004-009

[4] Alegría,
[5] Alineamiento,
[6] El Alma,
[7] Almas Perdidas,
[8] Amor,
[9] Antakarana

[4]

ALEGRÍA

(1) Sientan gozo, porque el gozo deja penetrar la luz, y donde hay gozo no puede haber espejismo ni incomprensión. (5 – 427).

(2) Procure expresar felicidad. Trabaje y sirva gozosamente. No sea tan serio, recorra alegremente el Camino iluminado. Tal es mi plegaria para usted. (5 – 379/80).

(3) Puede desarrollar esa cualidad del gozo que es la característica de una personalidad conscientemente arraigada en el reino del alma. (5 – 369).

(4) Para quienes luchan, perseveran y se esfuerzan, la alegría es múltiple cuando llega la materialización. El contraste causa alegría, pues conociendo el pasado de tinieblas, gozarán en la luz de la fructificación y poseerán la alegría del compañerismo experimentado y probado; los años habrán demostrado quiénes son los asociados elegidos, y en la comunidad del sufrimiento se fortalecerá el vínculo; la alegría de la paz después de la victoria será suya; para el cansado guerrero los frutos de la realización y el descanso son doblemente dulces; obtendrán la alegría de participar en el plan de los Maestros, y será correcto todo aquello que los asocie a Ellos más estrechamente; la alegría de haber ayudado a consolar a un mundo necesitado, de haber llevado luz a las almas ensombrecidas, de haber curado en alguna medida las llagas del sufrimiento del mundo, les pertenecerá, y tener conciencia de haber empleado bien los días y recibir la gratitud de las almas salvadas, trae la mayor de todas las alegrías la que experimenta un Maestro cuando sabe que ha contribuido a elevar a un hermano un poco más en la escala de evolución. Esta alegría les aguarda a ustedes, y no está muy lejana. De manera que, no trabajen para la alegría, sino hacia ella; no por la recompensa, sino por la necesidad interna de ayudar; no por la gratitud, sino por el impulso que sobreviene al percibir la visión y comprender la parte que les corresponde desempeñar para traer esa visión a la tierra.

Ayudará mucho saber diferenciar entre la felicidad, la alegría y la bienaventuranza:

Primero, la felicidad tiene su asiento en las emociones y es una reacción de la personalidad.

Segundo, la alegría es una cualidad del alma, sentida mentalmente cuando se efectúa el alineamiento.

Tercero, la beatitud es la naturaleza del espíritu, sobre lo cual es inútil hacer conjeturas, hasta que el alma se dé cuenta de su unicidad con el Padre. Esta comprensión viene después de una etapa anterior, en la que el yo personal se unifica con el alma. Por lo tanto, la especulación y el análisis, respecto a la naturaleza de la beatitud, no son de ningún beneficio para el hombre común, cuyas metáforas y terminología tienen por fuerza que ser personales y están relacionadas con el mundo de los sentidos. ¿El aspirante se refiere a su felicidad o a su alegría? Si es a esta última, debe ser efecto de la conciencia y solidaridad grupales, de la unicidad con todos los seres y, después de todo, no puede ser interpretado en términos de felicidad. La felicidad llega cuando la personalidad cumple con esas condiciones que satisfacen una u otra parte de su naturaleza inferior; cuando se experimenta una sensación de bienestar físico, contentamiento con su propio medio ambiente, con las personas que lo rodean o con las oportu­nidades y contactos mentales. La felicidad constituye la meta del yo separado.

Sin embargo, cuando tratamos de vivir como almas, no tenemos en cuenta la satisfacción del hombre inferior, sentimos alegría en nuestras relaciones grupales y en esas condiciones que conducen a una mejor expresión de las almas de aquellos con quienes nos ponemos en contacto. El hecho de aportar alegría a otros, a fin de producir condiciones mediante las cuales puedan expresarse mejor, podrá tener un efecto físico cuando tratamos de mejorar sus condiciones materiales, o un efecto emocional cuando nuestra presencia les trae paz y los eleva, o un resultado intelectual cuando los estimulamos a pensar clara y comprensivamente. Pero en nosotros su efecto es de alegría por haber sido altruista y desinteresada nuestra acción y no depende de las circunstancias o estado social del aspirante. Se renuncia forzosamente a gran parte de la felicidad cuando la salud es mala, el medio ambiente difícil y el "karma acumulado durante muchas vidas" agobia, o cuando las dificultades de la familia, nación o raza, pesan sobre la personalidad sensible. No debe confundirse la alegría con la felicidad de la juventud o la satisfacción auto­centrada de la persona egoísta o insensible, que se oculta detrás de sus deseos.

Parece una trivialidad y una paradoja ocultista decir que en medio de una profunda aflicción y desgracia de la personalidad, se puede conocer y sentir la alegría del alma. Sin embargo es así, y tal debe ser la meta del estudiante. (4– 268/70).

