Conferencia del Festival de Escorpio

Festival de Escorpio - Londres 2015

Festival   de   Escorpio:      Londres  |
 Nueva York (en inglés) | Ginebra (en francés)

La luz de nuestros tiempos

Bienvenidos al Festival de la luna llena de Escorpio, un signo en el que se dice que el alma canta o recita las palabras: Guerrero soy y de la batalla emerjo triunfante. Escorpio le confiere al discípulo triunfante iluminación espiritual y una clara percepción a la luz de los mundos inferiores. Eso no quiere decir que la luz de los mundos inferiores sea engañosa en sí misma, ya que depende de quién percibe en ella. La luz es una esencia alquímica que se ve afectada por la calidad de la conciencia con la que interactúa: puede ser purificada y transmutada o degradada y distorsionada, según sea el caso. En este hecho radica todo el secreto de la evolución porque “el gran tema de la LUZ subyace en todo nuestro propósito planetario. La plena expresión de la LUZ perfecta, esotéricamente entendida, constituye el absorbente propósito de la vida de nuestro Logos planetario”.¹

Como sabemos, la naturaleza de la luz asombra a las mentes más brillantes en el campo de la física porque muestra simultáneamente las propiedades de una onda y de una partícula. La razón de esto es que la luz se produce por la interacción del espíritu y la materia y, por lo tanto, muestra las propiedades de ambos. Como tal, la naturaleza de la luz es y será siempre un misterio insondable. El Tibetano dijo mucho al respecto cuando explicó que “desde el Centro de Vida donde mora... el Señor del Mundo... emana lo que se ha denominado la Luz de la Vida, la Luz Suprema”. “Estas palabras no tendrán significado –dijo él– hasta no saber, como iniciados entrenados, que la luz es un síntoma y una expresión de la Vida, y que esencial y esotéricamente, y en forma muy misteriosa, los términos Luz y Vida son intercambiables dentro de los límites del círculo infranqueable planetario. Más allá de esos límites, ¿qué podemos saber? La luz puede ser considerada como un síntoma, una reacción hacia la unión y la consiguiente fusión del espíritu y la materia”.²

Si un adepto no sabe qué es la luz, entonces nosotros tenemos que preocuparnos demasiado por nuestra propia incapacidad para entenderla. Sin embargo, podemos aprender mucho sobre el comportamiento de la luz en los planos sutiles y densos de nuestra esfera planetaria, de cómo la conciencia afecta y es afectada por ella. Pero primero hagamos una pausa para la reflexión y luego digamos el mantram de esta noche:

Alcanzamos la luz y la hacemos descender para satisfacer la necesidad.
Llegamos al lugar silencioso y traemos de allí el don de la comprensión.
Así trabajamos con la luz y transformamos la oscuridad en día.

OM

El comportamiento de la luz y sus nuevas formas son objeto de mucha investigación y desarrollo alrededor del mundo en este momento. El seminario de Buena Voluntad Mundial del año pasado, Hacia una Era de Luz, se realizó en gran medida como apoyo al Año Internacional de la Luz y las Tecnologías Basadas en la Luz, promovido por las Naciones Unidas en 2015. Y el Año de la Luz de la ONU continúa con una inspiradora gama de eventos y proyectos. La página web oficial declara que “la ONU ha reconocido la importancia de la concientización mundial sobre la forma en que las tecnologías basadas en la luz promueven el desarrollo sostenible y proporcionan soluciones a los retos globales de energía, educación agricultura y salud. La luz juega un papel vital en nuestra vida cotidiana y es una disciplina transversal imprescindible de la ciencia en el siglo XXI. Ha revolucionado la medicina, abrió la comunicación internacional a través de Internet y sigue siendo fundamental para vincular los aspectos culturales, económicos y políticos de la sociedad global”. ³

Para citar un ejemplo, en una Conferencia Regional Africana, efectuada recientemente en Ghana, se destacó la importancia de la luz en la ciencia, las artes, la cultura y las humanidades en pro del mejoramiento del bienestar humano. Entre sus resoluciones estaban la investigación de tecnologías de energía solar y otras energías renovables, el desarrollo de una mayor alfabetización digital y de redes de alta velocidad, así como el uso de tecnologías de luz en la prestación de servicios de salud, el monitoreo ambiental y la preservación del patrimonio cultural.

