La Vicesecretaria General de la ONU Habla de una Oportunidad Única para una Generación

EN SU PRIMER DISCURSO COMO VICESECRETARIA GENERAL DE LA ONU, EL 28 DE FEBRERO DE 2017 en nueva york, la sra. AMINA J. MOHAMMED HABLÓ AL SEGMENTO ECOSOC SOBRE las ACTIVIDADES OPERATIVAS PARA EL DESARROLLO.

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Gracias, su Excelencia, Vicepresidente del Consejo Económico y Social de la ONU (ECOSOC), Excelencias, Colegas y Amigos, Damas y Caballeros, y especialmente a los jóvenes que sé que nos estarán viendo en línea.

Me complace estar hoy con ustedes en mi primer acto oficial como Vicesecretaria General. Es especial que sea en ECOSOC, una plataforma que ayudará a dar forma a una vigorosa respuesta a las ambiciones de los Estados Miembros en aras al desarrollo sostenible.

Es un gran privilegio regresar a Nueva York para servir nuevamente a la Organización bajo el inspirador liderazgo del Secretario General Antonio Guterres.

Trabajé estrechamente con muchos de ustedes en la culminación de la elaboración de la Agenda para el Desarrollo Sostenible de 2030, en el Programa de Acción de Adís Abeba sobre la Financiación para el Desarrollo y en el Acuerdo de París sobre el cambio climático.

Desde entonces, como Ministra en Nigeria, he tenido experiencia de primera mano sobre la importancia y complejidad de la tarea que nos espera para implementar estos compromisos de transformación.

Necesitaremos establecer y equilibrar las prioridades, movilizar nuevas inversiones, crear nuevas alianzas dinámicas y persuadir a los formuladores de políticas y a las personas de todo el mundo para que desarrollen nuevas habilidades y percepciones.

Espero con interés trabajar en estrecha colaboración con todos ustedes para reposicionar a las Naciones Unidas como punto de apoyo para sus esfuerzos y logros.

El logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible no es una opción. Es un imperativo para un futuro confiable y seguro de prosperidad, oportunidades y derechos humanos para todos.

Damas y Caballeros,

Al mirar hacia atrás en las últimas dos décadas, podemos ver que se ha logrado un notable progreso.

Lo he visto en todas las regiones, incluso en África, donde he visto el descenso de la pobreza y el espacio democrático expandirse a medida que más y más personas se conectan a través de las nuevas comunicaciones y tecnologías.

Sin embargo, debido a su vulnerabilidad, África debe seguir siendo una prioridad de las Naciones Unidas.

De muchas maneras, el éxito en África es el éxito del mundo.

La Agenda 2063 complementaria de África y la prometedora reforma de la Unión Africana asegurarán que tengamos un socio mucho más eficaz.

También debemos intensificar nuestros esfuerzos en los países menos desarrollados, en los que carecen de litoral y en los pequeños estados insulares en desarrollo, para reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia.

Es fundamental que, en todo el mundo, nos concentremos en los que están más atrás.

Porque en todas las regiones, la oleada creciente de optimismo y empoderamiento aún no ha llegado a todos.

Demasiadas personas se han quedado atrás.

La prosperidad y los beneficios de la globalización no han sido distribuidos en forma equitativa.

La mitad de las riquezas del planeta están controladas por un puñado de hombres ricos.

Aproximadamente 200 millones de personas carecen hoy de empleo.

Muchos más están subempleados, tienen varios trabajos para llegar a fin de mes o trabajan bajo condiciones de abuso.

La discriminación de género sigue limitando las oportunidades y el potencial de nuestras mujeres y niñas en todos los países.

La ansiedad está aumentando a medida que las sociedades hacen frente al cambio climático, la urbanización, el crecimiento demográfico, la escasez de agua y los movimientos masivos de personas.
 
El miedo y la desconfianza impulsan cada vez más el discurso político.

Este es el contexto en el que nos encontramos. 

Debemos cambiar ahora mismo esta alarmante situación.

Tenemos un plan, uno ambicioso.

La Agenda 2030 es un plan para todos, con la promesa de no dejar a nadie atrás.

Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible son universales, interrelacionados e indivisibles.

Son holísticos.

La necesidad de un enfoque holístico hacia la paz, el desarrollo y los derechos humanos es evidente en la región de la que procedo.