(5) El único remedio para esta inercia progresiva es ignorar el cuerpo y sentir alegría en la vivencia del servicio. No me refiero a enfermedades definidas o a serios impedimentos físicos; a éstos se les ha de dedicar el cuidado y la atención debidos; me refiero a los miles de hombres y mujeres que se quejan y preocupan de cuidarse a sí mismos, desperdiciando horas que podrían dedicarlas a servir a la humanidad. (8 – 146).

(6) Actualmente las razas están agobiadas por padecimientos y por una lamentable conformidad sicológica con el dolor y el sufrimiento. La clara luz del amor debe borrar todo esto y la felicidad será la tónica de la nueva era. (12 – 131).

(7) Estamos hoy en vísperas de grandes acontecimientos. La humanidad sigue su camino con renovado impulso. Ya no está en la encrucijada, sino que ha hecho decisiones irrevocables y la raza se encamina por un sendero que la conducirá oportunamente a la luz y a la paz. Hallará su camino hacia Ia paz que trasciende toda comprensión, porque será una paz independiente de las condiciones externas, y no se basará en lo que la actual humanidad define como paz. La raza tendrá la paz de la serenidad y de la alegría; la serenidad basada en la comprensión espiritual, y la alegría que no la afectarán las circunstancias. Alegría y serenidad no son una condición astral sino una reacción del alma. Estas cualidades no son el resultado de la disciplina de la naturaleza emocional, sino la reacción natural y automática del alma y la recompensa por haber logrado un alineamiento definitivo. Estas dos cualidades del alma, serenidad y alegría, indican que el alma, el ego, el Uno, que permanece solo, controla o domina a la personalidad, las circunstancias y todas las condiciones ambientales de la vida en los tres mundos. (15 – 163/4).

(8) El futuro, dentro de su silencio, contiene otro método para salvar a la humanidad. La copa del dolor y la agonía en la cruz, casi ha sido apurada. La alegría y la fortaleza ocuparán el correspondiente lugar. En lugar del dolor tendremos el gozo que redundará en felicidad y eventualmente conducirá a la bienaventuranza. Poseeremos la fortaleza con la cual sólo sabremos de victorias y no de derrotas.

Ahora nos hallamos sólo en el despuntar del alba, el alba de la era acuariana. La plena oleada de luz está inevitablemente en camino hacia nosotros. (18 – 198).

(9) Sea feliz, hermano mío. Aprenda a sentir gozo ‑basado en el conocimiento de que la humanidad ha triunfado siempre y ha avanzado y progresado a pesar de los aparentes fracasos y la destrucción de las civilizaciones pasadas ‑, gozo fundado en la inquebrantable creencia de que todos los hombres son almas y que los "puntos de crisis" son factores de utilidad comprobada para atraer el poder de esa alma, tanto en el hombre individual como en una raza o en toda la humanidad; gozo relacionado con la bienaventuranza que caracteriza al alma en su propio nivel, donde el aspecto forma de la manifes­tación no domina. Reflexione sobre estos pensamientos y recuerde que usted está enraizado en el centro de su Ser y, por consiguiente, puede ver al mundo realmente con visión ¡limitada, permanecer imperturbable, conociendo el fin desde el principio y sabiendo que el amor triunfará. (5 – 435/6).

(10) Que en estos días de dolor mundial, el amor y la alegría constituyan las notas clave de su vida, pues como grupo y como individuos poseen la vibración sanadora de la Jerarquía. (5 – 282).

(11) Lo exhorto a que cultive un espíritu gozoso, para liberarse y prestar mayor servicio. (5 – 139).

(12) Muchos, en los últimos años de su vida, viven, piensan y actúan en tal forma, que el alma aparta su atención. De esta manera sólo la personalidad permanece. A quienes pasaron el medio siglo, les diría: hagan frente al futuro con el mismo gozo que en la juventud, pero con la utilidad adicional de saber que poseen la sabiduría de la experiencia, el poder para comprender y que ninguna limitación física puede impedir al alma la expresión y el servicio útiles.

Quisiera recordarles algo que generalmente se olvida: Es mucho más fácil para el alma expresarse por intermedio de un cuerpo experimentado y de edad, que por intermedio de uno joven e inexperto, siempre que no haya ningún orgullo ni deseo egoísta, sino un deseo de amor y servicio. (5 – 431)-

(13) Reflexione sobre la alegría, la felicidad y la bienaventuranza. Estas despejarán los canales de la vida interna y llegarán, en amplio círculo, a muchos tipos de personas. Curarán y purificarán el cuerpo físico y le ayudarán a hacer su trabajo sin mucho esfuerzo; le otorgarán un adecuando sentido de valores y un desapego basado en el amor y no en el aislamiento. (5 – 168).

