Hábitat III y la Nueva Agenda Urbana

"La lucha por el desarrollo sostenible se ganará o se perderá en las ciudades". Jan Eliasson, Vicesecretario General de la ONU

Durante tres días, del 17 al 20 de octubre, más de 30.000 personas de todo el planeta se reunieron en la ciudad ecuatoriana de Quito con el fin de prever posibilidades futuras para las ciudades del mundo. Diez mil participantes provenían de otros países, entre los cuales había políticos nacionales, urbanistas y pensadores, así como representantes del mundo empresarial y de movimientos populares. Alrededor de 400 alcaldes de ciudades asistieron a las "Ciudades Olímpicas".

En 1976, cuando se celebró la primera Conferencia del Hábitat en Vancouver, casi el 38% de la población mundial vivía en ciudades. En 1996, cuando se llevó a cabo la Conferencia Hábitat II en Estambul, este porcentaje había aumentado al 45% y este año ha aumentado a casi el 55%. La Agenda Urbana que se consideró en Quito concierne al futuro de más de la mitad de la población mundial, por lo que no es sorprendente que hubo un debate entusiasta, incluso apasionado, junto con abundantes propuestas claramente consideradas. Como comentó un participante, hubo una exuberancia siempre presente en la Conferencia.

Las preguntas discutidas en el evento incluyeron: ¿Cómo pueden las ciudades ser más sostenibles, resilientes e inclusivas? ¿Cómo se superará la brecha entre la riqueza y la pobreza en las ciudades? ¿Cómo se animará a la gente a participar plena y libremente en el gobierno de la ciudad? ¿Cómo se podrá navegar y gestionar la relación de poder entre las elites ricas y el grueso de los residentes de una ciudad para así buscar el bien del conjunto? ¿Y cómo las ciudades aliviarán su impacto en el medio ambiente mientras siguen garantizando suficiente agua, comida y todos los demás elementos básicos? Las ciudades tienen una respuesta enormemente diversa a estas preguntas y a veces son capaces de mostrar agilidad, innovación y experimentación que no son posibles a un nivel nacional más amplio.

Además de muchos aspectos destacados, Hábitat III proporcionó evidencia de que hay una concentración masiva de energía entre personas de buena voluntad inteligente enfocadas en estos temas en entornos urbanos locales. Y las ciudades ahora están unidas en todo el mundo en redes de afinidades y similitudes, abiertas a aprender unas de otras.

Desde el surgimiento de los estados-nación en el siglo XVII, el poder de las ciudades ha disminuido. Pero ahora, a principios del siglo XXI, comienzan a flexionar nuevamente sus músculos: en Hábitat III se hizo un llamado, entre otras cosas, a ocupar un puesto en la mesa de las Naciones Unidas y en los asuntos internacionales. Como comentó la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau: "Todos los grandes desafíos globales ... se resolverán en las ciudades. Si las naciones desean tener éxito con sus políticas, las [ciudades] deben ser consideradas como actores serios en el escenario global”. Justo antes del inicio de la conferencia, delegaciones de 500 ciudades lanzaron un manifiesto, Un Asiento en la Mesa Global: Los Gobiernos Locales como Tomadores de Decisiones en Asuntos Mundiales, argumentando que “El sistema de gobernanza global ya no es adecuado para afrontar los desafíos actuales del mundo porque estos desafíos son al mismo tiempo más globales y más locales”.

El punto central de la cumbre fue un acuerdo, la Nueva Agenda Urbana, negociado y firmado por los gobiernos del mundo. El documento de 24 páginas contiene un conjunto de directrices, una visión compartida y un llamado a la acción. Se adelantaron negociaciones a lo largo de dos años entre los gobiernos y los líderes de las ciudades para producir la Agenda y los organizadores señalaron que el proceso fue notablemente abierto, que involucró a una amplia gama de interesados y que produjo una cantidad sustancial de nuevas investigaciones y reflexiones sobre patrones urbanísticos del presente y el futuro. Como ha escrito un reseñador, el documento “ha sido elogiado por su énfasis en el fortalecimiento del papel de los gobiernos locales en la promoción del desarrollo urbano, en una visión progresista de la equidad y los derechos, y en las perspectivas de principios urbanísticos sólidos para crear ciudades sostenibles a nivel social, ambiental y financiero”.

Inevitablemente ha habido críticas a la Agenda. No recomienda acciones específicas para lograr las directrices y no hay un proceso de revisión para medir el progreso (dos cuestiones políticas difíciles que se abordarán en un futuro período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas). Después de mucho debate, sólo se hizo referencia a la aprobación de un llamado popular para respaldar el derecho a la ciudad: “el creciente movimiento político que busca consagrar la igualdad de derechos de todos los ciudadanos en el corazón de la gobernanza de una ciudad”.

Más allá de la política de las ciudades, Habitat III proporcionó un espacio para la discusión y el intercambio de los últimos pensamientos sobre lo que la ciudad puede llegar a ser en el futuro. Esto quedó bien ilustrado por el lanzamiento de los Documentos de Quito, titulados en un artículo periodístico como Un contrapunto intelectual a la nueva Agenda Urbana. Si bien la Agenda fue el resultado de negociaciones gubernamentales, los Documentos de Quito presentaron la visión compartida de cuatro de los principales pensadores del mundo en el desarrollo urbano. Ellos imaginan ciudades que son "porosas", "complejas", "sincrónicas" e "incompletas". Gregory Scruggs reporta sobre los comentarios que hizo el sociólogo Richard Sennet, uno de los cuatro pensadores, en una entrevista para The New Yorker:

Las ciudades deben ser "complejas de una manera sincrónica", es decir, "donde muchas cosas suceden a la vez". Él elogió el sector de Nehru Place, en el centro de Delhi, como un espacio público en el que pueden coexistir vendedores de ropa, puestos de reparación de teléfonos móviles, habitantes que duermen en el pavimento y un centro de innovación de alta tecnología. "Elementos dispares que no encajan perfectamente son generadores de sinergia", dijo.

Como resultado, las ciudades deben permanecer incompletas, para "iniciar un proceso de desarrollo, que al final no está determinado", dijo. En lugar de esto, los diseñadores y planificadores deben proporcionar los bloques de construcción.

Esperemos que la Nueva Agenda Urbana, los Documentos de Quito y otras contribuciones reflexivas al debate, ayuden a integrar las ciudades a todo el tejido de los asentamientos, grandes y pequeños, que albergan a la humanidad en el siglo XXI.    

Más información (en inglés)

Sitio web de la Conferencia: https://habitat3.org/

Citiscope at Habitat III : World Cities at a Crossroads – a wide range of articles http://citiscope.org/quito

Gregory Scruggs, The Quito papers: An intellectual Counterpoint to the New Urban Agenda http://citiscope.org/habitatIII/news/2016/10/quito-papers-intellectual-counterpoint-new-urban-agenda

The Guardian - articles on Quito and Resilient Cities https://www.theguardian.com/cities/series/resilient-cities

Ada Colau, mayor of Barcelona, ‘After Habitat III: a stronger urban future must be based on the right to the city https://www.theguardian.com/cities/2016/oct/20/habitat-3-right-city-concrete-policies-ada-colau