículo de expresión divina y le ha sido destinada la responsabilidad de dejar que este Plan de Amor y de Luz se realice en todos los reinos de la naturaleza apunta a una visión del futuro verdaderamente impresionante. El poder del pensamiento grupal aplicado dirigirá intencionadamente algún día potencias concretas a los reinos inferiores de la naturaleza para elevar y redimir.

Aunque estos pensamientos puedan parecer revolucionarios, la idea de que toda sustancia está viva y compuesta de diminutas vidas elementales nos ha acompañado desde los albores de la civilización humana en la gran idea religiosa de la redención planetaria. Esto está destinado a ponerse de nuevo al frente del pensamiento humano en una vuelta más alta de la espiral a medida que la humanidad acepte el manto de la custodia de la tierra y asuma la responsabilidad de la evolución planetaria. La aplicación de la energía de la buena voluntad a todos los reinos de la naturaleza, tal como se tratará en el siguiente boletín, "Correctas relaciones con todos los seres", destaca los inicios tentativos de este proceso. Es fundamental que todos los que estén despertando a esta visión seductora de la parte que corresponde desempeñar a la humanidad en el Plan Divino se unan para servir esta causa –los grupos de meditación de Buena Voluntad Mundial7, la red de Triángulos8, y el Ciclo de Conferencias9 son ejemplos estupendos de cómo hacerlo. El mundo está atravesando ahora un período crítico de crisis y decisiones y ante nosotros se alza la esperanza de un vigoroso nuevo alineamiento con el Plan Divino. Que esta coyuntura crítica de la historia de la humanidad nos aporte nueva luz y significado sobre la imponente afirmación de San Pablo de que "la creación entera gime y trabaja unida en dolor hasta ahora, esperando la manifestación de los Hijos de Dios".

1. The Electric Universe, p 49, W Thornhill & D Talbott.

2. The Mahatma Letters to A.P. Sinnett, p. 160.

3. The Cosmic Blueprint, p. 132. Paul Davies.

4. Thunderbolts of the Gods www.thunderbolts.info

5. Tratado sobre Magia Blanca, p 169. Alice Bailey.

6. http://en.wikipedia.org/wiki/Schumann_resonances. Se cree que las ondas theta están aproximadamente en un rango de 6-10Hz, las ondas alfa en 8-12Hz. La frecuencia de resonancia de la propia tierra se ha registrado en 8Hz, lo que concuerda con la estimación inicial realizada por el inventor e ingeniero eléctrico Nikola Tesla

7. Vea http://www.lucistrust.org/en/service_activities/world_goodwill__1/more/goodwill_meditation_group

8. Vea www.triangles.org

9. Vea el siguiente artículo.

Si está interesado en investigar algunos de los aspectos más profundos del Universo Eléctrico, por favor consulten nuestra página web en:
www.lucistrust.org/es/arcane_school/the_electric_bridge