(14) Meditaciones sobre la Alegría:

  1. El Gozo del Alma irradia en mi vida, aligerando la carga que agobia a aquellos con quienes entro en contacto. El Gozo del Señor es mi fortaleza y me fortalezco al sentir gozo por los demás. (5 – 173).
  2. Gozo ‑Como un pájaro vuelo hacia el sol. Canta mi alma para que todos aquellos que encuentro puedan escuchar. (5 – 403).
  3. Trabajo afanosamente como lo hace la hormiga. Corro velozmente como la liebre en su senda. Con gozo trepo como lo hace la cabra, que escala el precipicio y permanece en la cima de la montaña. Asiduidad, rapidez y gozo, deben ser las notas clave de mi vida. Asiduidad en la tarea asignada, rapidez para aceptar lo que el Maestro dice, apresu­ramiento en mi camino para prestar servicio, y gozo para derramarlo sobre todos aquellos con quienes entro en contacto. Ese para mí es el Camino. (5 – 248).
  4. Que entone el canto del alma y sus claras notas traigan paz y gozo a los demás. Mi palabra de hoy es Gozo. (5 – 519).
  5. Sentado, guarde perfecto silencio y quietud internos, durante quince minutos, sin caer negativamente en semitrance, sino ser activamente consciente de ese centro interno de tranquilidad y paz donde el gozo y la bienaventuranza tiene su morada. (5 – 529).

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[5]

ALINEAMIENTO

(1) Siempre hay quienes expresan la característica de uno de estos distintos estados de conciencia. Muy pocos en la tierra, en la actualidad, son capaces de expresar un estado inferior de tan relativo desarrollo como el de la conciencia lemuriana. Son pocos también, en el otro extremo del Camino, los que expresan la perfección divina; entre estos dos extremos se encuentran todos los grados posibles de desarrollo y desenvolvimiento.

El hombre es, por lo tanto (desde el punto de vista de la expresión de la fuerza), un conglomerado de energías antagónicas y un activo centro de fuerzas en movimiento, que cambia constantemente su enfoque y contiene además numerosas corrientes de energía que presentan una confusa variedad de interrelación activa, interpenetración, lucha interna e interdependencia, hasta el momento en que las fuerzas de la personalidad (símbolo de la divina multiplicidad) son subyugadas o "aplacadas" por el alma dominante. Esto es lo que realmente se quiere significar al emplear la palabra alineamiento, que es el resultado de:

  1. El control que ejerce el alma sobre la personalidad.
  2. El descenso de la energía del alma al cerebro, por conducto de los cuerpos mental y emocional, produciendo así la subyugación de la naturaleza inferior, el despertamiento de la conciencia cerebral a la percepción del alma, y un nuevo alineamiento de los cuerpos.
  3. El correcto ordenamiento, de acuerdo al tipo de rayo, de las energías que animan y despiertan dinámicamente los centros a la actividad. Esto conduce eventualmente a que se efectúe un alineamiento directo de los centros de la columna vertebral, para que la energía del alma pueda ascender y descender a través de los centros desde el centro rector de la cabeza. Mientras se perfecciona este proceso a fin de que controle el alma (el período, desde el punto de vista de la conciencia limitadora de la personalidad, es muy extenso), el tipo de rayo al cual pertenecen los vehículos aparece constantemente, y el rayo de la personalidad comienza a controlar la vida; finalmente, el rayo del alma empieza a dominar al de la personalidad y a subyugar su actividad.

Con el tiempo, el rayo monádico asume el control, absorbiendo en sí mismo el rayo de la personalidad y el del alma (en la tercera y quinta iniciación) y así definitivamente se subyuga la cualidad y "permanece sólo Aquel Que Es". (15 – 264/5).

(2) Para los aspirantes y discípulos la tarea inmediata consiste en:

  1. La unificación de alma y cuerpo, por intermedio del alineamiento.
  2. Construcción del antakarana, empleando los seis métodos o medios que delineé anteriormente, y así evocar respuesta de la Tríada. El concepto alineamiento‑invocación‑evocación, constituye las tres ideas principales que deben recordar a medida que continúan en este estudio. (18 – 410).

(3) Los aspirantes y discípulos en probación, están ocupados con el proceso definido de centralizar su conciencia en el alma. Este proceso está compuesto de dos partes:

  1. La intensificación de la vida de la personalidad, para ser desarrollados al máximo, sus poderes individualistas.
  2. El avance hacia la luz y el contacto consciente con el alma involucra la primera etapa del proceso de alineamiento, el esfuerzo concen­trado y enfocado, de acuerdo al rayo y propósito de la vida del alma. Ello puede adoptar la forma de intensa dedicación a un esfuerzo científico, o de profunda concentración en el trabajo espiritual del mundo, o de consagración total al esfuerzo humanitario, no importa cuál sea. Llamo la atención sobre lo que acabo de decir. En cada caso el poder motivador debe ser el mejoramiento, llevado a cabo por medio de un máximo esfuerzo, pero ‑dados el recto móvil y el esfuerzo para desarrollar simultáneamente un buen carácter y un propósito estable‑ el aspirante a discípulo en probación hallará oportunamente que ha podido esta­blecer una definida relación con el alma; habrá descubierto que el sendero de contacto entre alma y cerebro, vía la mente, se ha abierto y que él ha dominado la primera etapa en el necesario proceso de alineamiento. (18 – 412).

