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En el mundo actual tenemos una reconocida división que debe ser salvada, conocida generalmente como la división entre "Este y Oeste", pero dándole un nombre más exacto, es entre "Oriente y Occidente". Sin embargo, detrás de las diferencias de cultura, tradición, religión, ideología y costumbres sociales, existe un creciente intercambio de pensamiento y comprensión mental. Un poderoso estímulo para esta relación mental puede ser la creciente tendencia del occidental a cultivar la ciencia de la meditación, largamente practicada en Oriente como parte esencial de la experiencia religiosa y espiritual. En esta época, y a medida que avanzamos hacia la era de Acuario, de orientación mental, con un creciente número de hombres y mujeres que transfieren su enfoque emocional al mental, la ciencia de la meditación como una técnica de entrenamiento mental de concentración e invocación se practicaré cada vez más en Occidente.

Sin embargo, existen áreas más profundas de la vida y la conciencia que pueden ser penetradas y reveladas por la meditación. La Meditación, en el sentido oculto, no sólo es una técnica de entrenamiento mental, sino un medio para lograr alineamiento, unión e identificación con el alma, con Cristo y finalmente con "el Padre". A diferencia de la experiencia de unión mística, la meditación oculta establece un proceso científico por el cual las causas puestas en movimiento producirán efectos identificables, que pueden repetirse a voluntad. Ésta es una técnica que debe ser dominada por la mente; comprende una intensa actividad mental seguida de quietud absoluta, con la capacidad de controlar y ordenar así la mente, de manera que entra en acción o se aquieta, para "reflejar" a voluntad.

El primer propósito de esta forma de meditación es la integración consciente del alma y la personalidad, para que la vivencia del alma pueda impresionar e influenciar la cualidad de la vida de la personalidad. Esto impulsa al hombre constantemente hacia ese centro de conciencia que está dentro del planeta que llamamos la Jerarquía espiritual, el Reino de Dios; el Hombre espiritual entonces asume el control y el potencial divino se despliega.

Dado que en la meditación estamos tratando con un flujo de energía que literalmente es ardiente e impersonal, existen trampas y peligros que deben ser entendidos y evitados; éstos también se abordan, como también los colores y sonidos que corresponden a las diferentes energías de rayo que, hablando ocultamente, son vibraciones de frecuencias diferentes.

Mirando hacia el futuro, el autor predice el aumento de la influencia de la ciencia de la meditación, que oportunamente conducirá a establecer escuelas de meditación bajo la guía e instrucción de discípulos iniciados.  Estas escuelas serán de dos clases: preparatorias y las de verdadero entrenamiento de estudiantes para la iniciación.  El objetivo final de estas escuelas de entrenamiento integral será proporcionar discípulos cualificados para el servicio planetario. En todo trabajo de entrenamiento inspirado por la Jerarquía, el móvil es el Servicio – el efecto espontáneo del contacto con el alma en el discípulo motivado abnegadamente.

“El móvil se puede condensar en pocas palabras: El sacrificio del yo personal por el bien del Yo Uno.

El método también se puede concretar: Control inteligente de la personalidad y discriminación respecto al trabajo y al tiempo.

La actitud resultante será: Total desapasionamiento y un creciente amor por lo invisible y lo real.

Todo se alcanzará practicando persistentemente la Meditación ocultista”.