Antes de finalizar el Año Internacional de la Luz se están desarrollando muchas otras actividades coordinadas para que personas de todas las edades y orígenes en todo el mundo puedan aprender y beneficiarse directamente. Una de esas actividades destaca el impacto del queroseno en el desarrollo de países del tercer mundo que no tienen acceso a la electricidad y donde millones de personas dependen de este combustible para la iluminación. La quema de lámparas de queroseno produce la muerte de 1,5 millones de personas cada año debido a enfermedades respiratorias como asma, bronquitis, neumonía y cáncer. Las familias pobres gastan hasta la mitad de sus ingresos en queroseno, que no sólo proporciona una iluminación inadecuada sino que también emite hollín nocivo a la atmósfera terrestre. Las lámparas de queroseno, por tanto, contribuyen a un círculo vicioso de pobreza que debe ser eliminado. Un objetivo importante del Año Internacional de la Luz es promover el uso de linternas LED portátiles de energía solar con alto brillo en estas regiones.

Según la Agencia Internacional de Energía, la iluminación representa casi el 20% del consumo mundial de electricidad. El futuro de la humanidad, tanto en los países desarrollados como en las economías emergentes de todo el mundo, está íntimamente vinculado con la capacidad de iluminar eficazmente los hogares, escuelas y ciudades. Tomamos la luz como un hecho y a menudo la notamos sólo cuando carecemos de ella, pero mediante el empleo de innovadoras técnicas de diseño y tecnologías de iluminación podemos ayudar a mantener y mejorar el acceso confiable a los beneficios de la energía lumínica de manera eficiente y rentable.

Se están logrando muchos avances en la tecnología de la luz en este momento en el que que tantas mentes entrenadas se ocupan del tema y evocan la respuesta de la luz misma. Pudimos ver muchos de estos avances en el seminario Hacia una Era de Luz y consideramos cómo la humanidad lentamente está transformando el mundo en una esfera iluminada, física y psicológicamente, ya que siempre el lado físico de las cosas refleja lo que está ocurriendo en la conciencia. Este año, el seminario analizará el trabajo realizado en preparación para la intensificación de la luz en el planeta, a través del tema: “Reconstrucción del Santuario de la vida humana”. El término “santuario” está, por supuesto, muy asociado con la luz. Su etimología se remonta a la palabra scrin, que en inglés antiguo significa arca, como en el Arca de la Alianza. Los santuarios arcas aparecen en muchas religiones del mundo para simbolizar la matriz en la que el germen de luz de toda la naturaleza flota o se incuba en el gran abismo, durante el intervalo que sigue a cada ciclo de manifestación.

El santuario arca es el vehículo de la luz universal –el Akasha– la esencia espiritual que compenetra todo el espacio. Contiene en sí mismo “la Ideación eterna del Universo” de la cual ha nacido todo lo que existe, bien sea por separación o por diferenciación. Esta luz de Akasha se refleja en los planos terrestres para convertirse en lo que en las antiguas enseñanzas ocultistas se conoce como la luz astral (que no debe confundirse con el término astral que más tarde se empleó para representar específicamente el deseo y el plano de la reacción emocional). El término astral en las antiguas enseñanzas ocultistas significa la luz estelar, y se refiere a la luz vital de los éteres planetarios. Es una luz centelleante que transmite la verdadera naturaleza del muy calumniado Lucifer. Como H.P. Blavatsky aclara en un simple enunciado: «Lucifer es la luz divina y terrestre». La luz luciferina es una esencia radiante en la que la conciencia humana constantemente está creando y destruyendo cosas a través del poder del pensamiento y del deseo. El mal atribuido a Lucifer es en verdad producto del pensamiento humano desviado en la luz estelar, el cual produce los efectos desviados correspondientes en materia física.

El ocultista Eliphas Levy señaló que la luz astral puede ser una luz fatal, ya que es una activadora interna de la naturaleza del fuego que calienta y vivifica, pero cuyo exceso disuelve y aniquila. Por eso el hombre tiene que conquistarla.⁴ El Abad y alquimista Johannes Tritheim escribió: “El arte de la magia divina consiste en la capacidad de percibir la esencia de las cosas a la luz de la naturaleza (luz astral) y mediante el uso de los poderes del alma en el espíritu para producir cosas materiales a partir del universo invisible; en este tipo de operaciones se debe lograr que lo de Arriba y lo de Abajo se unan y actúen armoniosamente. El espíritu de la naturaleza (la luz astral) es una unidad que crea y forma todo, y cuando actúa a través de la instrumentalidad del hombre, puede producir cosas maravillosas. Esto lo puedes lograr si aprendes a conocerte a ti mismo. Lo sabrás por el poder del espíritu que mora dentro de ti, y lo lograrás mezclando tu espíritu con la esencia que emana de ti mismo”.⁵ 

Aunque Lucifer y la luz astral a veces se utilizan como términos intercambiables, es más exacto considerar a Lucifer como un gran ser angélico que influye en la luz astral de nuestro planeta y en el desarrollo de la conciencia humana dentro de ella. Su colaborador en este trabajo es Ahrimán. Lucifer y Ahrimán se encuentran ambos en la gran religión persa, el zoroastrismo, bajo el nombre de Ahura Mazda y Angra Mainyu respectivamente. Helena Blavatsky escribió que estas dos potencias son inseparables en nuestro plano actual y que en esta etapa de la evolución son los dos opuestos del poder creativo único. Ahura Mazda y Angra Mainyu llegaron a ser más conocidos en el zoroastrismo como Ormuz y Ahrimán, y fue Rudolf Steiner quien reconoció más tarde a Ormuz como la misma identidad de Lucifer.