(4) Tendieron a creer que el alineamiento es un proceso por el cual la personalidad se pone en relación con el alma, y exactamente es así. Sin embargo, alineamiento es un término que, en realidad, abarca cuatro procesos:

  1. El alineamiento del alma y la personalidad, da por resultado una relación consciente con el reino de Dios.
  2. El alineamiento del alma y la personalidad con el Ashrama, da por resultado una relación consciente con el Maestro del Ashrama.
  3. El alineamiento del iniciado de alto grado con la Tríada espiritual, da por resultado el reconocimiento de la energía monádica.
  4. El alineamiento de todos los centros en el cuerpo etérico del discípulo, otorga capacidad a estos centros de registrar y trasferir las energías que entran en el mecanismo inferior, como consecuencia de los tres alineamientos superiores ya enumerados. (6 – 140/1)

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[6]

EL ALMA

(1) "Materia es el vehículo para la manifestación del alma en este plano de existencia, y el alma es el vehículo, en un plano más elevado, para la manifestación del espíritu; los tres son una trinidad sintetizada por la vida que los compenetra".

El alma se desarrolla mediante el empleo de la materia, y llega a su culminación en el alma del hombre. (4 – 22/3).

(2) El alma es aún una cuantidad desconocida. No ocupa un real lugar en las teorías de los investigadores académicos y científicos. No ha sido comprobada, y es considerada aún por los académicos más liberales como una posible hipótesis, pero indemostrable. No es aceptada como una realidad en la conciencia de la raza. Sólo dos grupos de personas la aceptan como tal; uno de ellos el crédulo, no evolucio­nado, infantil, educado en las enseñanzas de cualesquiera de las Escrituras mundiales, estando religiosamente inclinado, acepta sin indagar los postulados de la religión, tales como el Alma Dios y la inmortalidad. El otro es ese pequeño grupo de Conocedores de Dios y de la realidad, que se agranda constantemente, que sabe que el alma es un hecho por propia experiencia, pero no puede probar satisfacto­riamente su existencia al hombre que acepta únicamente lo que la mente concreta puede captar, analizar, criticar y comprobar. (4 – 25).

(3) El alma es la cualidad manifestada por todas las formas. Es ese algo sutil que diferencia un elemento de otro, un mineral de otro. Es la intangible naturaleza esencial de la forma, que en el reino vegetal determina si germi­nará una rosa o una coliflor, un olmo o un berro; es ese tipo de energía que diferencia las variadas especies del reino animal y hace que un hombre sea distinto de otro en aspecto, naturaleza y carácter. (4 – 37).

(4) El alma no es ni espíritu ni materia, sino que relaciona a ambos. El alma es la intermediaria de esta dualidad; constituye el principio medio, el vínculo entre Dios y Su forma. El alma es, por consiguiente, otro nombre para el principio crístico, ya sea en la naturaleza o en el hombre.

El alma es el aspecto constructor de formas y el factor atractivo de todas las formas, que impele adelante a todas las criaturas de Dios en el sendero de la evolución, a través de un reino tras otro, hacia una meta final y una gloriosa consumación. (4 – 37/8).

(5) Las cualidades, vibraciones, colores y características de todos los reinos de la naturaleza, son cualidades del alma. Las cualidades se producen por medio de la interacción de los pares de opuestos, espíritu y materia, y su mutuo afecto. (4 – 38/9).

(6) El alma del género humano no sólo es una entidad que vincula espíritu y materia, mediadora entre la mónada y la personalidad, sino que tiene que desempeñar una función singular como mediadora entre los tres reinos superiores de la naturaleza y los tres inferiores. (4 – 47).

(7) Yo procuro asegurarles a mis compañeros peregrinos que las cosas pasajeras de los sentidos son sólo trivialidades, y no tienen valor alguno comparadas con las recompensas que recibirá aquí y en esta vida, el hombre que trata de fusionar su conciencia cotidiana con la de su propia alma. Entonces penetra en la comunidad de las almas y ya no está solo. Los períodos de soledad son únicamente el resultado de una errónea orientación y del aferramiento a aquello que oculta la visión y colma las manos en tal medida, que no puede apoderarse de lo que se ha denominado la “Joya en el loto" (4 – 77).