En el noreste de Nigeria es necesario un enfoque integrado y una acción alineada de todas las partes interesadas para abordar los desafíos interrelacionados de la degradación ambiental, la escasez de recursos, la desigualdad predominante, la pobreza persistente, el conflicto y el extremismo violento.

Todos estos retos no son propios únicamente de mi país. Son compartidos, en diversos grados, entre todas las regiones.

En todo el mundo, el éxito en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible aliviará las ansiedades globales, proporcionará una vida mejor a mujeres y hombres y establecerá una base firme para la estabilidad y la paz en todas las sociedades, en todas partes.

El éxito requerirá un enfoque más audaz para la financiación y las asociaciones.

Nada se logrará si no involucramos a todos los actores.

Requerirá que todos los países repiensen sus sistemas y enfoques, y redefinan la planificación la implementación y el seguimiento tradicionales.

Como Naciones Unidas, tendremos que adaptarnos.

Damas y caballeros,

Los Estados Miembros han mostrado su visión al sentar las bases para una transformación del sistema de las Naciones Unidas.

La resolución de la Revisión Global de Políticas Cuatrienales de 2016 es ambiciosa y clara.

Hemos prestado atención y hemos escuchado.

El sistema de las Naciones Unidas necesita un grado mucho mayor de integración, coordinación, rendición de cuentas y transparencia.

Debemos convertirnos más que en la suma de nuestras partes.

Necesitamos ser "aptos para el propósito" de ayudar a los Estados Miembros a cumplir las promesas que hicieron en 2015.

Nuestros esfuerzos se deben adaptar a las necesidades, prioridades y capacidades nacionales.

Eso significa ser más efectivos, cohesionados y ágiles a nivel de cada país.

Y significa aumentar las capacidades a nivel regional y global y reafirmar el papel de la ONU como el centro global de conocimientos y como el organismo encargado de establecer normas y estándares.

Los mecanismos tradicionales de coordinación ya no son suficientes.

Debemos repensar la forma en que trabajamos, centrarnos menos en los procesos y más en los resultados, y nunca sentirnos satisfechos con el menor común denominador.

Debemos innovar y renovar nuestro enfoque de asociación y financiamiento, con un enfoque en el largo plazo.

Debemos potenciar a los jóvenes para que participen en la vida política y económica de sus países y comunidades y la moldeen. Ser agentes de paz y de desarrollo.

Debemos apalancarnos en la información y la tecnología para beneficiar a las personas.

Y con el rápido avance de la ciencia y la tecnología, tendremos que trabajar con los Estados Miembros para llevar una gobernanza efectiva a espacios actualmente no gobernados, como la ingeniería genética y la inteligencia artificial.

Damas y Caballeros,

El Secretario General se ha comprometido en la tarea de acelerar la transformación.

Ya ha esbozado su visión subyacente.

Su visión se centra en la prevención sobre la respuesta.

Se hace mayor hincapié en el trabajo entre pilares para abordar las causas profundas de la inestabilidad, la vulnerabilidad y los conflictos.

Está decidido a reposicionar el desarrollo sostenible e inclusivo en el corazón de las Naciones Unidas.

Y está comprometido con la creación de capacidad institucional en todas nuestras áreas de trabajo.

Tres principios generales servirán de base para el trabajo futuro: fortalecer el liderazgo, atender el déficit de confianza y centrarse en los resultados a nivel de país, donde están todos los que necesitan ayuda.

En primer lugar, fortaleciendo el liderazgo imparcial del sistema de desarrollo de las Naciones Unidas para que exista coherencia e integración en todos los niveles.

Para ello será necesario contar con un sólido y adecuado sistema de coordinación capaz de proporcionar una efectiva planificación y gestión, monitoreo y evaluación de riesgos.

En segundo lugar, abordar el déficit de confianza.

Esto implicará la rendición de cuentas y la transparencia en todos los niveles, de tal manera que no sólo reflejen los mandatos de las agencias, sino cómo contribuyen a los objetivos globales y a los compromisos de todo el sistema.

Mejoraremos la gobernanza en temas de todo el sistema que no pertenezcan a ningún órgano de gobierno individual.

Identificaremos incentivos institucionales que puedan garantizar que la guía colectiva de los Estados Miembros sea implementada en forma efectiva.

Y haremos que el sistema responda mejor a las prioridades nacionales.

