Gran Pacto en la Cumbre Humanitaria Mundial

La Cumbre Humanitaria Mundial que tuvo lugar en Estambul del 23 al 24 de mayo de 2016, se celebró en medio de un ambiente descrito por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, como de indignación, frustración y profunda preocupación por el estado de nuestra humanidad.

Un gran número de personas en todo el mundo sufren la pobreza endémica, los conflictos y los desastres naturales. Los niveles sin precedentes del trauma y la devastación están afectando el futuro de generaciones enteras. Estamos en medio de una de las mayores crisis humanitarias de nuestra vida, en una escala comparable a la devastación humanitaria de la Segunda Guerra Mundial que condujo al Plan Marshall, la fundación de las Naciones Unidas y la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Después de tres años de consultas con 23.000 personas en más de 150 países, la Cumbre pidió a los gobiernos y a las grandes organizaciones internacionales de ayuda, responder a una serie de crisis que se entrelazan en una Agenda para la Humanidad común y un compromiso sincero a la acción cooperativa.

Nueve mil participantes estuvieron presentes en Estambul para la Cumbre. Llegaron de 173 países y participaron 55 Jefes de Estado junto a representantes de 700 ONG y 250 grandes ONG internacionales. No faltó la controversia, Médicos Sin Fronteras se retiró por la preocupación de que no se haría nada para proteger sus hospitales y centros médicos de ser atacados en las zonas de conflicto por las milicias, las fuerzas del gobierno y la policía. Debido a los desacuerdos entre los gobiernos y las agencias de ayuda sobre cómo mejorar la respuesta global a las crisis humanitarias, existía la preocupación - ¿sería la Cumbre capaz de lograr algún acuerdo?

El sólo hecho de que una reunión de este calibre tuviera lugar, con este grado de participación y el alto nivel de los actores clave, es ya de por sí significativo. La cooperación entre diferentes actores sólo puede tener lugar cuando las personas y las organizaciones con diferentes perspectivas se comprometen entre sí, se reúnen y discuten visiones y temas conjuntamente (como la forma de obtener datos más sólidos a fin de evaluar mejor la eficacia de la ayuda humanitaria). La comunidad humanitaria ha sido comparada a un vasto ecosistema y esta es la primera vez que el  grupo, en su conjunto, ha intentado reunirse para revisar los problemas y el plan para la cooperación futura. Quizás aún más importante, la preocupación entre las personas de buena voluntad en todo el mundo necesitan ser educadas, informadas y movilizadas para responder de forma adecuada a la magnitud de la crisis, y una Cumbre como ésta proporciona una oportunidad para conocer de primera mano la problemática actual.

Gracias a la Cumbre, un campo definido de preocupación, buena voluntad e inteligencia creativa se centró y concentró por un momento en el tiempo. Es como si, durante este tiempo, el corazón de la humanidad se mantuviera en la luz. Los participantes en la Iniciativa del Ciclo de Conferencias de Buena Voluntad Mundial, trabajaron con este pensamiento, imaginando un flujo de energía de voluntad dinámica vertiéndose en y a través de todas las deliberaciones y negociaciones en Estambul. Sin duda, otros grupos trabajaron con la oración, la visualización y la contemplación, celebrando vigilias similares.

Este no fue un evento como el de la Conferencia sobre el Cambio Climático en París de la ONU, que tuvo lugar en diciembre o la Cumbre de los Objetivos del Desarrollo Sostenible, en septiembre del año pasado. Esas reuniones requirieron una negociación seguida por un voto afirmativo o negativo sobre acuerdos específicos diseñados para conducir a oleadas de acción de continuación. Marcaban la culminación de décadas de intenso debate y actividad.  Cada uno atrajo la presencia y participación activa de los Jefes de Estado y líderes de gobierno al más alto nivel.

La Cumbre Humanitaria no atrajo un compromiso gubernamental de alto nivel  (Angela Merkel fue la única líder del G7 presente). En cierto sentido, esto refleja la complejidad de los temas que actualmente están en el centro de atención y la falta de un marco común de acuerdo respecto a Siria, el Estado Islámico y las oleadas masivas de refugiados y familias desplazadas, que simbolizan la naturaleza caótica y a menudo sin ley de las crisis humanitarias.

No se hicieron  muchos progresos en temas políticos intratables, como fomentar el Respeto por las Reglas en la Guerra (los conflictos modernos se han caracterizado por tener como objetivo a la población civil y a los lugares de refugio, tales como hospitales, iglesias y mezquitas.  Pero más allá de esto, inesperados niveles de progreso tuvieron lugar en la organización y coordinación de la ayuda humanitaria. La Cumbre reveló que el corazón de la humanidad es sólido y está preparado para avanzar en la respuesta a las necesidades desesperadas de las personas en peligro.

The Guardian informó que la mayoría de los miembros de la comunidad de ayuda humanitaria admitió estar gratamente sorprendida por El Gran Pacto – Un Compromiso compartido para servir mejor a las personas necesitadas, el principal acuerdo alcanzado entre los gobiernos y las agencias de ayuda:

Un acuerdo que verá cómo a las víctimas de los desastres se les da dinero en efectivo en lugar de vales o alimentos, y que obliga a las agencias de ayuda a ser más transparentes y eficientes en la forma en que gastan el dinero, es generalmente considerado como el paso hacia delante más significativo en la             primera cumbre de ayuda de la ONU de  esta semana.

Los firmantes acordaron 51 compromisos para mejorar la calidad y la eficacia de las finanzas para la ayuda de emergencia. Estos necesitan una mayor definición y objetivos para garantizar su aplicación, pero reflejan la voluntad de reducir la burocracia entre el donante y los necesitados, un aumento de la dependencia en el trabajo con socios locales y una buena disposición para distribuir la ayuda entre las víctimas de la crisis en forma de dinero en efectivo en lugar de bienes o servicios. Actualmente menos del 2% de toda la ayuda humanitaria va directamente a las ONG locales. Para el 2020 los firmantes han acordado aumentar esta cifra al 25%. También se abordaron otras cuestiones complejas en coordinación entre  agencias.

Quizás el principio más importante acordado en el Gran Pacto es que las personas afectadas por las crisis humanitarias serán, en el futuro, incluidas en los procesos de toma de decisiones:

Debemos incluir a las personas afectadas por las crisis humanitarias y sus comunidades en nuestras decisiones, para estar seguros de que la respuesta humanitaria es relevante, oportuna, eficaz y eficiente. Tenemos que proporcionar información accesible, asegurar que en el lugar hay un proceso efectivo de participación y retroalimentación, y que las decisiones de proyecto y de gestión son sensibles a las opiniones de las comunidades y las personas afectadas.  

El análisis de la Cumbre por The Guardian concluyó que muchos en la comunidad de ayuda humanitaria:  

Sintieron que simplemente reunir de esta manera a todo el sector, valió la pena. "No creo que nunca nos hayamos reunido así", dijo Sean Lowrie, director de la Start Network. "Estoy tan acostumbrado a ir a las reuniones y ver siempre las mismas caras una y otra vez. Ha sido vigorizante y refrescante ver lo grande y amplio que es el sector humanitario. Sólo por esto ya ha merecido la pena".

 

Otras lecturas

https://www.irinnews.org/in-depth/world-humanitarian-summit-2016

https://www.worldhumanitariansummit.org/

https://impossiblechoices.org/

http://www.theguardian.com/global-development-professionals-network/series/reshaping-humanitarian-action

http://www.theguardian.com/global-development/world-humanitarian-summit

http://near.ngo/