(8) La luz del alma es como un inmenso faro, cuyos haces luminosos pueden ser dirigidos en muchas direcciones y enfocados en muchos niveles. (10 – 113).

(9) La vestidura externa del alma (física, vital y síquica) es parte de la vestidura externa de Dios.

El alma del hombre autoconsciente se halla en armonía con el alma de todas las cosas. Es parte integrante del alma universal, y debido a eso puede llegar a percibir el propósito consciente de la Deidad, colaborar inteligentemente con la voluntad de Dios y trabajar con el plan de la Evolución.

El espíritu, en algún tiempo lejano, lo pondrá en armonía con ese aspecto de Dios que es trascendente, y así cada hijo de Dios hallará oportunamente su camino hacia ese centro ‑absorbido y abstraído‑ donde mora Dios, más allá de los confines del sistema solar. (14 – 68/9).

(10) Si se siguen estas líneas se acumularán pruebas de la existencia del alma. En la acumulación de testimonios y evidencias reside un fructífero campo de actividad. En el entrenamiento de un tipo más elevado de hombre a fin de que emplee la fuerza y los poderes del alma, y en el control entrenado de su mecanismo, se observará que lo así producido es de un orden muy elevado, y presentado en forma tan científica que se lo considerará justificable y de tanta importancia como cualquier punto de vista presentado hoy por los eminentes científicos en los distintos campos de la investigación. El estudio, del alma será, dentro de poco, una investigación tan legítima y respetable como la de cualquier problema científico, así como lo es la investigación de la naturaleza del átomo. La investigación del alma y de las leyes que la rigen, ocupará dentro de poco tiempo la atención de las mejores mentalidades. La nueva sicología logrará oportunamente comprobar la realidad de su existen­cia; paralelamente la respuesta intuitiva e instintiva del género humano a promover el crecimiento del alma, que emana del aspecto invisible de la vida, comprobará, constante y triunfalmente, la existencia de un ente espiritual en el hombre, ente omnisapiente inmortal, divino y creado. (14 – 103/4).

(11) La humanidad expresa dos aspectos del alma ‑ el alma animal y el alma divina ‑ y ambos, combinados y fusionados en le hombre, constituyen el alma humana. Este hecho origina los principales problemas del hombre, y estos dos factores lo envuelven en la larga lucha que conduce a la liberación del alma divina por la sublimación del alma animal. En estas palabras hay mucho para reflexionar. (14 – 202/3).

(12) En el plano de la existencia del alma no hay separación ni existe "mi alma y tu alma". Sólo en los tres mundos de la ilusión y de maya pensamos en términos de almas y cuerpos. (15 – 100).

(13) Alegría y serenidad no son una condición astral sino una reacción del alma. Estas cualidades no son el resultado de la disciplina de la naturaleza emocional, sino la reacción natural y automática del alma y la recompensa por haber logrado un alineamiento definitivo. Estas dos cualidades del alma, serenidad y alegría, indican que el alma, el ego, el Uno, que permanece solo, controla o domina a la personalidad, las circunstancias y todas las condiciones ambientales de la vida en los tres mundos. (15 – 1064).

(14) El discípulo sabe o está aprendiendo que él no es esto o aquello, sino la Vida misma. No es el cuerpo físico o su naturaleza emocional, ni en último análisis (frase muy esotérica), la mente o aquello mediante lo cual é1 conoce. Está aprendiendo que eso también debe ser trascendido y superado por el amor inteligente (lo cual sólo es posible después de desarrollar la mente) y comienza a conocerse como alma. Posteriormente llega al terrible "momento en el tiempo” cuando pendiente en el espacio descubre que 61 no es el alma. Entonces ¿qué es? Un punto de la divina voluntad dinámica enfocado en el alma, logrando la conciencia del Ser por el empleo de la forma. El es Voluntad, el regidor del tiempo y, con el tiempo, el organizador del espacio. (18 – 98/9).

(15) Cada uno debe aprender a pensar que los demás son almas y no seres humanos limitados. (5 – 27).

(16) Viva siempre por encima de su cuerpo físico, ignore cómo se siente y trate de morar en lo posible teniendo su conciencia vigílica fusionada y aunada con la del alma. Aunque no lo sienta, sabe que está allí. (5 – 398).

(17) Progresará hacia el centro de fusión en la medida en que una persona sea impresionada y controlada por el alma y luego se identifique con ella. A medida que se acreciente su amor por la humanidad y disminuya el interés en sí mismo, así progresará hacia ese centro de luz y amor, donde los Maestros residen como seres espirituales. (5 – 626).

Ver también: "El Ego" y (6 – 68, 255/6).