Steiner escribió mucho acerca de la interacción de Lucifer y Ahrimán y el efecto perjudicial que tienen en el ego inferior cuando no está debidamente controlado. Lucifer despierta “todas las fuerzas fanáticas y falsamente místicas de los seres humanos, todo lo que psicológicamente tiende a desordenar la sangre y sacar así a las personas de sí mismas. Ahrimán es el poder que vuelve a la gente árida, prosaica, filistea, que las osifica y las ancla en la superstición del materialismo”. El ser humano “oscila perpetuamente entre dos extremos: el ahrimánico, por una parte, donde se presenta con un engaño externo... y, por otra parte el elemento luciferino dentro de él que induce la tendencia hacia las ilusiones, las alucinaciones y cosas similares. Estos dos extremos se expresan en la tensión entre la ciencia y el misticismo: igual que la ciencia externa se vuelve ahrimánica, el mayor desarrollo de nuestra naturaleza interior se vuelve luciferina si nos entregamos a la experiencia mística”.⁶

Mirando la actual situación mundial, podemos ver fácilmente en juego las fuerzas de Lucifer y Ahrimán en muchas áreas. Por ejemplo, a Ahrimán en las matemáticas, en la visión reduccionista de la ciencia que considera la materia y la medida como la única realidad fundamental, y a Lucifer en un fundamentalismo religioso capaz de llegar al punto en que muchos entregan alegremente su forma física –y en algunos casos destruyen la forma de otros– en la búsqueda mística de la salvación. Todos los rasgos negativos de Lucifer y Ahrimán se encuentran en las ilusiones, espejismos y maya que tienen cautiva a la humanidad en este momento y de los que el Tibetano habla tan extensamente, especialmente en el libro Espejismo: Un problema mundial. También parece que hay una correspondencia general entre las fuerzas de Lucifer y Ahrimán en las enseñanzas del Tibetano sobre los siete rayos de vida: Lucifer condiciona la línea de energía del segundo, cuarto y sexto rayos, y Ahrimán condiciona la línea del primero, tercero, quinto y séptimo. El Tibetano escribe mucho sobre los espejismos asociados a las influencias inferiores de estas energías de rayo y a la adquisición de sus contrapartes más elevadas para lograr una solución.

Sin embargo, cuando vemos el mundo resulta claro que la humanidad se encuentra todavía en las garras de la ignorancia y, debido a la mala utilización de las fuerzas de la naturaleza humana, ha surgido el morador en el umbral planetario que resuena con la nota clave inferior de Escorpio: Y la palabra dice: que Maya florezca y rija el engaño. El morador es un fenómeno que finalmente se resuelve por las influencias superiores de Escorpio a través de la luz resplandeciente del principio crístico, en un sentido tanto individual como colectivo. En el signo anterior a Escorpio, Libra, el discípulo aprende a permanecer en el punto medio entre todas las fuerzas duales y en conflicto. “Libra representa a Cristo... [situado]... en el punto de equilibrio en la evolución humana, permaneciendo entre el viejo mundo y el nuevo, entre Oriente y Occidente. En la Era Cristiana se obtiene un ‘punto de equilibrio’ o esas ‘crisis de equilibrio’ en el reino humano”. ⁷ En Escorpio, las fuerzas de Lucifer y Ahrimán se elevan y fusionan en la luz del alma, buddhi, el principio crístico, simbolizado por Hércules cortando la cabeza de la Hidra y levantándola sobre él.

El alma triunfa en Escorpio, el espejismo astral se disipa. Escorpio ya no es el Agente del Engaño sino la Luz de la Liberación. Escorpio es el lugar donde se reúnen las tres luces: la luz de la forma, la luz del alma y la luz de la vida. Se reúnen, se mezclan y se elevan. Aquí vemos la luz de la forma representada por Ahrimán y la luz de la vida representada por Lucifer porque, como hemos dicho, esotéricamente hablando, Lucifer representa “la luz divina y terrestre” y “los términos Luz y Vida son intercambiables dentro de los límites del círculo infranqueable planetario”.

