Boletín 2020 #1: Los Problemas de la Humanidad - Soluciones para el Mundo


La atención del mundo está atrapada por la pandemia del Coronavirus. A medida que se ha intensificado, ha sacado a la luz ciertas cuestiones que la humanidad deberá resolver para que podamos construir un mundo que funcione para todos, como encontrar un sano equilibrio entre las necesidades de la gente y el flujo del capital en la economía.  Uno de los principales propósitos de Buena Voluntad Mundial es revelar las causas subyacentes en los problemas globales, inspirando a la humanidad a construir soluciones iluminadas.

Una de las formas en las que lo hacemos es nuestro curso de estudio, inspirado por el libro Los Problemas de la Humanidad de Alice A. Bailey. Se ofrece a todas las personas de buena voluntad como un medio para participar en un servicio mundial definido.

En la actualidad consta de siete cuadernos de estudio – un cuaderno introductorio, seguido por seis grandes áreas problemáticas identificadas en el libro:

La Rehabilitación psicológica de las naciones
El problema de los niños del mundo
El problema del capital, el trabajo y el empleo
El problema de las minorías raciales
El problema de las iglesias
El problema de la unidad internacional.

Estás áreas problemáticas no son exclusivas de ninguna nación o grupo, sino que conciernen a toda la humanidad entera. Forman parte de los debates públicos en todos los países y en todos los medios de comunicación, física y digital. Ahora, más que nunca, el futuro depende de que las personas de buena voluntad desempeñen un papel positivo y predominante en esta reflexión y discusión, aportando comprensión espiritual al debate global.

El libro fue escrito durante y justo después del fin de la II Guerra Mundial, y su división en seis áreas problemáticas es algo artificial, porque a medida que nos adentramos en la Era de Acuario, una perspectiva mundial más sintética revela las complejas interrelaciones existentes entre todas las áreas del pensamiento y la acción humanos. Como resultado, muchas personas están percibiendo nuevas variaciones y extensiones de estos problemas. Un ejemplo obvio es la aparición del reconocimiento de que nuestras relaciones con los reinos animal, vegetal y mineral están desequilibradas, conduciendo al cambio climático y a la destrucción de la biodiversidad e integridad de numerosos ecosistemas. Aún así, este contexto ofrece un punto de partida útil para reflexionar sobre las cuestiones decisivas que la humanidad debe resolver para que podamos construir un mundo más justo, equitativo y pacífico. Y los principios fundamentales destacados en el libro mantienen una trascendencia atemporal.

Para que este enfoque resulte útil, es esencial rechazar una interpretación superficial de los acontecimientos, y buscar en su lugar las causas subyacentes. Esto requiere la capacidad de penetrar en el mundo del significado, y de transmitir la comprensión iluminada y la dirección del alma, vía la mente, a nuestra percepción cotidiana. De esta manera, la reflexiva consideración y la actitud meditativa de miles de personas sinceras esforzándose por encontrar una solución a los problemas de la humanidad en términos de correctas relaciones humanas, puede forjar un vínculo subjetivo entre la humanidad y su origen espiritual.

Cada cuaderno de estudio incluye una sugerencia de meditación, acompañada por un “pensamiento simiente”. Si este pensamiento se considera en relación con el material estudiado y se introduce en la meditación diaria, puede germinar, crecer y florecer con ideas creativas.

Los dos requisitos clave son: una actitud de buena voluntad hacia todo (un corazón abierto), y una mente abierta. La evaluación y expresión de estos problemas debería enfocarse desde un espíritu de buena voluntad. El curso es utilizado por personas de muy distintas razas, naciones y religiones y, como resultado, las actitudes respecto a los problemas estudiados serán significativamente diferentes. Estas diferencias tienen un valor inmenso en el efecto de nuestro trabajo sobre la consciencia humana. Todos tendremos nuestro punto de vista, pero tenemos la responsabilidad de asegurarnos de que nuestra visión se basa en una reflexión considerada y no es el resultado de prejuicios, o de una aceptación vaga y generalizada de las cosas tal como son. Ninguno de nosotros tiene derecho a pensar que sólo nuestras ideas son correctas. El objetivo es que cada uno de nosotros pensemos por nosotros mismos, y consideremos los problemas inteligente e intuitivamente. Entonces, deberíamos ser capaces de formular nuestras propias ideas basándonos en:

Las causas subyacentes a los problemas.
Las medidas posibles para resolverlas.
Lo que pueda ser nuestra responsabilidad personal en relación con los problemas.

El objetivo no es producir soluciones generales, una tarea fuera del alcance de cualquier individuo y más apropiada para quienes trabajan en un campo específico. Sin embargo, cada uno podemos llegar a una comprensión más clara de las acciones pasadas, las condiciones presentes y las posibilidades futuras; podemos identificar las escuelas de pensamiento que nos parecen más constructivas y prácticas; y podemos prepararnos para emprender un nuevo esfuerzo espiritual. Esto no es algo fácil de hacer, porque requiere sacrificio y la voluntad de reorganizar nuestro tiempo. Pero emprender una acción correcta en este sentido evocará una creciente compasión, y una comprensión más profunda de las luchas a las que se enfrentan personas de todo el mundo.

El curso se ha diseñado con la esperanza de que conduzca a dos importantes resultados:

Nos ayudará a encontrar nuestro campo de servicio en el mundo (si es que no lo hemos encontrado ya).