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[7]

ALMAS PERDIDAS

Si el hombre persiste vida tras vida en esta línea de acción, descuidando su desarrollo espiritual y concentrando su esfuerzo intelectual en la manipu­lación de la materia para fines egoístas, y si a pesar de las advertencias de su yo interno y de aquellos que vigilan, continúa haciéndolo durante un extenso período, puede acarrearse la propia destrucción, que significará el fin de su manvantara o ciclo ... ... puede llegar a destruir totalmente el átomo físico permanente y con ello cortar la conexión con el yo superior por eones de tiempo. H. P. B. se ha referido a algo de esto cuando habla de las "almas perdida?; aquí debemos hacer hincapié sobre la realidad de este terrible desastre. (3 – 128).

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[8]

EL AMOR

(1) Cuando el amor a todos los seres, sin tener en cuenta quienes son, comienza a ser una realidad en el corazón del discípulo y, al mismo tiempo, el amor a sí mismo no existe, indica que se está acercando al Portal de la Iniciación y puede prestar los juramentos preliminares necesarios, antes de que su Maestro entregue su nombre como solicitante de la iniciación. Si no le importa el sufrimiento y el dolor del yo inferior, si le resulta indiferente ser feliz o no, si el único propósito de su vida es servir y salvar al mundo y si las necesidades del prójimo son para él de mayor importancia que las propias, recién entonces el fuego del amor irradia de su ser y el mundo podrá sentirse confortado ante sus pies. Este amor debe ser una manifestación probada y práctica y no sólo una teoría ni simplemente un ideal impracticable y un sentimiento grato, sino algo surgido de las experiencias y pruebas de la vida, de tal modo que el primer impulso de la vida sea el autosacrificio y la inmolación de la naturaleza inferior. (1 – 156/7).

(2) Podría escribirse un tratado sobre el amor sin agotar el tema. Mucha luz se obtendrá si podemos meditar profundamente sobre las tres expresiones del Amor: el Amor expresado por la Personalidad, por el Ego y por la Mónada. La Personalidad desarrolla el amor gradualmente por medio de las etapas del amor al yo, pura, simple y totalmente egoísta, el amor a la familia y a los amigos, a los hombres y mujeres, hasta llegar a la etapa del amor a la humanidad o a la conciencia del amor grupal, característica predominante del Ego. Un Maestro de Compasión ama, sufre y permanece con los de su clase y sus allegados. El Ego desarrolla gradualmente el Amor a la humanidad hasta llegar al amor universal, no expresa solamente amor a la humanidad sino también a todas las envolturas dévicas y a todas las formas de manifestación divina. La personalidad expresa el amor en los tres mundos, el Ego expresa el amor en el sistema solar y todo su contenido; mientras que el amor expresado por la Mónada demuestra en alguna medida el amor cósmico, abarcando mucho de lo que se halla fuera de todo el sistema solar. (3 – 484).

(3) El amor fue el motivo impulsor para la manifestación, y mantiene todo en secuencia ordenada; conduciéndolo hacia el sendero de retorno al seno del Padre y, oportunamente, perfecciona todo lo que existe. (3 – 485).

(4) A medida que la evolución prosigue, se muestra como expansión gradual de la facultad de amar, pasando por las etapas del amor al compañero, amor familiar, a los allegados, hasta el amor por el propio medio ambiente; más tarde el patriotismo es reemplazado por el amor a la humanidad, a menudo la humanidad lo personifica en uno de los Grandes Seres. (3 – 485/6).

(5) El hombre por medio del servicio aprende el poder del amor en su significado oculto. Da, y por lo tanto recibe; vive la vida de renunciación, y las riquezas del cielo afluyen a él; da lo que posee, y a su vez es colmado hasta la saciedad; nada pide para sí y es el hombre más rico de la tierra. (4 – 96).

(6) Esta energía del amor está concentrada principalmente (para los fines de la actividad jerárquica) en el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Este grupo ha sido elegido por la Jerarquía como Su principal canal de expresión; está compuesto por todos los discípulos de] mundo y los iniciados activos; extrae sus representantes de cada grupo de idealistas y servidores y de todo grupo de personas que expresan el pensamiento humano, especialmente en lo que respecta al mejoramiento y elevación humanos. A través de ellos puede expresarse la potencia de amor‑sabiduría. Con frecuencia dichas personas son incomprendidas, porque el amor que expresan difiere ampliamente del interés personal, sentimental y afectivo, del trabajador común. Los miembros del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo se ocupan principalmente de los intereses y del bien de todo el grupo al que están asociados, pero no de los mezquinos intereses del individuo ‑preocupado en sus pequeños problemas y asuntos. Esto expone al servidor a ser criticado por los individuos, y debe aprender a soportarlo y no prestarle atención. El amor grupal verdadero es de mayor importancia que las relaciones personales, por más que se satisfagan cuando surge la necesidad (obsérvese que digo necesidad). Los discípulos aprenden a captar la necesidad del amor grupal y a corregir su conducta de acuerdo al bien del grupo, pero no le es fácil al individuo interesado en sí mismo captar esta diferencia. Por medio de los discípulos que han aprendido a diferenciar entre los intereses mezquinos del individuo más su propio interés y las necesidades y urgencias del trabajo y amor grupales, la Jerarquía puede actuar y realizar los cambios mundiales necesarios, siendo principalmente cambios de conciencia. (9 – 19).