Esto me lleva al tercer punto: asegurar que los resultados a nivel de cada país sigan siendo la prueba decisiva de cualquier reforma o transformación.

Para lograr efectividad sobre el terreno será necesario centrarse en la construcción de una capacidad de recuperación a largo plazo.

Necesitaremos salvar las brechas entre la acción humanitaria, el desarrollo y la paz, ancladas en los derechos humanos, y garantizar el acceso a oportunidades para todos.

El servicio eficaz también exigirá un reevaluación seria de la financiación y de las disposiciones operativas.

Necesitamos crear incentivos para la colaboración.

Y necesitamos enfoques integrados que respondan a la complejidad de la transformación que es necesaria para la paz, el desarrollo y la prosperidad en un planeta sano.

Necesitamos también construir sobre lo que existe, y al mismo tiempo ser atrevidos en desafiarnos a nosotros mismos e introducir los cambios necesarios.

En algunos casos, trataremos de reforzar los mecanismos y soluciones existentes, mientras que en otros tendremos que ir un paso más allá.

Las soluciones del pasado, por sí mismas, no podrán atender los desafíos del futuro.

Damas y Caballeros,

La Resolución de la Revisión Global de Políticas Cuatrienales ha establecido un enfoque secuenciado para la revisión del sistema de desarrollo de las Naciones Unidas.

A medida que avanzamos, vamos a trabajar en estrecha colaboración con ustedes en todo momento.

Tomaré la iniciativa de coordinar la labor sobre los informes del Secretario General, en colaboración con el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU y las entidades del sistema de desarrollo de las Naciones Unidas.

La atención inmediata se centrará en la primera serie de recomendaciones que el Secretario General tiene previsto presentar en junio, para lo cual se está llevando a cabo el trabajo preparatorio.

Además de las reuniones formales, espero entablar contactos con los Estados Miembros en entornos más informales para discutir ideas de cara al futuro.

Y me aseguraré de que este proceso se mantenga abierto, transparente e inclusivo.

El sistema de desarrollo de la ONU tiene una orgullosa historia de resultados.

Y ha demostrado su capacidad para reinventarse, una y otra vez, para mantenerse al día con la evolución de las prioridades de nuestros asociados.

El trabajo en curso para empoderar a los Coordinadores Residentes e implementar procedimientos operativos estándar para los Equipos de la ONU de cada País son ejemplos recientes.

Estamos comprometidos en una evolución continua, trabajando estrechamente con ustedes y para ustedes.

Damas y Caballeros,

A lo largo de las décadas, las Naciones Unidas han generado y promocionado ideas que han "cambiado el mundo".

Primero, surgieron los principios y estándares de la Carta de las Naciones Unidas y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Los hemos convertido progresivamente en programas operativos que han beneficiado a personas de todo el mundo.

Esta capacidad de combinar las funciones normativas y la capacidad operativa son las que hacen que el sistema de desarrollo de la ONU sea incomparable y único.

Ahora nos enfrentamos a nuevos retos y a una agenda aún más audaz.

La Agenda 2030 requiere que nos reinventemos para servir mejor a los Estados Miembros.

Tenemos la responsabilidad conjunta de lograr un cambio transformador.

La gente de todo el mundo está mirando a las Naciones Unidas como un símbolo de paz, un faro de esperanza y un proveedor de necesidades esenciales.

Los gobiernos nos honran con su confianza.

Tenemos una oportunidad única, una vez en una generación, para ofrecer un mejor futuro para toda la humanidad.

No podemos permitirnos desperdiciarla.

Como dijo el Secretario General en su discurso de posesión: "Queremos que el mundo que hereden nuestros hijos se defina por los valores consagrados en la Carta de las Naciones Unidas: paz, justicia, respeto, derechos humanos, tolerancia y solidaridad".

La tarea que se nos presenta es desafiante, pero nada es imposible cuando trabajamos juntos.

Ustedes pueden contar con nuestro máximo compromiso para asegurar que la ONU responda de una manera que honre el nivel de ambición de la Agenda 2030 y la resolución de la Revisión Global de Políticas Cuatrienales.

Excelencias,
Damas y Caballeros

Les agradezco su atención y su cálida bienvenida. Estoy a sus órdenes.

Tomado de: https://www.un.org/sg/en/content/dsg/statement/2017-02-28/deputy-secretary-generals-remarks-2017-ecosoc-segment-operational