Aunque los acontecimientos externos de nuestro tiempo podrían indicar que todavía estamos fuertemente envueltos por la luz del engaño y de maya, lo cierto es que la luz del principio crístico está irrumpiendo en todas partes. Como sabemos, todos los acontecimientos físicos son un símbolo de la forma en que la conciencia se está desarrollando en los planos internos, y por eso hay muchos motivos para estar optimistas si consideramos la constante iluminación del plano físico que tiene lugar con formas más sutiles de la luz. Es probable que esto también se acelere cuando se descubran nuevas formas de energía para sustituir los combustibles fósiles que están causando tanta contaminación planetaria y que, a su vez, simbolizan el lado más oscuro de la conciencia humana.

Desde la perspectiva de los símbolos, un gran avance en energía limpia y nueva –como pronostican las enseñanzas de Alice Bailey– sería una indicación decisiva de que la purificación de la conciencia humana está progresando rápidamente. Hay muchos investigadores involucrados en la búsqueda de nuevas fuentes de energía, pero la más prometedora en este momento se refiere a la saga en curso de Steorn, una pequeña compañía tecnológica de Dublín, Irlanda, que en 2006 anunció que había desarrollado una tecnología que proporciona energía gratuita, limpia y constante, desafiando un principio fundamental de la física. Aunque la compañía Steorn ha tenido un camino tortuoso, está a punto de lanzar su primera tecnología de energía gratuita disponible en el mercado: Orbo Powercube (Cubo de Energía Orbo), una estación de carga para dispositivos electrónicos con una fuente de energía no identificable; en otras palabras, una batería gratuita e inagotable que se recarga constantemente de los éteres.

Steorn comienza una serie de webinars en línea el 28 de octubre, en los cuales su gerente, Shaun McCarthy, hablará y demostrará la tecnología del Cubo de Energía Orbo, ⁸ y en algún momento durante los webinars es probable que el producto sea lanzado al mercado. Aunque las demostraciones mismas probablemente puedan no convencer a la comunidad científica, en caso de haberse creado un producto que funcione y que los científicos puedan desmontar y probar por sí mismos, todo cambiará. Esto podría anunciar un momento crucial en la historia de la ciencia y una revolución en un mundo que se mueve tan rápidamente como la revolución de la información y las comunicaciones. Si resulta ser cierto, las ramificaciones serían enormes, no sólo en la lucha para aliviar la pobreza mundial y la contaminación, sino también en las áreas sociales, políticas y económicas, así como en la ciencia y la filosofía. Marcaría el lanzamiento hacia un mundo nuevo, con muchas oportunidades y con peligros ocultos.

En las palabras del Tibetano el “poder del cuarto orden” (en el plano físico)... le permitirá... [a la humanidad]... utilizar energía eléctrica para la regulación de la... vida cotidiana de una manera todavía incomprensible; producirá nuevos métodos de iluminación y de calefacción en el mundo, a un costo pequeño y con casi ningún desembolso inicial... Los transportes por mar y tierra serán en gran parte reemplazados, utilizándose rutas aéreas y desplazamientos de grandes aparatos a través del aire mediante la instantánea aplicación de la fuerza o energía inherente en el éter mismo, que reemplazará los sistemas actuales. Los estudiantes de religión estudiarán la manifestación de lo que llamamos “aspecto vida”, así como el científico estudia el llamado aspecto “materia”; ambos llegarán a comprender la estrecha relación que existe entre estos dos aspectos, con lo cual se llenará el antiguo vacío y cesará temporalmente la lucha entre ciencia y religión”.⁹

En estas palabras hay mucha esperanza para la fusión de Lucifer y Ahrimán por medio del principio crístico. Todo gran avance en el manejo de energías libres indica un desarrollo espiritual importante y demuestra que el plano búdico está brillando a través del vehículo egoico colectivo de la humanidad, transmitiendo el principio crístico, la luz del mundo. Entonces sabremos que la humanidad no está tan lejos como muchos piensan de emerger triunfante de la batalla de Escorpio.

1. Los Rayos y las Iniciaciones, p. 142 A.A. Bailey, ed. Inglesa
2. Ídem, p. 143
3. Web del Año Internacional de la luz http://www.light2015.org/Home/About.html
4. Histoire de la Magie, p 197
5. Citado en ‘Paracelso’ de Dr. Hartmann
6. El engaño Ahrimánico y las influencias de Lucifer y Ahrimán, R Steiner
7. Astrología esotérica, p 567. A.A. Bailey , ed. inglesa
8. Steorn noticias http://steornnews.com/
9. Tratado sobre Fuego Cósmico, p 428. A.A. Bailey, ed. inglesa

FESTIVAL DE ESCORPIO
Londres, Octubre de 2015
Laurence Newey