Contribuirá a la creación de una “forma mental de solución” en la consciencia humana que ayudará al establecimiento de las correctas relaciones humanas. La claridad de pensamiento, motivada por la buena voluntad, ayudará sin duda a purificar la atmósfera emocional y mental en la que estas difíciles cuestiones se implantan.

Para que las cualidades del amor y la unidad –la esencia de las correctas relaciones humanas– condicionen los asuntos mundiales, se necesitan nuevas formas de pensar y visualizar. El correcto pensar de las personas de buena voluntad sobre estos graves problemas crea un cuerpo de pensamiento dinámico, magnético y penetrante, que influye poderosamente en los corazones y mentes de las personas en todas partes.

La luz de esta visión inclusiva revela la crisis de actitudes y valores erróneos que reside en el centro de todo problema. El separatismo, el egoísmo y el materialismo son las causas fundamentales de las distorsiones en las relaciones humanas que se manifiestan como pobreza, carrera de armamento, racismo, y nuestras muchas otras enfermedades sociales críticas. La liberación del espíritu humano depende del despertar de dos reconocimientos centrados en el corazón: de la humanidad Una, el mundo Uno y la vida Una; y del valor intrínseco y singularidad de cada ser humano individual. También depende de los valores que están empezando a realizarse ahora y cualificando la consciencia humana – buena voluntad, justicia, libertades correctas para todos, la correcta responsabilidad de cada uno por los demás, el correcto compartir y la cooperación, y las correctas relaciones internacionales. Todos nosotros somos los responsables de crear condiciones mundiales de justicia, unidad y paz.

Gran parte de la belleza de la humanidad del presente reside en el trabajo de los muchos miles de ONGs, de la ONU y sus agencias, y de la multitud de poderosas campañas específicas. En su conjunto, muestran una humanidad desarrollando y expresando dinámicamente la vida del Alma. Muchas personas encuentran verdaderas oportunidades de servir participando o bien apoyando una y otra de ellas. Y aunque estas oportunidades no son asequibles a todos, todos pueden ayudar a clarificar la atmósfera mental reflexionando profundamente sobre estas cuestiones. Porque toda persona de buena voluntad se enfrenta hoy al desafío de convertirse en un ciudadano más amoroso e inteligentemente activo en el mundo exterior, y al de desarrollar una vida interior enfocada en la mente y el alma.

Es muy fácil enfocar nuestro pensamiento en el mundo exterior de los efectos, pero el verdadero desafío para nosotros es ver las crisis que la humanidad ha precipitado y a las que debe enfrentarse desde la perspectiva del desapasionado y desapegado grupo conocido como los Observadores Entrenados, del que se dice que es uno de los diez grupos simiente contenidos en el nuevo grupo de servidores del mundo*. Cuando combinamos esto con el intento por contactar las Ideas Divinas del Plan para la evolución espiritual, tal como lo conciben las mentes de esos grandes trabajadores espirituales a los que se conoce por diversos nombres –la Comunión de los Santos, los Rishis, los Boddhisattvas, la Jerarquía espiritual– entonces, podemos ayudar a traer estas Ideas a una forma dinámica y práctica que beneficiará a todos los seres.   §

*   Para obtener un folleto sobre estos diez grupos simiente, por favor visite: bit.ly/tenseedgroups; para obtener un folleto sobre el nuevo grupo de servidores del mundo, visite:   bit.ly/ngwsbooklet

El problema espiritual inmediato que todos enfrentamos es contrarrestar gradualmente el odio e iniciar la nueva técnica de la buena voluntad entrenada, ingeniosa, creadora y práctica.

La buena voluntad es el primer intento de la humanidad por expresar el amor divino. Su resultado será la paz en la tierra. Es tan simple y práctica que las personas no saben valorar su poder o efecto científico y dinámico. Una persona que practique la buena voluntad en una familia puede cambiar totalmente sus actitudes. La verdadera práctica de la buena voluntad entre los grupos, los partidos políticos y sectores religiosos de cualquier nación, y entre las naciones del mundo, podrá revolucionar el mundo. (Los Problemas de la Humanidad pp. 7-8, adaptadas)

Debemos ver a los países no solo unidos para vencer al virus, sino también para hacer frente a sus profundas consecuencias.

Ello significa diseñar políticas fiscales y monetarias capaces de apoyar la provisión directa de recursos para apoyar a los trabajadores y los hogares, la provisión de seguros de salud y de desempleo, el aumento de la protección social y el apoyo a las empresas para evitar las quiebras y las pérdidas masivas de puestos de trabajo.

Lo que se necesita es una respuesta multilateral en gran escala, coordinada y amplia que ascienda al menos al 10% del producto interno bruto mundial.
António Guterres, Secretario General de la ONU

Dadas las extensas implicaciones y el alcance de estas áreas de problemas, hemos decidido centrarnos en tres de ellas en este número. Los siguientes artículos, sobre la rehabilitación psicológica de las naciones; el problema de los niños del mundo y el problema de las iglesias, introducen estas cuestiones desde diversas perspectivas, e invitan al lector a contemplar algunas de las implicaciones más profundas de la forma en la que actualmente estructuramos nuestras sociedades.

Las prioridades de la Humanidad son el centro de atención ahora, como resultado de la pandemia; y estamos comprendiendo lo interdependientes que realmente somos, y cuánto esfuerzo y sacrificio requieren cosas simples que normalmente damos por sentado, como cosechar alimentos o reponer estantes, así como el cuidado de los enfermos, los ancianos y los vulnerables. Nuestras reflexiones colectivas sobre qué es verdaderamente importante durante este tiempo pueden darnos una nueva perspectiva sobre como abordar los problemas a los que todas las sociedades se enfrentan. 