(7) El amor, para mucha gente, en realidad para la mayoría, no es realmente amor sino una mezcla de deseo de amar y deseo de ser amado, más un deseo de realizar cualquier cosa para demostrar y evocar este sentimiento y, en consecuencia, sentirse más cómodo en su propia vida interna.

Este seudo amor, basado principalmente en la teoría del amor y el servicio, caracteriza a innumerables relaciones humanas, tales como las existentes entre marido y mujer o padres e hijos. Ilusionados por un sentimiento hacia ellos y conociendo muy poco el amor del alma, que es libre en sí mismo y deja libres también a otros, deambulan en una densa bruma, hundiendo a menudo con ellos a quienes desean servir, esperando recibir afecto recíproco. Refle­xionan sobre la palabra "afecto" y obtendrán su verdadero significado. Afecto no es amor, sino ese deseo que expresamos mediante un esfuerzo del cuerpo astral, afectando esa actividad nuestros contactos; tampoco es el espontáneo altruismo del alma que no pide nada para el yo separado. Este espejismo del sentimiento aprisiona y confunde a toda la gente buena del mundo, imponiéndole obligaciones que no existen y produciendo un espejismo que debe ser disipado oportunamente mediante la difusión del amor verdadero y desinteresado. (10 – 64/5).

(8) Sólo un pensamiento le daré para que lo repita, siempre que se sienta desalentado, cansado o débil:

"En el centro de todo amor yo permanezco y nada puede llegarme aquí y desde ese centro me exteriorizaré para amar y servir". (5 – 485).

(9) Que el amor sea la nota clave en todas las relaciones, porque el poder que salvará al mundo es la precipitación del amor. (13 – 279).

(10) El amor no es un sentimiento tú una emoción, tampoco un deseo o móvil egoísta para actuar correctamente en la vida diaria. Amar es esgrimir la fuerza que guía los mundos y conduce a la integración, unidad e inclusividad, que impele a actuar a la Deidad misma. El amor es algo muy difícil de cultivar, debido al egoísmo inherente de la naturaleza humana, y difícil de aplicar en todas las condiciones de la vida, y su expresión exigirá al máximo lo que puedan dar y el abandono de toda actividad personal egoísta. (5 – 25).

(11) Elimine cualquier pensamiento que no sea amoroso, deseche toda crítica y aprenda a amar a todos los seres, no teóricamente sino de hecho y en verdad. (5 – 439/40).

(12) Les recordaré que en estos momentos de prueba yo, su Maestro, los amo y protejo, pues sus almas y la mía son una sola. No se preocupen indebidamente. Para el alma no hay luz ni oscuridad, sino sólo existencia y amor. Dependan de esto. No hay separación, sino únicamente identificación del corazón con total amor; cuanto más amor demuestren, más amor puede llegar a otros a través de ustedes. Las cadenas del amor unen el mundo de los hombres y el mundo de las formas, constituyendo la gran cadena de la Jerarquía. El esfuerzo espiritual que se les pide realizar es desarrollarse y llegar a ser un centro vibrante y poderoso de ese fundamental Amor universal. (6 – 37).

Ver también: (6 – 465).

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[9]

ANTAKARANA

(1) La educación también debería ocuparse, durante la nueva era, de eliminar la brecha que existe entre los tres aspectos de la naturaleza mental: el alma y la mente inferior, estableciendo así la unificación entre el alma y la personalidad, y entre la mente inferior, el alma y la mente superior. La raza está preparada para eso y, por primera vez en la existencia humana, el trabajo de unión puede progresar en una escala relativamente amplia. No necesito extenderme sobre el particular porque concierne a los tecnicismos de la Sabiduría Antigua, a lo cual me he referido ampliamente en otros libros. (12 – 23).

(2) La educación es por lo tanto la Ciencia del Antakarana. Ciencia y término que constituyen la forma esotérica de expresar la veracidad de erigir dicho puente. El antakarana es el puente que el hombre construye median¬te la meditación, la comprensión y el trabajo creador y mágico del alma entre los tres aspectos de su naturaleza mental. En consecuencia los objetivos primordiales de la educación del futuro serán:

  1. Establecer el alineamiento entre la mente y el cerebro, mediante la correcta comprensión de la constitución interna del hombre, particu¬larmente del cuerpo etérico y los centros de fuerza.
  2. Erigir un puente entre el cerebro, la mente y el alma, para obtener una personalidad integrada, como la expresión del constante desarrollo del alma que mora internamente.
  3. Construir el puente entre la mente inferior, el alma y la mente superior, a fin de alcanzar la iluminación de la personalidad. (12 – 23/4).

