Identidad política e intolerancia: una barrera para el desarrollo, dice el informe de la ONU

Fuente The Guardian, 21 de Marzo de 2017

por Karen McVeigh

 El Índice Anual del Desarrollo Humano cita al Brexit como ejemplo de una agenda nacionalista que podría frenar los avances en las metas globales.

Britain First llevó a cabo una manifestación en Telford, Reino Unido, en febrero de 2017. El informe de la ONU dice que la exclusión y la intolerancia podrían impedir que el progreso del desarrollo llegue a todos. Fotografía: Goodman/LNP/REX/Shutterstock


El nacionalismo y la política de identidad – de los cuales Brexit es uno de los más recientes ejemplos – son barreras para el desarrollo entre los grupos más marginados de la sociedad, según un informe de la ONU.

En el Índice Anual del Desarrollo Humano se afirma que en un momento en que la acción y la colaboración mundiales son imperativas para lograr los objetivos de desarrollo sostenible para el año 2030, la exclusión y la intolerancia podrían impedir que el progreso llegue a todos. "Brexit es uno de los ejemplos más recientes de un retroceso al nacionalismo", dijo el informe. "La intolerancia hacia los demás, en todas sus formas – legales, sociales o coercitivas –, es antitética al desarrollo humano".

En general, según el informe, millones de mujeres, pueblos indígenas y minorías étnicas siguen siendo excluidos pese a un cuarto de siglo de impresionantes progresos globales en el desarrollo humano. Entre 1990 y 2015 ha habido logros significativos en todo el mundo, entre ellos la reducción a la mitad de la tasa de mortalidad de menores de cinco años y el fin de la pobreza extrema para mil millones de personas.

Sin embargo, la discriminación sistémica, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, ha dejado atrás a los grupos más marginados del mundo, con una brecha que podría ampliarse a menos que se eliminen "barreras profundamente arraigadas" para el desarrollo, reportó el Informe de 2016 sobre el Desarrollo Humano, emitido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

"En las últimas décadas hemos sido testigos de logros en el desarrollo humano que antes se creían imposibles", dijo Selim Jahan, autor del informe.

"Pero cada año se casan 15 millones de mujeres jóvenes menores de 18 años, es decir, cada dos segundos hay un matrimonio con estas características. Hay 32 países en los que las mujeres siguen procedimientos diferentes que los hombres para obtener pasaportes, y 18 países en los que deben tener la aprobación de su esposo antes de conseguir un trabajo".

Jahan también destacó casos en los que las naciones en desarrollo han hecho grandes progresos. "En Bangladesh, la licencia de maternidad es de seis meses, mientras que en Estados Unidos no hay licencia de maternidad. Y Ruanda, por ejemplo ... tiene el mayor número de mujeres parlamentarias, con un 65%".

Otros grupos identificados en el informe como los más excluidos del progreso en el desarrollo humano fueron los refugiados y los migrantes, los habitantes rurales, las personas con discapacidad y la comunidad LGBTI.

Desde 1990, el índice mundial del desarrollo humano –una medida de logros que abarca la esperanza de vida, la capacidad de adquirir conocimientos y alcanzar un nivel de vida digno– ha aumentado en más del 20%, y hay países menos desarrollados cuyo aumento ha sido hasta de un 45%.

Pero una de cada tres personas en todo el mundo continúa viviendo en bajos niveles de desarrollo humano, indicó el informe.

En casi todos los países, según el informe, algunos grupos enfrentan desventajas que se superponen y se refuerzan entre sí, ampliando la brecha en el progreso a través de las generaciones y haciendo más difícil que puedan ponerse al día a medida que el mundo avanza.

"No dejar a nadie atrás debe convertirse en nuestra forma de operación como una comunidad global", dijo Stefan Löfven, primer ministro sueco. "Para superar las barreras que obstaculizan el desarrollo humano y el progreso hacia los objetivos del desarrollo sostenible, la inclusión debe guiar las decisiones políticas".

El reporte indica que en todas las regiones las mujeres tienen una esperanza de vida más larga que los hombres y que en la mayoría de las regiones las esperanzas de escolaridad entre niños y niñas son similares. Sin embargo, en todas las regiones las mujeres tienen, en promedio, un Índice de Desarrollo Humano (IDH) inferior al de los hombres. La diferencia más grande fue en el Sur de Asia, donde el valor del IDH femenino fue 20% inferior al masculino.

"El mundo ha recorrido un largo camino para revertir la pobreza extrema, mejorar el acceso a la educación, la salud y la sanidad pública y ampliar las posibilidades de las mujeres y las niñas", dijo Helen Clark, administradora del PNUD. "Pero esas realizaciones son un preludio para el próximo desafío, posiblemente más difícil, de asegurar que los beneficios del progreso mundial lleguen a todos".

En el caso de las mujeres, según el informe, si bien las disparidades de género se están reduciendo lentamente, las mujeres son excluidas legalmente de algunos empleos debido a su género. Las mujeres tienden a ser más pobres, ganan menos y tienen menos oportunidades en la mayoría de los aspectos de la vida que los hombres.

El informe advirtió que se ha prestado demasiada atención a los promedios nacionales, los cuales a menudo enmascaran una enorme variación en la vida de las personas, y pidió una información más detallada, para identificar a quienes se están dejando atrás. Por ejemplo, las matrículas de las niñas en la educación primaria han aumentado, pero en la mitad de los 53 países en desarrollo que disponen de datos, la mayoría de las mujeres adultas que completan entre cuatro y seis años de primaria son prácticamente analfabetas.

En la parte superior e inferior de la tabla de 188 países, las clasificaciones variaron poco con respecto al año anterior. Noruega, Australia y Suiza encabezaron la tabla, mientras que el Reino Unido descendió dos lugares, hasta el puesto dieciséis. Canadá bajó al décimo lugar, mientras que Nueva Zelanda bajó del noveno lugar al décimo tercero. La República Centroafricana fue la última y Nigeria ocupó el penúltimo lugar.

El informe subraya la importancia de la agenda de 2030 para el desarrollo sostenible para construir sobre los progresos realizados.

MÁS INFORMACIÓN SOBRE EL INFORME, SU LANZAMIENTO Y OTRAS REVISIONES EN http://hdr.undp.org/