 

LA RENOVACIÓN PSICOLÓGICA DE UNA NACIÓN – ¿QUÉ SIGNIFICA ESO?

La cuestión de la renovación psicológica trae a la mente varios conceptos interesantes. En primer lugar, renovación: una transición de lo viejo a lo nuevo contiene cierto tipo de elemento temporal. Podemos observar los problemas mundiales del pasado, el presente y el futuro. Gran parte de nuestra percepción depende de la perspectiva que tengamos.

Por ejemplo, en 1820, es decir hace dos siglos, un 94% de la población mundial vivía en la pobreza, con un 84% en una pobreza extrema, y el primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es erradicar la pobreza completamente para 2030.  El quinto ODS es lograr la igualdad de género. Hace cincuenta años semejante objetivo habría parecido muy lejano: a las mujeres que asistieron a la reunión del Foro Económico Mundial en 1970 no se les permitió participar, únicamente escuchar los debates. Ahora, al menos en occidente, el feminismo ha realizado avances considerables en el mundo laboral, la política y la cultura, aunque la igualdad total sigue siendo esquiva. Pero en muchas partes del mundo siguen existiendo barreras por parte de las tradiciones culturales y religiosas, y la educación de las niñas es prioritaria en el sistema de la ONU.

En el libro Los Problemas de la Humanidad (que emplea el término “Rehabilitación” en lugar de “Renovación”), se examinan varias naciones. Lógicamente, Alemania y Japón fueron casos especiales. ¿Qué aspecto tiene esto, 75 años después del final de la Gran Guerra? En el Foro Mundial del Holocausto, en el Memorial del Holocausto Yad Vashem de Jerusalén, Frank Walter Steinmeier –el actual presidente de Alemania– dijo: “Yo, también, me encuentro ante este monumento como ser humano –y como alemán. … y me inclino en profundo dolor”. Y continuó: “Y esto también debe decirse aquí: los perpetradores eran seres humanos. Eran alemanes. Los que asesinaron, los que planificaron y ayudaron en el asesinato, los muchos que acataron las órdenes en silencio: eran alemanes”.

Para hacer la transición de lo viejo a lo nuevo, necesitamos enfrentarnos al pasado sin dejar nada “bajo la alfombra”. Y, aún así, la transición no está exenta de problemas. El Sr. Steinmeier también dijo: “…Sí, nosotros, los alemanes, recordamos. Pero a veces parece como si comprendiésemos mejor el pasado que el presente. Los espíritus del mal están emergiendo bajo un nuevo aspecto, presentando su pensamiento antisemita, racista y autoritario como una respuesta al futuro, una nueva solución a los problemas de nuestros tiempos. Me gustaría poder decir que los alemanes hemos aprendido de la historia de una vez por todas, pero no puedo decirlo cuando el odio se está extendiendo” (1). Otras naciones también han buscado una renovación psicológica, como con el trabajo de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación en Sudáfrica; pero todavía queda mucho trabajo por hacer.

El establecimiento de Naciones Unidas con su Carta (“Nosotros los pueblos…), la Declaración Universal de los Derechos Humanos y muchos otros eventos testimonian un espíritu enfocado en la humanidad una, que predominó en los primeros años después de la guerra. Cada nación podía extraer la inspiración para su renovación psicológica de estos eventos. Sin embargo, hoy en día Naciones Unidas opera con un presupuesto que es ridículo comparado con los problemas que se supone que aborda.

Puede que sea un tanto aleccionador, pero en los primeros párrafos del libro, leemos: “El problema psicológico implicado tiene un trasfondo de siglos; es inherente al alma de cada nación y condiciona actualmente la mente de todos esos pueblos. Aquí reside la mayor dificultad, la cual no cederá fácilmente ante cualquier esfuerzo o empresa espiritual, aunque sea llevada a cabo por las iglesias organizadas… o los grupos e individuos orientados espiritualmente”. (2)

Se nos dice que una nación es algo más que un conjunto de seres humanos contenidos en un área geográfica: se trata de una entidad provista de alma por derecho propio. Puede tender al altruismo, así como al egoísmo, como cualquier individuo. Tiene sus propias fortalezas y debilidades, y una contribución particular que aportar al mundo de las naciones. Cuando el alma de una nación empieza a dominar, tenderá automáticamente a la humanidad Una –cuando domina la personalidad de una nación, se centrará principalmente en sí misma.

¿Y qué hay del futuro? El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, utilizó su discurso anual sobre el Estado del Mundo para la Asamblea General en febrero para perfilar sus prioridades en 2020 (3). Destacó cuatro amenazas al progreso en el siglo XXI:

1. Las crecientes tensiones geoestratégicas y la violencia colectiva en estados frágiles, creando una crisis de refugiados sin precedentes.
2. La catástrofe climática.
3. El aumento de la desconfianza respecto a las instituciones de gobierno globales, regionales y nacionales.
4. El lado oscuro del mundo digital.

