Foro de Alto Nivel de la ONU sobre la Cultura de Paz, Primero de Septiembre de 2016

Cada día se realizan múltiples conferencias en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Realmente es una casa de diálogo. Esto no es sorprendente si tenemos en cuenta que la Carta llama a las naciones del mundo a armonizar sus acciones para el bien común. Buena Voluntad Mundial asistió recientemente a una de estas conferencias: el Foro de Alto Nivel sobre la Cultura de Paz. Este evento se llevó a cabo bajo la mirada de una estatua angelical en uno de los recintos de conferencias más impresionantes visualmente que hay en el edificio de la ONU, como lo es la Cámara de Administración Fiduciaria.

La Cámara de Administración Fiduciaria fue un regalo de Dinamarca a la ONU. Allí hay una estatua de madera de una mujer con los brazos extendidos,
creada por el artista danés Henrik Starcke, la cual sugiere “un vuelo ilimitado hacia arriba, hacia mayores alturas”.

 

El Foro de Alto Nivel es un evento que se viene realizando anualmente desde 2012 y que busca fortalecer el movimiento global de grupos de ciudadanos, organismos internacionales y gobiernos que trabajan activamente para construir la cultura de paz, o lo que en la sabiduría perenne se conoce como rectas relaciones humanas.

El foco de la ONU sobre este tema surgió de una resolución histórica de la Asamblea General en 1999: La Declaración y Programa de Acción hacia la Cultura de Paz. En términos amplios, la cultura de paz se define como un conjunto de valores, actitudes, tradiciones y modos de comportamiento y de vida basados en los principios universales de libertad, justicia y paz.

Con la asistencia de personas de buena voluntad, representantes gubernamentales y altos funcionarios de la ONU, en el foro de este año se destacó la sinergia entre los esfuerzos para construir la Cultura de Paz y las Metas de Desarrollo Sostenible, en particular la Meta 16 con su énfasis en la promoción de sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible.

El programa se destacó por tener varias presentaciones visionarias e inspiradoras y por el hecho de que más de 40 gobiernos optaron por asistir y hacer declaraciones para apoyar el tema. Ninguno de los foros anteriores había atraído a tantos gobiernos, lo que confirma el hecho de que los acontecimientos actuales y el aumento del extremismo violento elevaron el perfil de la agenda de la Cultura de Paz en la ONU.

  En su discurso inaugural, el Presidente de la Asamblea General señaló que mejorar la capacidad de las Naciones Unidas para adelantar las operaciones de mantenimiento de la paz, y sostenerlas, es fundamental para el logro de las Metas de Desarrollo Sostenible. La conferencista principal, Ouided Bouchamaoui, laureada con el Premio Nobel de la Paz en 2015 y cofundadora del Cuarteto de Diálogo Nacional Tunecino, habló de la experiencia de Túnez en la promoción de la democracia y la paz después de la Revolución de los Jazmines. El relativo éxito en la transición del país, dijo, es el resultado de un enfoque en el diálogo y el compromiso y en el importante papel de las mujeres. Subrayó el hecho de que el mundo adolece de una falta de visión y destacó la importancia de inspirar en la juventud la esperanza de un futuro mejor.

Dos presentaciones particularmente impactantes se llevaron a cabo en un panel sobre la sinergia entre las Metas de Desarrollo Sostenible (MDS) y el Programa de Acción sobre una Cultura de Paz. Una de ellas fue la de David Nabarro, Consejero Especial del Secretario General en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Una transcripción editada de su breve e inspirador discurso está disponible como un post aparte en este blog. Él habló de su entusiasmo por las MDS como un plan para el futuro que abarca todos los temas que interesan a las personas del mundo. Afirmó que, además, no hay ningún otro plan. Es un gran plan porque es universal. Ofrece una visión del futuro para cada comunidad del mundo. Proporciona una función para todo el mundo, pero más que esto, refleja la base de un movimiento hacia lo que significa ser un ser humano.

La Agenda 2030 deja claro que como una raza humana no podemos generar un desarrollo sostenible para las siguientes generaciones a menos que desarrollemos la capacidad para resolver las diferencias pacíficamente, sin el uso perjudicial del poder. Ser seres humanos requiere que valoremos el comportamiento no violento y que lo recompensemos en la infancia, en la adolescencia y en la edad adulta: en todos los contextos y entre todas las personas. A menos que se implementen esta hermosa Declaración y el Programa de Acción para una Cultura de Paz no se lograrán las MDS y no vamos a tener un mundo apto para las generaciones venideras.

 Muchos lectores de este blog conocerán a Barbara Marx Hubbard, autora de numerosos libros sobre la evolución social y cultural y directora de la Fundación para la Evolución Consciente. Ella habló sobre el Movimiento Global para una Cultura de Paz, y sobre la Declaración y Programa de Acción de las Naciones Unidas como la materialización de una visión de un mundo nuevo, algo que la especie humana nunca había tenido antes. Los objetivos de las MDS fueron descritos como esferas de acción clave para llegar a esa visión. La visión es una cualidad emergente de la conciencia y estamos en proceso de descubrir cómo lograrla..   

 Ella recordó a los gobiernos y a los participantes que la naturaleza nos puede mostrar la manera de actuar con base en la visión y en el logro de los objetivos. Basándose en el pensamiento de Ilya Prigogine, ganador del Premio Nobel por su Teoría de Estructuras Disipativas, Hubbard señaló que los sistemas naturales evolucionan hacia un orden más elevado después de períodos de crisis y de grandes desórdenes. En dichos estados ocurren innovaciones en todo el sistema y llega un momento, a medida que el desorden aumenta, en que las innovaciones convergen hacia la conectividad y el sistema coopera en su propia autotrascendencia conectando lo que está funcionando..

Partiendo de esta imagen, ella hizo tres propuestas para la acción de la ONU. En primer lugar, identificar las innovaciones que ya están funcionando –así sea en pequeña escala– en la resolución de las crisis que las MDS buscan solucionar. En segundo lugar, mejorar la sinergia entre las MDS y la Cultura de Paz, convocando a reuniones a personas que empleen sistemas integrales para explorar lo que ya está funcionando, haciendo que se abran paso y que la información esté ampliamente disponible. Esto dará motivos de esperanza a las personas de buena voluntad y las inspirará a la acción. En tercer lugar, crear Oficinas para el Futuro en la ONU y a todos los niveles de la sociedad, cuya tarea sea identificar lo que está funcionando para lograr culturas de paz y comunicar esas noticias. 

El Foro concluyó con más declaraciones de los gobiernos y con un panel final sobre el papel de los jóvenes en la promoción de la Cultura de Paz, el cual incluyó un apasionado y visionario llamamiento hecho por Ahmad Alhendawi, Enviado Especial de la ONU para la Juventud, pidiendo a los gobiernos un mayor compromiso con los jóvenes.

RECURSOS

UN TV video del evento

Video de un extracto del discurso de Barbara Marx Hubbard 

Transcricpión editada, alocución de David Navarro

Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz