El Grupo de Meditación de Buena Voluntad - Junio de 2018


La buena voluntad es la acción aplicada del amor-sabiduría con hábil precisión.

El Grupo de Meditación de Buena Voluntad ha estado subjetivamente perfeccionando esta precisión cada miércoles al medio día desde 1954. El uso inteligente de la Meditación de Buena Voluntad activa el amor en acción, procura la correcta dirección de intención y amplifica la eficacia del servicio.

Incontables chispas de buena voluntad se encienden en todo el mundo cada segundo todos los días: una palabra silenciosa ofrecida con paz, una mano extendida con misericordia, una carga llevada con tenacidad, un reto encarado con compasión. Estos actos, con innumerables otros, destacan unidos como una demostración de la organización colectiva de la voluntad-al-bien.

La voluntad-al-bien incluye y supera los actos de buena voluntad; la voluntad- al- bien moviliza la divinidad que subyace en todas las circunstancias. Practicando la Meditación de Buena Voluntad, los servidores del mundo aprenden a permanecer en el servicio alineado, conscientemente conectados con el campo relacional de la humanidad y la Jerarquía, y así poder intuir la respuesta correcta ante cada demanda. Es una fórmula simple con un impacto de irradiación  de gran alcance.

Antes de entrar en la Meditación de Buena Voluntad, los practicantes asumen una actitud alineada a través de la identificación con el alma y la imaginación creativa. Se pueden encontrar todas las instrucciones aquí.

El Mantram de Unificación, invocado en la Fase I de la Meditación, integra lo individual como una llama de propósito amoroso en el campo de la humanidad. Este encendimiento del espíritu humano inspira el correcto pensar y actuar en cada contacto relacional: en la familia, la comunidad, la nación, el mundo. La Fase II une el plano relacional de la humanidad con el impacto jerárquico, elevando los corazones humanos con el fuego del cielo. Desde ese punto, la Afirmación del Amor resuena silenciosamente, anclando la meditación en las energías irradiantes del amor. El trabajo de esta meditación cierra con la Fase III, una oportunidad de hacer descender y utilizar estas energías para construir correctas relaciones humanas, restaurar la paz en la Tierra y distribuir la Gran Invocación.

El Grupo de Meditación de Buena Voluntad permanece con precisión en el centro de la cruz de brazos iguales, proporcionando una entrada y una salida para alinear y dirigir las energías espirituales al mundo mediante actos contagiosos de  bondad, y más. El propósito planetario de esta meditación semanal es fortalecer y aumentar la buena voluntad que subyace en cada corazón humano, unir el ritmo de estos corazones uno con otro, con el corazón de la Jerarquía y, finalmente, con el Corazón del Sol.