Las causas subyacentes de los puntos 1 y 3 pueden detectarse fácilmente en el libro. Pero los problemas 2 y 4 no existían en el momento de escribirse Los problemas de la humanidad. El cambio climático puede estar relacionado con la forma en la que gestionamos los recursos de la Tierra. Y hay razones reales para ser cautos, como puede verse analizando el “Día de la Deuda Ecológica” (4). Este día simboliza el día en que la humanidad ha consumido tantos recursos de la tierra como esta puede producir en un año. A lo largo de los años ese día llega cada vez antes. Aún así, las raíces del cambio climático y el lado oscuro del mundo digital estaban ya presentes en los deseos rampantes y erróneamente dirigidos que subyacen en estas cuestiones.

El mundo digital, es decir, Internet y la inteligencia artificial –como tantas otras cosas– pueden utilizarse positiva o negativamente. Las noticias y las falsas noticias son difíciles de distinguir. Las redes sociales han destrozado muchas barreras, y redefinen constantemente el paisaje del pensamiento y la influencia de los medios de comunicación. La era de los demagogos todavía no ha finalizado, y pocas personas piensan verdaderamente por sí mismas. La clave aquí es elevar la consciencia mediante la educación –uno de los Objetivos del Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.

La renovación psicológica de una nación, o la transformación de nuestra sociedad, no es algo abstracto o independiente de cada uno de nosotros. Esto está hermosamente resumido por Krishnamurti cuando dijo:

No estamos hablando de una revolución interior como individuo –una cuestión de salvar tu pequeña alma individual– sino una revolución dentro de uno, como ser humano totalmente relacionado a los demás seres humanos.

Podemos separarnos en pequeñas y mezquinas individualidades, pero en lo más profundo, inconscientemente, somos la experiencia humana heredada de todos los tiempos; y los meros cambios superficiales a nivel económico o social, aunque puedan proporcionar un poco más de comodidad y conveniencia, no producen una nueva sociedad.

Nos concierne, no sólo la transformación total de la naturaleza del ser humano, sino llevar a cabo una sociedad diferente, una buena sociedad; y una buena sociedad no es posible si no hay seres humanos buenos.(5)  §

1.Charla de Frank-Walter Steinmeier en el Foro del Holocausto Mundial en el Memorial Yad Vashem de Jerusalén, bit.ly/steinmeierq

2. Alice Bailey, Los Problemas de la Humanidad, Editorial Fundación Lucis, pp. 9-10
3. bit.ly/SGremarks
4. overshootday.org
5. J. Krishnamurti, Saanen, Suiza, 18 Julio 1965; bit.ly/Krishnaq

La clave de las dificultades que sufre la humanidad… se debe a que recibió y no dio, aceptó y no compartió, acumuló y no distribuyó…

La humanidad nunca ha vivido realmente de acuerdo a la enseñanza recibida. La impresión espiritual transmitida, ya por el Cristo, el Buddha o Krishna (y dada a las masas por sus discípulos), no ha sido expresada como se esperaba. Los hombres no viven de acuerdo a lo que saben ni ponen en práctica sus conocimientos; interfieren la afluencia de luz, no se disciplinan, están controlados por el deseo codicioso y la ambición ilegal, en vez del conocimiento interno. Expresándolo más científicamente y desde el punto de vista esotérico: la impresión espiritual ha sido interrumpida, y también interferida la divina corriente circulatoria. La tarea de los discípulos del mundo es restablecer esta corriente y eliminar la interferencia. Tal es el principal problema que tienen ante sí las personas espirituales.  (Los Problemas de la Humanitdad p.8, adaptada)

En septiembre de 2015, en Naciones Unidas, tras años de negociaciones, se acordó que todas las naciones trabajarían individual y colectivamente para lograr diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODSs) para 2030. Estos objetivos nos conciernen a todos. Tienen el potencial de convertirse en un foco para las fuerzas de la buena voluntad en todos los sectores de la sociedad y podrían ser el vehículo que inspire las oleadas de actividad en cada sociedad y país. Todo el mundo necesita conocer los Objetivos. www.globalgoals.org

Buena Voluntad Mundial apoya los ODSs; bájese un PDF en bit.ly/WG-SDGS

 

LOS NIÑOS, LOS JÓVENES Y LA EDUCACIÓN

En estos momentos, la humanidad parece estar sumida en un ciclo de profunda crisis espiritual. Los hábitos de pensamiento y las expectativas que surgen de identidades pasadas entran en conflicto con las necesidades y desafíos del presente, especialmente dado que estas necesidades se ven cada vez más desde la elevada perspectiva de la totalidad y la interdependencia.

Una respuesta a esto es el desánimo. Sin embargo, la evolución de la especie se concentra gracias a nuestra respuesta a las crisis que producen los problemas de la humanidad. Las crisis desempeñan un papel vital en la evolución. Individuos y grupos son probados para descubrir su fuerza de propósito, pureza de motivación y voluntad de trabajar pragmáticamente trayendo a la manifestación intuiciones del destino futuro. Cuanto más conscientes seamos de los problemas, y de las cuestiones espirituales, psicológicas y estructurales que los causan, más probable será que vivamos de forma que busque resolver los problemas.

En la reciente reunión de cientos de docentes en la ONU, Ramu Damodaran, jefe de la Iniciativa Impacto Académico, citó una letra de canción de Bob Dylan: ‘No intentes cambiar lo que no puedes comprender’. Estaba hablando sobre la ira entre estudiantes y profesores en colegios y universidades hoy. Es emocional y reactiva, y a menudo carece de “comprensión de las cuestiones implicadas”. La Educación para la Paz, como comentó otro ponente, se percibe crecientemente como un enfoque transformador de la educación que está abordando esto, preparando a los estudiantes con la comprensión y habilidades necesarias para “construir un mundo más pacífico y preferible”.

