En Ginebra, se mencionó en los comentarios de apertura que el tema de El espíritu del dinero y el divino flujo circulatorio puede asociarse con dos palabras casi contradictorias: crisis y creatividad. La crisis económica y las circunstancias económicas globales en las que vivimos son la materialización de la actual crisis de consciencia. Pero la mente humana no puede permanecer aprisionada sin la debida discriminación en los tradicionales grilletes, económicos e institucionales, que hasta hace poco parecían evidentes e incuestionables.
También se observó que un individuo capaz de llamar la atención sobre las necesidades humanas de su tiempo se vuelve por ello receptivo a vibraciones más elevadas y es capaz de resonar con energías espirituales. Por cuestionar la validez de los comportamientos económicos, culturales o religiosos, estos individuos pueden tomar el sendero de la creatividad, presentando la oportunidad de imaginar y visualizar intuitivamente un nuevo marco de vida que transciende el campo cultural. El dinero es un símbolo de creación material y la realización de los deseos, y demasiado a menudo es una energía cristalizada. Elevando la frecuencia vibratoria de la energía, producimos de forma natural un cambio en su expresión. De manera que esto plantea la cuestión, ¿cuál es la cualidad del Espíritu que puede habitar el nuevo modelo del dinero?
El ponente invitado, Mr. Jean-Luc Roux, propuso que quienes actúan como pioneros en la investigación y la explotación del mundo material generan un enorme progreso material, pero a la vez, extremos de desigualdad. Por lo tanto, existe la necesidad de crear un enfoque sistémico a fin de resolver esto. Y sugiere que es necesario pensar en cambiar de una abundancia material a una inmaterial, conduciendo a la verdadera felicidad humana.
Roux propuso que las monedas complementarias ofreciesen una parte de la solución, especialmente las que se devalúan con el tiempo, estimulando así el intercambio y desalentando el acaparamiento. Dos ejemplos de monedas complementarias son el Saber, propuesto por Bernard Lietaer para facilitar el aprendizaje en el sistema escolar brasileño, y el Fureai Kippu, que hace más asequibles los cuidados sanitarios para personas mayores en Japón.
Roux finalizó observando que, dos años después del shock económico de 2008, desde que salieran al auxilio del sistema bancario tradicional, las arcas de los estados-nación están vacías. Según la mayoría de los gobiernos, las áreas “tradicionales” en las que antes deberían realizarse los ahorros son las áreas no productivas: salud, educación, cultura, medioambiente, etc. Opinaba que los experimentos con monedas complementarias podían dar respuestas reales y efectivas a posibles colapsos en los mecanismos que financian estos sectores, y también, una base para ulteriores vínculos sociales y espirituales.
En los comentarios finales, se observó que el monje benedictino Davis Steindt-Rast ha escrito El espíritu de la gratitud es el corazón de la oración. Así, la gratitud es la clave de cualquier acción espiritual porque nos lleva a tratar cada momento o situación como un regalo al que le damos la bienvenida como justo y apropiado o porque tenemos una oportunidad de responder creativamente a una necesidad.