(3) "Antes de que el hombre pueda hollar el sendero, debe convertirse en el Sendero mismo". Antakarana es simbólicamente el Sendero. Esta es una de las paradojas de la ciencia esotérica. Paso a paso y etapa tras etapa construi¬mos ese sendero, así como la araña teje su tela. "Ese camino de retorno", realizado dentro de nosotros mismos, es el camino que debemos descubrir y recorrer. (12 – 24/5).

Los estudiantes deben entrenarse para saber distinguir la diferencia que existe entre el sutratma y el antakarana, o el hilo de la vida y el de la conciencia. Uno es la base de la inmortalidad; el otro la base de la continuidad. He aquí una sutil diferenciación para el investigador.

(4) El sutratma es la corriente directa de la vida ininterrumpida e inmutable, que puede considerarse, simbólicamente, como una corriente directa de energía viviente que fluye del centro a la periferia y de la fuente de origen a la manifestación externa, o apariencia fenoménica. El Sutratma es la vida.

El hilo de la conciencia (antakarana)... es el hilo que se teje debido a la aparición de la vida dentro de la forma, en el plano físico. Hablando nuevamente en forma simbólica, se podría decir que el sutratma actúa de arriba hacia abajo, y es la precipitación de la vida a la manifestación externa. El antakarana se teje, se desarrolla y se crea, como resultado de la creación primaria, y actúa de abajo arriba, de lo externo a lo interno, desde el mundo fenoménico exotérico al mundo de las realidades subjetivas y de significados. (12 – 421/3).

(5) El hombre descubre entonces un aspecto de sí mismo que ni ha soñado en las primeras etapas de su desarrollo. Descubre el alma y pasa por la ilusión de la dualidad, etapa necesaria, aunque no permanente.

Trata de fusionarse con el alma y de identificarse él, la personalidad consciente, con el alma influyente. Aquí, técnicamente hablando, debe co¬menzar la verdadera construcción del antakarana, el puente entre la personalidad y el alma. (12 – 44).

(6) La Ciencia del Antakarana. Esta nueva y verdadera ciencia de la mente empleará sustancia mental para construir el puente entre la personalidad y el alma, y luego entre el alma y la Tríada espiritual. Esto significa trabajar activamente con sustancia más sutil que la de los tres mundos de la evolución humana común, y concierne a la sustancia de los tres niveles superiores del plano mental. Cuando se hayan construido estos puentes simbólicos se faci­litará la corriente o la afluencia de la conciencia y se producirá esa continui­dad de conciencia o sentido de percepción ininterrumpida, que eliminará finalmente el temor a la muerte, suprimirá todo sentido de separatividad y hará que el hombre responda, a través de su conciencia cerebral, a las impresiones que le llegan de los reinos espirituales superiores o de la Mente de Dios. De esta manera podrá ser iniciado más fácilmente en los propósitos y planes del Creador. (12 – 107/8).

(7) La construcción de la segunda mitad del antakarana (que elimina la distancia de la conciencia entre el alma y la tríada espiritual) se denomina la ciencia de la visión, porque así como la primera mitad del puente se construye empleando la sustancia mental, la segunda parte se construye empleando la sustancia de la luz. (12 – 109).

(8) La Ciencia del Antakarana está relacionada con todo el problema de la energía, pero especialmente con la energía manipulada por el individuo y las fuerzas mediante las cuales él se relaciona con otros individuos o grupos. (12 – 151).

(9) La Ciencia del Antakarana es la ciencia del triple hilo que existe desde el principio mismo de los tiempos y une al hombre, como individuo, a su origen monádico. El reconocimiento de este hilo y su empleo consciente como Sendero y como medio de hacer contactos cada vez más amplios, llega relativamente tarde en el proceso evolutivo. La meta de todos los aspirantes y discípulos es llegar a percibir esta corriente de energía con sus variadas diversificaciones y a emplear conscientemente estas energías de dos maneras: en el autodesarrollo, internamente, y en servicio al plan para la humanidad. (12 – 154).

(10) La Ciencia del Antakarana se refiere, por lo tanto, a todo el sistema de energía entrante, con los procesos de su utilización, trasformación y fusión. Trata también de las energías salientes y su relación con el medio ambiente, constituyendo la base de la ciencia de los centros de fuerza. (12 – 155).

(11) El antakarana es por lo tanto el hilo de la conciencia y de la inteligencia, y el agente que responde a todas las reacciones sensoriales. (12 – 156).

Ver también: (6 – 175/6, 355/6), (18 – 364/412).

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