La forma en la que nuestras naciones y culturas se preparan para la era de interdependencia de Acuario tiene su mejor exponente en el modo en que educamos a los niños y los jóvenes –no sólo en una escolarización formal, sino en todos los aspectos de la vida: familias, vecinos, medios sociales, películas, música, etc.

En el mejor de los casos, el viaje hacia la vida adulta es muy duro, una parte necesaria de la individualidad emergente. Pero en estos tiempos caóticos, el estrés se está volviendo extremo, como evidencia los fuertes incrementos en la tasa de suicidios de jóvenes (la segunda causa global de muerte en jóvenes de 15-29 años según la OMS); los problemas de ira; y los preocupantes niveles de comportamientos destructivos y adictivos. Ser padres (el proceso educativo por excelencia) nunca han sido tan profundamente retador como en el mundo actual.

En el núcleo del problema residen tres cuestiones fundamentales:

1.  Cómo proporcionar ambientes educativos adecuados en todo el mundo en los que los jóvenes se sientan seguros y valorados, mientras desarrollan las habilidades que necesitarán para sobrevivir y prosperar en el mundo.

2.  Cómo asegurar que los enfoques formales e informales de la educación desarrollen las cualidades únicas de cada estudiante, fomentando la creatividad inteligente, la flexibilidad de pensamiento, un espíritu de cooperación, y la capacidad de ver la relación entre la parte y la totalidad.

3. Cómo incluir una dimensión espiritual universal en todos los niveles de educación. Este es un requisito esencial para el desarrollo de ciudadanos responsables e implicados, que se comprometerán con la evolución de las correctas relaciones en la persona, la comunidad y el mundo.

Es importante no minimizar el alcance del problema. Existe evidencia de que la preocupación y acción globales respecto a los derechos y el bienestar de los niños está aumentando. Ello es especialmente llamativo en el apoyo expreso por parte de los gobiernos a la Declaración de los Derechos del Niño y en la amplia movilización para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2030.

El ODS 4 destaca la aspiración esencial de lograr acceso universal a una educación y aprendizaje de calidad para 2030. Hay muchos programas fuertemente respaldados por la ONU, eventos estratégicamente planificados e iniciativas de financiación global para desarrollar este objetivo. El problema es que, aún con todos estos esfuerzos, la UNESCO estima que “más de 220 millones de jóvenes seguirán sin escolarizar en 2030, y sólo seis de cada diez jóvenes completarán la educación secundaria”.

Entre todas las cuestiones urgentes a las que se enfrentan los pueblos del mundo y sus gobiernos, sigue habiendo una falta de foco en el núcleo necesario para proporcionar educación de calidad a todos los niños y jóvenes. El informe anual de UNICEF, El estado mundial de la infancia, proporciona una clara imagen del problema –pero lo hace junto con evidencia de la creciente respuesta de la humanidad, destacando ‘mejores prácticas’ pragmáticas y programas modelo que pueden ser adaptados y reproducidos por docentes de todo el mundo.

La buena noticia es que ahora hay un enorme surtido de modelos consolidados provenientes de distintas culturas y entornos económicos, a la vanguardia de una enseñanza de alta calidad, a veces dentro de un contexto espiritual universal. Como resultado, en la actualidad existe un número creciente de docentes experimentados e inspirados, trabajando en el espíritu del Plan evolutivo, que están experimentando y adaptando programas a las necesidades de los jóvenes a quienes sirven. Todos tendremos cierta experiencia de estos inspirados docentes en nuestras comunidades locales, pero merece la pena señalar la significativa difusión global de las escuelas Waldorf. Basadas en las enseñanzas de la antigua sabiduría de Rudolf Steiner, representan ahora el mayor movimiento de escuelas independientes del mundo, con escuelas y jardines de infancia en 80 países. Las escuelas Montessori, centradas en un acercamiento a la educación basado en el niño, a menudo con un elemento espiritual y religioso, también están ampliamente extendidas por el mundo.

Pero estas escuelas especializadas y vanguardistas, y otras como ellas, no son más que una muestra de las poderosas fuerzas de buena voluntad que han estado ganando terreno en las últimas décadas. Hay una extensa red de educadores e instituciones trabajando en campos como la educación para la paz, la educación para la ciudadanía global, y la educación en valores. Posiblemente, la cuestión principal a enfocar es la preparación de los educadores. Un ejemplo de lo que puede hacerse es Collaborative for Spirituality in Education (Colaborativa para la Espiritualidad en la Educación), basada en Columbia University Teachers College en Nueva York. Un sólido conjunto de investigaciones, publicaciones, entrenamiento y conferencias se proporciona al enorme grupo de pedagogos y estudiantes de pedagogía que están desarrollando un enfoque de “infancia integral”. Un estudio reciente realizado por el grupo descubrió que la cultura de una escuela es tan importante como su plan de estudios y que, contra toda expectativa, las escuelas con una “cultura de transformación” exitosa incluían los sectores público y privado, así como aquellos en áreas ricas o escasas en recursos.

Más allá de esto, hay innumerables programas desarrollando aptitudes de gestión de conflicto e ira en los jóvenes; grupos de atención plena y meditación para gente joven en prisiones y universidades; cursos de arte y música para despertar aspectos creativos y superiores de la psique de los jóvenes; y la inmensa ola de compromiso de la juventud con cuestiones globales como el cambio climático, donde la gente joven está intensificando sus aptitudes de servicio.

Tendemos a pensar que la educación consiste en lectura, escritura y matemáticas –pero incluso estos elementos tan básicos de la forma en que se prepara a los jóvenes para la vida adulta pueden enfocarse, y se están enfocando, desde una perspectiva transformadora y espiritual. En una era en la que se pone tanto énfasis en la comunicación, la lectura proporciona una vía para explorar ideas en la silenciosa privacidad de la mente; la escritura se considera, desde hace tiempo, como una forma de desarrollar y aclarar ideas y formas de pensar, libre de la intromisión de otros; y las matemáticas ofrecen una dimensión espiritual, conduciendo a una intensificación de la percepción de cantidad, estructura, abstracción, y el proceso creativo de traer lo abstracto a la manifestación.  §

La educación tiene tres grandes objetivos, desde el punto de vista del progreso humano:

Primero… debe hacer del hombre un ciudadano inteligente, un padre sensato y una personalidad controlada; debe capacitarlo para que desempeñe su parte en el trabajo mundial, prepararle para vivir en paz y en colaboración y armonía con sus semejantes.
Segundo, debe permitirle eliminar la brecha que existe entre los diversos aspectos de su naturaleza mental…

[Estos tres aspectos] constituyen la parte más importante de su naturaleza:
1. Su mente concreta inferior, el principio razonador. Éste es el aspecto… que nuestros procesos educativos pretenden tratar.
2. El Hijo de la Mente que llamamos Yo o Alma.… la religión pretende haberse ocupado de esto en el pasado.
3. La mente abstracta superior, custodia las ideas y aquello que lleva iluminación a la mente inferior cuando ella está en contacto con el alma. Con este mundo de ideas ha pretendido tratar la filosofía.

Podemos denominar estos tres aspectos:
La mente receptiva, de la cual se ocupan los psicólogos.
La mente individualizada, el Hijo de la Mente.
La mente iluminadora, la mente superior.

Tercero, la brecha que existe entre la mente inferior y el alma tiene que ser eliminada mediante un puente. En forma curiosa la humanidad siempre lo ha comprendido así y por lo tanto ha hablado de “obtener unidad”, “realizar la unificación” o “alcanzar el alineamiento”. Estos son todos intentos de expresar esa verdad que ha sido intuitivamente comprendida. (La Educación en la Nueva Era, pp.22-23, Editorial Sirio)

El profesor de Stanford John Felstiner pregunta en el título de su libro, Can Poetry Save the earth? (¿Puede la poesía salvar la tierra?) “¿Por qué convocar a los placeres de la poesía, cuando ha llegado el momento de una respuesta sin cuartel? La respuesta empieza con los individuos, son los individuos quienes hablan de los poemas y a quienes estos hablan. De uno en uno, la voluntad de actuar puede surgir en nosotros. Dado que somos aquello que la belleza y fuerza de los poemas intentan alcanzar, tenemos la oportunidad de reconocer y aligerar nuestra huella en un mundo donde toda la naturaleza tiene una importancia vital”.
Estructurada en palabras, coloreada con imágenes, evocada en la correcta medida, la poesía tiene un poder incomparable.  Este es el poder de sacudirnos de la vida cotidiana y el poder de recordarnos la belleza que nos rodea y la resiliencia del espíritu humano.
Audrey Azoulay, director general, UNESCO

 

LAS IGLESIAS Y LA RELIGIÓN ORGANIZADA

La relación entre los seres humanos y una presencia divina ha sido honrada en todas las creencias y tradiciones religiosas a lo largo del tiempo. Instituciones, organizaciones, movimientos e iglesias han buscado guiar, dirigir e inspirar el espíritu religioso en sus seguidores. Con la excepción de algunos movimientos iluminados e iniciativas interreligiosas inspiradoras, la orientación y dirección ofrecida por estas instituciones ha tendido a cristalizar en una ortodoxia dogmática, y va a la zaga de una naciente consciencia humana. Las religiones establecidas han reclamado superioridad y exclusividad tanto en la teoría como en la práctica, trayendo intolerancia, división, una noción de superioridad y fanatismo. Las interpretaciones de las escrituras y las teologías han generado conflicto entre las religiones. Sin embargo, en una nota positiva, cuando se han enfrentado a la crueldad, la violencia y el odio en nombre de la religión, recientemente, los líderes de todas las religiones se han unido para condenar tales abusos. Además, los abusos sexuales infligidos a jóvenes vulnerables por personas en puestos de autoridad de las iglesias están ahora saliendo a la luz, cuando previamente se habían encubierto y negado, y como resultado se están implementando nuevas políticas de protección. 

En el centro del problema religioso se encuentra el idealismo e individualismo de la Era de Piscis –la Era de la Autoridad, que ahora está cediendo el lugar a la nueva Era de Acuario, trayendo cambio, ajustes y crisis, pero también oportunidades para el progreso. La Era de Acuario está destinada a ser una era de servicio y esfuerzo grupal, basada en el hecho de que la humanidad, en toda su diversidad, es una especie. Cuando se celebra la diversidad de razas, culturas, fes y creencias, aporta una visión del mundo más inclusiva e iluminada. Un observador, contemplando nuestro planeta desde la distancia, no vería sentido ni razón a las proclamas de superioridad de una religión sobre otra, porque la humanidad es una. Sin embargo, hay señales de nueva vida a través del diálogo interreligioso, y pensadores progresistas de todas las creencias están liderando un movimiento nuevo, consciente de la globalidad y espiritualmente vivo, que reconoce la realidad final una que reside en el corazón de todos los caminos, buscando transmitir un espíritu de amor sabio e inteligente.

Vivimos una época en la que pueden reconocerse tanto el Dios Inmanente como el Dios Trascendente, y cuando esto se refleja en la vida cotidiana, el resultado es vida espiritual. La espiritualidad, que en el pasado se consideraba sinónimo de religión, abarca todos los aspectos de la experiencia vital y todos los estados de consciencia: porque lo espiritual no es sino aquello que está más allá del nivel de logro actual, manifestando una visión superior que nos impulsa hacia un objetivo más elevado. Y, en este sentido, el Observador al que nos referíamos antes, sin duda se sentirá animado al contemplar el surgimiento de ideas que han inspirado el trabajo y servicio social, comunitario, y de proximidad de las instituciones religiosas. Es más, la creciente preocupación de la humanidad acerca de la protección de nuestro hogar planetario es, sin duda, la evidencia del surgimiento de una espiritualidad que puede estar presente en las religiones, aunque no sea exclusiva de ellas. Y no olvidemos la espiritualidad esencial de todo trabajo científico, que está motivado por al amor a la humanidad y su bienestar. Aunque la ciencia convencional pueda negar la existencia de un Plan divino o Deidad debido a la ausencia de evidencia objetiva, en términos prácticos, los científicos que están trabajando para hacer del mundo un sitio mejor están desempeñando una función espiritual, con independencia de la terminología empleada para describir este trabajo.

En el centro del problema religioso se encuentra el idealismo e individualismo de la Era de Piscis –la Era de la Autoridad, que ahora está cediendo el lugar a la nueva Era de Acuario, trayendo cambio, ajustes y crisis, pero también oportunidades para el progreso.

 

Los escritos de Alice Bailey hacen referencia a una Nueva Religión Mundial adecuada a la Era de Acuario, un trabajo de amorosa síntesis que enfatice la unidad y la fraternidad del espíritu, fundado sobre los valores y principios espirituales comunes que permanecen en el corazón de todas las verdaderas creencias y agencias religiosas. Hay muchas personas de buena voluntad en el mundo que están buscando aplicar estos valores y principios a la vida cotidiana a fin de sanar las divisiones y el separatismo, por ejemplo, el trabajo del World Congress of Faiths (worldfaiths.org), el Parlamento Mundial de las religiones (parliamentofreligions.org), Religions for Peace Network (rfp.org), World Interfaith Harmony Week (worldinterfaithharmonyweek.com), y muchas otras. En este trabajo de unidad y fraternidad son necesarios ciertos principios esenciales como protección contra los peligros del fanatismo:

Sencillez, que es necesaria para atravesar la complejidad del mundo de la forma –los edificios, obras de arte, tesoros, vestimentas y artefactos de las iglesias establecidas, que desvían la atención del mensaje de amor, compasión y tolerancia hacia todos los seres.

El conocimiento y la información siguen ampliando la mente humana, produciendo nuevas ideas innovadoras, pero hace falta un ingrediente extra para producir las correctas relaciones. Se trata de la humildad espiritual, que puede comprenderse como la capacidad de comprender tanto el lugar del individuo en el mundo como el de la humanidad. Es un sentido ajustado de correctas proporciones, que permite que la gente reconozca que la verdad no es rígida y se desarrolla constantemente, especialmente por medio del pensamiento reflexivo, la meditación y la contemplación.

La práctica de la inofensividad en el habla, pensamiento y acción –una inofensividad positiva que no se oponga a actuar con firmeza y decisión.

El cultivo de un correcto pensar: cada día podemos anular ciertas líneas de pensamiento negativo, permitiendo acceso a ideas nuevas y originales, basadas en valores y principios espirituales eternos.

Si la mente está abierta y receptiva a nuevos pensamientos y corrientes mentales, se puede evitar el pensamiento cristalizado.

Por último, las religiones y creencias mundiales actúan como componentes del Plan Divino, como se describe en los escritos de Alice Bailey. Aunque en la actualidad el Plan sólo se percibe tenuemente, se ha escrito que “…consiste en el desarrollo evolutivo y el progreso educativo hacia una meta espiritual inteligente”. Es más, el “desarrollo de las ideas universales del Plan se lleva a cabo a medida que la humanidad responde a las impresiones superiores del todo y al carácter sagrado de la vida y trata de incorporar, de forma inteligente, esta comprensión a todos los ámbitos del pensamiento, de las actividades y relaciones…

Hoy en día existe una creciente respuesta intuitiva a las ideas y principios del Plan como un campo universal pletórico  de ideas y principios. Al mismo tiempo, hay un despertar  natural de la voluntad de servir a esta visión y de participar en la Gran Obra de construir, con el paso del tiempo, una civilización de integración y correctas relaciones.  (2)   §

1.   El Discipulado en la Nueva Era Tomo. I, p.720 Ed. Sirio
2.   worldgoodwill.org/plan_wg

En cada raza y nación, en cada clima y parte del mundo y durante el interminable correr del tiempo, retrocediendo al pasado ilimitado, los hombres encontraron el Sendero a Dios, lo hollaron y aceptaron sus condiciones, soportaron sus disciplinas, confiaron en sus realidades, recibieron sus recompensas y hallaron su meta. Llegados allí, "penetraron en el gozo del Señor", participaron en los misterios del reino de los cielos, moraron en la gloria de la Presencia divina y, luego, retornaron a los caminos de los hombres para servir. El testimonio sobre la existencia de este Sendero es el tesoro inapreciable de todas las grandes religiones, y son testigos aquellos que trascendieron todas las formas y todas las teologías y penetraron en el mundo del significado que todos los símbolos velan.

Estas verdades son parte de todo lo que el pasado da al hombre. Son nuestra eterna herencia, y conectada a ellas no existe revelación nueva alguna, sino solamente participación y comprensión. Estas realidades adecuadas a nuestra necesidad y capacidad en cualquier momento dado, las impartieron los Instructores del Mundo. Son la estructura interna de la Verdad Una, sobre la cual se erigieron todas las teologías del mundo, incluyendo las doctrinas y dogmas cristianos construidos alrededor de la Persona de Cristo y su enseñanza.

Otro Acercamiento mayor y otra revelación espiritual son ahora posibles. Una nueva revelación se cierne sobre la humanidad y Aquel Que la traerá y la implementará se acerca firmemente hacia nosotros. Lo que este acercamiento mayor traerá a la humanidad, todavía no lo sabemos. Sin duda nos traerá unos resultados tan definidos como las revelaciones anteriores y las misiones de Aquellos Que han venido como respuesta a las demandas anteriores de la humanidad. Un nuevo cielo y una nueva tierra están en camino. ¿Cómo interpretan el teólogo ortodoxo y el clérigo las palabras “un nuevo cielo”? ¿Es posible que Aquel Que viene nos traiga una nueva revelación acerca de la naturaleza de Dios Mismo? ¿sabemos ya todo lo que puede saberse sobre Dios? Si es así, Dios es muy limitado. ¿No sería posible que nuestras actuales ideas sobre Dios como Mente Universal, Amor y Voluntad pudieran enriquecerse con alguna nueva idea o cualidad para la que todavía no tenemos nombre, y de la que no tenemos ni la menor comprensión? Cada uno de los tres conceptos actuales de la divinidad –de la Trinidad– fueron completamente nuevos la primera vez que se presentaron, secuencialmente, a la mente o consciencia humana…

En el hecho de Dios y de la relación de la humanidad con lo divino, en el hecho de la inmortalidad y de la continuidad de la revelación, y en el hecho de la constante venida de Mensajeros desde el centro divino, se basará la nueva religión mundial.  A estos hechos debe añadirse el conocimiento seguro e instintivo de la existencia del Sendero a Dios que tiene la humanidad, y su capacidad de recorrerlo, cuando el proceso evolutivo la haya traído al punto de una nueva orientación a la divinidad y a la aceptación del hecho de Dios Trascendente y Dios Inmanente en cada forma de vida.  (World Religion in a New Era, pp.10-12)

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On the fact of God and of humanity’s relation to the divine, on the fact of immortality and of the continuity of divine revelation, and upon the fact of the constant emergence of Messengers from the divine centre, the new world religion will be based. To these facts must be added humanity’s assured, instinctive knowledge of the existence of the Path to God and of his ability to tread it, when the evolutionary process has brought him to the point of a fresh orientation to divinity and to the acceptance of the fact of God Transcendent and of God Immanent within every form of life.     (World Religion in a New Era, pp.10-12)

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Cuando superemos esta crisis –y lo haremos– nos enfrentaremos a una elección.

Podemos volver al mundo como era antes, o abordar decisivamente las cuestiones que nos vuelven a todos innecesariamente vulnerables a las crisis.

Nuestra hoja de ruta es la Agenda de 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible…

Lo que el mundo necesita ahora es solidaridad.

António Guterres, Secretario general de la ONU.

DÍA MUNDIAL DE LA INVOCACIÓN 2020

Para construir una sociedad global más justa, interdependiente y humanitaria lo que la humanidad necesita, por encima de todo, es más luz, amor y voluntad espiritual.

El Viernes 5 de junio de 2020, personas de buena voluntad de todas partes del mundo, y de distintos trasfondos religiosos y espirituales, se unen invocando estas energías superiores utilizando la Gran Invocación. ¿Quiere unirse a nosotros en este trabajo de curación incluyendo la Gran Invocación en sus pensamientos, sus oraciones o sus meditaciones en el Día Mundial de Invocación?

El empleo de la Gran Invocación es un servicio mundial, porque se relaciona directamente con la necesidad mundial de hoy. Necesitamos luz para iluminar el camino ante nosotros y revelar la visión de una nueva civilización; necesitamos amor para gobernar las relaciones entre las personas y poner fin al reino del odio y el separatismo; necesitamos el poder de la voluntad-al-bien para dirigir las elecciones y la toma de decisiones humana. El empleo universal de la Gran Invocación el Día Mundial de Invocación llena este día de una profunda significancia espiritual, porque construye un canal a través del cual la luz, el amor y el poder pueden alcanzar e irradiar los corazones y las mentes de las personas de todo el mundo.

Créditos de las Imágenes

Banner: PHOTOCREO Michal Bednarek, Shutterstock; Peace Direct (peacedirect.org), © Ted Giffords; Wikimedia Commons (commons.wikimedia.org), KJJS, CC 2.0 Attribution Generic; UNESCO (unesco.org), CC BY-SA 3.0; Parliament of the World’s Religions (parliamentofreligions.org)
 

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